Ramiro Esqueda Walle
Luis Alberto Mendoza Rivas
Introducción
El objetivo del presente trabajo es analizar el potencial turístico de la zona semiárida del Estado de Tamaulipas (ZSET ), la cual se localiza en la región suroeste de dicha entidad y está conformada por los municipios de Bustamante, Jaumave, Miquihuana, Palmillas y Tula. Esta región es considerada como una de las zonas con más carencias económicas a nivel estatal, sin embargo, tal situación contrasta con el potencial que ofrecen sus bellos paisajes y la gran diversidad de flora y fauna que hacen viable el desarrollo de un proyecto basado en la explotación del turismo alternativo. A lo largo del artículo se plantean los antecedentes teóricos y conceptuales del turismo sustentable y la planeación, para dar paso a un análisis de las características económicas y sociodemográficas de la ZSET. En la parte final de este ensayo se aborda un análisis de la sustentabilidad en base al potencial turístico así como de las características particulares del caso de estudio. Cabe señalar que el presente trabajo es el resultado de un minucioso estudio llevado a cabo durante los años de 2004 y 2005 para el cual se utilizaron diferentes instrumentos de medición (encuestas y entrevistas), a la par de un extenso trabajo de campo .
Antecedentes teórico-conceptuales
a) Turismo
Parece ser que en cuanto a las raíces etimológicas de la palabra turismo es el punto en el que hay más concordancia entre los diferentes autores, pero a pesar de ello, no hay un consenso general; en este sentido, De la Torre (1997), Lorcin (1999) y Getino (2002), coinciden en señalar que el origen etimológico se remite al vocablo francés tour, procedente a su vez del primitivo verbo latín tornare o del sustantivo tornus, cuyas connotaciones resultarían sinónimas de viaje circular. Por su parte Arthur Haulot (De la Torre, 1997) advierte que el vocablo tour tiene posiblemente un origen hebreo, ya que en la Biblia se indica que Moisés envió a un grupo de representantes a visitar la tierra de Canaán y la palabra “tur” tenía el significado de “viaje de vanguardia”, “reconocimiento” o “exploración”.
Por otro lado, en materia conceptual, a lo largo de la historia el turismo ha sido concebido de diferentes formas, cada una de ellas ha atendido a las características y elementos específicos que envolvían a la actividad en su momento. No obstante, ha sido difícil encontrar una sola definición de esta actividad, ya que cada autor, dependiendo el enfoque utilizado, ha considerado su propia concepción sobre el término.
La interpretación formal más antigua sobre turismo que se encontró durante la presente investigación data de principios del siglo XIX. Cuando “The Shorter Oxford English Dictionary”, definía al turismo como “la teoría y la práctica de viajar, haciéndolo por placer” (citado por De La Torre, 1997:13). Una característica que hay que señalar sobre estos primeros intentos de conceptualización, es que aluden y enfatizan en la acción de viajar, sin considerar parámetros de temporalidad, ni motivación del viaje.
Un siglo después, ya en el siglo XX, Herman von Schullern zu (1911) estableció “Turismo es el conjunto de todos los procesos, sobre todo económicos, que ponen en marcha las llegadas, estancias y las salidas de turistas a y desde una determinada comunidad, región o estado y que se relacionan directamente con ellas”. Esta definición, aunque ya trataba de delimitar con mayor precisión el término, era muy inconsistente todavía y no consideraba algunas características importantes.
Durante la década de los treinta diversos investigadores concebían al turismo tan solo como una actividad de tipo internacional, tal es el caso del ingles A. J. Norval quien estableció lo siguiente: “Turista es la persona que entra en un país extranjero con una finalidad completamente diferente a la de fijar su residencia en él, o a la de trabajar ahí regularmente, y que gasta en este país, de residencia temporal, dinero que ha ganado en otra parte” (1936).
Es evidente que hasta esta época las definiciones sobre el turismo no eran muy sólidas, pues dejaban ciertos “huecos”, por lo que se pueden considerar antiguas, ya que difieren en buena medida del significado actual. Como resultado de la evolución teórica al respecto, y debido al desarrollo de la actividad turística, a principios de los años cincuenta, se acuña un concepto de gran aceptación que puede considerarse moderno, cuando krapf y Hunzinker establecieron en 1942, que la actividad turística era el conjunto de relaciones y fenómenos producidos por el desplazamiento y permanencia de personas fuera de su lugar de domicilio, en tanto que dichos desplazamientos y permanencia no estén motivados por una actividad lucrativa (Calderón, 2005).
Éste último concepto y los anteriores todavía no hacen referencia al tiempo de estancia, pero ya incluyen factores espaciales y de motivación, por lo tanto se puede decir que son de naturaleza meramente cualitativa. Ya en la década de los 60´, la Unión Internacional de Organismos Oficiales de Turismo (UIOOT), actual Organización Mundial de Turismo (OMT), definía al turismo como “la suma de relaciones y de servicios resultantes de un cambio de residencia temporal y voluntario, no motivado por razones de negocios o profesionales”; es decir, por razones de lo que conocemos hoy como “trabajo” (Getino, 2002: 23). Sin duda alguna, esta definición fue uno de los principales intentos para unificar criterios a nivel internacional para referirse al turismo.
A continuación se exponen tres definiciones que a consideración propia expresan una idea muy completa e interesante sobre la noción conceptual del turismo, es pertinente hacer la aclaración que ninguna de estas definiciones son oficiales, ya que no son las establecidas por la OMT (Organización Mundial de Turismo), sin embargo, resultan ilustrativas de la variedad de criterios con que se puede entender el fenómeno. Al respecto, Oscar de la Torre (1997: 16), después de una amplia reflexión teórico-conceptual propone la siguiente definición:
“El turismo es un fenómeno social que consiste en el desplazamiento voluntario y temporal de individuos o grupos de personas que, fundamentalmente por motivos de recreación, descanso, cultura o salud, se trasladan de su lugar de residencia habitual a otro, en el que no ejercen ninguna actividad lucrativa ni remunerada, generando múltiples interrelaciones de importancia social, económica y cultural”.
