Julio Alejandro Ríos Gutiérrez
Introducción
Muchas ciudades o poblaciones anhelarían tener una imagen religiosa o un santo en el cual depositar su fe, del cual recibir bendiciones y pedir favores personales, y de paso detonar económicamente a sus comunidades creando empleos y negocios en torno a los cultos, tal como lo han hecho varias comunidades. El ejemplo más exitoso y reciente en la zona de Los Altos de Jalisco, es el de Santa Ana de Guadalupe en Jalostotitlán, con Santo Toribio Romo.
Tepatitlán cuenta con un santo propio: el sacerdote Tranquilino Ubiarco, quien aunque no nació aquí, sí fue martirizado en estas rojas tierras y ahorcado en un árbol de la Alameda en esta ciudad durante la Guerra Cristera. Pero inexplicablemente, el culto de San Tranquilino no ha hecho eco entre la feligresía, ni siquiera de esta misma población. A pesar de tener un santo en casa, muchos tepatitlenses prefieren incluso ir a pedir favores a otras poblaciones, como al famoso padre Toribio.
Desde que se anunció la canonización de 25 mártires mexicanos en el año 2000, entre ellos el sacerdote Tranquilino Ubiarco, se proyectó la construcción de un templo en el lugar de su martirio, sin embargo el santuario apenas registra un quince por ciento de avance.1 Mientras tanto los restos de San Tranquilino Ubiarco reposan en la Parroquia de San Francisco de Asis, en Tepatitlán
En contraste, el lugar donde se venera a Santo Toribio vive una bonanza económica de más de 50 millones anuales y la visita de hasta 10 mil personas los fines de semana.2
Otros santos cristeros, aunque no tienen ni por asomo una parte del éxito del padre Romo, si tienen más peso en sus comunidades que la que hasta el momento tiene el padre Ubiarco, a pesar de ser recordado con cariño y simpatía en Tepatitlán.
El árbol donde fue sacrificado San Tranquilino recibe la visita, si acaso, de decenas de devotos que se mantienen fieles, quienes depositan rosas y ofrendas, y algunos incluso arrancan trozos de la corteza, pues se dice que curan cualquier enfermedad. La falta del templo no ha sido obstáculo para que algunos feligreses –pocos, insisto- manifiesten su cariño al siempre bien querido padre Ubiarco, pero a pesar de todo eso, su imagen no ha sabido ser aprovechada, ni religiosa, cultural o económicamente.
Objetivo del Trabajo
Objetivo general:
Presentar a la comunidad académica nacional e internacional el caso singular de un poblado que a pesar de tener su propio santo no lo ha aprovechado social, cultural religiosa y económicamente; contrario a lo que sucedería en cualquier otro rincón del mundo.
Objetivos específicos:
Presentar la biografía de el padre Ubiarco; enumerar las características de esta devoción local y el proyecto de su templo; identificar las causas por las cuales San Tranquilino ha sido poco atractivo para los tepatitlenses y foráneos, sobre todo para las nuevas generaciones, más interesados en imágenes de moda, como el mismo Santo Toribio Romo o incluso la enigmática Santa Muerte.
Desarrollo teórico
Vida y obra de San Tranquilino
De acuerdo a la Biografía Oficial de San Tranquilino Ubiarco Robles, disponible en el sitio web de la Conferencia del Episcopado Mexicano, este sacerdote nació en Zapotlán el Grande (actualmente Ciudad Guzmán), Jalisco, el 8 de julio de 1899.3
Ingresó el seminario auxiliar de Zapotlán el Grande en 1909 y en 1918 pasó al Seminario Conciliar de Guadalajara. Siempre se caracterizó como un alumno ejemplar.4
Fue ordenado sacerdote el 5 de agosto de 1923 y enviado a Moyahua y Juchipila, Zacatecas y después a Lagos de Moreno, Jalisco. Durante el conflicto cristero aceptó ir a Tepatitlán, donde atendía como vicario ecónomo la parroquia de San Francisco de Asis.
La biografía de la Conferencia del Episcopado Mexicano indica que Tranquilino “se distinguió por su celo, ardor y entusiasmo ministeriales; predicador elocuente, poseedor de una marcada hombría de bien, siempre solícito para celebrar los sacramentos. Durante la persecución religiosa, pidió muchas veces la gracia del martirio; poco antes de recibirlo, mientras dirigía un retiro espiritual a un grupo de niñas, hizo esta petición: Quiero que la primera gracia que le pidan a Nuestro Señor Sacramentado, que está expuesto, sea que no pase esta persecución sin que yo dé mi vida por Jesucristo”.
El 4 de octubre de 1928 fue a Guadalajara a comprar lo necesario para el Sacrificio Eucarístico. Alguien le hizo ver que su campo pastoral estaba enclavado en la zona de mayor peligro pues se había desatado la guerra cristera. El respondió: “Ya me voy a mi parroquia; a ver qué puedo hacer y si me toca morir por Dios, ¡Bendito sea!!”.
