Un recorrido por los marcos conceptuales de la Economía.
PARTE TERCERA: LOS MARCOS CONCEPTUALES DE LA ECONOMÍA.
CAPÍTULO 8.- DINÁMICA Y DESENVOLVIMIENTO: JOSEPH A. SCHUMPETER.
Alfred Marshall
Introducción
Joseph A. Schumpeter (1883-1950) significó, en la Historia del Pensamiento Económico, la ruptura con la orientación doctrinaria predominante en su época. Aunque discípulo de Böhn-Bawerk, no perteneció, en absoluto, a la escuela austríaca. Tanto su metodología como los problemas considerados relevantes son antagónicos con los expresados por los marginalistas. Presenta, profesionalmente, un verdadero abanico de dedicaciones. Profesor universitario; dirigió un despacho de abogados en El Cairo; Ministro de Finanzas en Austria -en un gobierno socialista-; fundador de un pequeño banco, cuyo fracaso lo resolvió con el cambio de domicilio de Austria a Estados Unidos, donde fue profesor, contando entre sus estudiantes con P. Sweezy y P. Samuelson.
Schumpeter justificó las visitas al cuarto trastero -estudio de la Historia de la Ideas Económicas- por sus ventajas pedagógicas, las nuevas ideas que puede aportar y por la mayor comprensión que permite de los modos de proceder del espíritu. Así, una primera reflexión sobre el estudio de la evolución de las Ciencias Económicas se recoge en su obra Síntesis de la Evolución de las Ciencias Sociales y sus métodos, posteriormente ampliada en su Historia del Análisis Económico. Otras de sus obras son: Teoría del desenvolvimiento económico (1912) y Capitalismo, socialismo y democracia (1942). En la primera de éstas dos, estudia los factores desencadenantes del proceso de desarrollo capitalista. Y, en la última de las obras mencionadas, pasa revista a la tendencia del orden capitalista, que, en su opinión, no es otro que su desaparición, sobre cuyos escombros se erigirá, por razones sociológicas, que no económicas, el socialismo:
... las realizaciones presentes y futuras del sistema capitalista son de tal naturaleza que rechazan la idea de su derrumbamiento bajo el peso de la quiebra económica, pero que el mismo éxito del capitalismo mina las instituciones sociales que lo protegen y crea, «inevitablemente», las condiciones en que no le será posible vivir y señalan claramente al socialismo como su heredero legítimo. (Schumpeter, 1942).
Para Schumpeter, los dos economistas más importantes del pensamiento económico fueron Marx y Walras, y ello por distintos motivos. Respecto al primero, nos dirá que supo plantearse el interrogante adecuado, aunque su respuesta no fuese la idónea y, también, por el intento de Marx de desarrollar un modelo de desenvolvimiento del capitalismo en un sentido dinámico. Su admiración por Walras se justifica en el uso que hace del estado estacionario walrasiano, como premisa inicial para exponer su propia teoría del desenvolvimiento económico.