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Anexo IV
Una apuesta geoestratégica
(la incorporación de Turquía + Rusia a la Unión Europea)


Relatos de cercanías



Antes de redactar este apartado realicé una visita a Turquía (la de Rusia se las debo, para cuando estén más cerca del sentir de Solzhenitsyn, para cuando los rusos se decidan a seguir existiendo…).
De ese fugaz recorrido les comento algunas “percepciones” (casi como un turista accidental), comparto con ustedes (si me lo permiten) mis “apuntes”. Un pequeño diario de a bordo. No más. El que quiera entender que entienda…

Dieciocho puertas dan acceso al “Kapali Carsi” (Gran Bazar), ese gigantesco mercado que es uno de los puntos más conocidos de Estambul. La más importante de todas es la de Nuriosmaniye, que lleva un escudo revelador de lo que se espera dentro. Se representa una pistola, un libro, la bandera y la puerta de Beyazit con el lema del Sultán Abdülmecid: “Dios quiere al que hace negocios”.
Durante la época otomana, el Kapali Carsi no sólo era el mercado más importante de la ciudad sino que, además, funcionaba como bolsa y banco. Según los relatos, en los comienzos, las calles del Gran Bazar olían a especias, a cuero, a telas y a madera. Durante la esclavitud, también fue el mercado de esclavos. A pesar de haber perdido estas tres funciones, sigue siendo igual de vital para la economía de la ciudad pues mueve una gran cantidad de divisas cada día, aparte de ser el centro del trabajo de oro.
Se ha calculado que por las tiendas del Bazar pasan unas quince mil personas diarias y que, en los escaparates de los mil quinientos joyeros, hay unas diez toneladas del metal precioso.

Una visita a Turquía implica entrar en los caminos de la historia y del arte, desde los tiempos más antiguos hasta las manifestaciones actuales. Podría llevar mi relato desde los comienzos de la humanidad. La Caverna de Karain, la cultura hitita, Las civilizaciones de Urartu y Frigia, los lidios, licios y carios, los pueblos marineros, la invasión persa, la época helenística, la época romana, el cristianismo y Bizancio, los selyuquíes, los otomanos, hasta llegar a la República de Turquía. Prefiero (por humildad y respeto) sólo intentar un “relato de cercanías”. De allí que proponga volver al lema de la Puerta de Beyazit: “Dios quiere al que hace negocios”.
Eso es lo que “percibí” en Turquía. Todos “buscan” el amor de Dios. Todos “procuran” hacer negocios. O sea. Ya lo quisieran para sí los protestantes (recordar Lutero). Ya lo quisieran para sí los WASP (white, anglo saxon and protestant). Al fin y al cabo “es lo que se lleva”. Es lo que predican los “amos del universo”. Es la globalización profetizada. Es la competitividad. Es la productividad. Es “el mercado”.

Al decir de algunos de los amigos, que fui haciendo en el andar andar, Turquía está al norte del sur, al sur del norte, al este del oeste y al oeste del este (cosa que comparto).
En ese caminar he descubierto algunos aspectos (de cercanías, lo dicho; pequeños, tal vez; significativos, eso espero) que comparto con ustedes:
Alto ritmo de viajeros en los aeropuertos. Buena infraestructura aeroportuaria. Gran nivel de seguridad (superior al de los aeropuertos europeos). Compañía aérea de bandera muy eficiente y moderna.
Importantes ciudades (incluso en el interior) con construcciones modernas (tanto oficinas como viviendas).
Importante y moderna red de carreteras (autopistas). Nuevas construcciones, ampliación y renovación visible. Un parque automotor aceptablemente moderno y actualizado.
Amplias regiones agrícolas sin demasiados fraccionamientos (presumible inexistencia de minifundios).
Amplia y diversificada oferta de productos agrícolas.
Producción manufacturera diversificada, con algunos bienes de alta calidad y competitividad (textil, cuero, metales, cerámica y otros).
Alto nivel de emprendimiento comercial y de servicios.
Buen nivel de escolarización infantil y juvenil.
Universidades con alumnado mixto, sin visible simbología musulmána.
Por las calles de las ciudades no se ven pobres pidiendo limosna y buscando comida en la basura.
Destacable nivel de seguridad ciudadana.
De lo poco observado puede asumirse un buen nivel de asistencia sanitaria pública.
Importante religiosidad popular.

Un aspecto destacable (y significativo para los europeos) podría ser la presencia “visible” y “presumible” de las fuerzas armadas (gran proliferación de cuarteles, zonas militares, viviendas militares, actos militares, etc.) en la vida cotidiana. El valor de los símbolos patrios. El culto al “padre de la patria”.
Pude –afortunadamente- compartir con los turcos el Ramadan, el aniversario del nacimiento de la República (1923), y el aniversario del fallecimiento de Kemal Atatürk (1938), el fundador de la nueva república.
Me sorprendí (con mi experiencia vergonzante latinoamericana y con mi experiencia desnacionalizante, antimilitarista y laica europea) de ver tantas y tan grandes banderas (en edificios públicos y privados), de presenciar tan importantes celebraciones, de ver a los militares en uniforme por la calle con orgullo y respeto (integrados en la sociedad), de ver a un pueblo que mantiene y cultiva la admiración por su máximo líder histórico. De todas las personas que entrevisté (de diferente formación, religión y nivel socioeconómico) nunca, repito, nunca escuché que denostaran al “Padre de la Patria” (que eso significa Atatürk). A ver si en Europa queda algún país y alguna sociedad que pueda sentir y decir lo mismo. A ver si en EEUU pueden sentir y decir lo mismo, de algún líder desaparecido en los últimos 66 años. A ver si en Latinoamérica algunos se acuerda de sus “padres fundadores”; de los cercanos mejor el olvido…

