Hermilio Hernández Ayón
Francisco Javier Hernández Ayón
Ubicación en el mundo
El origen de la caña de azúcar difícilmente puede ubicarse con precisión en relación al espacio y al tiempo, sin embargo, la mayoría de autores coincide en que se origina en Nueva Guinea. La literatura hindú la traslada a unos 3000 años a. C. y la literatura China a unos 475 a. C. La obtención de azúcar cruda la ubican a unos 400 a. C.; a Persia llega en el año 500 d. C. y a Egipto en el 710 d. C. El cultivo se extiende por toda Asia y el norte de África hasta el sur de Europa. Desde España en 755 d. C. llegó a las islas Canarias desde donde Colón la llevó al nuevo mundo en 1493 a partir de donde se extendió su cultivo por Centro y Sudamérica1,2,3,4.
El gusto por los sabores dulces de la miel recogida de las colmenas del hombre primitivo, provocó la búsqueda de otras fuentes igualmente agradables al paladar, encontrando pequeñas cantidades acumuladas en hojas del tabaco, en tallos de la caña, del maíz y el sorgo, en la raíz de la remolacha y en algunos capullos de ciertas plantas, incluso se le atribuyeron propiedades dulcificantes, energéticas y hasta curativas debido al potencial energético que se conseguía al consumirlo. En el 510 a. C., los persas conocieron y saborearon la mágica planta a la cual se referían como “aquella que da miel sin necesidad de abejas”, lo que les motivó para que empezaran a cultivar y procesar dicho recurso. La expansión del cultivo cubrió toda Asia y el consumo pasó de ser una golosina acuosa a una de tipo sólido, producto del sometimiento a procesos de clarificación, cristalización y refinado por los egipcios en el siglo VII 5.
En la época de la conquista el cultivo de la caña se expandió en América, donde además se devastaron grandes cantidades de bosques para dar paso al cultivo de la caña, como sucedió en las islas de Barbados, Antigua y Tobago. Similar situación ocurrió en Brasil, donde los portugueses la llevaron entre años 1516 y 1600 con un vertiginoso crecimiento. La gran expansión de la azúcar en toda Latinoamérica se explica no solo por el clima favorable sino por la demanda en aumento al momento de consumirla6. Ello explica la razón por la que América Latina (AL) superó en producción al resto del mundo en menos de cien años.
Desde el surgimiento y expansión del cultivo de caña de azúcar, los productores y los dueños de los medios de producción han estado estrechamente ligados a las fuerzas económicas mundiales y, por ende, han influido en la modelación del mundo. Ningún cultivo ha tenido tanto impacto radial como el de la caña de azúcar y es, según la UNESCO, el cultivo agrícola más importante del planeta. Esta expansión del cultivo ha arrastrado mano de obra, tecnología, hábitos, historia, formas de organización y relaciones sociales de producción; sin embargo, también tuvo que ver con la esclavitud y con la expansión de la raza de color por varias zonas geográficas del mundo7.
En los albores del siglo XVII, se introdujo la remolacha, en lugar de la caña, como fuente de azúcar, ya que la gramínea no se adaptó a los climas fríos, lo cual hizo que la producción de azúcar a partir de la remolacha se extendiera fuertemente por toda Europa. En contraste, en AL fue tal la adaptabilidad de la caña que tuvo una rápida expansión, primero en los países caribeños y después en el resto del continente.
Alrededor del 1900 el azúcar se había sumado al pan, la sal y al vino como uno de los componentes básicos de la dieta del hombre, no obstante, el impacto de la primera guerra mundial causó severo retroceso al cultivo y producción. Dicha confrontación bélica trastocó fronteras, intereses políticos y actividades económicas y productivas, al cabo de la cual, tanto obreros como productores y dueños de los medios de producción, se reorganizaron para recuperar tanto las áreas de cultivo como los mercados del azúcar y con ello el equilibrio y control de precios.
La caña de azúcar es una gramínea perteneciente a la misma familia (Andropogoneae) que el sorgo, el pasto Jonson y el maíz. La caña que se cultiva actualmente es un híbrido compuesto de al menos dos de la cinco especies del genero Saccharum: S. barberi Jeswiet, S. officinarum L., S. robustum Brandes & Jesé, ex Grassl, S. sinense Roxb y S. spontaneum. Muchas de estas especies forman híbridos, originando un género muy diverso8. La azúcar o sacarosa es un producto natural que se extrae de la caña o de la remolacha. La sacarosa es un disacárido compuesto molecularmente de dos monosacáridos: glucosa y fructosa. Es un componente esencial en una amplia variedad de alimentos y un componente clave para lograr una dieta equilibrada.
El desarrollo de la caña depende de la luz solar, la cual se absorbe por la clorofila presente en las células de las hojas. Esta sirve de energía para lograr que se lleve a cabo la reacción química entre el CO2 absorbido del aire, el agua y nutrientes que la planta toma del suelo a través de la raíz. El resultado que se obtiene de esta reacción es la sacarosa, la cual se almacena en el tallo de la planta. Cabe destacar que la caña está considerada como una de las plantas más eficientes convertidores de energía solar que existen, mientras que el azúcar es una de las fuentes energéticas más económicas para el hombre, ya que proporciona alrededor del 12% de hidratos de carbono4.
Los componentes de la caña son: sacarosa (8 – 16%), agua (73 – 76%) y bagazo o fibra (11 – 16%). La sacarosa se obtiene mediante: 12CO2 + 11H2O = C12H22O11 + 12O2. El jugo de caña también contiene pequeñas cantidades de otras sustancias como glucosa (0.2-0.6%), fructosa (0.2-0.6%), sales (0.3-0.8%), ácidos orgánicos (0.1-0.8%), otros (0.3-0.8%)9.
Llegada de la caña de azúcar a México
En México, la azúcar forma parte de la canasta básica junto con el maíz, frijol y arroz. Cristóbal Colon llevó algunos trozos de caña de azúcar que sembró por primera vez en Santo Domingo y, para el siglo XVI, el azúcar se convirtió en un artículo comercial entre Europa y las regiones productoras de AL, especialmente en suelos de fácil adaptación como Cuba, México, Brasil y las colonias holandesas e inglesas de América. Puede afirmarse entonces que la industria cañera en México y en el resto de AL surgió en y con la conquista; pero además, tanto el proceso de desarrollo del cultivo de la caña como la producción de azúcar, fue muy similar en todo el continente.
