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Revisión del Proceso Globalizatorio
La inevitabilidad de la globalización y la expansión y difusión indetenible de sus beneficios a todos los países, defendida por algunos de sus actores más destacados, contrasta con las recientes manifestaciones de rechazo, crítica y resistencia a la visión homogeneizadora que en lo político, lo económico y lo cultural, se pretende establecer.
La caída del muro de Berlín, y el desmembramiento de la antigua Unión Soviética, por mencionar sólo dos hechos, llevaron a muchos a hablar del fin de la historia y de las ideologías, y a afirmar el predominio y superioridad del modelo capitalista y de la democracia liberal sobre otras concepciones del mundo.
Pese a ello, la pobreza, la exclusión creciente de grandes grupos sociales de los beneficios de la globalización, el deterioro ambiental o los efectos sociales y económicos en países subdesarrollados de medidas sugeridas por instancias protagónicas del proceso (FMI, BM), han planteado en diversos escenarios, un debate en tono crítico alrededor de los efectos negativos de la globalización, al papel del Estado y las grandes corporaciones en ella, y la búsqueda de salidas o alternativas ante sus consecuencias más nefastas.1
Como afirma Francés (1999: 31), "el 10% de la población del mundo concentra las cuatro quintas partes de la riqueza, y no existe posibilidad real de redistribuirla equitativamente".
El aumento de la pobreza y las carencias de toda índole son también, uno de los saldos menos afortunados de un desarrollo económico global desigual. Según datos del Banco Mundial, para 1998, 1200 millones de personas (una de cada cinco en el mundo) vivían en pobreza absoluta, con menos de un dólar diario. Si se excluye a China, el número de personas viviendo con un dólar por día o menos aumentó de 880 millones en 1987 a 961 millones en 1998.2
En Venezuela, al igual que en América Latina, la exclusión es preocupante. De acuerdo a la CEPAL, sólo en los tres últimos años de la década pasada, el número de personas en situación de pobreza en América Latina creció de 204 a 211 millones. En Venezuela, afirma el organismo, el porcentaje de hogares pobres pasó de 22% en 1981, a 34% en 1990, y hacia finales del 2001, alcanzaba un 44%.3
Para el primer trimestre de 2003, la persistente inestabilidad política, la ausencia de medidas económicas efectivas por parte del gobierno y los efectos del paro cívico nacional convocado por diversos sectores de oposición en diciembre de 2002, se conjugaron junto a otros factores de tipo histórico-estructurales para generar como resultado una agudización de la pobreza, estimada por investigaciones de la UCAB en 69% de la población, de la cual 33% es pobreza crítica.4
Destaca en este sentido, la disparidad de estimaciones oficiales y particulares sobre la pobreza. Mientras que investigadores de la UCAB estiman la pobreza total en 69% para marzo de 2003, el Instituto Nacional de Estadística la calcula en 42%.5
1 Montero Contreras (2002). "Ninguna de las dos instituciones (BM-FMI), a pesar de sus programas de refinanciamiento de deuda, ha tenido resultados positivos ni en lo que se refiere a la distribución de la riqueza ni en propiciar mejores condiciones de vida para la población, particularmente en los países más pobres y endeudados".
volver2 "La pobreza se incremento en el mundo". Diario El Impulso. 06-05-2001. Pág. A6.
volver3 "La desigualdad social es cada vez mayor en Venezuela". Diario El Nacional. 01-10-2001. Pág. E-1.
volver4 "Chávez tiene un teatro social". Diario El Universal. Economía. 10-03-2003.
volver5 "Nunca antes hubo tantos pobres". Diario Nacional. Economía. 15-03-2003.
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