Por su parte, Montse Pàmies (2002), al hablar sobre la historia del turismo, aporta una concepción mediante la que denota la idea turística con un sentido de cierta “retroalimentación” entre los participantes de dicha actividad. “El turismo es un vehículo de interconexión entre países y habitantes, un potente medio para abrir los horizontes de los que viajan. Quienes viajan, pronto dejan de tener muchos de los prejuicios que ostentaban anteriormente. Al conocer viajeros de otros países, los habitantes tienen la oportunidad de informarse de primera mano sobre la realidad vivida”.
En el sentido de estrategia económica, Getino (2002: 51) agrega, “Podríamos definir entonces el recurso turismo, como un recurso -“medio”, “bien sociocultural”, “mercancía”- conformado por la organización y planificación de distintos recursos patrimoniales interrelacionados y complementarios – recurso de recursos – para incentivar y satisfacer la demanda contenidos simbólicos que es inherente a los servicios y actividades turísticas”.
Sin embargo, entendiendo al turismo como un medio de desarrollo económico, se tiene que considerar como una actividad multisectorial que requiere la concurrencia de diversas áreas productivas (agricultura, construcción, fabricación) y de los sectores tanto públicos como privados para proporcionar los bienes y servicios demandados por los turistas. No tiene límites determinados con claridad ni un producto tangible, sino que es la producción de servicios que varía dependiendo de las características y condiciones –naturales, económicas, sociales- de determinado lugar.
La diversidad conceptual en relación al fenómeno turístico ha contribuido a que en la actualidad, la OMT establezca una definición de carácter “oficial”, definiendo al Turismo como: “las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos al de su entorno habitual, por un periodo de tiempo consecutivo inferior a un año, con fines de ocio, por negocios y otros motivos” (OMT, 2005).
b) Sustentabilidad
A partir de los años 70s empezó a quedar cada vez más claro que los recursos naturales estaban agotándose por el auge del modelo desarrollista. Se estaban produciendo transformaciones graves en el medio ambiente. En este contexto, se comprendió que de no actuar en el corto y mediano plazo, seria imposible revertir las causas y efectos en el futuro. Estos graves problemas ambientales incluyen, entre otros: 1) el calentamiento global de la atmósfera (el efecto invernadero; 2) el agotamiento de la capa de ozono; 3) la creciente contaminación del agua y los suelos; 4) Deforestación; 5) La extinción de fauna y flora, así como sus ecosistemas. A finales de 1983, el secretario general de las Naciones Unidas le pidió a la primera ministra de Noruega, Gro Harlem Brundtland, que creara una comisión independiente para examinar estos problemas que sugiriera mecanismos para que la creciente población del planeta pudiera hacer frente a sus necesidades básicas. El grupo de ministros, científicos, diplomáticos y legisladores celebró audiencias públicas en cinco continentes durante casi tres años. La principal tarea de la llamada Comisión Brundtland era generar una agenda para el cambio global. Su mandato especificaba tres objetivos: reexaminar cuestiones críticas relacionadas con el medio ambiente y el desarrollo, y formular propuestas realistas para hacerles frente; proponer nuevas fórmulas de cooperación internacional en estos temas capaces de orientar la política y los acontecimientos hacia la realización de cambios necesarios; y aumentar los niveles de concienciación y compromiso de los individuos, las organizaciones de voluntarios, las empresas, las instituciones y los gobiernos (CONAF, 2005).
Producto de la referida comisión, se desprendió un informe que fue presentado ante el pleno de la Asamblea General de las Naciones Unidas durante el otoño de 1987. De este documento, se desprende el concepto de desarrollo sustentable como se le denomina en Latinoamérica (Leff, 1996; Quadri, 1996). La sostenibilidad es un concepto que ha ocupado un lugar prominente en el Informe Brundtland, a pesar de que haya resultado difícil su definición sin ambigüedad. Dentro del propio Informe se puede encontrar más de una definición del mismo, pero la que desde entonces se ha citado más es la siguiente: “El desarrollo sostenible es aquel que atiende las necesidades del presente sin poner en peligro la posibilidad de que las futuras generaciones puedan atender las suyas” (CMMAD, 1987 citado por Goodland et al., 1997: 73).
Sin embargo, a pesar de la riqueza de antecedentes, los primeros pasos dirigidos a la formulación de una teoría del desarrollo sustentable se deben a Pearce, Markandi y Barbier. En 1989 estos autores sistematizaron los diversos conceptos que se habían planteado a raíz de reporte de la Comisión de Naciones Unidas sobre Ambiente y Desarrollo, los ubicaron en un marco teórico sólido. Unos de los aspectos más importantes de este trabajo es que vuelve a considerar los límites ambientales de la acumulación de capital y aborda la contradicción existente entre el crecimiento económico y el ambiente. Hay que decir que estos nuevos teóricos del desarrollo sustentable no aceptan limitar el crecimiento económico en aras de la preservación del ambiente como propuso el Club de Roma en 1972 (Meadow, D. et al. 1972), por el contrario, en la medida en que la calidad ambiental es un requisito vital del crecimiento económico, crecimiento y desarrollo pueden ser compatibles.
Hacer realidad esta compatibilidad potencial es explícitamente el objetivo del desarrollo sustentable. Como señalan Vázquez y Zamorano (2000; 2002) la puesta en práctica del desarrollo sustentable no significa que no se deban explotar los recursos naturales, si no que se debe usar adecuada y racionalmente, por lo tanto se puede afirmar que la utilización eficiente de los recursos es el principio elemental en el que se fundamenta la sustentabilidad. Así es no se trata de frenar el proceso de acumulación, si no de encausarlo para que no auto cancele su viabilidad futura (Quadri de la Torre, 1996). No obstante, en la práctica ha sido difícil conciliar los ideales emanados desde la perspectiva de la sustentabilidad, y pese a la diversidad conceptual acerca del tema, las opiniones de los diferentes autores consultados no difieren sustancialmente. En este orden de ideas, es conveniente considerar el siguiente planteamiento: “La búsqueda de un significado preciso para la sostenibilidad no ha dado unos resultados tangibles, y en la actualidad somos cada vez más consientes de que, a efectos prácticos, la sostenibilidad debe percibirse únicamente en términos aproximados” (El Serafy, 1997:74).