En el territorio mexicano, el cultivo de la caña de azúcar se inició a partir de que Hernán Cortez trasladara plantas desde Cuba en 1522, incluso algunos estudios señalan que dos años después, es decir, en el año 1524 ya había cañaverales a orillas del río Tepengo en Santiago Tuxtla, Veracruz6. En Veracruz, la planta de la caña encontró inmejorables tierras fértiles para el cultivo, así como las condiciones climáticas, biológicas, hidrológicas y edafológicas para su desarrollo, lo que le permitió experimentar una rápida expansión por todo el territorio mexicano, particularmente en Michoacán, Jalisco y en la parte central del país cerca de Puebla. También se desarrolló en los alrededores de Atlixco e Izúcar así como en los valles de Cuernavaca y de Cuautla, iniciando así la industrialización de la caña para producir azúcar entre los años 1550 y 1600, en ingenios como el de Tlaltenango, el cual era un ejemplo de eficiencia, incluso mayor que ciertas regiones del mundo.
La azúcar desde ese momento se aquilató como producto de exportación al igual que el oro, la plata o el chocolate; se sabe por ejemplo que la producción del Tlaltenango, que era el ingenio más importante del país, se enviaba en su totalidad a la península ibérica. No obstante, el costo de producción tuvo un proceso indignante de opresión y esclavitud por parte de los avaros conquistadores. El surgimiento de la denominada “Encomienda” entre 1521 y 1560 favoreció la mano de obra esclavizada de los indígenas; en contraste, la disolución de esta norma provocó el surgimiento de haciendas y latifundios como unidades de producción cañera. Este ejercicio de poder por imponer una hegemonía dominante tuvo como resultado un proceso de sustitución de tierras destinadas al cultivo de algodón por el de caña de azúcar. El proceso de reconversión de tierras de cultivo fue violento entre productores, pero los cañeros lograron expandirse de tal forma que para el siglo XVIII ya se contaban 300 fincas cañeras que abastecían a trapiches y fábricas6.
La independencia
El siglo XIX se caracteriza por los enfrentamientos entre conquistadores y conquistados en todo AL. Particularmente en México la suma de intereses políticos, económicos y sociales desencadenan el proceso de descolonización que inició el 15 de septiembre de 1810 con el grito de independencia. La intensa lucha trastocó todas y cada una de las estructuras organizativas del país. Muchos cañaverales e ingenios fueron destruidos o quemados particularmente en Córdova, Cuernavaca y las Amilpas10. Se asume hipotéticamente que este episodio tuvo que ver con la forma de edificar las haciendas cañeras a partir de entonces, las cuales integraron en su diseño arquitectónico varias medidas de seguridad para resguardar la integridad tanto de la mano de obra como la infraestructura tecnológica y productiva de la naciente industria cañera, como anticipándose a posibles ataques o asaltos de la ciudadanía o del gobierno.
Durante el Porfiriato, la hacienda azucarera se convirtió en el modelo económico de la época. Una estimación del azúcar que se producía en el año 1870 era de 2500 toneladas y entre 1903 y 1905, la exportación de azúcar se incrementó notablemente al pasar de 8,820 a 42,660 toneladas6. El cultivo se expandió, el proceso tecnológico sufrió cambios e innovaciones importantes para aumentar la eficiencia y eficacia de los ingenios, la demanda social por azúcar también se incrementó y el transporte, considerado un detonante de otras actividades productivas, se diversificó con la creación de un nuevo sistema de transporte de carga y el incremento de vías férreas por todo el país. Esta derrama económica derivada del tema caña/azúcar propició la generación y acumulación de riqueza entre aquellos industriales dueños de ingenios y haciendas, pero también el gobierno recibió gran parte de las regalías por este concepto. Por su parte los productores cañeros sin propiedad sobre las tierras y sin medios de producción obtuvieron lo que pudiésemos llamar “beneficios de sobrevivencia”, derivado de dos razones básicas. La primera tiene que ver con el reciente proceso de esclavitud del que se habían librado, pero que marcó culturalmente a esa generación, de tal forma que los productores de caña siguieron viendo a los dueños de los ingenios como los hacendados o sus patrones por recibir de ellos la paga por la caña cultivada, es decir, se repetía la imagen de la organización feudal por muchos ya superada. La segunda razón de tal afirmación es que los hacendados, dueños o expropiadores de grandes extensiones de tierra y de los medios productivos, pero además operando bajo el amparo de la protección del gobierno, actuaron sin impunidad y látigo en mano exigiendo la producción de los cañeros a precios que ellos mismo (industriales-gobierno) imponían a su antojo, lo cual provocó un proceso de supeditación y subordinación de los productores hacia el binomio hacienda-gobierno.
La revolución mexicana (1910 – 1921)
Poco menos de cien años después de ver caída la corona española en tierras mexicanas, los conflictos pendientes de resolver hicieron crisis al iniciar el siglo XX dando comienzo así al estallido social interno más importante del país. El inicio de la revolución mexicana puede explicarse a partir de tres grandes culpables. El primero de ellos fue el propio gobierno ciego e incapaz de incubar una verdadera democracia; en lugar de ello se aprovechó de la nobleza de la gente a través de la intimidación, opresión y alienación para crear un equipo de trabajo incondicional que le permitió al líder supremo, general Porfirio Díaz, crear uno de los imperios más largos y ambiciosos de la historia. Un segundo aspecto surge de la avaricia mostrada por los empresarios y personas de negocios, las cuales tuvieron rienda suelta para cometer cualquier tipo de abuso en contra de los derechos fundamentales de los mexicanos trabajadores (mediante la explotación de jornadas largas y bajos salarios), contra aquellos clientes que demandaban sus productos (a través de precios elevados y enajenación de bienes por deudas contraídas) y contra el propio erario público del gobierno que recibía protección. Por último, un tercer aspecto, y quizás el más importante, fue el cansancio y enfado en la cúspide de la gente; la cual, al no ver señales positivas del gobierno por autorregularse, ser más justo y controlar a los empresarios, además de observar en perspectiva que sin propiedad sobre la tenencia de tierras, pobres en extremo, sobreviviendo solo para mal comer, endeudados con los patrones y hacendados cada vez más y sin la posibilidad de tener acceso a otros niveles por carecer de oportunidades educativas y profesionales.
Las primeras manifestaciones (paros y huelgas) se iniciaron por los trabajadores ante los hacendados y empresarios en reclamo a demandas por mejores prestaciones laborales, siendo una de ellas la fábrica textil de Bellavista, Nay., y en la industria minera de Cananea, Son. Los cañeros también tuvieron mucho que ver con el inicio de la revolución mexicana; ello explica el porque los primeros estados en manifestarse y reclamar tierras para el cultivo fueron aquellos que ya se dedicaban al cultivo de la caña: Veracruz, Morelos, Puebla y Michoacan, los cuales encontraron en Zapata el abanderado ideal para el reclamo de tierras. Estos cuatro estados más Sinaloa, lograron, durante 1913 una producción record de cien mil toneladas de azúcar11.