El 5 de octubre de 1928 por la noche, dormía en un domicilio particular del centro de la ciudad, pues al siguiente día celebraría una boda. En la madrugada irrumpieron unos soldados. El sacerdote fue arrestado y llevado a los calabozos del Palacio Municipal, en la calle Hidalgo.
La tradición oral de las mujeres del pueblo relata que aún en la cárcel, confesó a los presos y los organizó para rezar juntos el rosario. Su verdugo fue el coronel José Lacarra, quien condujo al sacerdote a la Alameda Central, una zona arbolada junto a lo que hoy es una clínica del Seguro Social, por la misma calle Hidalgo y que era la antigua entrada al poblado.
Un joven soldado, de apellido Vargas, era el comisionado para colgarlo de un eucalipto, pero se negó. El padre le dijo: “Todo está dispuesto por Dios. El que es mandado no es culpable”. Pero el soldado Vargas respondió: “Yo no mato a este sacerdote, es un hombre justo”. Por negarse a matar a Trnaquilino, el soldado Vargas fue fusilado.
El padre Ubiarco bendijo la soga, elevó algunas oraciones y finalmente fue colgado, sin juicio previo, esa misma madrugada del 5 de octubre de 1928. Su muerte causó gran dolor en el pueblo. En el museo de la ciudad, ubicado junto al Santuario del Señor de la Misericordia, se exhiben fotografías de su funeral, que estuvo atiborrado de personas. Hoy todos los árboles de la Alameda siguen vivos y verdes, el único seco es precisamente donde sufrió su martirio San Tranquilino.
Sus restos se reposan en la parroquia de San Francisco de Tepatitlán, Jalisco. El papa Juan Pablo II lo canonizó el 21 de mayo del año 2000, en la plaza de San Pedro junto a otros 24 mártires mexicanos asesinados durante el conflicto cristero y a quienes antes había beatificado en 1992.
Situación actual
Después de la canonización de Tranquilino Ubiarco, en el año 2000 se pintaron algunos murales con la imagen del santo. En uno de ellos él aparece colgando del árbol de su martirio en una imagen hasta cierto punto tétrica. En otra pintura aparece fulgurante, con brillante aureola y la soga en su mano.
En el árbol donde fue asesinado, se colocó desde el año 200 una base de piedra, en la que están talladas las escenas del martirio. Ahí aparecen los soldados del gobierno federal y el sacerdote colgado mientras entrega su alma al Todopoderoso. Los lunes, los viejos devotos, aún conservan la costumbre de ir a rezarle y llevarle alguna veladora o colocar un “retablo” con los milagros. Incluso se colocó un barandal pequeño para evitar que le sigan cortando pedazos de la corteza, pues aún se cree que un té de este árbol cura cualquier malestar o enfermedad.
De acuerdo a la historia oral del pueblo, uno de los milagros más sonados del Padre Ubiarco, fue el que concedió a una joven, que después de tres años de intentar fecundarse, cuando lo logró se le diagnosticó un embarazo de alto riesgo. El día en que iba a dar a luz, la chica entró en crisis médica y su madre, angustiada, fue a buscar a San Tranqulino Ubiarco. Se aferró a la urna donde yacen sus restos, en la Parroquia de San Francisco, llorando. Recibió luego la noticia de que su hija y su nieto recién nacido estaban fuera de peligro.
Sin embargo, las antiguas seguidoras del padre Ubiarco han ido falleciendo y no se ha sabido promover su devoción. Son pocos los que ahora asisten a venerar a este Santo. Aquí no se ven las aglomeraciones de miles y miles de personas, como sucede en San Juan de los Lagos, en Santa Ana de Guadalupe o en Mezquitic, con la Virgen de San Juan, Santo Toribio Romo o “El niño del Cacahuatito”.
En contraste, el Señor de la Misericordia, es el que tiene una gran cantidad de fieles. En su recorrido por las calles de la ciudad, que se realiza del 27 al 29 de abril, son miles y miles los tepatitlenses y turistas que salen a ve su procesión acompañado de carros alegóricos. En contraste el padre Ubiarco, cuya fiesta es el 5 de octubre, mismo día de su muerte, cuenta si acaso con 200 o 300 asistentes a sus misas, a pesar de ser ya un Santo canonizado.
En una entrevista con el periódico local La Tribuna de Tepatitlán, el Señor Cura José Guadalupe Muñoz Porras admite que no se ha promocionado lo suficiente entre la feligresía la devoción a San Tranquilino Ubiarco y dice: “Es cuestión de tiempo y de que la gente vaya conociendo y acercándose poco a poco a San Tranquilino, creando una devoción pura y arraigada”. 5
Existe un proyecto para construir un templo dedicado a San Tranquilino, el cual ha avanzado lentamente. El padre Muñoz Porras, encargado de la obra, afirma en la misma entrevista que apenas se lleva un 15 por ciento.
