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ARTICULACIÓN ENTRE LA CULTURA RURAL Y LA URBANA EN LOS MOVIMIENTOS DE DESPLAZAMIENTO COMUNITARIO HACIA LA CIUDAD DE LAS TUNAS A PARTIR DE LA DÉCADA DEL SETENTA

Amauris Velázquez Pérez

 


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CAPITULO II HACIA UNA ARTICULACIÓN CULTURAL DE LAS COMUNIDADES TUNERAS SUS REALIDADES ACTUALES

Para aprehender los elementos culturales articuladores, la indagación parte de considerar puntos nodales a los que dirigir las interrogantes orientadoras de las entrevistas, uno de ellos ha sido los rasgos distintivos de los principales grupos sociales a los que pertenecen los sujetos estudiados considerando a la comunidad como una unidad sociocultural asimismo las fisonomías que distinguen sus formas de vida ,creencias, ideas, actividades que desempeñan y posiciones que ocupan en el plano económico, político y sociocultural ,la fenomenología pasada y presente sobre la base que se ha configurado su entorno de interacción social, además de hacer énfasis en las prácticas culturales características es decir la organización de la vida cotidiana sus distintas formas de sociabilidad, y las actividades económicas básicas o secundarias de la comunidad resultante, así como el saber oral y desde sus puntos de vista: los principales acontecimientos comunitarios y su pertenencia a instituciones sociales básicas tanto en los ámbitos públicos como en los privados, sus funciones y sus formas de organización ,sin olvidar las prácticas de salud ,o el pasado y la memoria colectiva ,costumbres comunes y sentidos de pertenencia al entorno comunal.

Por otro lado las relaciones de poder en los distintos espacios de interacción personal siempre que fue permitido acceder a dicha interrogante al igual que las disímiles manifestaciones de adaptación a las nuevas problemáticas o situaciones sociales que se presentan cotidianamente concluyendo con la contrastación de diferentes puntos de vista y explicaciones acerca de los comportamientos sociales de cada unidad socio espacial en resumen han sido aspectos que han orientado el curso de la investigación acerca de la articulación cultural existente entre el campo y la ciudad desarrollando la idea que le estudio no ha partido de la consabida postura teórica que esgrime la contraposición entre el campo y la ciudad sino presentar algunos rasgos que demuestren la permanencia en el entorno sociocultural de espacios, representaciones o prácticas culturales que llevan el sello distintivo del lugar de origen de los individuos en este caso el campo, incorporados al nuevo entorno y que inconscientemente cada día muchas personas producen y reproducen dando continuidad al continuum rural urbano y a la dicotomía enunciada.

Epígrafe 2.1 Antecedentes y referentes histórico culturales para la configuración de las comunidades tuneras

Todo desenvolvimiento humano precisa de ser analizado o considerado desde una perspectiva que tenga en cuenta la lógica histórica del devenir sociocultural así que para visualizar el fenómeno de la articulación cultural tunera es necesario partir de algunos antecedentes a la hora de la configuración de los distintos barrios. Algunos expertos afirman que fue precisamente a partir del siglo XVII, que se comenzó a nombrar con mayor peso histórico la región que antaño se llamó: hato de Las Tunas y cito:

... que ya adoptaba ese nombre desde 1603, varias mercedaciones de tierras para el desarrollo agrícola y ganadero, proliferando en el sur el comercio de contrabando y rescate. Para 1729, esta localidad contaba con siete hatos denominado Cabaniguán, Birama, Las Tunas, Unique, Las arenas Ochoa y Almiquiabo, y es necesario mencionarlos porque fueron la base de lo que hoy es básicamente el mayor territorio de la provincia Las Tunas. (Marrero;2004:5)

Dicho asentamiento contó con varias familias fundadoras que se apellidaban: Rivero-González, Vázquez, Santiesteban-Vázquez-Coronado, los Aguilera-Tamayo-Mejía, los Fajardo-Estrada, los Varona-González, entre otros.