La demanda por tierras era un asunto prioritario dentro de las peticiones sociales reclamadas al gobierno. Quince millones de campesinos sin tierras, lo que representaba el 95% de la población rural; además, poco más de diez mil haciendas controlando el 57% de las tierras cultivables, y solo el 7% de ellas mantenían 1.3 millones de kilómetros cuadrados de extensión.
El desconcierto social provocó, como mecanismo de defensa, que las haciendas cañeras fueran diseñadas como verdaderos “fortines” de guerra, donde se resguardaba artillería y municiones del propio ejército y desde donde atacaban a los sublevados. La razón: defender el patrimonio de los industriales, tecnología y materia prima. No obstante, a pesar de ello al final de la guerra, las pérdidas fueron cuantiosas. Dicha confrontación entre pueblo y gobierno, manteniendo como intermediario a ciertos empresarios y hacendados, tuvo como consecuencia que los ocho ingenios que operaban durante 1913 fueran quemados y destruidos once años después.
Tras la caída de Porfirio Díaz y la consumación de la revolución, se logró establecer en 1915 la Reforma Agraria con la finalidad de proporcionar a los campesinos tierras para el trabajo. No obstante, a pesar de que hubo beneficios entre algunos campesinos, las metas no se cumplieron como se esperaba dado que los acaudalados terratenientes de la época, se opusieron a ello tras la operación de acciones coercitivas con el propio gobierno. Surgieron así las figuras del ejido (tierras que se otorgaban gratuitamente por derecho histórico a los campesinos) y la pequeña propiedad (áreas con extensión limitada no mayor a 100 hectáreas); ambas deberían cumplir con pagos de impuestos prediales.
Alrededor de 1921, al parecer se entendió entre los campesinos que la mejor estrategia era la de trabajar no aisladamente, sino, en comunidad (hoy agrupaciones cañeras), lo cual provocó que se reactivara la industria cañera e hizo que, un año después, se lograra una producción de 126,000 toneladas de azúcar. Para mantener esta dinámica, el gobierno otorgó créditos los cuales se utilizaron para mejorar, desde el punto de vista técnico, tanto la industria como el campo. Estos apoyos crediticios lograron un verdadero auge del sector cañero, sin embargo, la crisis económica mundial de 1929 y la caída en los precios de la azúcar volvieron a causar estragos entre productores e industriales.
El conflicto se polarizó a tal grado que se presentaron luchas internas, huelgas y enfrentamientos entre todos. Por un lado se tenía a los campesinos, que desconocían los vaivenes económicos mundiales, la oferta-demanda del producto y los precios de garantía. Estos demandaban mejores ganancias y apoyos al campo. En el otro extremo estaban los obreros de los ingenios que luchaban por mejores salarios, prestaciones y una más adecuada jornada de trabajo. Los terceros en discordia eran los propios dueños de los ingenios, lo cuales buscaban obtener grandes ganancias con el mínimo de inversión a partir de la venta de su producto.
Esta situación provocó que los obreros e industriales de los estados de Veracruz y Sinaloa crearan la compañía Azúcar S.A., en enero de 1932 que luego de seis años cambiaría al de Unión Nacional de Productores de Azúcar S.A. (UNPASA), pero quizás lo más trascendente fue que, en 1938, el entonces presidente Cárdenas, expidiera la Ley de Asociaciones de Productores para la Distribución y Venta en Común de sus Productos. El propósito de esta ley consistió en volver de nuevo solventes a los dependientes directos e indirectos del sector cañero, pero también el de regular los precios, la oferta y la demanda del producto. A pesar de que el gobierno invirtiera mucho dinero en préstamos para la agroindustria y UNPASA registrara grandes pérdidas financieras por lograr la estabilización de la industria, al finalizar la década de 1940, se tuvo que importar azúcar del extranjero para cubrir el déficit nacional. Posteriormente, debido a la agudización de la Segunda Guerra Mundial, México requirió de nuevo importar poco más de 250 mil toneladas a precios muy superiores a los vigentes en el país. En medio de la crisis mundial y ante ambientes de corrupción por la bonanza de créditos a la agroindustria, se emitió en septiembre de 1943, el primer decreto cañero que obligaba a campesinos asentados en los alrededores de los ingenios sembraran caña de azúcar y el ingenio se obligaba a comprarla. Este decreto hizo que las tierras de cultivo se incrementaran dos terceras partes más, que en términos reales equivalieron a 25 mil hectáreas más de lo que se tenía, lo que permitió aumentar la producción de azúcar a un millón de toneladas a finales de 1945. Un año después, en marzo de 1944, se emitió un segundo decreto que estableció las reglas para el reparto de utilidades entre campesinos e industriales. Ambos decretos fueron sustituidos por un tercero, donde se estableció, como interés público, la siembra, cultivo, cosecha e industrialización de la caña, dejando sin obligatoriedad la siembra de caña para aquellos campesinos asentados en los alrededores de los ingenios6.
En 1991 y 1993, aparecen otros decretos similares más, los cuales establecen que la calidad de la caña entregada al ingenio es la que se toma como base para determinar el precio de pago a los productores cañeros, cuya fórmula fue conocida como KARBE (Kilogramos de Azúcar Recuperable Base Estándar) en sustitución de la anterior KABE (Kilogramos de Azúcar Base Estándar). Esta medida fomentó la producción de caña con criterios de calidad y eficiencia, además de que dejó en claro el rol de los industriales y los cañeros en términos de control, entrega y precios. Finalmente, en enero del 2005, se aprobó, la Ley de Desarrollo Sustentable para la Caña de Azúcar actualmente vigente12.
Ingenios Azucareros y la organización de productores y obreros.
Se denomina ingenio azucarero o simplemente ingenio a una antigua hacienda colonial americana (con precedentes en las Islas Canarias) con instalaciones para procesar caña de azúcar con el objeto de obtener como productos principales azúcar, ron y alcohol. Su antecedente es el trapiche, cuya escala de producción era muy pequeña y, a su vez, el ingenio vino a ser sustituido por las grandes centrales azucareras modernas que se desarrollaron en el siglo XX. Aunque la caña de azúcar no es un cultivo autóctono americano, sino importado desde Europa, se adaptó rápidamente a los ambientes cálidos y tropicales, hasta el punto de que los mayores productores mundiales de azúcar se encuentran en este continente (Brasil, Cuba, México y Colombia principalmente).