Este santuario, está proyectado en una de las principales entradas a la cuidad, por la Alameda de la calle Hidalgo, junto al árbol donde fue ahorcado el ahora canonizado. El proyecto corre a cargo de los arquitectos Ernesto Muñoz y Gerardo Córdoba, y actualmente está siendo rediseñado, por lo cual se desconoce aún el presupuesto exacto de la inversión. Muñoz Porras indica que los trabajos se suspendieron desde 1998, y en Mayo del 2007 se reiniciaron. A partir de esa fecha se han invertido alrededor de 3 millones de pesos.6
El párroco explica que hasta el momento han quedado listos los cimientos y sótanos del templo, y que en enero se realizó el colado de cemento, en una superficie de alrededor de 500 metros cuadrados.
El proyecto contempla nichos para restos humanos, pero hasta el momento solamente se han vendido solo 10 criptas para restos áridos. En el proyecto inicial el lugar de las criptas era la parte de abajo, pero estos planes cambiaron luego de lo acontecido en 2003, cuando se suscitó una inundación en esa avenida, y esos espacios pasarán al segundo nivel.
Por ahora se realiza una misa dominical en el predio que ocupará el templo, cada semana a las 12 del día, y algunas personas se dedican a vender antojitos finalizando la misa, para sacar un poco más de fondos para la construcción del templo; además de los donativos de los fieles. También, comentó que para no perder la devoción a San Tranquilino se realiza una misa el primer lunes de cada mes a las ocho de la mañana en dicho lugar, y el 21 de mayo se conmemora su canonización.
Contraste con otros santos
Sería desafortunado y de poco rigor científico comparar a Tranquilino Ubiarco con la Virgen de San Juan de Los Lagos o la Virgen de Zapopan, pues estas imágenes tienen mucho más arraigo no solo regional, sino hasta nacional, cuentan con basílicas, milagros muy célebres, y varios siglos de tradición.
Por ejemplo, la Basílica de San Juan es el segundo santuario mariano más importante de México que atrae peregrinos de todos los rincones de la República. Cada año acuden a este santuario entre 5 y 6 millones de turistas. 7
Durante las festividades anuales , según los registros que llevaba el obispo Javier Navarro Rodríguez (que dejó la diócesis en 2007 para irse a Zamora), al recinto religioso entran 2 mil fieles cada 45 minutos. 8 La derrama económica anual ronda los 400 millones de pesos y se cuenta con una gran infraestructura hotelera de 83 establecimientos y 2, 760 habitaciones. 9
Tanto es el impacto económico de este enclave, que el investigador de la U de G, Mario Albero Flores Ángel detectó que un traspaso- no la compraventa- de un pequeño local de tortas en San Juan de Los Lagos puede costar hasta un millón de pesos. 10
Obviamente nada de esto pasa en Tepatitlán con el santo local. Así que lo mejor, será comparar al padre Ubiarco con otros fenómenos religiosos de la región y de ciudades medias. Por ejemplo, el Señor del Encino en Yahualica, poblado que cuenta con apenas 22, 290 habitantes.
En este municipio, la fiesta anual del Señor del Encino, en la ranchería de Ocotes de Moya, en Yahualica; reúne a miles de fieles. “Es difícil contarlos, como todo lo que tenga que ver con peregrinaciones o movimientos espirituales. Pero todo Yahualica se paraliza durante su fiesta”, relata el investigador de la U de G, Mario Alberto Flores Ángel, quien además fue coordinador de la preparatoria en esta población de 2000 a 2010 y constató de cerca el fenómeno.
Con frecuencia, la imagen del señor el Encino realiza viajes por varias ciudades de Jalisco, incluyendo Guadalajara; así como giras por ciudades de Estados Unidos en el mes de agosto. Según el portal www.yahualica.net, en los últimos años dicha imagen recorrió las comunidades californianas de Los Ángeles, Bay Point, San José, Pittsburgh, Brentwood, Richmond, Salinas, Concord, fresno, Pacoima y Long Beach. 11
“Y es que la colonia de migrantes yahualicenses en estas urbes solicita frecuentemente que les lleven la imagen para sentirse “más cerquita de su terruño”, apunta Flores Ángel.12
Esto no sucede en Tepatitlán, a pesar de que en Estados Unidos existe una sólida y numerosa colonia de migrantes que se calcula en dos mil o tres mil personas, según el investigador de la Universidad de Guadalajara, Agustín Hernández Ceja, autor del libro “Regreso a la tierra soñada”. 13
Hernández Ceja afirma que el tepatitlense tiene arraigada la cultura de la migración desde principios del siglo XX, relata. Debido a que las tierras rojas de la región no sirven para sembrar y los sueldos son bajos, en Estados Unidos la gente de esta zona encontró la fórmula del éxito.
Tanto es el arraigo actualmente que aunque tengan buen nivel de vida, la tradición familiar dicta que deben irse a probar suerte. Incluso los jóvenes universitarios aprovechan sus vacaciones para ir a trabajar “al otro lado” y juntar dinero que les sirva para el siguiente semestre, explica el investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades. 14
En la misma ciudad de Tepatitlán, se nota además que la gente tiene más arraigo y más cariño por otras imágenes, excepto por San Tranquilino Ubiarco. Basta ver tan solo la procesión del Señor de la Misericordia, imagen que del 27 al 29 de abril visita las seis parroquias de la ciudad (San Francisco de Asis, La Santa Cruz, La Sagrada Familia, Espíritu Santo, Cristo Rey, María Reyna y Madre de los Campesinos y Nuestra Señora del Carmen), para luego regresar a su santuario el 30 de abril y festejar la conmemoración de su aparición.
