David Scott Jervis Jálabe
Julio Mario Orozco Africano
Nelson Alvis Guzmán
juliomario.orozco@gmail.com
Las redes prestadoras de servicios de salud van creciendo de manera desordenada. Los prestadores, tanto públicos como privados van ampliando sus portafolios de servicio de manera intuitiva. La mayoría de las veces no realizan estudios de mercado en los que evalúen la oferta existente de servicios y la demanda potencial de los mismos. De esa forma, en Colombia hemos visto crecer la red hospitalaria con sobre oferta de algunos servicios y carencia de otros. Para poder estructurar de manera adecuada una red prestadora de servicios de salud, es necesario analizar la suficiencia de la capacidad instalada de la red existente, estudiar el comportamiento del consumo de servicios de salud por grupos demográficos de riesgo y dimensionar la red requerida por departamento a partir de un estudio de demanda potencial de servicios. Estos procesos deben ser liderados por las direcciones departamentales de salud, las cuales tienen a su cargo la competencia de ley4 de coordinar la red prestadora de servicios y el sistema de referencia y contra‐referencia. Para lograrlo, la ley5 ha previsto el denominado Plan bienal de inversiones, mediante el cual se planifica para cada dos años los nuevos servicios y tecnologías que deberán implementarse en cada departamento, según su perfil epidemiológico y comportamiento de los indicadores de frecuencia de uso de los servicios. No obstante, estos planes bienales no se han realizado de manera técnica, primero por la carencia de personal capacitado6 en las direcciones departamentales de salud y segundo por la mala calidad de la información que permita levantar indicadores confiables para proyectar la demanda potencial de servicios.