Cabe destacar que, desde el surgimiento de los ingenios, se conformaron entidades de contexto en torno a uno de los sectores económicos y productivos más fuertes a nivel nacional como lo es el “sector cañero”. Estas entidades político-gremiales, impactaron no solo a las formas organizativas de los productores de caña de azúcar sino también a la estructura interna de los ingenios, su comercialización y su relación con el estado y gobierno.
Las crisis periódicas por las que atravesó la industria azucarera en los años 1900's provocaron la organización regional de productores para evitar el colapso definitivo de la industria y así algunos propietarios del estado de Morelos, que a principios de siglo representaban un fuerte porcentaje en la producción azucarera, intentaron organizarse en una asociación que denominaron "Asociación de Productores de Azúcar y Alcohol", pero no tuvo éxito y al poco tiempo se disolvió.
Otro intento similar surgió en occidente cuando se organizaron los sectores cañeros de Sinaloa, Nayarit y Colima como una estrategia para poder vender el azúcar. Al respecto fue creada en 1908, en el puerto de Guaymas, la Unión Azucarera de Sinaloa y en 1921 los azucareros de los mismos estados crearon la “Sonora Comission Co”. A fines de 1923, se comenzaron a habilitar las industrias de Jalisco y Veracruz, al ser trasladadas muchas de las maquinarias de los ingenios de Morelos a dichas entidades debido al deterioro que sufrieron tanto equipos como instalaciones por la lucha armada extrema en esa entidad.
Aún funcionaba la "Sonora Commission" cuando se organizó la "Cia. Comercial Comisionista" para vender los azúcares de Puebla y Veracruz, pero fracasó en 1926.
En 1928 se disolvió la "Sonora Commission" para reorganizarse con el
nombre de "Realizadora de Productos Mexicanos", que controlaba azúcares de Sinaloa, Nayarit, Colima, Jalisco y "Potrero" de Veracruz. En 1929 cambió su razón social por "Cía. Almacenadora y Realizadora de Azúcar, S.A.", la que actuó hasta principios de 1931. Por su parte los productores de Puebla y Veracruz habían organizado lo que llamaron "Agencia de Ventas del Sur", que igualmente operó hasta principios de 1931. No obstante estos intentos, todas estas agrupaciones fracasaron y no pudieron resolver en definitiva la crisis.
Las empresas iban a la quiebra, con cierre de numerosas fábricas de azúcar y con las consiguientes pérdidas de salarios, ruina de agricultores cañeros, créditos incobrables, pérdidas para el comercio y el fisco y, lo más lamentable, miseria en las regiones cañeras, principalmente en Veracruz. En esa época, finales de los años veinte, la calle de Mesones de la ciudad de México era el centro del comercio del dulce y otros productos alimenticios.
Había “corredores” que iban de un establecimiento a otro llevando y trayendo ofertas de carros por entero de toda la mercancía imaginable: especias de Oriente (que perfumaban toda la calle) canela, azúcar, alcohol, frijol, cebada y garbanzo entre otros. Así era el “mercado libre” de México y las transacciones que se efectuaban diariamente representaban varios millones de pesos en oro. La lucha armada, había quedado atrás y las heridas sufridas en el campo azucarero cicatrizaban con el tiempo.
Poco a poco se fueron surtiendo los centros de consumo, tanto de azúcar como de alcohol pero la falta de control hizo que se saturara el mercado. Los comerciantes, al disminuir la demanda, bajaban el precio, lo que provocó una competencia de libre mercado entre ellos mismos. Este fue un problema más que enfrentaron los azucareros que siempre estuvieron dispuestos a defender la industria a pesar de todo. Cuando los problemas se agudizaban los industriales y productores acudían con el general Plutarco Elías Calles, jefe supremo de la revolución Mexicana, en demanda de apoyo y consejo para sus problemas (así lo hacían en esa época funcionarios públicos, militares y políticos).
El día 6 de Enero de 1931 nace la 'Estabilizadora del Mercado de Azúcar y Alcohol', empresa a la que podemos considerar como la primera legalmente organizada y como arranque de la Unión Nacional de Productores de Azúcar, S.A. de C.V. (UNPASA). Su capital inicial fue de cien mil pesos representados por un millar de acciones, las cuales se distribuyeron como sigue:
El acta constitutiva fue elaborada ante el notario 36 de Antonio Rojo y fue la número 5048 del libro 56, del día 6 de enero de 1931.
Uno de los objetivos principales de esta empresa fue recaudar la cuota impuesta por el gobierno equivalente al 20% de la exportación de azúcar a Europa, la cual podía entregarse en especie.
Al existir una sobreproducción de azúcar, los industriales optaron por dos medidas;
Los compradores de los productos eran los comisionistas y ellos fijaban los precios a pagar. El sistema de ventas era normal para la institución mercantil. El azúcar se vendía y se entregaba a los comerciantes a precios de mayoreo, dándoles plazos normales para el pago de sus compras. Pronto, los problemas resurgieron con mayor fuerza y volvió la competencia entre los productores. La situación se tornó grave para industriales, campesinos, obreros y en general, para la economía de las regiones productoras de azúcar. Ante esta situación se decidió a finales de 1931 disolver la Estabilizadora, liquidación que terminó en septiembre de 1932. Con el importe obtenido y un subsidio otorgado por el gobierno se creó el Banco Azucarero (a la postre Banca Confía).
Una de las organizaciones político-gremial más importante que surgió luego de varias luchas internas fue la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera (CNIAA), fundada el 31 de agosto de 1942 y que integró desde sus orígenes al 100% de los ingenios. Esta organización actualmente coordina a 35 de 57 ingenios existentes en 227 Municipios de 15 diferentes Estados de la República Mexicana, de donde se genera una producción del 72% de la producción nacional (3’818,536 toneladas en el 2007). Esta asociación forma parte de la CONCAMIN, del Consejo Coordinador Empresarial y del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
En la actualidad, aproximadamente los 40 mil obreros azucareros que existen están sujetos a un Contrato Colectivo del Trabajo que data desde 1936 y cuyo titular es el Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera y Similares de la República Mexicana (STIASRM-CTM), el cual fue designado fideicomitente de todos los fideicomisos relacionados que estuvo vigente hasta 1992 en que se da un rompimiento con los representantes empresariales.
