Historia
El turismo tal y como lo conocemos hoy en día sólo apareció en el siglo XIX. En aquella época, estaba reservado para una élite de la burguesía, puesto que las leyes regulando el trabajo no incluían vacaciones para los trabajadores, que tenían que trabajar todos los días, hasta los domingos. Por eso las posibilidades para irse de vacaciones eran muy limitadas para la gran mayoría de los ciudadanos.
En 1936, la adopción por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) del Convenio 52 sobre las vacaciones pagadas marcó el punto de salida del turismo social. El principio de ese convenio también se encuentra en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la cual se afirma que «toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas».
Por eso se puede decir que el turismo social nació de una exigencia ética reivindicada por militantes cuya legitimidad se basa en un derecho, el derecho al turismo, que es una prolongación natural del derecho al trabajo, al descanso y a las vacaciones pagadas.
En este contexto, unos años más tarde, en 1963, se creó el Buró Internacional del Turismo Social (BITS) cuyo mayor fundador, Arthur Haulot, garantizó durante largos años la promoción y el desarrollo del turismo social a nivel mundial. (BITS, 2011)
Concepto
El concepto de turismo social lleva implícito la democratización del turismo, es decir, el disfrute generalizado y sin exclusiones de toda la población de un ocio y turismo (Foro Europeo de Turismo Social. Budapest 2005). El objetivo principal del turismo social es poner al alcance de un amplio sector de población, caracterizado por tener escasos recursos económicos y ciertas dificultades, la posibilidad de acceder al desarrollo de la actividad turística, se trata por tanto, de crear las condiciones necesarias que permitan el acceso al turismo de grandes capas de la población las cuales, ya sea por lo módico de sus recursos financieros, falta de costumbre, formación o información, han permanecido al margen de los movimientos turísticos (Grupo de trabajo de turismo social de la OECE, 2002).
Uno de los elementos fundamentales que ha favorecido el desarrollo de esta tipología de turismo es su contribución a la desestacionalización de la actividad turística, especialmente en zonas de litoral, ya que de esta forma permite que se produzca actividad turística más allá de la época estival, haciendo de esta forma que los establecimientos hoteleros puedan prolongar su actividad más en el tiempo.
Tal y como apunta Arthur Haulot en su libro “Turismo social”, en el curso de los últimos años, la evolución del turismo social que engloba los movimientos de centenas de millones de personas, ha hecho progresos considerables en muchas aspectos, tales como la legislación, aumento de las masas favorecidas, esfuerzo financiero en lo que a equipamiento técnico se refiere. Sin embargo, encontramos ciertos obstáculos, destacando el problema de satisfacer la demanda, las condiciones que permitan adecuar la capacidad de compra de la clientela y las exigencias de rentabilidad de las instalaciones y equipamiento.
Las soluciones que se presentan al respecto son, por un lado, la ampliación del período de ocupación de las instalaciones, y, por otra, el aumento de la capacidad de compra de los vacacionistas.
Características del segmento
La demanda del turismo social está formado por el conjunto de colectivos y/o individuos que, por su escasa capacidad presupuestaria, se ven excluidos de poder acceder al ocio turístico. Esos colectivos son las familias, los jóvenes y las personas mayores. (Tabla 4.5).
Por tanto, el segmento de mayor edad es cada vez más importante tanto por su volumen como por el tiempo que disponen y la capacidad de viajar en cualquier temporada así como el crecimiento progresivo de su poder adquisitivo (Garau, 1998).
TABLA 4.5: Colectivos del turismo social
Colectivo |
Productos |
Familias |
Residencias de tiempo libre |
Jóvenes |
Albergues juveniles |
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Personas Mayores |
Programas del IMSERSO |
Fuente: Plan Gral. Desarrollo Sostenible 2008-2011
Así pues, según la demanda objeto de satisfacción, existen productos específicos, ya que los alberges juveniles facilitan accesibilidad y alojamiento a los jóvenes en condiciones asequibles para su economía, y las residencias de tiempo libre, también constituyen alojamientos a precios asequibles para las familias con rentas medias-bajas, así como los programas IMSERSO, proporcionando a los mayores el disfrute del ocio a un bajo coste.