Al decir de algunos de los entrevistados (sensaciones), la UE nunca aceptará a Turquía, como uno de sus miembros de pleno derecho, por tener una población mayoritariamente musulmana.
Otros fueron más allá (la versión oculta) y resaltaron lo que se dice entre bambalinas: que Turquía sólo podría entrar en la UE si aceptara ser canibalizada, descuartizada.
La descuartización alcanzaría los siguientes extremos: Inglaterra y EEUU pretenden ejercer el dominio sobre Estambul (Mar de Mármara); Francia ayuda a los Kurdos (y a sus reivindicaciones territoriales); Grecia pretende recuperar la costa del Egeo y Tracia; Italia ayuda a los armenios (y a sus reivindicaciones); los kurdos reclamarían el Kurdistán (sud/este de Anatolia); los armenios reclamarían el este de Anatolia; Georgia reclamaría el norte de Anatolia; a su vez los ortodoxos griegos reclamarían Pontus (norte y este de Turquía).
Como me lo contaron se los cuento. Sin agregar ni comentar nada. Ustedes analizarán.
De ser así, como europeo, me parecería horrible (y no lo aceptaría).
De ser así, como turco, no lo aceptaría nunca a cambio de lo que fuera. O sea.

Así y todo, más allá de la cobardía, avaricia y miopía de los europeos; más allá de los temores, reservas y suspicacias de los turcos; y más allá de los deseos, presiones y geoestrategia de los norteamericanos y su caballo de Troya (Inglaterra), con toda la simbología que tiene por cercanía e historia, mi propuesta es francamente favorable a la incorporación –más pronto que tarde- de Turquía a la Unión Europea.
Para incitar el debate, señalo algunas de las ventajas y desventajas que la integración podría tener:

Ventajas (Oportunidades)

. Ampliación del mercado europeo con 80 millones de habitantes adicionales
. Actitud ejemplarizante para el resto de Medio Oriente no democrático
. Respaldo al desarrollo democrático turco
. Respaldo a un régimen democrático laico en un país musulmán
. Una apertura –oblicua- hacia Medio Oriente
. Una competencia directa al poder geoestratégico de los EEUU en la zona (Eurasia)
. Un acercamiento –por la vía menos árabe- hacia los países árabes (también ello representaría una competencia directa al poder geoestratégico de los EEUU en la región)
. Aumentar la influencia en una de las regiones de paso de oleoductos y/o gasoductos hacia Europa desde las regiones productoras
. Turquía podría convertirse en un puente con el mundo musulmán
. Su población joven podría servir de colchón para la crisis de pensiones europea
. Su Ejército podría hacer de la UE un jugador más determinante en la geopolítica mundial

Desventajas (Riesgos)

. Tamaño de su población (70 millones de habitantes, en diez años 80 millones), que variaría el reparto de poder (relativo) en el Parlamento Europeo. Pasaría a ser el segundo país por tamaño dentro de la Comunidad, después de Alemania (con vistas a superarlo dentro de 10 años)
. Problemática religiosa. La mayoría de su población (más del 90 por ciento) es musulmana. Un cambio de valores religiosos (mayoritariamente católicos) en la UE. Dificultad de integración
. Absorción del presupuesto comunitario para fondos estructurales y de cohesión, difíciles de aplicar mientras dure –al menos- la integración de los nuevos socios (10) comunitarios
. Redistribución de los fondos de la Política Agraria Común (PAC), lo que a su vez reduciría la menguante dotación presupuestaria
. Podría significar el inicio de una apertura hacia países no europeos con difícil solución de continuidad (límites de Europa)
. Difícil aplicación de –eventuales- limitantes a su producción agrícola
. Difícil aplicación de –eventuales- limitantes a la circulación de mano de obra. Un problema muy grave dado el tamaño de su población, su experiencia migratoria y el efecto llamada de los turcos radicados actualmente en distintos países de la UE
. Podría desatarse una ola migratoria de Turquía hacia los países más ricos
. Corrupción
. Militarismo
. Puerta de entrada de la droga de Medio Oriente
. Mafia turca
. A pesar de las reformas, continúan las denuncias de abusos a los derechos humanos, tortura y corrupción
. Las encuestas sugieren que una mayoría de la población europea se opone al ingreso

Mi voto es favorable a la incorporación de Rusia (dentro de los próximos 15 años), y de Turquía (dentro de los próximos 10 años) a la Unión Europea. Propongo el inicio inmediato y explícito de las negociaciones. Queda abierto el debate. Por favor piensen con algo más que el bolsillo (aunque también).

Aunque no alcance a verlo, me gustaría estar, sólo para contemplar la cara que se les pone a los estadounidenses y a todos sus estrategas neoliberales…
Dónde quedará el “Gran tablero mundial” y donde se meterá las “fichas” Brzezinsky? Donde quedará el “Poder y debilidad” y quién se parecerá a Marte y quién a Venus según Kagan?
Donde quedará “La paradoja del poder norteamericano”, y las ironías de Joseph S. Nye Jr. sobre el poder duro y el poder blando?...

Me gustaría estar para la constatación del peligro –y fracaso- de una política exterior que combina el unilateralismo, la arrogancia y el provincianismo…
Me gustaría estar para vislumbrar una Europa unida y convertida en una nación-Estado retando la primacía de Estados Unidos…

El gran desafío para Europa es desarrollar la suficiente cohesión política y socio-cultural como para actuar como una unidad en una amplia gama de asuntos internacionales, o seguir siendo una agrupación limitada de países con nacionalismos y políticas exteriores enormemente diferentes.