El total de ingenios mexicanos pertenecen a grupos de empresarios como: Agazucar (2), Beta San Miguel (5), Piasa (2), Porres (3), Saenz (3), Sagarpa Feesa (27), Del Trópico (1) Zucarmex (4), Independientes (7) y Otros (5). El ingenio de Puga pertenece a Agazucar y el ingenio El Molino está dentro del grupo de ingenios Independientes.
Según la Cámara Nacional de la Industria Azucarera y Alcoholera, en la actualidad en México existen alrededor de 57 ingenios azucareros dentro de 15 estados de la República14.
Llegada de la caña de azúcar a Nayarit
En Nayarit la caña llega cuando al territorio de Tepic se le conocía como el Séptimo Cantón, donde a mediados de la guerra en los años 1846-1847 era el que mas aportaba al estado de Jalisco y por supuesto a la capital Guadalajara que en ese entonces era la segunda ciudad mas importante de México. El cultivo en la región se inicia en medio de grandes conflictos sociales y territoriales, ya que el Estado primero fue el séptimo cantón del Estado de Jalisco luego, mediante decreto del Porfiriato, se convirtió en Distrito Militar de Tepic y, a partir de la Constitución de 1917, Estado libre y soberano de Nayarit.
Las zonas donde se cultivaba eran la municipalidad de Tepic y el valle de Ahuacatlan. Gracias a las familias de los grandes comerciantes (Barrón, Forbes y Castaños) se introdujo la producción de la industria moderna importando maquinaria para sus ingenios azucareros y fabricas textiles en el año de 185315. El cultivo y procesamiento de caña se convirtió en un ícono para Nayarit, al igual que la industria del tabaco, del café y algodón, así como las grandes y famosas fábricas textiles de Jauja, la Escondida y Bellavista de su tiempo.
El estado de Nayarit cuenta con dos ingenios azucareros. El primero “Ingenio el molino S.A. de C.V.” se encuentra ubicado en la zona noroeste de la ciudad de Tepic, en la colonia Menchaca, en honor al apellido de los siempre dueños del ingenio. Se fundó en 1882 por el Sr. Don José María Menchaca Martiarena como un trapiche de piloncillo. En 1922 adquirió tres equipos de molienda, lo que le permitió producir 600 toneladas de azúcar en cubos por zafra y 40 cajas diarias de alcohol.
Hoy en día el ingenio es manejado por la cuarta generación familiar de su fundador (bisnietos), los hermanos José Octavio, Carlos Ramón y Manuel Menchaca Díaz del Guante, tiene una producción de 700 toneladas diarias y se ubica entre los primeros diez ingenios de mayor rendimiento; además, ocupa el primer lugar en control de emisiones de gases y sólidos lanzados a la atmosfera. Tan solo durante la zafra 2010-2011 (de 162 días) se molieron 710,324.729 toneladas de caña equivalentes a 92,219.7 toneladas de azúcar estándar para un rendimiento del 12.983%, lo que le permitió obtener el tercer lugar nacional en rendimiento de fábrica16.
Por su impacto económico esta empresa familiar se coloca entre las más importantes de Nayarit al beneficiar directamente a 2050 productores de 45 ejidos ubicados en cinco municipios: Tepic, Xalisco, Santa María del Oro, Compostela y Ahuacatlan; esto además de beneficios indirectos a través de proveedores, empleados, transportistas, cortadores y las propias familias, entre otros.
El “Ingenio de Puga” mientras tanto, se encuentra ubicado por la calle Veracruz s/n en el poblado de Francisco I. Madero ubicado a 15 km al norte de la ciudad de Tepic. Inició sus operaciones como trapiche en el año 1620 por su fundador Sr. Don Félix Velázquez de Puga. En 1846 pasó a manos de Don José María Castellanos de Llano quien construyó un fortín para defenderse de los revolucionarios denominada “Casa Hacienda” y hasta 1906 en que se adquirió maquinaria holandesa para la producción de azúcar pudo ser considerado como ingenio azucarero. Este ingenio operó sin problemas bajo la tutela de Don Juan Aguirre, quien lo vendió en 1940 a Don Manuel Suarez y, en 1978, pasó a formar parte de la paraestatal Azúcar S. A. Durante parte de la década de los setentas y ochentas su producción no tuvo mayor trascendencia, sin embargo, a partir de que fue adquirido por el consorcio AGA en 1988 (actual propietario), se convirtió en uno de los ingenios de mayor producción y rendimiento nacional. Algunos éxitos al respecto tuvieron lugar durante la zafra 1996-1997 y 2000-2001 en que lograron quedar en primer lugar nacional en rendimiento de fábrica. La búsqueda por lograr mejores estándares de producción permitió incorporar en el año 2000 una refinería para elevar la calidad de la azúcar. Datos de la zafra 2010-2011 indican que la molienda fue de poco más de 1’100,000 toneladas caña, las que produjeron 140,830 toneladas de azúcar para un rendimiento de fábrica del 12.8%. El abastecimiento se realizó desde 21,600 hectáreas localizadas en seis municipios: Tepic, Xalisco, Santa María del Oro, Compostela, San Pedro Lagunillas y Ahuacatlan17,18.
Ambos ingenios han sufrido cambios importantes en su estructura orgánica y tecnológica. No obstante, lo más importante es el reto que se han planteado sus grupos de directivos y asesores por lograr los mejores rendimientos en ambientes limpios, lo que se ha traducido en la incorporación de equipo tal que les permita no solo disminuir el consumo de energía, sino producirla y comercializarla a la Comisión Federal de Electricidad. Por otra parte se observan avances respecto a la diversificación de productos como el bioetanol, fibras, alimentos balanceados, fertilizantes naturales, muebles, entre otros. En cuanto a la competitividad con otros estados del país, el registro más actual de producción de azúcar de caña en Nayarit asciende a un total de 233,053 toneladas, ocupando con esto el 6º lugar nacional según resultados de la zafra 2011-201219. Se destinan alrededor de 30 mil hectáreas en seis municipios principales: Tepic, Xalisco, Santa María del Oro, San Pedro Lagunillas y Ahuacatlan, donde el 80% de las tierras para el cultivo mantienen un régimen de temporal. La producción obtenida históricamente asciende a cerca de 2 millones de toneladas de azúcar estándar y refinada; actividad que genera un total de 20 mil empleos directos y otros 30 mil indirectos por zafra (diciembre/mayo). La aportación es equivalente a 7.5% del PIB del Estado y, en el 2007, generó una utilidad de alrededor de 4 millones de pesos por zafra.
