Alexander Alban Alencar
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Si hay algo a lo que más temen las personas, exceptuando la muerte, es el miedo a hablar en público. Si, parece sorprendente pero encuestas científicas, realizadas por instituciones de prestigio, demuestran que un gran porcentaje de personas -de todo nivel socio-económico- experimentan un acusado miedo, algunas veces patológico, ante la acción de exponer sus ideas y pensamientos a través de un simple discurso en público. Muchos prefieren declararse “enfermos”, “indispuestos” o “de viaje” antes que enfrentar esta situación peliaguda.
Pensamos que dichas encuestas reflejan la verdad. Es más, confirmamos sus conclusiones pues, a través de los años que tenemos abocados a la enseñanza de la oratoria, hemos sido testigos de como cientos de personas deseosas de participar en nuestros cursos lo hacían bajo ciertas condiciones. _“Profesor, yo me matriculo pero... no me vaya a sacar al frente”. Felizmente en nuestros cursos nunca obligamos a nadie a “salir al frente”. Tenemos un método infalible que se inicia creando confianza y seguridad en el participante, luego, él sale solo sin que nadie lo presione.