Al transcurrir el tiempo al no tener la ermita de Las Tunas cura, dado que solo se utilizaba la propiedad para albergar a los peregrinos que iban hacia Santiago del Prado (hoy el Cobre) a pagar sus promesas; en 1707, cuando la visita eclesiástica al Puerto del Príncipe del Obispo Don Jerónimo Valdés Sierra, el heredero del hato de Las Tunas, Diego Clemente del Rivero, pidió autorización a dicho Obispo para reerigir el santuario. Con el visto bueno de Valdés Sierra se pudieron iniciar los trabajos y la capilla quedó concluida hacia 1709, a la que Clemente Rivero dio por nombre San Gerónimo en honor al Obispo y el Partido pedáneo tomó el nombre de San Jerónimo de Las Tunas, enriqueciéndose el toponímico de esta comarca. (12)

Hacia el año 1761, San Jerónimo de Las Tunas, contaba con 40 familias, 211 almas y 51 sirvientes, que al ir desarrollando su economía agropecuaria se convirtió en parte importante de la extensa región de Bayamo, quedando la iglesia con el nombre de San Jerónimo y el partido pedáneo con el de Tunas de Bayamo.

Debido a la poca cantidad de habitantes de la región y al poco uso de la iglesia, la misma se fue destruyendo por los embates del tiempo, además de que los curas que pasaban esporádicamente por la comarca, oficiaban en las haciendas fundamentalmente, y el templo religioso quedaba para el albergue de misioneros solamente, lo que trajo como consecuencia un deterioro notable.

En 1790 fue reedificada la parroquia, manteniéndose el nombre de San Jerónimo de Las Tunas. En torno de la Iglesia se desarrollaban las festividades religiosas y los vecinos de hatos y corrales residentes en zonas alejadas del templo, iniciaron las construcciones de casas de yagua y guano alrededor de la misma. Fueron tan numerosas con los años que muchas familias se quedaban a vivir en ellas y en 1796 los principales hacendados, deciden fundar un pueblo, según consta en documentos del archivo nacional de Cuba. El pueblo se fomentó rápidamente por las posibilidades que tenía para el comercio, la agricultura y la ganadería y en 1803, el cabildo fomentó su construcción con materiales sólidos y normas constructivas siguiendo las leyes de la época.

El 27 de agosto de 1821, se constituyó la primera junta de sanidad, en 1823 se construyó la cárcel y se continuó el fomento acelerado del pueblo. Ya en 1841, lo habitaban 1853 personas con sus comarcas que eran Cabaniguán, Cauto el Paso, Ojo de Agua, Tunas y Unique.

Documentos de la época indican que hacia 1847, la población local era de 9947 personas, abarcaba el territorio 229 leguas (13) cuadradas repartidos en las comarcas de San Cristóbal, Cabaniguán, Tunas, Unique y Cauto el Paso. Para este año existía un auge en el desarrollo ganadero, la agricultura y el comercio, situación que favoreció a esta población para que el 20 de diciembre del referido año, se crease la tenencia de Gobierno, ubicándose a Don José Morales como su teniente gobernador. Y el 24 de abril de 1848, fuera creada la junta municipal y en 1849 se le otorgó a esta comarca la jurisdicción propia, segregándose de Bayamo, otorgándosele la condición de Villa de Las Tunas hasta el año de 1853, en que se le confirió el título de Ciudad.

Hacia En 1851, el patriota camagüeyano Joaquín de Agüero y Agüero de acuerdo con Julián Santana, (canario radicado en Las Tunas) Ramón Ortuño, avecindado aquí, el comerciante Pablo Colíbar y la colaboración, del párroco José Rafael Fajardo, habían asaltado a Las Tunas para independizarla de España y emprender desde aquí la independencia de Cuba lo que significaba un brote primigenio de rebeldía. A partir de aquí toda la infraestructura urbanística se vio afectada lo que conllevó a la reconstrucción de el entramado habitacional y arquitectónico de la localidad.