Tras la Comisión Brundtland, el siguiente acontecimiento internacional significativo fue la Cumbre sobre la Tierra , celebrada en junio de 1992 en Río de Janeiro. Denominada Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, en ella estuvieron representados 178 gobiernos, incluidos 120 Jefes de Estado. Se trataba de encontrar modos de traducir las buenas intenciones en medidas concretas y de que los gobiernos firmaran acuerdos específicos para hacer frente a los grandes problemas ambientales y de desarrollo. Los resultados de la Cumbre incluyen convenciones globales sobre la biodiversidad y el clima, una Constitución de la Tierra de principios básicos, y un programa de acción, llamado Agenda 21, para poner en práctica dichos preceptos. No obstante los esfuerzos realizados a raíz de los foros internacionales, el impacto no ha sido el esperado ya que, en la práctica muchos de los países que estuvieron de acuerdo con los puntos planteados, no han cumplido su compromiso.
Diez años más tarde (2002), la ONU convocó a la Cumbre sobre el Desarrollo Sustentable y los acuerdos finales acordados en este foro, que reunió en la ciudad surafricana de Johannesburgo a representantes de 191 países, incluyeron una Declaración Política, que formula una serie de principios para alcanzar el desarrollo sostenible, y un Plan de Acción en el que destacan los siguientes compromisos:
a) reducir a la mitad en el año 2015 la población que vive sin agua potable y sin red de saneamiento de aguas residuales.
b) recuperar, en el año 2015, las reservas pesqueras “donde sea posible” y crear, antes de 2012, una red de áreas marítimas protegidas. Este plan contempla la reducción de las capturas para devolver a niveles saludables los caladeros de pesca.
c) reducir, significativamente, la pérdida de biodiversidad antes del año 2010.
d) minimizar antes del año 2020, el impacto producido por la emisión de productos químicos al medio ambiente.
A pesar de los esfuerzos, la Cumbre de Johannesburgo decepcionó a las organizaciones no gubernamentales (ONG’s) que esperaban acuerdos concretos en otros aspectos como el abatimiento de la pobreza y fuentes alternativas de energía. Además, en la práctica, el Desarrollo Sustentable, ha sido todo un reto y pese a los “esfuerzos” realizados en esta materia por más de 20 años, todavía no se ha logrado alcanzar los objetivos propuestos por los diferentes foros internacionales. Tal vez, los mejores resultados, ha sido un vasto bagaje teórico sobre el medio ambiente y el enfoque sustentable. Sin lugar a dudas, parte de la dificultad en relación a la Sustentabilidad (Desarrollo Sustentable), es que es un concepto que involucra una serie de elementos tanto de índole biológica como social.
Por lo tanto, “Tomando en cuenta los múltiples vínculos que existen entre desarrollo y medio ambiente, se considera vital comprender la sustentabilidad del desarrollo dentro de un contexto amplio, que vaya más allá de las preocupaciones relativas al capital natural” (De la Cruz et al.,1998: 21). En este sentido, también se puede concebir al desarrollo sustentable como; “…un desarrollo multidimensional cuyo objetivo básico es la generación de riqueza a través del crecimiento económico, sin descuidar la protección de los recursos naturales y culturales para que las generaciones actuales alcancen un mayor bienestar económico y social sin que por ello disminuyan las oportunidades de las futuras (Zizumbo, 2004:70)”.
Entonces, a manera de síntesis se puede decir que la sustentabilidad esta integrada por tres grandes pilares; la economía, la sociedad y el medio ambiente (ver esquema 1). Estos elementos se encuentran íntimamente relacionados, por lo que la sustentabilidad no se puede concebir, si alguno de dichos aspectos no se toma en cuenta; ese es el carácter multidimensional de esta noción. Como se ha podido advertir, la Sustentabilidad puede ser vista desde diferentes de enfoques, sin embargo el fin último de la Sustentabilidad debe ser social como señalan De la Cruz et al. (1998: 22): “...la sociedad debe ser el objetivo principal del desarrollo, pues la sustentabilidad no es compatible con la pobreza. La superación de la pobreza es condición indispensable para el desarrollo sustentable”.
Sin duda alguna, poner en el centro del desarrollo sostenible a la sociedad es una cuestión básica. Primeramente, deben satisfacerse las necesidades básicas de la humanidad, comida, ropa, lugar donde vivir y trabajo. Esto implica prestar atención a las necesidades, en gran medida insatisfechas, de los pobres del mundo, ya que un mundo en el que la pobreza es permanente será siempre proclive a las catástrofes ecológicas y de todo tipo.
c) Turismo sustentable
Ya se definió el turismo y la sustentabilidad, tomando en cuenta sus principales antecedentes, así como sus diversos enfoques, sin embargo, ¿Qué es el turismo sustentable? Chávez (2005: 63), opina “El turismo sostenible se concibe como la actividad que satisface las necesidades de turistas y regiones anfitrionas hoy, a la vez que protege y mejora las oportunidades del futuro”. Se puede observar que básicamente, la noción emanada del Informe Brundtland es la referencia para desarrollar este concepto, sin embargo, el turismo tan solo es uno de los muchos términos –y actividades- a los que se les ha aplicado la sustentabilidad. Asimismo, Argüello y de la Cruz (2004:146) agregan “…se caracteriza por una actitud responsable hacia el medio ambiente, y a la vez, el preocuparse por el medio ambiente implica cuidar el turismo”.
En relación al turismo sustentable, hay bibliografía en la que se confunde el ecoturismo con el turismo sustentable. Aunque son similares, en cuanto a que promueven un turismo más “respetuoso” al medio ambiente, no son lo mismo como algunos aseveran, ya que el ecoturismo es sólo un tipo de turismo, y el turismo sustentable es una forma en sentido cualitativo de desarrollar la actividad turística en su conjunto. En este contexto, existen diferentes prácticas que se adscriben al turismo sustentable, por ejemplo, se puede hablar del turismo solidario como una forma sustentable de practicar el turismo, entendiéndolo -de acuerdo a Carla Rasera (2002)- como parte de las dinámicas del desarrollo sustentable, combinando la eficacia económica con la justicia social y el respeto al medio ambiente.
