2.4 Variable Educativa

2.4.1 Educación básica

El desarrollo educativo viene produciendo políticas orientadas principalmente a resolver los problemas de cobertura y eficiencia administrativa del sector, las mismas que no han tenido correspondencia con las acciones pedagógicas centradas en la escuela y en la formación de los sujetos; lo cual sigue creando la tensión entre administrar y educar.

La matrícula en educación formal muestra un comportamiento sostenido año tras año. De manera específica, se nota un gran aumento en el ingreso a grado primero pero, a partir de allí, la matrícula no logra ocultar el problema de la deserción en el departamento, la cual es bastante alta en la transición a la básica secundaria y media, niveles en los que se presenta la más alta deserción.

La repitencia escolar es uno de los factores que afectan el mantenimiento de la cobertura, dado que en un alto número de casos se convierte en la razón de abandono del proyecto escolar. Aún así, el informe de la UNESCO termina aceptando avances en cobertura, pero lamentando los precarios niveles de logro académico.

En Colombia solo el 34.1% de la población de 5 a 17 años disfruta del derecho a una educación de calidad. El 65.9% restante no alcanza a ingresar al sistema o, si lo hace, no aprueba o no adquiere las competencias necesarias para lograr una educación de calidad. Al nivel del departamento, en el tema de las competencias ciudadanas, sólo se alcanzan niveles de desempeño medio; así mismo, es una de las entidades territoriales con resultados de competencias matemáticas supremamente pobres, sobre todo en el 5° de educación básica.

En general, el recorrido realizado alrededor del tema de calidad de la Educación Básica y Media, según los resultados de las Pruebas Saber en las áreas de matemáticas, biología, física, química, historia e inglés, muestra una situación deficitaria en Risaralda, ya que en todos los casos cerca del 90% de población evaluada obtuvo puntajes medio-bajo y/o bajo (una situación que no se distancia del caso colombiano); algo que ha sido identificado ampliamente en los planes de desarrollo sin que se hayan logrado progresos significativos en la formación de los risaraldenses, para el enriquecimiento del capital social y humano, indispensables para obtener mejores condiciones de vida. En el global, los puntajes son bajos en todas las áreas, con lo que más del 80% de la población escolar obtiene resultados por debajo de 50 puntos.

Los más recientes resultados de las Pruebas ICFES destacan que, a nivel nacional, el 64.3% de los estudiantes obtuvo puntajes inferiores o iguales a 60, siendo especialmente preocupantes los resultados en Lenguaje. Ese promedio de Risaralda fue muy cercano al nacional, de esta forma los resultados de calidad en todos los niveles de la Educación Básica mantienen una constante por debajo de los 60 puntos. En el mejor de los casos, se logran rangos Medio alto en algunas de las diferentes áreas del conocimiento.

El diagnóstico de la Educación Básica también muestra una desarticulación de la fase media a las posibilidades de acierto laboral. En general, el desencuentro educación-producción afecta por igual a operarios empíricos, técnicos y tecnólogos, pero especialmente a los profesionales egresados de la Educación Superior y a los bachilleres, altamente incompetentes frente a las demandas del mundo empresarial.

En correspondencia con todo lo anterior, los cambios impulsados en la relación estudiantes por profesor muestran la inconsistencia de la política educativa; dado que en la actualidad la tendencia es aumentar esa relación, bajo supuestos criterios de eficiencia en el gasto, lo cual deteriora en todos los sentidos la calidad de la educación. Así mismo, ello reduce las posibilidades de contratación de nuevos docentes y, en la cadena de relaciones, las posibilidades de formación inicial en las Licenciaturas que se ofrecen en las Facultades de Educación.

Sin embargo, se destaca que en los últimos diez años las tasas de analfabetismo han disminuido de manera sostenida en Risaralda, y esas tasas han estado por debajo de la nacional, siendo el departamento una de las entidades territoriales colombianas con menores niveles de analfabetismo.