Con la nueva administración política administrativa de 1866. Las Tunas fue incluida en el Departamento Central con Puerto Príncipe y Nuevitas lo que favoreció los negocios sobretodo ganaderos aportándole mayor importancia económica al territorio.

Fue esta ciudad, la sede de la primera reunión que se realizara en Cuba para iniciar la lucha en 1868, presidida por Carlos Manuel de Céspedes y con representantes de Holguín, Camagüey, Bayamo, Manzanillo y Las Tunas lo que resaltó su presencia dentro del entorno socio histórico de la época.

Muchas batallas y acciones de las guerras mambisas por la independencia tomaron como escenario dicha localidad, lo que llevó a que la historia recoja que la ciudad fuera asaltada en cinco ocasiones por los cubanos, tres de ellas incendiada, una parcialmente y dos en su totalidad, es por esta causa que la ciudad cuenta con múltiples tipologías constructivas en su arquitectura.

Al nombre de la ciudad se le adhirió el apéndice de “Victoria de Las Tunas” debido a la victoria española sobre los cubanos el 16 de agosto de 1869, nombre que se mantuvo hasta 1976, al aplicarse la nueva división político administrativa con la cual se benefició el territorio al erigirse nuevas y modernas industrias unido a un aumento del flujo migratorio y un acrecentamiento creciente de sus habitantes.

Ya a inicios del siglo XX el territorio contaba con extensiones de tierra dedicadas fundamentalmente a las labores agrícolas y ganaderas que fueron sentando las bases para un sostenido crecimiento poblacional que llevó a que en el año censal de 1907 la ciudad contara con unos 2147 habitantes los cuales se asentaban en los dos barrios que configuraban la ciudad de los que 997 pertenecían al barrio primero y 1150 al segundo. Asimismo en 1910 la cámara de representantes de la república acordó la instauración del ayuntamiento de Las Tunas el cual ya como ciudad cabecera limitaba ´´de tunas de naranjo por su desembocadura por todo el río Las Cabreras, rumbo al sur Cabaniguan a paloma de Cayojo , al Leonero , a Candelaria , a Corojito, a Yamagueyes , en donde parte a la Ceiba , pasando por el río Cauto rumbo la este a Cauto el paso de donde parte a Santa Ana a San Francisco y a Las Playuelas ´´(Galano;1984:10)

En ese entonces se consideraba como el municipio de mayor extensión territorial de Oriente contando con 4001 kilómetros cuadrados y pasados unos años hacia 1953 el mismo contaba con 126 mil habitantes, después de la división político administrativa dicho municipio pasó a formar parte de la región Tunas –Puerto Padre que comprendía el territorio de ambos municipios y cuya capital cabecera era la ciudad de Victoria de Las Tunas la cual por esa época contaba con un área en proceso de urbanización que comprendía un monto de 52 caballerías y una población de 42 mil habitantes ,antes de esta división político administrativa la ciudad era la cabecera de las regiones, Amancio Rodríguez, Colombia, Jobabo, Manatí, Jesús Menéndez y Guiteras.

Fundamentalmente el sistema urbano estructurado alrededor de la ciudad obedecía a una base económica agropecuaria que poseía a dos zonas cañeras una al norte y la otra al sur suroeste, donde se encontraban los principales centros de población de la provincia y una zona ganadera central donde prácticamente el único núcleo de población es el de la ciudad de Las Tunas aunque también se podría considerar el poblado de Bartle.

Algunas causas han influido en el desarrollo económico de la ciudad y su municipio gestados sobre todo a partir del triunfo de la Revolución de enero de 1959 con leyes como: la de reforma agraria y la nacionalización de los grandes latifundios ganaderos y cañeros; dentro de los indicadores de desarrollo socioeconómico la construcción del acueducto y el alcantarillado unido a la electrificación. El año 1913 se considera el momento en que la ciudad pasó de la semipenumbra de los faroles alimentados con gas a la iluminación incandescente, gracias a una primitiva planta eléctrica que contaba con dos motores de vapor lo cual era suficiente para iluminar a una población de 2 ó 3 mil habitantes al transcurso del tiempo. Debido al incremento poblacional hicieron que para 1927 la misma fuese insuficiente para las crecientes necesidades locales es por ello que en 1929 se cambian los dueños y también los motores por unos de mayor capacidad y que consumían petróleo lo que demuestra el crecimiento sostenido de la ciudad a partir de indicadores diferenciadores como este.