Tomando en consideración diversas concepciones sobre el turismo sustentable, se puede afirmar que el propósito de éste debe ser; lograr por medio del turismo lograr una forma más racional y equilibrada de consumo, propiciando un mejor manejo de los recursos naturales, a través de promover una conciencia social sustentable. Sin embargo para efectos de considerar una definición “oficial” se debe contemplar la siguiente que señala de acuerdo a la OMT (1999), que el turismo sustentable es “…un modelo de desarrollo económico que mejora permanentemente la calidad de vida de la comunidad receptora, facilita al visitante una experiencia de alta calidad y protege el medio ambiente”; y agrega “…se concibe como una vía hacia la gestión de todos los recursos de modo que puedan satisfacerse las necesidades económicas, sociales y estéticas respetando al mismo tiempo la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas que sostienen la vida”. Por lo tanto, esta forma de practicar el turismo pretende satisfacer las necesidades de los turistas así como de los destinos turísticos, protegiendo e incrementando las oportunidades en el futuro.
d) Planeación turística sustentable
La evolución del pensamiento sobre las preocupaciones medioambientales que se ha gestando en los últimos 30 años y cuya premisa es la racionalización de los recursos con la conciencia de que son finitos, surge de la necesidad de preservar la armonía hombre-naturaleza. Como respuesta a este fenómeno fue necesario redefinir las actividades turísticas, pues ahora están encausadas a la preservación del medio ambiente, al contacto directo con los habitantes de dichas zonas y a la acción social encaminada al fortalecimiento económico de sus habitantes con el objetivo de incrementar la calidad de vida de los lugareños. Así pues, se entrelazan tres factores importantes en la búsqueda de esta forma de concebir el turismo.
Estos factores son el social, el económico y el ambiental, en donde se busca un equilibrio que dé sustento a las diversas actividades que se pueden realizar sin impactar de forma negativa el entorno social y el medio ambiente prevaleciente en la región y con una derrama económica que beneficie a los pobladores, pues estos forman parte medular en el sector turístico dentro de esta cadena.
Se dejan a un lado los grandes complejos turísticos, a si como la gran infraestructura para dar paso a pequeñas zonas en donde se proponen actividades planificadas para satisfacer las necesidades del turista dentro de un entorno natural y con la satisfacción de saber que no se daña de manera indiscriminada el ecosistema. La existencia de diferentes actividades que se puedan realizar en un determinado lugar, tiene como origen los atractivos con los que cuenta la zona a si como de la capacidad que esta tiene para soportar tales actividades. Es así como se registran diferentes formas de turismo como lo son el turismo rural, cultural, deportivo y aventura, de salud etc. cada una de estas actividades tiene como común denominador mantener la integridad cultural y del medio ambiente, así como fortalecer la integración de las áreas ecológicas y del patrimonio natural.
Los proyectos turísticos mal planeados traen graves consecuencias a la sociedad. El hecho de no cimentar las bases para una estructura de conciencia sustentable ha acarreado múltiples problemas de índole económico, social y ambiental, pues el detrimento de los recursos naturales provoca daños irreversibles al ecosistema, deterioros del patrimonio cultural, explotación irracional de recursos, polarización de la riqueza y demás fenómenos sociales que afectan de manera directa a una comunidad. Es por esto que en la actualidad se buscan nuevas formas de aprovechamiento de áreas recreativas y culturales con el propósito de frenar la irracionalidad en la explotación de los mismos.
Actividad económica en la ZSET: PEA , PEI y Sector de Ocupación
La población mayor de 12 años económicamente activa en la región de estudio en el año 2000 ascendió a 14,890 personas de las cuales sólo 103 se encontraban desocupadas, sin embargo, ésta es una cifra engañosa, ya que la gran informalidad existente en la zona en cuanto a la ocupación, aunado a los bajos ingresos que percibe la mayoría determinan en buena medida la situación de precariedad ocupacional. Por otro lado, también hay que tener en cuenta que la PEI en cada uno de los municipios de la ZSET es superior a la PEA, dando como resultado en conjunto un total de 22,255 de personas económicamente inactivas de las cuales casi el 50% se dedica a labores domésticas y un 20% a actividades educativas. Otro indicador a destacar es que la proporción de PEI es superior a la PEA en cada uno de los municipios que integran la ZSET, esta situación trae como consecuencia una grave relación de dependencia que aunado a las personas teóricamente en edades dependientes (las menores de 15 años y las mayores de 64), determinan que por cada 100 personas en edad productiva haya 80 dependientes; si bien, parece inconcebible e insostenible tal escenario, desde una perspectiva cuantitativa así es.
Por otro lado, el sector de ocupación predominante en la ZSET es el primario, el cual agrupa casi el 52% de la PEA ocupada, en segundo lugar de importancia se encuentra el secundario con el 21% y por último se ubica el sector terciario con una participación de 26%. Los municipios que concentran una mayor parte de su PEA ocupada en el sector primario son; Bustamante con un 68%, Palmillas con 62% y Miquihuana con 58%, tales extremos son muestra palpable de una zona eminentemente campesina, toda vez que la participación de su PEA en actividades primarias en comparación con el resto de los sectores económicos refleja claramente una estructura agrícola donde más de la mitad de las personas que trabajan se dedican labores de este orden. En este sentido, es oportuno señalar que la situación prevaleciente en la zona de estudio es diametralmente opuesta a la tendencia observada tanto a nivel nacional como estatal, por ejemplo en el caso de Tamaulipas la PEA ocupada en el sector primario ha venido disminuyendo paulatinamente en los últimos veinte años (INEGI, 2000, 2004; INAFED, 2000).
Fuente: Elaborada en base a datos del INAFED, 2000.
Perfil económico-productivo
a) El Sector Primario
Como ya se mencionó al inicio del presente análisis, este es el sector más importante en cuanto a ocupación se refiere. Así mismo, dentro de este sector, las ramas más importantes son la agricultura y la ganadería, más abajo en orden de importancia se encuentra la silvicultura. Si bien es cierto que no se dispone de información oficial sobre cada una de las ramas que conforman la actividad primaria en la región, se puede afirmar que la pesca no es un rubro representativo en relación a la ocupación. Debido a esto, de cada diez personas ocupadas en edad de trabajar 5 de ellas dependen directamente de actividades agropecuarias, pero desafortunadamente este sector (el primario), es actualmente el menos dinámico y rentable.