Si bien, el turismo social no sólo se nutre de productos específicos, sino que tiene en común multitud de ofertas de productos y servicios con otros segmentos, como puede ser el de sol y playa, el rural,… (Tabla 4.6).
TABLA 4.6: Productos característicos del turismo social
Establecimientos de alojamiento y vacaciones |
Villas vacacionales |
Refugios |
Viajes y estancias |
Viajes de intercambio juveniles |
Excursiones didácticas (Cursos de idiomas) |
Actividades recreativas, deportivas y al aire libre |
Equitación |
Ecoturismo |
Turismo Solidario |
Intercambio Norte-Sur |
|
Fuente: La política de turismo social. Consejería de Comercio, Turismo y Deporte. Junta de Andalucía
Desde hace 25 años (1985) la Administración del Estado promueve un programa social de vacaciones destinadas a personas mayores (IMSERSO), cuyos objetivos básicos residen en facilitar la incorporación de este colectivo a las corrientes turísticas mejorando su calidad de vida y paliando las consecuencias de la estacionalidad del turismo. (Tabla 4.7).
TABLA 5.7: Programas de Turismo Social. IMSERSO
Entidades subvencionadas |
Nº turnos efectuados |
Número de Participantes |
|||
Nº beneficiarios |
Nº acompañantes |
Nº monitor |
Total |
||
COCEMFE |
18 |
460 |
229 |
67 |
756 |
FEAFES |
21 |
447 |
0 |
94 |
541 |
FEAPS |
188 |
3934 |
0 |
1240 |
5174 |
PREDIF |
9 |
156 |
97 |
29 |
282 |
ASPACE |
22 |
315 |
0 |
237 |
552 |
Total Turismo |
258 |
5312 |
326 |
1667 |
7305 |
Fuente: Consejería para la Igualdad y Bienestar Social.
Entre los programas desarrollados por la Junta de Andalucía en relación al turismo social, merecen especial mención los Programas de Vacaciones para Personas Mayores, desarrollados a través del Instituto Andaluz de Servicios Sociales (IASS), o el programa Europa a tu alcance…
Evolución y tendencias
El turismo social constituye un sector generador de riqueza y empleo, además de ser un instrumento eficaz para aumentar el bienestar de los ciudadanos, lo que justifica el interés por este segmento y su creciente consideración. Además, los programas de turismo social provocan sensibles mejoras en la calidad de vida de los ciudadanos y facilitan su integración tanto personal como social, por lo que resultan especialmente beneficiosos para aquellos colectivos que tradicionalmente han tenido más dificultades para participar en las actividades turísticas, ocio o tiempo libre.
Esta tipología de turismo produce un impacto económico favorable sobre la generación y mantenimiento del empleo, especialmente en temporada baja, contribuyendo a mejorar la calidad y estabilidad del mismo. Esta desestacionalización contribuye a la vez, a la optimización del uso de las infraestructuras durante todo el año y provoca un efecto positivo hacia otros costos sociales financiados por la Administración como la asistencia sanitaria o el consumo farmacéutico.
En lo que a tendencias futuras se refiere, no solo en el turismo social en Andalucía, sino en general, podemos diferenciar entre (Política de Turismo Social, 2001):
Por otro lado, las recesiones económicas internacionales están suponiendo un recorte de las ayudas públicas que recibía el turismo social, obligando a replantear el turismo social. Además la reducción del tiempo laboral, la cual se está aminorando considerablemente, no solo en lo que al número de horas trabajadas se refiere, sino también a los días dedicados al trabajo, afectando esto a las actividades de ocio y de vacaciones, y por ende, al turismo social.