Maximiliano Korstanje
Esta página muestra parte del texto pero sin formato.
Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP
(54 páginas, 185 kb) pulsando aquí
Pues bien, en principio y en forma superficial podemos decir que el concepto de turismo surge del sajón antiguo Torn (Inglaterra). De esta forma, se desprendían los vocablos Torn-us (lo que da vueltas) y Torn-are (dar vueltas). Esa raíz implicaba una partida con regreso, y se utilizó durante el siglo XII en los viajes de descanso que emprendían los campesinos. (Fernandez Fuster, 1967)
A mediados del siglo XVIII los nobles ingleses utilizaban el término Turn para denominar a los viajes que realizaban en búsqueda de educación y cultura. Se creía, por ese entonces, que los nobles (en formación) debían conducir viajes sobre distintos reinos para adquirir conocimientos que le serían útiles a la hora de gobernar. Esa forma de pensar, deriva del concepto de “Grand Tour” francés que pasara a la cultura inglesa a mediados del siglo XVII. Ya a comienzos del siglo XVIII, el término turn se deja de lado para adoptarse tour (también por influencia francesa).
En sajón, los sustantivos de origen del verbo son denominados con el sufijo –er (writ-er, Speak-er, etc). Se presupone que aquel, el cual en el siglo XII, se desplazaba para luego volver a su punto de partida fuera llamado Torn-er. Siglos más tarde, durante la era de la burguesía (preferentemente entre el siglo XVIII y XIX) se sustituye el término er por el latín iste y griego isme, para luego en el siglo XX alcanzar la denominación de tour-ist (e) y la actividad que de su acción deriva bajo Tour-ism.
En castellano, ambos adquieren la denominación de Turismo y Turista en el mismo siglo; esta es la consideración de la escuela latina (Jiménez Guzmán, 1986:32) (Fernandez Fuster, 1978) (Boyer, 1982)
Pero no todos los investigadores piensan lo mismo, por ejemplo para la escuela semítica, cuyo exponente máximo es Arthur Houlot (1961), el término turismo no deriva de la lengua latina sino del arameo antiguo. Según este autor, en este idioma se utilizaba el término Tur para los viajes, la exploración y el traslado de personas. Este vocablo se utiliza por primera vez, cuando Moisés inicia la expedición a las tierras de Canaán. A diferencia, de Fernandez Fuster, Houlot piensa que el término Tur (de alguna u otra manera) se posicionó en las lenguas europeas latinas y sajonas de la misma forma.
No obstante, otra corriente (la escuela onomástica – inglesa) considera que el origen del concepto turismo no se encuentra en una raíz lingüística sino que está vinculado a un apellido de la aristocracia francesa – De la Tour. La prueba empírica a esta hipótesis se encuentra cuando Carlos V en 1516 firma un tratado de relaciones con Inglaterra. Al celebrar dicho convenio, el rey le entrega la exclusividad del transporte comercial a una familia aristócrata llamada De la Tour. De esta manera, Neil Leiper sostiene que esta familia organizó los primeros viajes de comerciantes ingleses al continente, hecho que marcó el principio del turismo como actividad orientada al desplazamiento comercial. (Jiménez Guzmán, 1986) (Leiper, 1983).
Si en sí mismo, parece polémico el origen de la palabra tour, se torna más confuso cuando se intenta buscar el origen del vocablo viaje. En inglés el término travel, deriva del inglés medio travailen (del verbo to toil), el cual proviene del francés travailler. Sin embargo, éste no parece ser el único sentido en que los anglo-sajones daban a lo que los latinos llamaron viaje. Journey, el otro término, proviene del francés antiguo jornee, el cual (a su vez) viene del latín vulgar diurnata (diurnum). Entonces, aquel que viajaba alcanzaba el término jour-ney-er (viajero).
En italiano, similar por su parentesco con el español, el término viaje se traduce como viaggio, el cual deriva directamente de la palabra francesa viatge, que tiene su origen en el francés antiguo veiage (actual voyage). El camino termina (finalmente) en el término latino viaticum (contigo en el viaje). Así, vía que significa camino se anexa a contigo pasa a formar la idea de provisiones para el viaje, o viático.
Tras esta breve exposición podemos afirmar que existen en el estudio etimológico del vocablo tres escuelas clásicas. Pero hasta el momento, ninguna de las tres ha podido unir sus diferencias y siguen siendo debatidas en los principales centros de investigación académica del turismo.
Es común, pensar que los antiguos viajeros y expedicionarios son los precursores del turismo tal como hoy lo conocemos. Si bien esto, en parte, puede sonar verosímil es (sin lugar) a dudas falso.