• Agricultura
El modelo de desarrollo agrícola implementado en los municipios sujetos de estudio se caracteriza por un uso extensivo del suelo donde los principales cultivos son el maíz, la sábila (en años recientes) y el fríjol. Cabe señalar, excepto el caso de la sábila que la producción agrícola esta en manos de campesinos minifundistas carentes tanto del equipamiento más elemental como de infraestructura para riego y cosecha. Por lo anterior, el rendimiento promedio del maíz que es el cultivo más practicado en la zona es inferior a una tonelada por hectárea. En el caso del maíz, de acuerdo a la información del año agrícola 2001-2002, la cosecha ascendió a poco más de 10,000 toneladas con un valor de $20,172,630; en cuanto al fríjol, la producción fue cercana a las 300 toneladas con un valor de $1,736,000; por su parte la sábila aunque sólo representada en los municipios de Jaumave y Tula fue el cultivo con mayor rentabilidad, obteniéndose casi $30,000,000 con una producción de 66,500 toneladas (INEGI, 2004).
• Ganadería
La ganadería representó la mayor derrama económica en la zona de estudio de acuerdo a la información del período 2000-2001, siendo esta cercana a los $256,000,000, ésta actividad se caracteriza por su práctica extensiva y en algunos casos de autoconsumo. Las especies explotadas son el ganado bovino, caprino, porcino y aves. No obstante, en comparación con el nivel estatal, la zona de estudio no tiene una representatividad importante, excepto en el caso del ganado caprino, que constituye cerca del 42% del hato total.
b) El Sector Secundario
Para el año 2000, de acuerdo al Sistema Municipal de Base de datos, (SIMBAD, 2000), existían únicamente 107 empresas industriales en la ZSET. En relación a las actividades secundarias éstas se encuentran en el tercer lugar de participación respecto a la PEA ocupada en la ZSET (21.09%), pero, dentro de este sector las ramas más importantes son la industria manufacturera y la construcción con un 13.36% y un 7.47% respectivamente, en contraparte, las ramas de la electricidad y agua y la minería ocupan menos del 1%.
Mediante la siguiente gráfica, se puede apreciar como se compone la participación del sector secundario por rama de actividad económica, en donde destacan por representatividad ocupacional; la industria manufacturera y la construcción con un 64% y 35% respecto al total (21.09%) de la PEA ocupada en este sector.
Ahora bien, ya que se ha analizado cuantitativamente la situación imperante en este sector en lo relacionado a las personas ocupadas, resulta oportuno evaluar las características de las principales ramas económicas de las actividades secundarias en la región.
• La Construcción
Esta actividad se ha cimentado principalmente en la construcción de infraestructura carretera misma que ha sido impulsada fuertemente en los últimos años, por ejemplo la realización del tramo “Juan Capitán – el Chihue” y la extensión de este hacia el municipio de Jaumave. La importancia de esta rama se centra en la gran cantidad de personas de la región que son contratadas, normalmente por periodos de tiempo considerables. Entre otras de las actividades que sobre este punto destacan se encuentra la construcción de infraestructura pública como accesos a localidades rurales, aulas educativas, pavimentaciones, etc. Así mismo, la edificación de empresas como el caso de las “plantas sabileras ” en el municipio de Jaumave .
• La Industria manufacturera
Está caracterizada principalmente por pequeñas unidades económicas poco intensivas en empleo de mano de obra, con escasa diversificación productiva y bajos niveles de competitividad. Muchas de las actividades industriales están representadas por trabajos de tipo artesanal muchas veces con producción de escaso valor agregado, por ejemplo las artesanías, carpinterías, talleres de herrería, etc. Por otro lado, existen en la zona 4 empresas maquiladoras (INEGI, 2000), dedicadas al ramo textil y de confección, en el caso de una de dichas empresas (ubicada en Miquihuana), esta ocupa aproximadamente a 30 personas que no requieren una mayor capacitación ya que los procesos de trabajo son poco tecnificados. Sin embargo, la agroindustria (procesamiento de la sábila) representa un polo opuesto respecto a las actividades secundarias del resto de la región, aunque actualmente se encuentran funcionando dos plantas en el municipio de Jaumave (próximamente se pondrá en funciones otra más), cada una ocupa aproximadamente unas 200 personas. Además, estas unidades se caracterizan por contar con tecnología de punta y por la elaboración de una gran variedad de productos, desde aplicaciones cosméticas hasta fines medicinales. Como se ha evidenciado, el sector secundario todavía no alcanza a ser determinante en la economía regional, pues ha sido poco explotado, ante tal situación es imperativo la búsqueda de alternativas, que como el caso de la deshidratación de la sábila tengan posibilidades de éxito.
c) El Sector Terciario
Este rubro de la actividad económica es el segundo en importancia después de las actividades primarias, conteniendo un total de 3,825 personas que representan el 25.87% de la PEA ocupada en la ZSET. Cabe señalar que a nivel municipal, la entidad que concentra la mayor parte de personas ocupadas en este sector evidentemente es Tula con 2,181, seguido de Jaumave con 1,170, debido a que estos cuentan con la mayor población en relación al resto del área de estudio. Dentro del sector terciario, la rama comercial es la más importante dentro de las actividades terciarias seguida de los servicios educativos con el 7.41% y 6.17% respectivamente.
• El Comercio
En relación a esta rama, tanto Tula como Jaumave son los municipios que aglutinan la mayor parte de la actividad comercial, ya que son los que cuentan con el mayor número de unidades económicas (444 de 523) de este tipo, convirtiéndose de esta manera en los centros comerciales de la región. En este sentido, destaca la cabecera municipal de Tula, que funge como mercado para una buena cantidad de productos y servicios que van desde la venta de los artículos más esenciales hasta la renta de equipos de computo con acceso a Internet. Al respecto, sobresale también la cabecera del municipio de Jaumave, que aunque menos dinámica que la de Tula, cumple un papel importante en la economía regional. Además, en base al trabajo de campo, se puede afirmar que la gran mayoría los establecimientos comerciales son pequeños negocios de carácter familiar muy similares a las tradicionales tiendas de “abarrotes” y en muchas ocasiones con una antigüedad superior a los veinte años (encuestas realizadas en 2005 en la zona de estudio).
