C.P. Gustavo Alberto Barredo Baqueiro
Existen muchas definiciones de justicia, conocimiento del cual me falta mucho por aprender, sin embargo cuando un concepto es muy grande en amplitud, a veces es inteligente empezar por definir lo que no es, y ahí es donde se empiezan a descubrir grandes contradicciones entre lo que no debe ser, y sin embargo es.
La situación de pobreza, de indigencia, de ignominia, y de división en la que vive México, definitivamente no puede ser parte de una definición de justicia social; parafraseando a Karol Wojtyla, ningún modelo económico puede basarse en el hambre de un pueblo. También existen falacias, mentiras con apariencia de verdad; grandes discursos políticos y económicos, que, por la misma ignorancia de los mexicanos, nos hace cometer errores en la toma de decisiones, si es que en verdad podemos tomarlas.
Actualmente existe una gran difusión, y todavía una mayor confusión acerca del término “Neoliberalismo”, que, independientemente de su significado teórico, y de su lema “Todo por lo social”, o de su apodo “Liberalismo Social” en nuestro país, ha demostrado su ineficacia como sistema económico. Existen una infinidad de debates, todos ellos discusiones Bizantinas, que van desde si es o no apropiada, la denominación Neoliberal, al modelo económico que guía a México desde 1986, que no es más que cuestión de semántica, hasta la defensa de los elementos indispensables para el funcionamiento del Neoliberalismo, como los medios apropiados y "únicos” para alcanzar el desarrollo y bienestar de nuestro país en conjunto, y del mexicano en lo individual, usando tan solo
elementos retóricos y apologéticos, ambas discusiones encabezadas principalmente por el Lic. Luis Pasos.