Nemecio Núñez Rojas
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A nivel pedagógico esta investigación se fundamenta en la concepción del aprendizaje significativo que implica el aprender a aprender en el contexto del desarrollo de habilidades y actitudes para la investigación en el aula.
3.4.1. La Formación para la investigación en términos de desarrollo de habilidades.
Desde el año 1995 María Guadalupe Moreno Bayardo y su equipo de colaboradores asumieron la formación para la investigación como objeto de estudio, siendo el gran supuesto que la formación para la investigación implica aprendizajes en el campo de los conocimientos, las habilidades, los hábitos, las actitudes y los valores, pero el núcleo fundamental e integrador de dichos aprendizajes es el desarrollo de habilidades investigativas en torno a las cuales se ha producido poco conocimiento, según lo mostró la revisión del estado del arte.
Con la expresión habilidades investigativas se hace referencia a "un conjunto de habilidades de diversa naturaleza, que empiezan a desarrollarse desde antes de que el individuo tenga acceso a procesos sistemáticos de formación para la investigación, que en su mayoría no se desarrollan sólo para posibilitar la realización de las tareas propias de la investigación, pero que han sido detectadas por los formadores como habilidades cuyo desarrollo, en el investigador en formación o en funciones, es una contribución fundamental para potenciar que éste pueda realizar investigación de buena calidad". (Moreno, 2005)
La indagación documental aportó importantes elementos para clarificar y enriquecer la conceptuación de las diversas habilidades investigativas identificadas por los expertos. En algunos casos fue apoyo para confirmar la intuición de que ciertas habilidades que fueron mencionadas por los entrevistados con diferentes nombres, correspondían en realidad a una sola habilidad; en otros, facilitó que el equipo de trabajo descubriera que algunos de los núcleos conformados en la versión inicial del perfil de habilidades investigativas podían integrarse en uno solo; pero sobre todo, aportó una visión amplia sobre la naturaleza de las diversas habilidades, que permitió sustentar la conveniencia de que el perfil de habilidades investigativas fuera elaborado con base en categorías que agruparan dichas habilidades por rasgos comunes en su naturaleza.
Por otra parte, se encontró pertinente dar a las habilidades investigativas un tratamiento inicial en abstracto y posteriormente relacionarlas con las grandes operaciones o con algunas tareas específicas que se realizan en los procesos de investigación.
Entre las habilidades que propone Moreno (2005), tenemos:
Las habilidades de percepción representan, en su conjunto, la puerta de entrada a los procesos de conocer, porque percibir significa recibir o extraer información del medio. Aunque pareciera que se trata de habilidades cuyo desarrollo implica procesos cognitivos que se activan de manera natural desde el nacimiento del ser humano, es un hecho que dicho desarrollo necesita propiciarse con una intención especial en el marco de la formación para la investigación.
Las habilidades instrumentales representan, en su conjunto, una especie de plataforma base conformada por ciertos procesos cognitivos que una persona aprende a poner en funciones, con determinadas características, en respuesta a los objetivos que pretende alcanzar; así como por los correspondientes desempeños (acciones u operaciones) que el sujeto hábil puede realizar en consecuencia, esperando que la ejercitación en estos últimos propicie que cada vez los lleve a cabo con mejor nivel de competencia. El desarrollo de las habilidades designadas como instrumentales es condición que facilita prácticamente todos los demás aprendizajes del ser humano.
El núcleo de habilidades de pensamiento fue conformado asumiendo que muchas de las acciones que el investigador realiza demandan, por una parte, la intervención de algunas operaciones cognitivas básicas y por otra, haber internalizado modos de pensar que manifiestan, hasta cierto punto, que la persona ha alcanzado el grado de madurez intelectual que se necesita para la realización de tareas complejas como la investigación. Esos modos de pensar están identificados e incorporados en el perfil como habilidades de pensamiento.
3.4.2. El desarrollo de habilidades investigativas en todos los niveles educativos
El proceso de construcción del perfil de habilidades a desarrollar en la formación para la investigación, tuvo siempre como foco principal de atención el nivel de postgrado; sin embargo, a medida que dicho perfil fue tomando forma, resultó cada vez más claro que el desarrollo de las habilidades mencionadas no tiene que esperar hasta el postgrado, sino que se trata de habilidades que pueden y necesitan empezar a desarrollarse desde la educación básica.
Así, una de las propuestas de este trabajo es que el desarrollo de todas las habilidades de percepción, instrumentales y de pensamiento puede propiciarse desde la educación básica e incorporarse como un objetivo curricular sin necesidad de agregar tiempos, materias o materiales específicos. Por otra parte, algunas de las habilidades de construcción conceptual, de construcción metodológica y de construcción social del conocimiento, también se pueden empezar a desarrollar desde los primeros años de la vida escolar; y por difícil que pudiera parecer, el modo de reflexión metacognitivo puede ir siendo aprendido desde la educación básica.
En un artículo titulado Investigación reciente en estrategias de estudio y el enseñar a pensar, Nisbet (1992) hace una caracterización breve de la mayoría de los programas que a nivel mundial han sido diseñados con el objetivo de que los estudiantes aprendan a aprender.
Se trata de programas sustentados en la teoría constructiva del aprendizaje, cuyo argumento es que los niños construyen su propio conocimiento en la búsqueda de significado y comprensión. Así, el aprendizaje no es considerado sólo como producto de la enseñanza porque requiere un esfuerzo activo de comprensión y discernimiento por parte del alumno. Entre los programas mencionados por Nisbet aparecen:
* Los programas de enseñar a pensar y de habilidades de pensamiento que existen en un centenar de propuestas surgidas o adaptadas prácticamente en todos los países del mundo. * El movimiento mundial de filosofía para niños orientado a enseñar la reflexión crítica. * El llamado currículum reflexivo que pretende enseñar la aplicación del conocimiento y los procesos de reflexión, razonamiento y resolución de problemas tanto en educación básica como en formación profesional
Es característico de estos programas que la reflexión, como cualquier otra habilidad, no se contempla como un elemento de adición cuya incorporación traería como consecuencia nuevos temas de estudio, nuevos espacios en el horario escolar, etcétera; sino como un elemento integral de los procesos de formación que se vierte (se enseña junto) con el grueso de los conocimientos que integran un programa escolar.
Finalmente, las habilidades y actitudes para la investigación en estudiantes universitarios, tienen un referente importante en los aprendizajes acumulados durante los años de escolaridad, por tanto, identificar y formular problemas de investigación, buscar y procesar información, elaborar instrumentos para recoger datos, analizar e interpretar datos, entre otras, son las capacidades que son objeto de evaluación en este estudio, de cuyos resultados daremos cuenta más adelante.