Después haber analizado de manera breve la situación económica regional y la distribución ocupacional de la PEA, se pueden comprender las condiciones de bajo desarrollo económico y social que prevalece en la zona de estudio. Entonces, para profundizar en el conocimiento de las repercusiones que el estancamiento económico genera a nivel socioeconómico, enseguida se abordan una serie de indicadores al respecto.
Evaluación de las condiciones de vida de la zona semiárida del estado de Tamaulipas
La calidad de vida esta sustentada en la necesidad que tiene el hombre para poder desarrollarse en condiciones de dignidad. Los elementos que interviene para que esto suceda se dan tanto de manera objetiva como subjetiva. Muchos son los autores que han abordado este tema no sin afrontar diferencias en cuanto a la medición de estándares de la calidad de vida. Por una parte se tiene las cuestiones objetivas relacionadas directamente con la economía y las cuales encierran la vivienda, salud, alimentación y educación entre otras, mientras que las cuestiones subjetivas entran en un rango de armonía y bienestar en la persona y tiene que ver con el respeto, la autoestima, el estatus, la autorrealización etc. De cualquier forma lo que representa cada concepto tiene que ver con una expresión de desarrollo en las sociedades y las cuales van definiendo los rangos de desenvolvimiento de una manera universal y que se da a través de la comparación entre una sociedad y otra.
Características de Vivienda
El material con el que está hecho la mayoría de los techos de las viviendas (61.6%) es de lámina, después de este material el más utilizado es la loza de concreto en un 22.4% de las viviendas. Los techos de palma, tejamanil o madera ocupan el tercer lugar en materiales utilizados para techar los hogares en un 12.5% y el 3.5% restante de los hogares poseen techos de lamina de cartón, teja y material de desecho. En la encuesta realizada se aprecia que el 54% de los hogares entrevistados poseen viviendas hechas con adobe, el 35% de block y cemento y el 8% de madera y lamina. El material más común en la construcción de las viviendas es el adobe, el cual se encuentra dentro de los materiales más económicos, y cubiertos con techos de lámina pues otro material no es posible que soporte la estructura de la mayor parte de estas viviendas. En la ZSET se tiene un total de 11,580 viviendas particulares de las cuales solo 2,137 cuentan con los servicios básicos de electricidad y drenaje, 7,677 no poseen drenaje aunque si electricidad y 1,606 no cuenta con ninguno de estos servicios.
La encuesta demostró que el abastecimiento del agua potable en su gran mayoría (47%) es por medio de tubería que se encuentra dentro de la misma vivienda, mientras que el 41% es a través de la tubería que se encuentra fuera de la vivienda y un 8% la acarrea del lugar de abastecimiento. De esta manera el abastecimiento del vital líquido llega a casi la totalidad de los habitantes de esta zona, sin embargo un 4% de la población entrevistada se tiene que abastecer de algún manantial o pozo. La iluminación de las viviendas encuestadas en su gran mayoría es a través de energía eléctrica, el 1% utiliza combustible para tal fin y el 2% otro tipo de diferente a los dos anteriores. En cuanto a los bienes electrodomésticos de las 143 viviendas entrevistadas el 70% poseen televisión, 68% radio grabadora, 57% refrigerado, 50% licuadora, 42% lavadora y 27% video casetera.
Grafica 4. Bienes Electrodomésticos en los Hogares
Fuente: Encuesta de trabajo de campo
El resultado también indicó que el 36% de los hogares poseen automóvil, 26% teléfono, 18% calentador de agua y solo un 6% posee una computadora. El promedio de hacinamiento en la zona de estudio es de 4 personas por vivienda, en donde el 34% de los hogares posee un solo cuarto de habitación, mientras que el resto (66%) posee de 2 a 5 cuartos . Respecto a los dormitorios el 56% de los hogares poseen de 2 a 4, mientras que el 44% restante solo cuenta con un solo dormitorio.
Salud
El INEGI (2000), señala que en la zona se cuenta con 41 clínicas u hospitales, siendo los municipios de Jaumave y Tula los que concentran la mayoría de estos con 14 y 13 respectivamente. Las 14 clínicas restantes se encuentran repartidas en los demás municipios de la zona. En Bustamante existen 8 de ellas, en Miquihuana 4, mientras que en el municipio de Palmillas solo 2 clínicas. La existencia de médicos en la zona es de 68 de los cuales 53 son generales, de estos 7 consultan en Bustamante, 20 en Jaumave, 4 en Miquihuana, 2 en Palmillas y 20 en Tula. Existen 15 médicos especialistas concentrados en el municipio de Tula. El total de enfermeras en la región es de 76. Teniendo un panorama general de la zona en materia de salud, se tiene que la relación entre hospitales y población es de 1,286. Que existe un médico general por cada 995 habitantes y un médico especialista por cada 3,516 personas.
Educación
En la zona de estudio existen 384 planteles educativos (en el ciclo 2002/2003) de los cuales 51 están en Bustamante, 74 en Jaumave, 22 en Miquihuana, 15 en Palmillas y 159 en Tula. De la totalidad de los planteles educativos 170 son del área preescolar, 154 de nivel primaria, 51 de nivel secundaria y 9 escuelas donde se imparte la educación de bachiller. El total de la población estudiantil en la zona es de 14,673 de los cuales el 57.4% cursa la instrucción primaria, el 21.8% la secundaria, 13.3% preescolar y 7.5% el bachillerato. El total de la plantilla de profesores es de 889 y que esta integrado en su mayoría (49.5%) por profesores de nivel primaria, 24.2% nivel secundaria, 15.7% preescolar y 10.6% a nivel bachillerato. El 27.8% de la población en la zona asiste a alguno de estos planteles y la relación en la zona entre alumnos y docentes es de 16 alumnos por cada profesor y un promedio de 38 alumnos por cada plantel educativo.