Clasificación botánica, taxonómica y sus variedades
La caña de azúcar es una planta herbácea plurianual, vivaz que emerge de un rizoma que se extiende y crece bajo el suelo; pertenece a la familia de las gramíneas, tribu de las sorgeas y por tener sus semillas un solo cotiledón corresponden a las monocotiledóneas. La raíz tiene un sistema radicular fasciculado con ramificaciones que se desarrollan a partir de un rizoma robusto del que parten. El tallo consiste en una caña maciza con una altura variable entre 2 y 4 metros, a veces hasta 6, con un diámetro que puede alcanzar los 6 centímetros. No tiene ramificaciones y los nudos jóvenes son pubescentes. Las hojas tienen la morfología típica de las gramíneas, linear lanceolada, con una vaina abrazadora, lígulas, aurículas y limbo de una anchura que puede alcanzar los 4-6 cm y una longitud de hasta 1 metro, con el nervio central claramente marcado. Los bordes son cerrados y la superficie es pubescente en la base del haz. A medida que la planta crece, las hojas inferiores van quedando en sombra y habitualmente caen. La inflorescencia es una panícula terminal de aspecto plumoso, densa, entre 30 y 60 cm de longitud, con espiguillas lanceoladas de unos 3-4 mm de longitud20,21.
Variedades de caña de azúcar
Existen una gran diversidad de especies y variedades de la caña de azúcar, esto, debido a la fusión de composiciones químicas que se han desarrollado en diversos países, cuya finalidad es de obtener plantas que desarrollen un mayor rendimiento, así como, una mayor resistencia a las diferentes zonas, climas, enfermedades y plagas donde se cultiva la caña de azúcar. La SAGARPA a través del Servicio de Información Agroalimenticia y Pesquera (SIAP), clasifican la caña de azúcar de la siguiente manera22.
Caña Criolla (Saccharum Officinarum)
Es la variedad que trajo Hernán Cortés, la más antigua y la más abundante en la República Mexicana; posee un jugo abundante y una mayor riqueza en sacarosa, dotada de gran vitalidad, pues a pesar de su larga estancia en el territorio, no ha degenerado en lo más mínimo. No obstante, tiene el inconveniente de que es muy sensible a los extremos de calor y frío, por lo que suele enfermarse algunas veces. Llega a alcanzar tres y medio metros de altura y sus cañutos son delgados.
Caña Cristalina (Saccharum Lubridatium)
Suelen generar tallos de hasta seis y medio metros. El nombre de Cristalina procede del aspecto de su tallo, cuyos cañutos están cubiertos de una capa de vello blanquecino que le comunican brillantes reflejos; el color de sus hojas, es de un verde más oscuro que el de las otras variedades. Este tipo de caña es robusto y tiene mayor resistencia a las adversas condiciones meteorológicas; pero tiene el defecto de ser muy dura, exigiendo por este motivo mayor gasto de energía en los trapiches. Se cultiva esta variedad en los estados de Morelos, Puebla y en algunas zonas de Campeche.
Caña Violeta (Saccharum Violaceum)
Tiene los tallos con una coloración violeta y las hojas ofrecen un color verde intenso. Tiene la ventaja de resistir, mejor que otras, las bajas de temperatura y ser también más precoz. Una de sus desventajas es su tendencia a secarse rápidamente y ser menos jugosa que sus congéneres.
Caña Veteada (Saccharum Versicola)
Alcanza una altura de unos tres y medio metros; resiste muy bien a los efectos del frío, es precoz y se distingue de las otras por su agradable aspecto rayado de amarillo y rojo violeta.
Variedades en México
Desde la conquista de Hernán Cortés introdujo a los suelos de Anáhuac, distintas variedades de caña de azúcar que pronto hicieron florecer con éxito el cultivo y la industria azucarera en el país; desde entonces hasta nuestras fechas se han adquirido grandes experiencias y con ellas se va alcanzando la obtención de mas y mas variedades hasta llegar a contar con diversos clones que cumplen con los rendimientos de producción en las distintas zonas ubicadas en la extensión geográfica de México.
Las variedades se agrupan en claves y están compuestas por letras y números. Las letras señalan el lugar de origen. El número indica el año cuando fue producida y la serie que corresponde; ejemplo, Mex 60-1403: Mex indica el lugar de origen, 60 el año en que se clasificó y 1403 la serie que se le asignó según su aparición. Las variedades con (*) son las que mayormente se utilizaron desde las décadas de los sesentas y setentas en México.
Tabla 2. Variedades de caña de azúcar más adaptables en México.
Mex 52-17* |
Mex 55-286 |
MEX 69-290 |
Mex 52-23 |
Mex 56-105 |
MEX 68-P23 |
Mex 52-29* |
Mex 56-356 |
MEX 64-1487 |
Mex 53.142* |
Mex 56-476* |
MEX79-431 |
Mex 53-157 |
Mex 56-563* |
RB73-9735 |
Mex 54-81 |
ITAxMex 57-197 |
CP74-2005 |
Mex 54-88 |
Mex 57-863 |
Q-96 |
Mex 54-138 |
Mex 57-1287 |
RD75-11 |
Mex 55-21 |
Mex 58-1230* |
CP72-2086 |
Mex 55.32 |
Mex 59- 144 |
Co-997 |
Mex 55-61 |
Mex 59-641 |
Q-68 |
Mex 55-250* |
Mex 60-1403* |
MEX-821 |
Mex 55-261 |
Mex 60-1469 |
Fuente: Aguilar (1967)20.
Variedades en Nayarit
Las variedades que mejores resultados se han observado en el estado de Nayarit, de acuerdo a la clasificación de Cortés23, son las siguientes: CO-213, CO-421, CO-290, L-6014, MX 57-354, POJ-2878 y IMO-2811. Aunque existe una amplia variedad de plantas de caña de azúcar, el sector azucarero de la Entidad no cesa en la búsqueda por encontrar variedades con mayor rendimiento y resistencias, ya que en la actualidad los cambios climáticos provocados por la contaminación mundial y el calentamiento global han sido muy extremos. Esto ha afectado de manera directa e indirecta todo el ecosistema mundial donde cada vez es más difícil encontrar buenos nutrientes para las plantas y que a su vez no provoquen erosión o algún otro perjuicio a la tierra, agua y aire.
Etapas del ciclo de vida de la caña
El proceso de cultivo de la caña de azúcar inicia con la preparación de los terrenos donde se ubicara la parcela. Es indispensable llevar a cabo una buena planeación ya que ello dependerá que el ciclo de vida de la planta sea lo mas duradera posible. Previamente debe realizarse un contrato con algún ingenio azucarero para que de la misma manera se le pueda apoyar con un crédito, así como, la orientación y todos los equipos necesarios para el cultivo.
