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Cazadores de mentes
Según dice Galbraith, los inversores tardan aproximadamente 10 años en olvidarse del mal negocio realizado y volver a pillarse los dedos con la misma trampera (de ratones?).
Pues, ni eso. Las serpientes encantadoras de hombres, han vuelto de nuevo a la carga, sin que pasaran no años, sino meses.
Continúa el espectáculo de la Bolsa. La facultad de crear ficciones o fantasías (fabulación). Nuevamente intentando recrear el soufflé económico a partir de la sopa global. Otra vez los mismos dogmas, falsificaciones y arbitrariedades. De nuevo ambicionar la evolución de una economía de cortinas de humo. De las burdas coartadas que tratan de explicar lo inexplicable. De los excesos del capitalismo prebendatario, concentrador y excluyente. Del devastador economicismo de occidente, un territorio que deviene en mercado. Del palacio de la vanidad (cuya cúpula tiene apariencia de burbuja), donde la vanidad reina asistida por la ostentación, la presunción, la adulación, la afectación y la nada.
Como, entre la alquimia financiera y la irracionalidad del inversor, entre la credulidad y el cinismo, se construye el modelo económico de la especulación (combinación de laissez faire + corrupción).
Sólo para recordar que nada ha cambiado, a no ser a peor, ruego me permitan transcribir algunos párrafos específicos escritos en mi anterior ensayo: Latinoamérica: Los pasos perdidos 2002:
Al momento de escribir este apartado (16/7/02) se puede decir que estamos ante el agujero negro de la economía de mercado (lugar hipotético del espacio cósmico que, según la teoría de la relatividad, absorbe por completo cualquier materia o energía situada en su campo gravitatorio). Nos hallamos (repito, al 16/7/02) ante la anomia (gracias a los fundamentalistas del mercado) entre la falta de remedio legislativo y la esperanza (¿) de que el mal produzca su propia cura.
De aquel big bang (la desregulación de la bolsa londinense en 1986) hemos pasado a este big crash (de la bolsa americana de 2000).
Será el ocaso del paradigma especulativo?
Es posible imaginar una implosión del capitalismo equivalente a la del comunismo?
Si no fuera tan dramático hasta resultaría gracioso ver como explican lo inexplicable, como justifican lo injustificable, como arrean (o intentan arrear) la manada, como juegan con el dinero ajeno o, mejor dicho, se quedan con el.
Algunos, imberbes trepadores; otros, mercenarios que venden armas a los blancos y a los indios; los más, vanidosos, ostentosos, presuntuosos, aduladores, afectados, y frívolos.
Los alquimistas financieros, cínicos de diseño, aprovechan la irracionalidad del inversor (la manada), y su credulidad (agarrarse de un clavo ardiendo), para construir el modelo económico de la especulación Para ello utilizan un vocabulario hipócrita, críptico, iniciático, concupiscente, codicioso, cohonestador, concluyente, consumado, exultante, extraviado
De ese guirigay, extraigo (a modo de cuestionario) un juego de palabras, para que el lector certifique, o no, lo dicho.