La existencia de créditos por parte de las instancias gubernamentales pesar de ser continuo no ha resuelto el problema de la falta de educación por la carencia de recursos. El crédito educativo aplicado en el 2002 en esta zona fue de $364,000.00 en el nivel medio superior, equivalente a 6.89% comparado con el Estado y con un beneficio de 112 alumnos. En cuanto al nivel superior este fue de $413,750.00 representando el 3.22% del Estado y beneficiando a 86 alumnos de la zona (INEGI, 2004).
La educación en las áreas básicas esta cubierta por una infraestructura aceptable sin embargo la carencia de escuelas de nivel superior ha contribuido en gran parte a que la población en edad de cursarla debe trasladarse a otras ciudades o en su defecto incorporarse a la población económicamente activa, puesto que la presencia de algún tipo de institución de nivel superior es nula, esta situación provoca que la mayor parte de la población que termina el bachillerato no tenga acceso a la educación correspondiente, generando la falta de profesionistas que puedan dar sustento de desarrollo en la zona, y dejando el factor físico como una de las principales opciones en el capital humano de la población.
Migración
Este fenómeno estrechamente relacionado con las condiciones económicas y sociales prevalecientes en una sociedad se vuelve tema de estudio en cuanto más profunda son sus características. El municipio con más migración es el de Miquihuana con 8.66% y la menor es el municipio de Bustamante con 3.66% rangos que varían mucho en una zona con semejantes circunstancias económicas. Sin embargo la encuesta aplicada reveló que el 32% de las familias reciben algún tipo de remesas, lo que demuestra una situación contrastante con las cifras oficiales, pues esta se aleja de la situación presentada anteriormente. De este 32% de los hogares que reciben alguna remesa por algún familiar que trabaja fuera de la zona la mitad la recibe una vez al mes, el 25% lo recibe esporádicamente y el 15% más de una vez por año.
Grafica 5. Frecuencia de las Remesas
Fuente: Encuesta de trabajo de campo.
El porcentaje de las familias que reciben remesas más de una vez al mes es igual al de las familias que la reciben una vez al año (5%). La situación que ha generado este fenómeno social se debe a diferentes circunstancias como lo son la búsqueda de empleos en otras entidades, generado por la falta de oportunidades y en busca de mejores condiciones de vida de la población como es el caso del 77% de los familiares entrevistados. Otro factor importante son aquellas personas que tienen que salir de la zona para poder ejercer sus estudios de nivel superior arrojando un resultado de 9% de los familiares entrevistados.
Aunque existen programas para mejorar las condiciones económicas de la zona, como lo son de empleo temporal, subsidios y créditos, estos no han sido lo suficiente para evitar el aumento de la migración, pues hay que recordar que la región posee un decremento en el numero de habitantes de 0.38 que se contrapone a las estadísticas oficiales arrojadas por el INEGI.
Potencial Turístico en la ZSET
Las cinco entidades que conforman la región del Altiplano Tamaulipeco se caracterizan por poseer una pluralidad ecológica importante, lo que constituye a la zona como una región con un acervo turístico que no se ha aprovechado en la medida de sus potencialidades. Además, el crecimiento que el turismo alternativo experimenta actualmente posibilita una gran cantidad de empleos en las regiones donde se practica (Brau et al., 2003; Nowak et al., 2004; Eugenio-Martín et al., 2004). En este sentido, los visitantes que gustan de la naturaleza, representan un fuerte aliciente para impulsar el desarrollo de productos y destinos turísticos en la zona.
De esta manera, podemos considerar al Altiplano como una zona de oportunidad para el desarrollo del turismo alternativo (turismo rural, ecológico, religioso, de salud, deportivo y de aventura, etc.) y no únicamente para la explotación del ecoturismo. Por otra parte, la región de estudio cuenta con un amalgama de recursos históricos y culturales que se pueden transformar en atractivos turísticos, así mismo existen actividades con gran potencial para el turismo gastronómico y artesanal que representan actividades complementarias para los visitantes.
La zona del altiplano Tamaulipeco cuenta con un número indefinido de sitios con potencial para la explotación de la actividad turística, sin embargo, conforme a los estudios realizados (Informe de recorrido, 2004; Diagnóstico socioeconómico preeliminar, De la Cruz Rock, 2004) en el marco del proyecto “Diagnóstico del Potencial Ecoturístico de la Zona Semiárida del Estado de Tamaulipas” en el año 2004, se identifican alrededor de 20 sitios propicios para el desarrollo de este sector.
Tabla I. Tipos de turismo por municipio
Turismo Ecológico Turismo Deportivo y de Aventura Turismo Cultural Turismo Rural Turismo de Salud
Municipio Sitio
Bustamante Valle de las Cactáceas
Nacimiento el Pantanito
Cactácea Gigante
Brechas y Caminos
Miquihuana Cabañas en Peñas Nevada
Bosque
Brechas y Caminos
Jaumave Balneario El Ojito
Nacimiento Los Nogales
Plaza Municipal
La Florida
Palmillas Iglesia de las Nieves
El Salto
Tula Parroquia de San Antonio
Callejones
Laguna de San Isidro
Arquitectura Colonial
Zona Arqueológica
Fuente: Diagnóstico Socioeconómico. Informe Preeliminar (2004).
En relación a los lugares turísticos, gracias al trabajo de campo realizado durante esta investigación, se conocieron algunos lugares con características muy interesantes lo que los coloca como áreas de oportunidad para atraer visitantes, tal es el caso del “cementerio de los mamuts” ubicado en la localidad Gral. Mamaleon y de la virgen del contadero localizada en la localidad Gallitos; éstos lugares, si bien es cierto no son del todo desconocidos, no son tan populares, lo que ha impedido su desarrollo como polos de atracción turística. Asimismo, en la zona de estudio se identificaron 23 áreas con potencial turístico, algunas ya explotadas (Zonas tipo “A”), otras en vías de serlo (Zonas tipo “B”) y otras más sin ser aún tomadas en cuenta o desconocidas (Zonas tipo “C”).