Para preparar los suelos es necesario limpiar de toda maleza o de cultivos anteriores, así como remover toda la tierra para que se oxigene, se combatan plagas y se puedan separar objetos indeseables. Se surca el terreno con una distancia entre 1 y 1.5 metros por surco y se aprovecha para adicionar abono y herbicidas. Se selecciona la semilla y se siembra. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala que en el cultivo de caña se necesita un promedio de entre 8 y 12 toneladas de semilla para plantar una hectárea, no obstante, esto dependerá de que tan lejos este cada surco y que tan cegada sea la siembra24. Hecha la siembra, se surca de nuevo para que los mismos sirvan como canales de riego. La nivelación del terreno es también importante para el manejo y control adecuado del riego y el drenaje, así como de la época de lluvias que es lo más usual en este cultivo25,26.
Tabla 3. Sistemas de riego para el cultivo de caña
Método de Riego |
Ventajas |
Desventajas |
Por Aspersión |
No arrastra los nutrientes de la tierra ni la erosiona. |
Alto costo de compra, renta y mantenimiento de maquinaria a utilizar. |
Por Gravedad |
Bajo costo |
Tiene filtraciones donde pueden obtenerse grandes pérdidas del líquido de hasta 25% de eficiencia. |
La germinación se presenta en un tiempo aproximado de dos semanas después de la plantación. En esta etapa la planta empieza a emerger de entre los nudos de la semilla y comienza a desarrollar sus raíces. Las etapas siguientes se les conoce como macollamiento (1 a 3 meses), desarrollo (4 a 6 meses) y maduración o etapa final donde se producen los Brix necesarios para obtener la sacarosa. Este ciclo se realiza en un tiempo entre 9 y 14 meses según la variedad de tiempo de maduración y se puede notar a simple vista ya que las hojas añejas que utilizo para su fotosíntesis en su crecimiento las empieza a desechar. En esta etapa también se desarrolla una espiga con pequeñas semillas en la parte superior de la planta26.
Principales plagas
Las principales plagas que se desarrollan en los campos de cultivo del estado de Nayarit son las plagas subterráneas (que atacan las raíces) como el gusano barrenador, la gallina ciega y el ratón de campo. Otro tipo de plaga es la aérea (que atacan el tallo y hojas) como el salivazo, gusano cogollero y el mayate verde (que evoluciona y se convierte en palomilla blanca del salivazo).
Cosecha
Antes de dar inicio con la cosecha se debe hacer un estudio respecto al contenido de Brix del jugo (sólidos solubles totales presentes en el jugo expresados en porcentaje), el contenido de sacarosa en jugo o Pol (cantidad real de azúcar de caña presente en el jugo) y el coeficiente de pureza (porcentaje de sacarosa respecto al contenido total de sólidos solubles del jugo) y si los resultados muestran óptimas condiciones se lleva a cabo la planeación de la cosecha. Este estudio es realizado por el mismo ingenio; y el encargado que da la orden es el inspector de la zona, quien a su vez pasa el comunicado al representante cañero y este último al dueño de la parcela. La planeación debe incluir el total de superficie a cosechar, mano de obra, gastos, maquinaria y posibles utilidades en relación con años anteriores o parcelas semejantes, sin olvidar la capacidad de recibo que en esos momentos tenga el ingenio.
Para la entrega de la caña a los ingenios se utilizan dos procesos más: la quema y el transporte. Es práctica común quemar la caña ya que le ahorra tiempo, dinero y esfuerzo, sin embargo, este proceso es el más contaminante entre la población vecina, la cual ha esperado por años un verdadero cambio. Es una técnica antigua que requiere de personal entrenado y con experiencia probada, así como cuidados y controles especiales en cuanto al tiempo, la programación y el levantamiento. La quema de parcelas tiene el propósito de eliminar follaje innecesario, plagas, roedores y reductores; normalmente se realiza por la noches cuando la temperatura es más baja y hay pocas corrientes de aire. Asimismo, debe hacerse veinticuatro horas antes de la entrega de la caña, ya que si excede este tiempo, la caña entra en proceso de óxido-reducción que deteriora las propiedades del jugo y disminuye el contenido de sacarosa.
Tabla 4. Ejemplos de vehículos utilizados para el transporte de caña de azúcar en Nayarit.
Carro cañero rabón |
Carro torton cañero |
Tráiler cañero |
|
Tipo de vehículo |
Ford 250 |
Kennwort 400 |
Caterpillar N145L PLUS |
Motor |
Perkins 250 hp |
Cummis 400 hp |
N145L PLUS 485 hp |
Cilindros |
6 cilindros |
6 cilindros |
6 cilindros |
Trasmisión |
9 velocidades |
18 velocidades |
18 velocidades |
Carter |
17 litros aceite |
45 litros aceite |
45 litros aceite |
Diferencial |
22,000 libras inter de 1 eje (4 llantas). |
44,000 libras inter de 2 ejes (8 llantas). |
46,000 libras inter de 2 ejes (llantas). |
Neumáticos |
6 llantas |
10 llantas + 4-6 llantas del Tander (caja) eje loco. |
10 llantas + 6 llantas del tander (caja) eje loco. |
Capacidad de carga |
10-15 toneladas. |
20-30 toneladas. |
30-40 toneladas. |
Consumo |
20 litros p/viaje. Distancia: 20 kilómetros (Xalisco-Tepic, Atonalisco-Puga, etc.). |
120 litros p/viaje. Distancia: 60 kilómetros (Santiago-Tepic). |
140 litros p/viaje. Distancia: 60 kilómetros Santiago-Tepic). |
Fuente: Santiago R. Rendón González, Técnico Mecánico en motores a gasolina y diesel. El gallo, Xalisco, Nay.
En cuanto al transporte, en Nayarit se continúan utilizando “camiones cañeros” rabones con capacidad de carga de 10 toneladas y los de tipo torton con capacidad para 35 toneladas; en ambos casos las distancias que recorren de los ejidos a los ingenios lo hacen a baja velocidad y por las mismas vías que otros vehículos. Respecto a la entrega se estima que, debido a la irregularidad de accesos, distancias y características de las carreteras, el tiempo varía entre 30 minutos para aquellos ejidos cercanos a los ingenios y 4 horas para los más lejanos. Otro aspecto observado y registrado por los autores de este texto fue el tiempo que tarda un camión cañero para hacer efectiva la entrega. Dicho tiempo varía entre 5 y 15 horas e incluye la toma de turno, peso en báscula, acceso a la rampa y descarga.
