María de Jesús Rojas Espinosa
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La rápida expansión de las Tecnologías de la Información y Comunicación experimentada en nuestros días, se refleja en el entorno educativo al permitir ampliar y mejorar la oferta educativa de la enseñanza universitaria. Las Tecnologías de la Información y Comunicación impactan la vida cotidiana del hombre en las postrimerías del siglo XX y al inicio del siglo XXI, y, esta irrupción tiende a socializar cada día más. Las escuelas, no son ajenas a este fenómeno, del llamado triángulo de oro, integrado por telecomunicaciones, televisión y computación, que se integran en Internet, como lo es ya la TV, se puede decir, que son tan familiares en diferentes campos del conocimiento humano. Las Tecnologías de la Información y Comunicación se pueden estudiar desde diferentes enfoques, es decir, desde la comunicación, la cultura, la tecnología educativa, la sociología con diferentes teorías emanadas desde las disciplinas mencionadas. En la actualidad existe una confluencia de cambios en los ámbitos económico, científico y tecnológico, que modelan el rumbo de la educación. Entre las funciones primordiales de ésta, podemos mencionar dos: transmitir cultura, valores y experiencias a las nuevas generaciones, así como preparar a las personas, en especial a los jóvenes, para poder enfrentar el mundo que les toca vivir. En este sentido, preparar a la juventud es una labor que se torna cada vez más compleja. El uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación con fines educativos, como radio, TV, telefonía, computadoras, entre otras, crean amplias posibilidades de capacitación, razón por la que el rumbo de la educación debe ser reestructurado.