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URUGUAY UN DESTINO INCIERTO


Jorge Otero Menéndez

 

 

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Vicente López: “Vergüenza Sería Decirlo”

Esta crisis argentina nos empuja a nosotros y a la Casa Baring Brothers de Londres que cae en noviembre de 1890 – debiendo los inversores ingleses importantes pagos de tramos de la concesión del Agua Corriente argentina.

El ministro de Hacienda del vecino país, Vicente Fidel López[i] (1890-1892), expresa al respecto del Banco Nacional de la Argentina en la Cámara de Senadores de su país: Hemos encontrado el Banco Nacional sin tener absolutamente cómo movilizarse, ni cómo pagar su deuda externa, ni cómo abonarle al Gobierno las inmensas cantidades que le debe y reducido a un capital, que vergüenza sería decirlo en éste lugar”.

El problema puntual en la vecina orilla se planteó desde 1884 y tenía entre sus causas directas el constante déficit de las cuentas públicas, de la balanza comercial, en fin. Tal como concurrió cuando la nueva “modernidad” del gobierno Menem (1989-1999). Esto de creerse núcleo constitutivo del primer mundo no es tampoco novedoso. Lo original fue hacerlo por vía legislativa. A estar al entusiasmo vivido en esos años, debieron pensar que ser una potencia económica y política era un problema jurídico, y lo resolvieron por vía legal....

La primera entidad financiera argentina cuya situación negativa se hace notar en la plaza vecina en aquél tiempo es la del Banco Provincia de Buenos Aires, que abandona unilateralmente la convertibilidad de pesos por el metálico que estos representaban y que podían efectivizarse a la vista. De ahí al contagio a un sistema que venía de décadas de incumplimiento de pagos, pero que en los últimos años había comenzado a honrar sus compromisos, fue cuestión inmediata. El Banco Nacional argentino fue quien lo siguió y el gobierno encabezado por el general Julio Roca suspende oficialmente la convertibilidad, dándole curso forzoso a un papel moneda que venía de fuertes devaluaciones.

Es en esta ocasión que Argentina acepta un “pool” de Bancos extranjeros como síndico y auditor de su economía. Estaba integrado por la Casa Baring de Londres, cuya exposición en dicho país continuaba siendo extremadamente alta, la Banca de París y el Morgan.

Reprogramaron estas instituciones la deuda de la Argentina, le dieron un nuevo empréstito, pero los gastos iban a ser controlados y los recortes presupuestales dictados por ellas. Se garantizaban la operación rescate, además, con un alto porcentaje de la rentas nacionales.

Todo ello, claro, no fue suficiente. De todos modos se insiste: Roca nombra como presidente a su pariente político Juárez y ocurrió lo que comentó Vicente Fidel López.

La inflación siguió subiendo, los capitales continuaron saliendo del país, se disparó el precio del oro y el gobierno entró en “default”. Poco tiempo después se produce la citada Revolución del Parque y la posterior renuncia de Miguel Juárez Celman, asumiendo Carlos Pellegrini (1846-1906) la Primera Magistratura quien, sobre la base de garantías para la reducción del circulante monetario logra, luego de varios meses, otro acuerdo con sus acreedores.

La contraparte, en la nueva ocasión, fue Rothschild, actuando como presidente de la Comisión Internacional de Banqueros.

La consecuencia de lo convenido fue el despido masivo de funcionarios del Estado y la reducción de las obras e inversiones públicas.

Todo ello en un marco de desgarro de banderas británicas, insultos a quienes pensaban que habían protagonizado las desgracias o se beneficiaban de los acuerdos y las corridas contra el Banco de Londres y Río de la Plata, fundamentalmente en protesta por la posición de los banqueros ingleses.

Quienes no aparecieron en aquellos años fueron los “piqueteros”. En realidad, tampoco ninguna colateral “peronista”. Además de ser un régimen político, exclusivo, cerrado, el justicialismo aún no vivía.

[i] Distinguido político, escritor e historiador argentino. Estuvo asilado doce años en Chile, cuando la dictadura de Rosas. La visión de la historia de su país difería sustancialmente de la de Bartolomé Mitre.