Durante estos festejos se reúnen miles de personas para contemplar los carros alegóricos y se paraliza la ciudad. No hay clases en las escuelas, los negocios no abren, las familias “estrenan” cambios de ropa y zapatos y los migrantes regresan a visitar a sus seres queridos y emocionan a las muchachas en sus camionetas del año. Durante esa época se realizan además las fiestas profanas de la ciudad, con Palenque de Gallos, juegos mecánicos y otras actividad non sanctas. Nada de esto sucede, ni por asomo, durante el 5 de octubre en que se recuerda a San Tranqulino Ubiarco.
La fe en el Señor de la Misericordia data de el siglo XIX, pues la tradición piadosa relata que la imagen se apareció el 30 de abril de 1839, cuando un humilde campesino, Pedro Medina, encontró la imagen en el Cerro Gordo, cercano al pueblo.
Entre el bosque, vio un árbol que brillaba intensamente como un horno de carbón y al acercarse notó que el tronco esbozaba una figura de un Cristo, por eso se lo llevó a su casa. Un forastero que llegó sorpresivamente días después se ofreció a pulir la imagen, pues se dedicaba a la restauración de santos. Una vez que terminó el trabajo desapareció misteriosamente sin pedir pago por sus servicios. La tradición piadosa de las mujeres del pueblo versa en el sentido de que el escultor era un ángel enviado por Dios.
La fama del Señor de la Misericordia se extendió por toda la comarca y los milagros comenzaron a suscitarse frecuentemente. En el Santuario de esta imagen, por la calle Hidalgo, en Tepatitlán, las paredes están tapizadas de “retablos”. Así le llama la gente a cuadros en los que los fieles dan testimonio de algún milagro. Muchos de estos son verdaderas obras de arte.
Otro caso, en Tepatitlán, que reúne más fieles que San Tranquilino Ubiarco es el del Beato Anacleto González Flores. Cada 20 de noviembre, en que se recuerda la beatificación de este laico, se realiza una misa multitudinaria en el Centro de la Ciudad, al que acuden miles de fieles. Aunque no participó con arma en mano, el abogado González Flores, nacido en Tepatitlán, fue un ilustre ideólogo de l movimiento Cristero y también fue martirizado por el gobierno federal en Guadalajara, el 1 de abril de 1927. La principal avenida de Tepatitlán lleva su nombre.
Mientras Tepatitlán cuenta con 126,625 habitantes, Jalostotitlán tiene apenas 28 462, 15 pero a pesar de ello, es este segundo poblado el que ya cuenta con uno de los más importantes enclaves religiosos de México.
Aparentemente, esta sería la comparación más justa entre dos figuras religiosas, pues ambos, Tranquilino y Toribio, perecieron en el mismo conflicto cristero y fueron canonizados el 21 de mayo de 2000, los dos tienen su sede en ciudades medias y en la misma región alteña. Pero la fama de Toribio Romo se ha desatado como reguero de pólvora, y Tranquilino Ubiarco sigue debatiéndose entre la devoción y el olvido.
De acuerdo al investigador del Centro Universitario de Los Altos de la Universidad de Guadalajara, Rogelio Martínez Cárdenas, de los 11 templos más visitados del país, Jalisco ostenta cinco: la Virgen de San Juan de los Lagos, la Virgen de Zapopan, la Virgen de Talpa y la Iglesia de la Luz del Mundo –no católica- y el templo de Santo Toribio Romo. 16
Desde que fue canonizado por Juan Pablo II en mayo del 2000, “El padre Toribio” se ha convertido en la imagen de moda y su fama se ha extendido a varios Estados de la República ya la Unión Americana. A su capilla, instalada en la ranchería de Santa Ana de Guadalupe, de apenas 300 habitantes, en el municipio de Jalostotitlán, llegan diariamente miles de personas a rendirle culto. Esta pequeña capilla construida por él mismo santo, está ubicada en el Cerrito de la Mesita, y ahí cantó su primera misa Toribio Romo, el 5 de enero de 1923.
Más de 600 mil fieles hacen lo posible cada año para llegar al pequeño santuario dedicado al cristero Toribio Romo, asesinado por tropas federales el 23 de febrero de 1928, en Jalostotitán. El sacerdote rector del templo, Gabriel González Pérez, asegura que los domingos, el día de mayor afluencia, se llegan a tener entre 10 o 12 mil visitantes.17
A la imagen del padre Toribio la visitan también figuras del espectáculo como la actriz Jacqueline Bracamontes, y el cantante Lupillo Rivera, y también personajes del ámbito deportivo, como el futboloista “Chava” Carmona. Los entrenadores Javier Aguirre, Enrique “El Ojitos” Meza, y hasta Ricardo Lavolpe llegaron a estar en el templo. 18
Ahí, en el 2001 se pavimentó la “Calzada de los Mártires” donde los turistas pueden apreciar los bustos de los 24 cristeros que fueron canonizados junto a Toribio Romo en la ceremonia del 21 de mayo del 2000. Además, alrededor del complejo turístico, florecen restaurantes, y negocios donde se expenden “souvenirs”, alusivos al santo, sin faltar los vendedores ambulantes. Se organizan excursiones en camiones a este destino. Y a pesar de que no hay estadísticas oficiales, se calcula que la derrama económica anual ronda los 50 millones de pesos.19
Como la capilla es tan pequeña para recibir a tantos visitantes, actualmente se construye un nuevo templo que tendrá capacidad para mil personas sentadas y una explanada para dos mil. Tendrá una arquitectura modernista en la que trabajará Gabriel Chávez de la Mora quien diseñó la Basílica de Guadalupe, según informó al autor el mismo sacerdote Gabriel González.
