La presente exposición se titula Instantáneas. Hemos optado por nombrarla así, ya que se trata de imágenes cuya vocación es la captura de un instante, una fracción diminuta de tiempo concentrada en la pátina de una fotografía.
Ese instante que queríamos revelar es aquél en el que se fusiona realidad y magia, la esencia tangible y la imaginación plasmadas en un mismo espacio. De tal modo, paisajes campestres y de ciudad han sido el objeto de nuestra mirada, yendo
a la búsqueda de un momento que paralizar en el tiempo, una centésima de segundo que detener mediante una toma fotográfica, así como con su pestañeo un demiurgo interrumpe la rotación de la tierra.
El eje central de nuestra propuesta es el paisaje, ya fuera urbano o rural. Nos ha interesado particularmente la naturaleza, origen y sentido de todas las cosas. En el mundo nos encontramos como testigos de su actividad, aunque lamentablemente parece que estamos teniendo un papel protagonista en su proceso de destrucción. Siendo así, hemos intentado observar la naturaleza de una manera personal y empática. Carl Sagan aducía en el epílogo de la famosa serie de televisión Cosmos, una frase a la que se a menudo, a lo largo de esta singladura fotográfica cuyos resultados ahora presentamos, hemos recurrido para explicarnos el sentido de todo lo que nos rodea: "La vida es la forma que tiene la materia para conocerse a sí misma". En este sentido no podemos menos que concluir que si el ser humano, con su pretendida inteligencia, es efectivamente un instrumento de conocimiento de la materia, entonces somos responsables de su cuidado, somos responsables de la preservación de todo lo que nos rodea. Un átomo de cada cosa existe en todo ser viviente, interconectándonos a través de la esencia más íntima de la existencia.