Tabla 2. Clasificación de zonas turísticas
Municipio Zonas Tipo A Zonas Tipo B Zonas Tipo C
Valle de las Cactáceas
Bustamante Nacimiento el Pantanito
Cactáceas Gigante
Brechas y Caminos
Cabañas de Peña Nevada
Miquihuana Bosques
Brechas y Caminos
Balneario el Ojito
Jaumave Plaza Municipal
El Cielo
La Florida
Palmillas Iglesia de las Nieves
El Salto
Parroquia San Antonio
Callejones
Tula Arquitectura Colonial
Gallitos
Zona Arqueológica
Virgen del Contadero
Zona Fosilífera
Fuente: Elaboración propia en base a trabajo de campo.
La tabla anterior muestra la clasificación de los lugares turísticos en tres fases de acuerdo al rango de explotación actual, a si como de la infraestructura existente en cada una. Las Zonas Tipo A son ocho y están situadas en los municipios de Miquihuana, Jaumave, Palmillas y Tula. La infraestructura es acorde a las necesidades turísticas y aunque la promoción es casi nula se puede apreciar las visitas con fines turísticos, este tipo de zonas presentan las siguientes características:
Infraestructura adecuada
Servicios básicos
Afluencia turística moderada
Fácil Acceso
En algunos casos cuenta con promoción del lugar
Las Zonas Tipo B son aquellas en las que con un esfuerzo coordinado se pueden mejorar las condiciones para su aprovechamiento, en total son nueve y están situadas en todos los municipios de la zona de estudio. Las características predominantes en este rango son:
Localizadas en zonas rurales
Falta de infraestructura adecuada para su desarrollo
Acceso por terracería
Carencia de servicios básicos
Falta de promoción
La afluencia se limita en su mayoría a pobladores locales
En el rango de las Zonas Tipo C se encuentran aquellas en donde el esfuerzo por activarlas como zonas turísticas es aún mayor y de afluencia muy limitada, se encuentran en los municipios de Bustamante, Miquihuana y Tula, en total son cinco y presentan las siguientes características:
Localizadas en áreas rurales
Nula infraestructura para su desarrollo
Difícil acceso
Carencia de servicios básicos
Pobreza extrema
Nula promoción de la zona
En algunos casos son desconocidas hasta por los mismos pobladores de la zona
Las visitas no son con fines turísticos o de recreo
Es necesario llevar guías que conozcan el lugar
En términos generales, el Altiplano tamaulipeco muestra un incipiente desarrollo y la principal razón de esta situación es por la falta de inversión tanto pública como privada dirigida a éste propósito, ya que los atractivos con los que cuenta la región poseen un potencial natural significativo por lo que no es por la carencia de alternativas turísticas si no por la falta de infraestructura, servicios turísticos básicos y complementarios. En este sentido, de manera general se puede señalar la necesidad de que se instalen más lugares de hospedaje, de preparación de alimentos y bebidas; por el otro lado, la ausencia de agencias turísticas, empresas arrendadoras de coches, transporte público y servicios de atención e información al visitante. En cuanto al capital humano se refiere, hacen la falta de guías capacitados, vigilancia en los sitios turísticos y personal de limpieza y mantenimiento.
En definitiva, en la mayoría de los lugares turísticos se observa una constante; falta de señalización, información, protección y cuidado del patrimonio turístico. Ésta situación no ha permitido que se aprovechen los atractivos en beneficio de las comunidades. Aunado a lo anterior, la inexistencia de toda clase de servicios limita el desarrollo de proyectos de alto impacto económico y social.
Conclusiones
La sustentabilidad como ideal de desarrollo es incorporada cada vez a más aspectos del quehacer económico, social y ambiental, por lo tanto el turismo debido a su carácter multidimensional no es ajeno a esta noción; es por ello que actualmente se habla de manera frecuente del turismo sustentable como la forma en que se debe encaminar el desarrollo de esta actividad.
Ciertamente, es bien sabido que el turismo genera a nivel mundial una derrama económica muy importante, pero no se pueden dejar de lado los aspectos socio-ambientales que en muchos casos más que resultar beneficiados han sido afectados; en el caso de los primeros, aquejando un fuerte deterioro social y cultural en las comunidades locales; y en los segundos por un profundo deterioro ambiental, en este sentido, los planificadores del turismo empiezan a tomar en cuenta factores socioeconómicos y medioambientales en su trabajo. Por lo tanto, la incorporación de los valores de la sustentabilidad al desarrollo de los proyectos turísticos actuales es una obligación y no una elección, de lo contrario se estaría atentando en contra de la propia rentabilidad de los destinos turísticos, limitando de esta manera sus posibilidades de expansión en el futuro.
Dentro de este escenario, la Zona Semiárida del Estado de Tamaulipas es muestra palpable de los efectos de un modelo económico (neoliberal) que ha tendido a acrecentar las desigualdades, ya que la situación de marginación en la que viven sus habitantes contrasta con la de otras regiones del mismo estado. En este sentido, como consecuencia de la falta de una dinámica económica en la zona de estudio (ZSET), se puede observar en los últimos 25 años un fuerte estancamiento poblacional debido a la intensa migración hacia centros urbanos del mismo estado y a los Estados Unidos de Norteamérica; esto ha ocasionado que actualmente la población sea menor que en el año de 1980.
Ante esta situación, se presenta como opción de aprovechamiento de los recursos de la zona un proyecto encaminado hacia un turismo alternativo basado en los principios de la sustentabilidad ya que entre las actividades turísticas que se pueden explotar se encuentran; el turismo de observación: mediante la creación de viveros y jardines botánicos en donde se expongan y comercialicen de manera regulada las principales especies vegetales regionales (sobre todo las cactáceas); el turismo rural: construyendo cabañas y equipando viviendas de las comunidades para el hospedaje de visitantes que buscan salir de la rutina urbana; el turismo gastronómico, promoviendo restaurantes que oferten a buenos precios la comida típica de la región y el turismo deportivo y de aventura: estableciendo rutas a campo traviesa tanto para corredores como para ciclistas y motociclistas.
A lo largo del presente ensayo, ha quedado en evidencia el importante potencial turístico del área de estudio, asimismo, los obstáculos que impiden la explotación de dichos recursos, siendo los principales de tipo social y de falta de inversión para el desarrollo de los atractivos turísticos.
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