Al comentarle al sacerdote Muñoz Porras el hecho de que en Santa Ana Guadalupe se vive bonanza económica por el éxito de Santo Toribio, mientras que en Tepatitlán el padre Tranqulino Ubiarco es ignorado por la feligresía, el párroco no comparte este punto de vista.
“Yo creo que no hay comparación. Cada santo tiene sus fieles y ambos son muy milagrosos, además de que los dos conviven ahora en el cielo y son igual de valiosos para Dios y para los hombres. No me gusta que vean el asunto como una competencia o negocio porque no es así. Esto no es de ganar dinero es un asunto espiritual y simplemente cada uno tiene sus devotos que lo visitan y le piden favores”20
Y agrega: “No es una competencia. Ni tampoco es un mercado. Acá hay que tener otros parámetros. La devoción es algo que crece en la medida que se va conociendo la vida y obra de un santo y poco a poco la gente va teniendo simpatía y devoción y naturalmente que esa devoción lo llevará a muchas cosas, a visitar el santuario, a visitar el árbol donde fue sacrificado. No es una carrera, ni es a ver quien vende más o a ver quien trae más gente”.21
-- ¿Es cierto que no es competencia, pero hay quienes creen que se puede aprovechar para traer beneficios en creación de empleos?- preguntó el reportero
--“Eso es adicional, aquí lo importante es que con templo o sin templo se difunda la devoción a San Tranquilino, y a medida que crezca la misma gente va realizando ciertos actos de culto. Ahorita lo más sencillo es ir a visitar el árbol, a donde asiste mucha gente. Todo se acrecenta poco a poco, pero no para arriba o para abajo. Además… ¿Para arriba o para abajo en que criterios? Los criterios no pueden ser solamente la belleza del templo, no puede ser solamente la afluencia de gente, ni solamente la recaudación de recursos. Esos no son los parámetros para medir la santidad. Los parámetros son en la medida en que la gente va teniendo confianza para poder tener a San Tranquilino como intercesor ante Dios Nuestro Señor”.
Factores que diferencian a Tranquilino y Toribio
Entre los factores que han hecho que ambas imágenes (la de Santo Toribio y la de San Tranquilino) vivan situaciones opuestas, hay uno principal: el padre Romo ha sido identificado como patrono de los migrantes y el padre Ubiarco no ha sido adoptado todavía por algún sector social que lo tome como padrino.
Es una costumbre de los fieles, que cada sector social o incluso profesional, adopte a un santo como su patrono. Es así como los músicos, buscan la protección de Santa Cecilia; los abogados de Santo Tomás Moro, los actores, a San Juan Bosco; los agentes aduanales a San Mateo; los campesinos a San Isidro Labrador; los albañiles a La Santa Cruz, los carpinteros a San José, los carteros a San Gabriel Arcángel; los periodistas a San Francisco de Sales, las solteras a San Antonio, o quienes quieren que se les cumplan gracias imposibles, se encomiendan a San Judas Tadeo.
Santo Toribio comenzó a ser popular en varias entidades de la República, a raíz de los testimonios de los migrantes, que aseguran haber sido auxiliados por él. Historias de cómo el santo ha ayudado a los “mojados” a pasar al “otro lado” circulan incluso en internet. En todas el “mojado” auxiliado tiene nombres distintos y se dice que son de Estados tradicionalmente expulsores de migrantes, como Michoacán, Nayarit, Zacatecas y Jalisco. Por eso se le conoce como “El Santo Pollero”.
Estos relatos se transmitieron primero de “boca en boca”, y alimentaron la popularidad del jalostotitlense. Tomando en cuenta que en casi cada hogar alteño hay un migrante, esto explica la tremenda popularidad de Santo Toribio, señalan especialistas.
Así mismo, también se le identifica a Romo como patrono de los futbolistas y las mujeres estériles que milagrosamente quedan embarazadas. Así se refleja en el santuario, donde hay ofrendas de equipos campeones de futbol, y la visita de populares técnicos o jugadores. Y las mujeres que logran concebir dejan un recuerdo, como baberitos, o ropita de su bebé en agradecimiento.
Tomando en cuenta que el futbol es un deporte altamente popular en México y que todas las mujeres sueñan en tener un niño algún día, el “segmento de mercado”, al que va dirigido Santo Toribio le garantiza mucho éxito. Espero no moleste a muchos hablar con términos mercadológicos, pero eso es también una realidad.