Hacia el año 1938 la ciudad contaba con 10 mil habitantes pero no es hasta marzo de 1962 con la nacionalización de dicha planta y contando con 8 mil consumidores que se mejora la mencionada industria por medio de cuatro motores diesel tres de una potencia de 960 kilowatts hora y otro de 600 kilowatts hora para 10 mil 500 consumidores hacia 1963. Hasta que en marzo de 1970 se incorpora la ciudad al sistema electroenergético nacional.

A su vez por la década del cincuenta la mayor parte de las calles que conformaban la parte antigua, entre las calles Menocal y Rubí de este a oeste y las de Gonzalo de Quesada y Rastro de sur a norte, se encontraban sin pavimentar llenas de polvo en la época de sequía y de baches en la primavera con la única excepción de la calle Vicente García y la Francisco Varona por atravesar la carretera central y la Lucas Ortiz por conducir a la Terminal de Ferrocarril, también existían algunas otras gracias a la iniciativa personal de la parte privada. Con el transcurso de los años se fueron creando las condiciones para una infraestructura urbanística cada vez más acabada con la construcción de avenidas que enlazaron los distintos barrios de nueva o no tan nueva creación como los repartos Velázquez, Aurora, Aguilera, Santos, Buena Vista, entre otros.

En el año 1951 en el municipio se contaba con una distribución en la enseñanza pública que contaba con cuatro escuelas de kindergarten, 28 escuelas de artes manuales, dos escuelas nocturnas de idioma ingles, 154 maestros propietarios en escalafón, 2470 alumnos matriculados en escuelas urbanas y 3498 en rurales para un total de 5968 de esa manera se van estableciendo las bases y los referentes socio históricos sobre los que se aprecia una mayor comunidad rural comportamiento habitacional que surtiría una tamaña transformación a medida que transcurren los años y que con el triunfo de la revolución de enero de 1959 alcanzaría su clímax debido sobretodo al cambio producido de la base económica y en todas y cada una de las instituciones sociales, lo que redundaría en un desarrollo social sostenido.

De esa forma hacia 1983 habían crecido las escuelas a 127 primarias, 13 secundarias, dos preuniversitarios, una vocacional de arte, dos técnicas y profesionales, seis de formación de personal docente y seis para la enseñanza especial evidenciando el salto cuantitativo en lo referido a las instituciones educativas y teniendo como característica diferenciadora el acceso masivo de toda la población foránea.

Antes del triunfo revolucionario la ciudad de Las Tunas solo contaba con una sola sala de teatro, una biblioteca, mientras para la recreación se contaba aparte de la sala cinematográfica dos parques el Maceo y el Vicente García donde se ofrecían las retretas por parte de la banda municipal y las llamadas sociedades de instrucción recreo (liceo), la colonia española, y la unión fraternal para uso exclusivo de sus asociados los cuales devinieron en lugar de juegos prohibidos. La salud contaba con un hospital con 50 camas y una casa llamada de socorros que estaba a cargo del gobierno municipal donde solo se atendían casos de primeras curas o que no necesitaran de hospitalización.

Ya en 1984 existían dos salas de teatro y seis salas para la proyección de cintas cinematográficas , a partir del la década del 70 se fundan un grupo de instituciones que demuestran el continuo desarrollo social así mismo se funda el 24 de junio de 1977 el centro multisectorial de información científico y técnica cuya función social era brindar información de carácter científico técnica a profesionales e investigadores tanto de la producción como de los servicios a su vez el 25 de julio de 1982 se funda el museo taller de escultura institución que comenzó a incentivar dicha manifestación artística .

