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A menos que…( a verlas venir)



Si algún europeo –aún- tiene dudas de “por donde van los tiros”, por favor, lea la siguiente noticia:

(BBCMundo.com – 13/08/04): “De mono perezoso a mico trabajador”
“Gracias a una terapia genética, científicos estadounidenses lograron transformar a monos perezosos en adictos al trabajo.
Como muchos de sus parientes humanos, usualmente los monos sólo trabajan duro cuando saben que van a obtener algo a cambio.
Sin embargo –para preocupación de los homínidos mencionados en el párrafo anterior- los simios que recibieron el tratamiento genético en EEUU dieron lo mejor de sí en todo momento…
Investigadores del Instituto Nacional de Salud Mental, en EEUU, desarrollaron un tratamiento genético que cambió la ética del trabajo de algunos perezosos monos de una manera sorprendente (o preocupante, según se le mire).
“Normalmente, los micos y las personas tienden a aplazar el trabajo cuando tienen mucho tiempo para hacerlo y trabajan mejor cuando la recompensa está más cerca”, dijo Barry Richmond, quien lidera el grupo de científicos.
“Los monos bajo la influencia del tratamiento no dejaron las cosas para más tarde”, agrego.
El tratamiento consiste en bloquear la dopamina, un importante químico cerebral…

Así y todo (I) (algunos europeos defienden su modelo)

(Clarín.com – 9/08/04): “Menos trabajo, más tiempo libre: los europeos defienden su modelo”
“Los europeos parecen satisfechos de cambiar algo de riqueza por seguridad social y más ocio, constata con sorpresa un observador estadounidense…
La imagen de que los europeos tienen una ética de trabajo relajada suele ser vista con desdén por las otras economías ricas del mundo. Mientras europeos siguen cambiando gustosamente ingresos por un poco de tiempo libre –lo cual sería impensable en EEUU o Asia-, la prensa del otro lado del Atlántico multiplica los titulares sombríos sobre el futuro económico de Europa.
La crítica es que Europa no tuvo la misma expansión que EEUU durante la mayor parte de la ultima década y que en los últimos trimestres hasta quedó detrás de Japón. Los europeos son, en promedio, casi 30% más pobres que sus pares norteamericanos, según la OCDE. El crecimiento de la próxima década corre el riesgo de estancarse en un 2%, es decir, un punto por debajo del de EEUU.
Una respuesta: “Sí…y que?
Economistas y funcionarios europeos señalan que el menor nivel de ingreso de Europa refleja no un fracaso sino decisiones políticas que valoran el ocio y la igualdad.
Durante los últimos 50 años, los europeos occidentales optaron por trabajar cada vez menos y tomarse cada vez más vacaciones. Desarrollaron diversas versiones nacionales de educación, salud y beneficios jubilatorios, universales y públicos. Establecieron una compleja malla de ingresos mínimos, subsidios al desempleo y beneficios por discapacidad que limitan el riesgo a la pobreza.
“El estado del bienestar es un arma contra el fracaso del mercado”, afirma Nicholas Barr, profesor de economía pública de la London School of Economics. “Aceptar una menor producción por un mayor bienestar es una política perfectamente racional”.
O como dice Joaquín Almunia, el representante europeo de asuntos económicos y monetarios: “Para los europeos, el crecimiento económico es una herramienta, no un fin en sí mismo”. “No corremos una carrera con EEUU. Nuestro objetivo no es crecer tan rápido como EEUU, ni otro país, sino hacer lo necesario para proteger nuestro modelo social y económico”, agrega”.

Así y todo (II) (el sueño que no deja de ser más que un sueño)

Lavanguardia.es – 18/08/04): “Ataque al sueño americano”
Los estadounidenses trabajan más y tienen menos vacaciones, pero la movilidad social es mucho menor que en Europa, según un nuevo informe.
Un estudio del Instituto de Política Económica de Washington (EPI) reafirma que el modelo económico estadounidense muestra tantos contras como pros. Empezando por la ausencia de playa en agosto. EEUU es la sociedad con “mayor desigualdad de renta, tasas de pobreza más altas y menor movilidad social de la OCDE”, asegura el EPI –un think tank vinculado a los sindicatos- en su informe El estado de la América trabajadora, que se publicará en septiembre. Los norteamericanos trabajan más horas y tienen menos vacaciones. “Hay que estar 15 años en una empresa para tener un mes de vacaciones al año”, afirma Silvia Allegretto, uno de los autores del informe.
Si existe un sueño americano de “llegar a ser alguien” en la vida, no deja de ser más que un sueño para la mayoría de los estadounidenses con bajos ingresos. Aunque muchos economistas elogian la movilidad social y la amplitud de la clase media estadounidense, en realidad, es más difícil salir de la pobreza en EEUU que en el resto de la OCDE, con la excepción de Rusia.
El número de personas que permanecieron en la pobreza durante tres años seguidos a mediados de los noventa era del 9,5% en EEUU, dos veces más que la media de la OCDE. EEUU tiene también la tasa más alta de pobreza permanente. Todo ello indica, según el informe, que “la movilidad para salir de la pobreza es más baja en EEUU que en otros países de la OCDE”. “Todos sabemos que EEUU es el país de la clase media universal, a diferencia de lo que ocurre en los países europeos, con sus anacrónicas diferencias de clase. El único problema es que no es verdad”, ironiza Doug Henwood en su libro Alter the new economy (New Press, 2003). EEUU tiene el menor porcentaje (salvo Rusia) de clase media y el porcentaje más alto de pobres, según el Luxembourg Income Study.
EEUU –siempre según el informe de EPI- tiene también mayor desigualdad de renta que ningún otro país de la OCDE salvo Rusia. Aunque la desigualdad crece en casi todos los países de la OCDE, lo hace más rápidamente en EEUU. “Debido a una distribución de renta enormemente desigual, los trabajadores con bajos ingresos tienen un nivel de vida peor que el de sus homólogos de la OCDE, aunque estos procedan de países menos ricos”.
En eso no hay equivocación: EEUU sí es rico. Tiene la renta per cápita más alta del mundo, el 130% de la media de la OCDE. Ello se debe a que hay empleado un porcentaje mayor de población activa y a que cada uno de ellos trabaja más horas en el año. Según datos de la OCDE, el norteamericano medio trabajó 1.815 horas en el año 2002, frente a las 1.450 horas trabajadas en Francia y Alemania, y las 1.700 del Reino Unido.
Tanto Francia como Alemania e Italia rebasan a EEUU en productividad. Pero bien sea por el desempleo en sus economías, bien por el número de horas trabajadas no generan la misma renta. “Si Francia elevara las horas trabajadas por semana o redujera las vacaciones de su población, su renta per cápita subiría. Pero cada persona es libre de elegir. Y si prefiere menos renta a cambio de mayor tiempo de ocio, no puede criticársela”, afirma Silvia Allegretto. “La lección fundamental que se obtiene de todos estos datos es que un porcentaje importante de lo que parece un mayor nivel de vida en EEUU proviene de trabajar más”.
“Aquí parece ser que hemos elegido trabajar más para tener más bienes materiales, aunque sea con menos ocio”, dice Allegretto.
Existen más coches y ordenadores por habitante en EEUU que la media de países de la OCDE. Quizás por eso The New Cork Times, que comparó EEUU y Europa hace dos semanas, señalaba que los europeos se muestran más felices. “Mientras los índices de felicidad se mantienen estancados en EEUU y Japón, han crecido en la mayoría de los países de Europa”.