Sin embargo, este autor también considera que la popularidad de Santo Toribio también puede deberse a motivos más simples y terrenales, como su aspecto físico o factor netamente raciales. Mientras que el padre Toribio Romo es de tez blanca y ojos de color claro, más parecido a la gente alteña y más agradable para la vista femenina; el padre Ubiarco es de rasgos toscos, y de piel morena, lo cual no agrada a la conservadora sociedad alteña. Es decir, su apariencia no encaja con el estereotipo regional ni con la tristemente arraigada tradición discriminatoria de la zona.
Muchos aún tienen la creencia en estas tierras de que son descendientes de un batallón francés que se perdió en la zona Esta hipótesis es falsa, de acuerdo a lo que el investigador de la U de G, Alfonso Reynoso Rábago confió al autor en una charla.
Y aunque el padre Tranquilino Ubiarco también cuenta con muchos milagros realizados, éstos no se han difundido. En cambio que las hazañas del padre Toribio si han sido promocionadas incluso mercadológicamente y basta teclear en Internet para encontrarlos fácilmente.
Por otro lado, Tranquilino está “chapado a la antigua”, es algo así como un santo clásico. Aquel que abnegado incluso aceptó el martirio. Se apegó estrictamente a la fe católica desde el inicio hasta al fin de sus días y en medio de la tormenta.
Sin juzgar si eso es positivo o negativo, es una realidad que el mundo de las imágenes religiosas ha evolucionado. Por ejemplo, ahora la gente está volteando a los santos populares o marginales, que de alguna manera retan al status quo por lo que son más atractivos para las nuevas generaciones.
Algunos de estos ejemplos:
Santa Muerte.- Polémica figura esquelética asociada primero con gente que anda en malos pasos pero hoy popularizada y seguida no solo por las clases humildes, sino por políticos, deportistas y artistas. Su auge es polémico, pues supuestamente la muerte es enemiga de Jesucristo, a la que el mesías venció al resucitar en el tercer día.
Jesús Malverde-. Bandido buscado en tiempos de Porfirio Díaz quien al ser herido de muerte por soldados prefirió entregarse con la condición de que uno de sus amigos repartiera la recompensa entre los pobres. Es desaprobado por la Iglesia Católica.
Niño Fidencio.- Curandero que realizó sus milagros en Espinazo, Nuevo León. Nunca aprobado por la iglesia, pero famoso por sanar a enfermos desahuciados, incluyendo al General Calles. Ahora incluso sus seguidores formaron su propia iglesia.
Y hay otros ejemplos, como la Santa de Caborca, San Pancho Villa y en el extranjero San La Muerte, en Paraguay o el Gauchito Gil, Lázaro Blanco y La Difunta Correa, de Argentina.
En entrevista con el autor, el maestro Jesús Arturo Navarro Ramos, académico del Centro de Formación Humana del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), sociólogo, con estudios en teología, fe y cultura explica que muchos de estos santos no solo otorgan favores, sino que dan “permiso” para realizar actos que normalmente no son permitidos por la religión católica, como cometer delitos, vender drogas o prostituirse; así como hacer peticiones políticamente incorrectas, como dañar a un enemigo u obligar a alguien a enamorarse.
“Además de que este tipo de devociones marginales como la de la Santa Muerte son más atractivas porque no implican un cambio de vida ni un arrepentimiento. Tampoco implican seguir a una religión establecida, ni obedecer reglas. Por eso ha ido creciendo la fe en este tipo de imágenes y más en tiempos de violencia en que la gente más pobre se siente desprotegida”22
Al no permitir este tipo de conductas nocivas, Tranquilino Ubiarco se queda, desgraciadamente, rebasado por la realidad mexicana junto a otros santos más tradicionales, como por ejemplo el primer canonizado mexicano, San Felipe de Jesús, misionero martirzado en China el 5 de febrero de 1597.
Es decir, con los tiempos violentos y con la deshumanización de la sociedad, no solo los santos tradicionales quedan rebasados, sino también muchos héroes nacionales que enarbolaban la bandera del bien común. Al enquistarse las conductas antisociales ahora predomina el egoismo y la búsqueda del bien individual por encima de la solidaridad social.
El Padre Toribio en cambio, aunque sí es aprobado por la iglesia tiene ciertos tintes de rebeldía. Para empezar, cobija a aquellos que supuestamente rompen la ley al querer entrar como indocumentados a los Estados Unidos. Así mismo, Romo no aceptó el martirio estoicamente como sí lo hizo el padre Ubiarco.
Según la biografía oficial publicada en el sitio de Internet de santo Toribio, cuando los soldados invadieron la habitación donde se escondía exclamó: “Si soy…pero no me maten”. Eso provocó que fuera asesinado ahí mismo, en su lecho.23
Cualquiera diría que esto no refleja ninguna condición de un ser extraordinario que está dispuesto a sacrificarse. Pero en el subconsciente de la nueva sociedad mexicana se aprueba tácitamente a quien no se sacrifica, sino aquel que da sin quitarse a si mismo. Por eso hay una creencia extendida en el “capo” bueno, el político o el empresario, que no renuncia a sus canonjías, pero da migajas al pueblo para aparentar bondad.