Así se va revitalizando paulatinamente el paisaje típico del territorio con la construcción y reparación de varias vías para las comunicaciones, escuelas, micro presas, el parque Cucalambé (El Cornito), El Hotel Las Tunas (enclavado en la histórica loma de los Peralejos donde estuvieron asentadas parte de las baterías mambisas que hicieron posible el triunfo y toma de Las Tunas con Calixto García al frente) y el parque 26 de julio por lo que ya en 1984 la ciudad contaba con 86 174 habitantes, 43 401 varones y 42775 hembras contando además el municipio con un área de 1076 kilómetros cuadrados y un total de 113 mil habitantes.

Antes de enero del 59 en el territorio solo existían pequeñas industrias artesanales, las de mayor relevancia el aserrío Libertad, la fabrica de fideos, entre otras. A partir de ahí se va ampliando paulatinamente la cantidad de industrias de diverso tipo se crea la fabrica de refrescos, la de barquillas, una nueva planta de hielo, la fabrica de botellas ,estructuras metálicas, muebles escolares (1975), varias dedicadas a la producción y comercialización de materiales de la construcción .

En cuanto a las redes telefónicas en lugar de la vetusta red que comenzó a ser utilizada en 1913 se crea el 17 de octubre de 1964 una planta de procedencia húngara que aumentó el servicio hasta 900 instalaciones la cual sería mejorada en julio de 1980 cuando comenzó aprestar servicios una planta de fabricación alemana (RDA.) con capacidad para 2 mil líneas; en la parte de los correos en 1969 se sustituyen el sistema manual de telégrafo por el correo de teletipo que llega en 1984 a contar contres transmisores y 5 receptores.

Correspondiente al transporte ya en 1976 se disponía de 158 ómnibus, 27 para el servicio urbano y 81 para el servicio de carretera y 50 para el rural, en 1972 se crea la empresa de transporte de pasajeros de autos (taxis ladas) que prestaba servicios intermunicipales e interprovinciales .

Respecto a la agricultura hacia 1964 existían en el municipio Las Tunas veinte granjas y cooperativas con aproximadamente 1917 caballerías de extensión territorial las cuales agrupaban a 850 familias se contaba con 16 504 cabezas de ganado vacuno lo que hacía ocupar el lugar número uno como zona ganadera de la región de Oriente, ya para el año 1984 la ANAP contaba con 24 organismos de base 16 CSS y 8 CPA con un total de 991 caballerías de tierra así como 1219 socios cooperativizados 603, 72 caballerías que representan el 61 % de las áreas incorporadas al movimiento cooperativista .

La salud pública cambió radicalmente con el triunfo revolucionario, brindándose atención priorizada a los problemas más significativos, tales como la ubicación de un presupuesto para la salud de acuerdo con las necesidades, los servicios médicos gratuitos, se nacionalizaron las clínicas privadas, farmacias y droguerías poniéndose a disposición del pueblo, a su vez fueron creados los servicios médicos rurales y el Ministerio de Salud Pública, que de inmediato encaminó con los CDR una campaña para erradicar enfermedades curables como la poliomielitis, la rubéola, el sarampión, el tifus, la varicela y otras que costaban la vida a muchos de los habitantes del territorio antes de 1959 son varios los hechos que materializan dicha política de salud con la creación de instalaciones desde el propio año 1960 donde fue inaugurado el hospital Mártires de Las Tunas, con capacidad para 170 camas, la clínica Loreto se adaptó y convirtió en el hospital materno, con 84 camas donde hoy se encuentra el Centro Provincial de Higiene y Epidemiología en 1967, fue adaptado el local para Clínica Dental “Héroes de Bolivia”, con 10 salones y la casa del magnate Aurelio Figueredo se convirtió en la policlínica “Pity Fajardo” y la de Miguel Hernández, en Buena Vista, se convirtió en una policlínica comunitaria mientras para las personas de edad avanzada el hogar de Ancianos con 40 camas y para los enfermos mentales el hospital psiquiátrico “Clodomira Ferrales”.