Proceso de fabricación del azúcar
Consiste en la transformación de la materia prima (caña) en un producto nuevo terminado (azúcar refinada o estándar). Esto a través de una serie de procesos industriales llevados a cabo dentro de los ingenios azucareros.
Patios y picado.
La caña de azúcar se recibe en las básculas electrónicas en donde se pesa y posteriormente se traslada al patio de recepción (batey), lugar donde se prepara para la molienda.
Molienda y clarificación.
En el batey o área de recepción se determina si se almacena temporalmente o se ingresa en las mesas de alimentación de caña para dirigirla al conductor principal del molino. La extracción del jugo comienza con la alimentación al molino y pasa por el nivelador del conductor de caña; el cual esta montado sobre unos ejes colocados a la entrada del conductor; este es accionado por una turbina alimentada por vapor, provisto de fragmentos de placas metálica cuya función es mantener un nivel constante de caña. Posteriormente se encuentra el llamado “juego de cuchillas” con la característica que al girar cortan las cañas en astillas de regular tamaño para facilitar el paso por la desfibradora cuya función es romper las astillas recibidas facilitando la extracción del jugo en el tándem de los molinos.
Evaporación.
El jugo claro pasa a los evaporadores, en donde se eliminara el resto del agua presente. El proceso se da en evaporadores de múltiple efecto al vacío, que consisten en una solución de celdas de ebullición dispuestas en serie. El jugo entra primero en el pre-evaporador y se calienta hasta el punto de ebullición. Al comenzar la ebullición se generan vapores los cuales sirven para calentar el jugo en el siguiente efecto, logrando así el punto de ebullición en cada evaporador. En el proceso de evaporación se obtiene el jarabe o meladura.
Cristalización.
La meladura se convierte por una parte en cristales de sacarosa de 99.5 grados de pureza y por la otra en miel. Ambas partes son separadas a través de máquinas centrífugas que giran hasta 1,800 revoluciones por minuto. La miel reprocesada sufre un efecto de agotamiento y se convierte en miel final o melaza. El cristal húmedo obtenido en esta etapa, el cual se conoce como mascabado, pasa como tal al proceso de refinado. En el caso de que el jugo alcalizado sea tratado con vapores de dióxido de azufre se obtiene entonces el azúcar estándar. El azúcar mascabado se funde y se cuela para eliminar cualquier sólido que pudiera contener. Se le agrega cal y ácido fosfórico para obtener una suspensión de fóculos en el azúcar fundido. Posteriormente se clarifica y se filtra para quitar las impurezas y obtener un licor de color claro. Este licor de azúcar es decolorado mediante la adsorción de las sustancias colorantes en columnas de carbón. El licor clarificado y decolorado pasa a unos evaporadores simples llamados tachos en donde se cristaliza, obteniendo una mezcla llamada templa.
Centrifugación secado y enfriamiento.
En esta etapa la mezcla es separada en cristales y siropes a través de centrífugas, donde los cristales de azúcar de 99.96° de pureza son secados.
Envasado.
Es la etapa final donde la azúcar refinada o estándar se envasa en sacos de 50 kg y/o bolsas de 1kg. Una vez embazada y etiquetada se transporta y comercializa en el mercado nacional e internacional.
Organizaciones en el sector cañero de Nayarit
En Nayarit, los productores se encuentran adheridos a una de tres organizaciones gremiales existentes: la Confederación Nacional Campesina (CNC), la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR) y una Organización Independiente. Los adheridos a la CNC en primera instancia forman ya sea la Unión Local de Productores de Caña del Ingenio de Puga o en su defecto la Unión Local de Productores de Caña del Ingenio El Molino. Esta Unión Local forma parte de la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar – CNC, los que a su vez se identifican con la Liga de Comunidades Agrarias o simplemente a la macro estructura de la CNC, la cual integra a productores de varios cultivos. Esta organización local de estructura cenesista mantiene afiliados a poco más de 45% de los productores de caña19.
Por su parte, la CNPR, localmente se organiza como la Unión Local de Productores de Caña, los que a su vez forman parte de la Unión Nacional de Cañeros, A.C., la cual está afiliada a la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR), a la Confederación Iberoamericana de Productores de Caña de Azúcar (CIPCA), al Organismo Internacional de Azúcar (ISO), a la Asociación Mundial de Productores de Cala de Azúcar y Remolacha (AMPCAR) y a la Federación Internacional de Productores Agrícolas (FIPA). La mayoría de los productores que integran la CNPR en Nayarit, son pequeños propietarios de entre 5 y 10 hectáreas de tierras para el cultivo y, según datos de finales del 2011, esta organización local cuenta con el 52% de los productores cañeros del estado, lo que representa cerca del 54% de la producción de caña27.
Finalmente, la Organización de Productores Independientes alberga a no más del 5% de los productores cañeros (el número varía en cada zafra). Generalmente son cañeros que le trabajan al ingenio El Molino y son en su mayoría pequeños propietarios de pequeñas parcelas. Gremialmente no pertenecen a ninguna organización formalmente constituida como las mencionadas, pero sí se benefician de los acuerdos entre productores y dueños, así como de los precios de garantía, créditos y demás apoyos.
REFERENCIAS
Bibliografía complementaria
Comisión Nacional Azucarera. (1977). Estadística azucarera 1977. Unión nacional de productores de azúcar. México.
Comisión Nacional de la Industria Azucarera. (1976). Sistema nacional de investigaciones azucareras y asistencia técnica”. México.
Cortadores de caña en México. (1983). Investigación de campo: ZAFRA 80-81. México: fideicomiso para obras sociales a campesinos cañeros de escasos recursos.
Font, P. F. (1979). Diccionario de Botánica. Labor, S.A. México.
Hugot, E. (1978). Manual para ingenios azucareros. CECSA. México
Humbert, R. P. (1980). El cultivo de la caña de azúcar. Trad. González, G. A. Continental. México.
Honing, P. (1969). Principios de tecnología azucarera. Trad. Esparza, D. Continental. México.
Instituto Nacional de Capacitación del Sector Agropecuario, A.C. (1982). Diccionario Agropecuario de México.
INEGI. Instituto Nacional de Estadística, Geografía Informática. (1998). Análisis a nivel nacional de la producción de caña de azúcar. Aguascalientes: México.
Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal. (2005).
Gobierno del Estado de Nayarit.
SAGARPA. Secretaría de agricultura, ganadería, desarrollo rural, pesca y alimentación. En www.sagarpa.gob.mx
http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/.pdf