En contrario sentido está el padre Ubiarco. El sí se sacrificó totalmente, e incluso anhelaba el martirio, como se planteó en su biografía. El sí renunció no solo a canonjías sino a si mismo. Y desgraciadamente, pareciera que este tipo de heroísmo ya no es visto con buenos ojos por la actual sociedad mexicana en el que se valora más el “gandallismo” mal entendido como virtud.
Y en el caso de la sociedad alteña, está altamente interesada por el renglón económico. En estas tierras quien no logra tener dinero, es visto como un fracasado. El sacrificio no es una virtud, sino un defecto. Las apariencias son muy importantes y quienes no cumplen con esos parámetros se sienten rezagados en la competencia social.
“Aquí el entorno, la presión de mantener cierto estatus económico es muy marcada”, señala Iumbel Ochoa Sandoval, jefa de servicios médicos de la delegación regional del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, con sede en Tepatitlán, entrevistada para un reportaje sobre una ola de suicidios en Los Altos. En este mismo texto periodístico, otros especialistas coincidieron en que en una sociedad como la alteña, quien se sacrifica por los demás no está bien visto.24
En este contexto, se entiende aún más porqué el Padre Tranquilino ha ido decreciendo en su devoción, a pesar de tener milagros y contar con el reconocimiento oficial de la Iglesia Católica Apostólica y Romana.
Conclusiones
El Turismo religioso se ha convertido en el pilar económico de varias poblaciones en Jalisco, pero a pesar de ello no ha sido aprovechado con proyectos técnicamente viables y políticas de planeación que ayuden a detonar ese potencial. El caso de San Tranqulino Ubiarco, pinta de cuerpo entero esta situación.
Una vez analizados los factores que han provocado que la devoción de San Tranquilino Ubiarco no esté tan extendida como la de otros personajes canonizados al mismo tiempo que él, sigue siendo inexplicable que un poblado no explote totalmente el potencial de su propia figura religiosa.
Muchos pueblos darían lo que fuera por contar con su propio santo. Pero en Tepatitlán la gente lo ha ido olvidando. Ya hemos visto algunos de los factores. Primero la generación que tuvo una fuerte liga emocional con el conflicto cristero ha ido falleciendo y las nuevas generaciones se ven más atraídas por otro tipo de figuras religiosas o devociones de moda. Además del factor racial por las diferencias de rasgos físicos entre Toribio y Tranquilino, está el hecho que el padre Ubiarco no se le haya ligado como patrono a algún sector social o profesional.
Pero a pesar de todo, insisto, sigue siendo inexplicable que Ubiarco, a pesar de tener todo el potencial para crecer, sigue en el olvido. Está ubicado en la ciudad más importante de la región alteña: Tepatitlán, la que más habitantes y recursos económicos tiene. Además, este enclave también tiene alto flujo de migrantes hacia Estados Unidos, como Jalostotitlán. Y al igual que sus pares canonizados en el año 2000, San Tranquilino tiene en su tradición varios milagros, y su martirio fue ejemplar, incluso más que el de Toribio.
A pesar de todo esto, la comunidad católica de Tepatitlán no ha podido ni siquiera finalizar con el templo y a pesar de que está ubicado en la mancha urbana. Los donativos no han sido suficientes y la gente lo visita poco. En contraste, la capilla de Toribio, está en una ranchería, y para llegar ahí hay que recorrer peligrosas curvas, pero nada detiene a los fieles.
Si en otros lugares, como San Juan y Santa Ana de Jalostotitlán, es lamentable que, a pesar del éxito experimentado las autoridades no hayan sabido explotar el potencial turístico y el crecimiento sea caótico y desordenado, en el caso de Tepatitlán es aún más triste, pues ni siquiera se ha prendido la chispa de la devoción.
En Jalisco hay varias poblaciones que pueden aprovecharse para diseñar un itinerario turístico funcional y Tepatitlán debería ser clave en esa proyección.
Peor falta mucho. Para potencializar la devoción a San Tranquilino Ubiarco, lo primero que se debería de hacer es promocionar sus milagros. Inexplicablemente, no existe un lugar donde los turistas puedan conocer los favores concedidos por Dios gracias a la intercesión de este personaje. En cambio, el Señor de la Misericordia si cuenta con un museo de exvotos.
Ese es el primer paso. Crear un museo de milagros del padre Ubiarco. Se sabe por la tradición oral que son muchos. Pero hasta el momento, insisto, falta darlos a conocer.
Luego, hay que promover la devoción de San Tranquilino Ubiarco entre los niños, primero tepatitlenses, para que luego al crecer, esté más difundido el cariño por el “santo moreno”. Luego hay que involucrar a los principales actores sociales para completar el templo que tiene años y años inconcluso.