Ya en 1979, se contaba con el politécnico de la salud, la construcción del nuevo hogar de Ancianos con 150 camas, el de Impedidos físicos y mentales con 100, el taller de electromedicina, la Facultad de Ciencias Médicas, el nuevo Banco de Sangre. El 14 de junio de 1981, abrió sus puertas el hospital general docente gineco-obstétrico clínico-quirúrgico “Ernesto Guevara”, con la presencia de nuestro Comandante en Jefe. En 1984 se implantó el sistema del médico de la familia a razón de 120 familias por consultorio. Lo que llevó que en la actualidad existen más de 258 consultorios médicos de la familia. Hacia 1989 el hospital materno se amplió a 184 camas; se inauguró la policlínica comunitaria.

Dentro de los antecedentes culturales y tradicionales no se podría obviar que desde el año 1930 las sociedades fraternales y de recreo se comenzaron a reunir en El Cornito, donde vivió el insigne poeta tunero y donde aún se conservan las ruinas de lo que fue su vivienda, para rendirle homenaje en la fecha de su natalicio el 1º de julio con la participación de algunas familias del lugar se cultivaba tradiciones como el canto de la décima y guateques en los cuales los trovadores desarrollaban jolgorios hasta el amanecer.

Hacia 1964 algunas figuras de la cultura cubana como Jesús Orta Ruiz, José Ramírez Cruz, Ramón Veloz y Manuel Fernández pensaron en una fiesta representativa de la cultura campesina que asumiera a “El Cucalambé” como figura principal.

Ya en 1967 se eligió por primera vez la Flor de Virama que en cada jornada fue el eje principal del guateque, así durante varios años esta fiesta se celebró con carácter nacional en El Cornito. En cada una se fueron agregando nuevos elementos hasta convertirla en un evento que reúne lo más representativo de la cultura popular del tunero. En 1968 se instituye el “Concurso Nacional EL Cucalambé en Décima” y en 1969 se construye el sendero que comunica a la ciudad con El Cornito y tiene lugar en este ámbito el primer festival de música campesina hasta el año de 1974 en el que se efectúa el primer Encuentro Hispanoamericano auspiciado por la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) y la Casa de Las Américas, lo que lleva en 1986 a que las fiestas campesinas se extienden a otras regiones del país y a los ochos municipios de la provincia con la realización de “Cucalambeanas de Base”.

En sus inicios estas fiestas se realizaban como un gran guateque, cuyo atractivo principal era la elección de la Flor de Virama. La fiesta siempre se organiza en dos bandos o equipos, el rojo y el azul, en el que cada uno tiene un grupo de jóvenes que lo representa y defiende. De esta forma cada jornada realza los bailes tradicionales cubanos; es posible disfrutar de las ejecuciones de niños, jóvenes y adultos en el zapateo, el son, la caringa, el baile del gavilán, el papalote, el chivo, el papelón, el nengón, entre otros.

Además se han rescatado innumerables juegos campesinos, entre los que destacan las corridas de cintas, carreras de caballos, montas de toro, derribo de ternero, pato enterrado, el palo ensebado, el puerco ensebado y se potencia la elaboración de platos tradicionales y bebidas es otro de los espacios de estas fiestas. Dicha fiesta popular reúne a círculos socioculturales y promotores que han contribuido de forma creadora al desarrollo de cada Jornada Cucalambeana de Base. A partir de entonces comienzan a desarrollarse un potencial artístico propio que asume las fiestas culturales campesinas en cada uno de los asentamientos rurales que reúnen las mismas características de las jornadas municipales y provincial y que a la larga se constituye como un espacio más para la recreación sana y para el mantenimiento de algunas tradiciones del territorio.

