Carro Pérez Ennio Héctor
Unidad Académica de Ciencias Jurídicas y Sociales
El contexto actual mexicano, por diversas circunstancias, ha sido calificado de difícil y complejo, pocos defenderían lo contrario, son visibles, o al menos así lo indican los medios masivos de comunicación, los grandes problemas nacionales: violencia, narcotráfico, crisis económica, corrupción en los diferentes niveles de gobierno, salud pública, reformas política y laboral, entre otros. Y ante estos problemas, privilegiados por los sistemas de información y formación de opiniones del Estado, y otros tantos menos visibles o menos comunicados, pero que por su impacto no son despreciables, como los procesos de enseñanza-aprendizaje de las pautas de crianza en la familia o los procesos formativos para la ciudadanía responsable, por citar solo algunos, las ciencias del comportamiento, entre ellas la psicología, no han dado hasta el momento respuestas contundentes, las propuestas han tenido un impacto pobre, ya por la indiferencia de las instancias encargadas de su operación o bien por la apatía de los científicos o estudiosos de la ciencia.
México requiere de un compromiso mayor de los profesionales de las ciencias del comportamiento en la generación de conocimiento, pero también en la propuesta de intervenciones a partir de éste conocimiento, en éste sentido se ofrecen prometedores varios campos, entre ellos, y a título personal el más importante, el campo de la prevención. El trabajo en prevención, a diferentes niveles y esferas, puede ofrecer contribuciones mayores en la solución de problemas, que las acciones de carácter remedial. Sin embargo, al parecer no se ha puesto la atención debida a éste tipo de orientación, quizá porque remediar, curar, salvar, solucionar, sigue siendo más heroico, más rentable psicológica y monetariamente. Pero ésta, solo es una iniciativa, una idea, como tantas otras que tienen que ser discutidas, refutadas, pasar por la criba de la crítica, acción sustantiva a la construcción de la ciencia. Por ello los foros de discusión, encuentros de investigación, ágoras contemporáneas, espacios idóneos para la revisión de las ideas. De tal manera, hay que celebrar la ocurrencia de este congreso, que sirva como campo fértil para la siembra y cosecha de soluciones, a los grandes problemas nacionales, a los ordinarios y a los emergentes, a los legitimados y a los invisibles, que todas las propuestas tengan cabida, que la censura no alcance el contenido sino la forma, esperemos que el encuentro sea fructífero, reconfortante al intelecto, que los pensamientos florezcan.
En éste documento se concentran los trabajos que deberán ser presentados y discutidos, sus características son diversas, en cuanto ha contenido, manufactura disciplinar e institucional. La materia prima está dispuesta, que la tarea sea productiva. ¡Bienvenidos entonces!