Y no se necesita ir lejos para encontrar experiencias de éxito. En la colonia de Jardines de la Rivera, ahí mismo en Tepatitlán, los vecinos se organizaron en un Patronato, y gracias a la organización de verbenas populares –conocidas aquí como kermesses- y solicitudes a empresarios se logró levantar en pocos años la parroquia de Cristo Rey.
¿Acaso no sería lógico que con la participación ciudadana se pudiera levantar otro templo dedicado a un santo exclusivo de esta ciudad?
No podemos negar que un enclave religioso produce derrama económica, por los visitantes que pueda atraer y la bonanza que significa para restaurantes, hoteles o comercios y también trae beneficio indirecto en la mejora de infraestructura.
La oportunidad es inmejorable. En Tepatitlán se puede planear un enclave religioso de altura en torno a San Tranquilino, el Señor de la Misericordia y Anacleto González Flores y la arquitectura y obras de arte de la Parroquia de San Francisco. Y lo mejor es que se empezaría prácticamente desde cero para evitar lo que sucede en otros destinos religiosos, donde es notoria la falta de infraestructura, la insalubridad y el hacinamiento, principalmente San Juan de Los Lagos.
Sería atractivo aprovechar lo que se tiene en la región (de Los Altos) para armar un corredor o una ruta religiosa, espiritual y turística, ofreciendo además alternativas para que los peregrinos no sólo lleguen, recen y se retiren, sino que prolonguen su estancia. Dentro de este gran potencial, San Tranquilino Ubiarco jugaría un papel fundamental.
Pero el interés económico no es lo único rescatable. Sino el espiritual. En estos tiempos modernos, es fundamental encontrar figuras que aglutinen a la sociedad en torno a una creencia común para fortalecer los lazos de unión. Si bien, Tepatitlán cuenta con el Señor de la Misericordia, una imagen más, como la de San Tranquilino Ubiarco, bien podría venir a ser un factor adicional de cohesión cultural.
Y sobre todo, el fomentar su ejemplo entre la niñez sería una gran idea en estos tiempos en que nos hemos olvidado de valores como el sacrificio, la solidaridad y el amor al prójimo, esos mismos que enarboló San Tranquilino durante toda su vida y de los que dejo constancia hasta el último suspiro de su existencia.
1 Muñoz Porras J. 2011. Entrevista con el autor. 8 de febrero del 2011.
2 Ríos, J. 2007. “La Toribiomania”, Revista Proceso Jalisco no. 125, pp. 1- 6
3 Página de Internet de la Conferencia del Espiscopado Mexicano. http://www.cem.org.mx/comision/canonizacion/santos/ubiarco_robles.htm 2008
4 Muñoz Porras J. 2011. Entrevista con el autor. 8 de febrero del 2011.
5 . Muñoz, L. 2011 “Avanza el Templo de San Tranquilino Ubiarco”, Periódico La Tribuna de Tepatitlán, num 236. pp.10
6 Ibidem
7 Rios, J. 2007 “El Obispo Quiere su Catedral” Revista Proceso Jalisco, No. 120 pp.12-13
8 Ibidem
9 Cruz. C, 2004, “México, Santuario Turístico”, Revista Fortuna Negocio y Finanzas Versión Digital: http://revistafortuna.com.mx/opciones/archivo/2005/abril/html/turismo/santuario.htm
10 Flores, M. 2007 “Perspectivas económicas del Turismo Religioso”, Third International Congress of Qualitative Inquiry, University of Illinois at Urbana-Champaign, (2 al 5 de Mayo)
11 Ríos, J. 2007, “Santuarios del Caos”, Revista Proceso Jalisco, No. 141 pp. 12 y 13.
12 Flores, M. Op.cit
13 Ríos, J. 2008, “Migrantes Exitosos”, Revista Proceso Jalisco, No. 169. pp. 10
Ibidem
15 INEGI, Op. Cit.
16 Agencias, 2010, “Consideran promoción del turismo espiritual”, El Periódico de Quintana Roo, edición digital http://www.elperiodico.com.mx/noticias/consideran-promocion-del-turismo-espiritual-37765.shtml
17 Ríos, J. 2007. “La Toribiomania”, Revista Proceso Jalisco no. 125, pp. 1- 6
18 Ibidem.
19 Ibidem.
20 Navarro, M. 2008 “No es competencia entre Toribio y Tranquilino”, Periódico La Tribuna de Tepatitlán, num.168 Pag. 11
21 Ibidem.
22 Navarro, A.2011, Entrevista con el autor. 1 de febrero del 2011.
23Página oficial de Santo Toribio Romo
http://www.santotoribioromo.com/biografia.htm 2011
24 Rios, J. 2007, “Derrotas Emocionales”, Revista Proceso Jalisco, no. 139, pp. 1-5
Bibliografía:
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Revisada el 7 de junio de 2008
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Revisada el 28 de diciembre del 2010
Flores, M. 2007 “Perspectivas económicas del Turismo Religioso”, Third International Congress of Qualitative Inquiry, University of Illinois at Urbana-Champaign, (2 al 5 de Mayo)
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Santo Toribio Romo, Página oficial
http://www.santotoribioromo.com/biografia.htm 2011
Revisada el 14 de febrero del 2011
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