Asimismo la infraestructura urbanística fue desarrollándose y las comunidades y barrios actuales se expandieron teniendo como antecedentes histórico culturales a partir de la fundación de los principales repartos como el Santos, que debe su nombre a José Santos Vargas, finca que procedía de la antigua finca ´´La Concordia´´ situada en los barrios de La Cuaba y Playuela de este municipio. Surge con una extensión de 13 caballerías y limitaba al norte con la carretera de Las Tunas a Puerto Padre, al sur con la línea de ferrocarril y al oeste con los terrenos de Ángel Bonachea y la faja del ferrocarril de la Manatí Sugar Company dicho reparto fue formalizado por medio de la escritura # 85 de el 19 de mayo de 1951 ante notario de esta ciudad.

Por su parte el reparto Casa de Piedra germina en la segunda mitad del siglo XX con motivo de la invasión de capitales norteamericanos invertidos en el antiguo municipio de Victoria de Las Tunas dedicadas al cultivo de los cítricos, así el norteamericano Charles M. Milligan construye un edificio de dos plantas de paredes formadas por bloques de cemento que semejaban ser de piedra en la que fijo su oficina de negocios y la casa de su familia. El reparto se formaliza mediante escritura # 113 del 28 de julio de 1957 y contaba con una superficie de 190,021 metros cuadrados y limitaba al norte con los terrenos de Fructuoso Hernández al sur con los terrenos destinados a la vía pública denominada calle Cuba mientras por el este limitaba con la faja de la línea de ferrocarril Tunas a Manatí y al oeste con terreno The Cuban Company en parte y la otra con los mencionados terrenos de Fructuoso Hernández. Estaba compuesto de cuatro calles paralelas de norte a sur y ocho calles paralelas entre si de este a oeste en sus primeros tiempos tuvo poco auge pero después de la construcción del aeropuerto su desarrollo fue superior.

A su vez el reparto Buena Vista, formado en sus inicios por 12 manzanas, primeramente era un lote de terreno de forma irregular que también procedía de la finca La Concordia con una extensión superficial de 351 acres o 10 caballerías, la cual limitaba al norte con el ángulo formado por la finca Jericó y la línea de ferrocarril de Tunas a Manatí por el sur con el lote 46 de Armando Gay y con el camino Tunas a Puerto Padre por el este con la línea y con el mencionado terreno de Armando Gay y por el oeste con la línea de ferrocarril de Tunas a Manatí .

Otro de los repartos es la ampliación de Buena Vista en sus primeros tiempos con una extensión de 18 caballerías y limitaba al norte con Las Tunas Fruit Company finca denominada Brito y Palancón al sur con terrenos de la Cuban Company y faja del ferrocarril central perteneciente a la misma compañía, camino de San José y camino de Puerto Padre, con fincas denominadas Hato Viejo, Santa Maria y Jericó cuyos dueños eran Juan M. Báez y Ezequiel Román y otros de la sucesión de Doña Clara Ballester Román y al oeste con Las Tunas Citrus Fruit company, Santo Domingo y el Cieguito terrenos de Cuban Company y otros pertenecientes a los menores hijos de José Iglesias dicho reparto fue fomentado por Miguel Hernández propietario de negocios como el Tejar, de una calera y de las canteras siendo formalizado en escritura # 258 de 24 de noviembre de 1955.

Como repartos fundadores se referencia además, las Alturas de Tunas que procedía de otro que a su vez procedía de la finca Bella Vista ubicado en el barrio Las Arenas de este municipio que limitaba al norte con restos de la finca que procede destinados al reparto, al sur con terrenos del señor Claudio Aguilar Cordero al igual que al este y otros de la sucesión de Manuel Reyes Silva y con el oeste con propiedad adjudicada a los hermano Galano Torres, este reparto fue fomentado por José Santos Vargas.

Por su parte el reparto Santo Domingo tenía una extensión inicial de 18 caballerías limitaba al norte con la finca Cieguito de la Señora Aurora Barceló al sur con terrenos de la ciudad de Las Tunas al este con la finca La Canoa del Pelegrín Boris al oeste con el río Hormiguero y una amplificación total de una caballería y 50 centésimos limita al norte con la línea de ferrocarril de Cuban Company y el resto de la finca Santo Domingo mientras al sur limita con la prolongación de dicha ciudad que actualmente se denomina calle paso real o coronel Reyes al este con la finca de Pelegrín Boris hoy prolongación de la calle Villalón al oeste con restos de la finca Santo Domingo hoy prolongación de la calle Julián Santana dicho reparto fue aprobado el 27 de mayo de 1915 por el ayuntamiento de la ciudad.

El reparto Esperanza conocido popularmente como Pena fomentado por su propietaria Esperanza León González, casada con Generoso Pena, a lo que debe su nombre, era una porción de terreno que procedía de la finca Bella Vista situada en el barrio de Las Arenas, limitaba por el norte con terrenos del municipio mediante faja de terreno destinada a al vía pública hoy calle Pepito Tey , por el sur con tierras de la finca La Loma de Claudio Aguilar al este con tierras de la sucesión de Manuel Reyes Silva (payes) y por el oeste con terrenos de la finca Tapias de Varela de la sucesión Galano Torres. El reparto fue creado en la década del cuarenta y tuvo un rápido desarrollo debido a su cercanía con el centro de la ciudad.

El reparto Velásquez procede de la finca El Edén y estaba compuesto en sus inicios de tres caballerías limitaba al norte con los terrenos de la compañía de ferrocarriles de Cuba , el stadium municipal, la avenida Roosevelt el reparto del mismo nombre terrenos de Lorenzo Vidal y Sucesión Fonseca, por el oeste con Fidelia Mayo, camino de San José, terrenos de Gil Guerra fomentándose el reparto José Velázquez García mientras el reparto residencial Victoria procedía de la finca Ahoga Pollos situada en el barrio Las Arenas que estaba compuesto en sus inicios por 17,808 metros cuadrados y limitaba por el norte con terrenos de José Píquenes y Angélica Díaz Torres por el sur con propiedad del colegio médico de la ciudad, por el este la carretera central y por el oeste con el camino real de Tunas a Bayamo y fue fomentado por el señor Rafael Echemendía Betanzo.

El reparto Rooselvelt procedía de la finca El Edén se componía en sus inicios de 11 manzanas y fue fomentado por Rafael Machado Pla en unión de Pedro Vázquez Morejón y Pablo Díaz. Por su parte el reparto Aurora era una porción de terreno que procedía de la finca El Rincón y se situaba en el barrio de Playuelas compuesta además por 62,806 metros cuadrados y limitaba al norte con la prolongación de la calle Menocal o camino de San José y porciones de la finca de procedencia mientras por el sur y el este con restos de la finca que procede y por el oeste con terrenos de Ernestina Reyes León fue aprobado por el ayuntamiento de la ciudad y se componía de 14 manzanas. Después del triunfo de la Revolución se amplió hacia el este en la avenida dos de diciembre se le agregaron las calles Fernando de la Cruz, calle 72 y Luis Ramírez López en cuya ampliación se encuentran las edificaciones del reparto Médico .

Así fueron sentándose las bases para el crecimiento urbano que vendría después ya hacia la década del noventa el mismo se contrae con la influencia del Periodo Especial que afectó sensiblemente las construcciones y también el flujo que fundamentalmente venía del campo a la ciudad ahora parcialmente o temporalmente se revertía. Por esos mismos años se consolidan y se inauguran industrias punteras dentro de la provincia que atraerían más mano de obra es el caso de ACINOX Las Tunas , Estructuras Metálicas, Materias Primas en 1996 que potencian los planes de extensión de la agricultura urbana donde se utilizo el saber proveniente de los emigrantes del campo, en fin el territorio se fue fortaleciendo económicamente hasta llegar a alcanzar un crecimiento casi sostenido en los años posteriores en lo concerniente al índice de urbanización y a una mejoría de sus principales indicadores económicos , sociales, médicos y culturales (ver datos tabulados)


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