Grandes Economistas
A - B - C - D - E- F - G - H - I-J-K - L - M - N-O - P - Q - R - S - T-U - V-W - X-Y-Z

Luis Olariaga Pujana (1885-1976)

ver aqu� otros Grandes Economistas

El economista pol�tico Luis Olariaga naci� en Vitoria el 21 de marzo de 1885 y muri�, ya nonagenario, en Madrid, el 3 de agosto de 1976.

Olariaga, hijo de la peque�a burgues�a alavesa, se emple� muy joven en la Banca de su ciudad. Apenas cumplidos los veinte a�os march� a Londres para trabajar en el Cr�dit Lyonnais. Sus inquietudes intelectuales le llevaron hasta Ramiro de Maeztu, corresponsal por esa �poca de diversos peri�dicos espa�oles y argentinos. �ste le introdujo en el sugestivo mundo del socialismo anglosaj�n neosecular y le present� a Jos� Ortega y Gasset, quien, cumpliendo con su alto magisterio nacional, le anim� a seguir estudios universitarios.

Olariaga se inclin� por una Licenciatura jur�dica, cursada irregularmente en varias universidades espa�olas desde 1909. Alz�ndose sobre su experiencia comercial y bancaria empez� a cultivar con gran seriedad la Econom�a Pol�tica. Habilitado con una pensi�n de la Junta para Ampliaci�n de Estudios viaj� a Berl�n; all� estudi� durante dos a�os con Max Sering, Adolf Wagner y Franz Oppenheimer. Al empezar la Gran guerra regres� a Espa�a y se licenci� por la Facultad de Derecho de Oviedo (1914). Su incorporaci�n a la vida intelectual nacional fue casi inmediata, pues trab� contacto con el Seminario de Econom�a Pol�tica de Flores de Lemus, se doctor� en Derecho por la Universidad Central con una tesis titulada En torno al problema agrario (1916) y, al a�o siguiente, obtuvo la c�tedra de Pol�tica social y legislaci�n comparada del trabajo en unas oposiciones muy re�idas.

Ortega, cabeza de una generaci�n que fi� sus mejores esperanzas en la misi�n de los universitarios, vio en Olariaga al candidato id�neo para traer a Espa�a la ciencia econ�mica, tan necesaria para poner en orden a la naci�n. A la realizaci�n de esta empresa coadyuvaron su vasta obra period�stica -buena parte de ella divulgada desde las p�ginas de El Sol-, su vocaci�n universitaria y tambi�n, de manera muy principal, el asesoramiento t�cnico dispensado a diversos organismos estatales. Olariaga da pues el perfil de los nuevos facultativos europeos de la pol�tica, cuyas funciones, al menos desde 1919, han venido desempe�ando de consuno los juristas y los economistas pol�ticos. En esta �ltima faceta, adem�s de su pertenencia a la Asamblea Nacional constituyente de 1929, se sucedieron sus responsabilidades en el Consejo Superior de Ferrocarriles y en la Comisi�n de Ordenaci�n Ferroviaria del Ministerio de Obras P�blicas, al servicio del Directorio de Primo de Rivera, la II Rep�blica y la Junta T�cnica del Estado. Bajo el ministerio de Jos� Calvo Sotelo, fue nombrado en 1928 Secretario del Comit� Interventor de los Cambios. Jos� Larraz L�pez, por su parte, le llev� al Comit� Central de la Banca Espa�ola como asesor t�cnico, convirti�ndose m�s tarde en Director del Consejo Superior Bancario.

Operaron en su pensamiento dos constantes: la pol�tica monetaria y la pol�tica social. A la primera dedic� trabajos tan importantes como La pol�tica monetaria de Espa�a (1932), su obra inacabada Teor�a del dinero, de la que lleg� a redactar dos tomos, El dinero (1946) y Organizaci�n monetaria y bancaria (1954), y numerosos art�culos sobre la reorganizaci�n monetaria internacional de la posguerra publicados en la revista Moneda y Cr�dito. A la segunda, que cultiv� siempre como jurista y economista hondamente preocupado por el �drama social�, dedic� su discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias Morales y Pol�ticas, La orientaci�n de la pol�tica social (1950), y su profundo estudio titulado La sociedad a la deriva (1971). No pueden desde�arse pues sus ense�anzas sociales, determinantes en �ltimo an�lisis del pensamiento de Jos� Antonio Primo de Rivera, disc�pulo de sus cursos de doctorado. Sus convicciones liberales le impidieron caer en los t�picos socialistas y colectivistas de la Nueva Escuela hist�rica alemana o en el vago agrarismo de Henry George, que goz� de amplia recepci�n en Espa�a gracias a su compatibilidad sentimental con el regeneracionismo. Aunque admiraba a Keynes, a quien trat� en varias ocasiones, el keynesianismo le parec�a una �moderna antigualla� refutada �nada menos que [desde] los tiempos mercantilistas�. Fue esa actitud suya, independiente y cr�tica, pero tambi�n �tica, la que le enfrent� al nacionalismo econ�mico de Francesc Camb� y le convirti�, m�s tarde, en partidario del Plan de estabilizaci�n de 1959.

Texto elaborado por Jer�nimo Molina Cano para el Diccionario cr�tico de juristas espa�oles, portugueses y latinoamericanos, vol. II, tomo 1� (2006), pp. 206-207, n� 669, que ha sido modificada para esta versi�n de Grandes Economistas.


OBRAS


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Economistas Diccionarios Presentaciones multimedia y vídeos Manual Economía
Biblioteca Virtual
Libros Gratis Tesis Doctorales Textos de autores clásicos y grandes economistas
Revistas
Contribuciones a la Economía, Revista Académica Virtual
Contribuciones a las Ciencias Sociales
Observatorio de la Economía Latinoamericana
Revista Caribeña de las Ciencias Sociales
Revista Atlante. Cuadernos de Educación
Otras revistas

Servicios
Publicar sus textos Tienda virtual del grupo Eumednet Congresos Académicos - Inscripción - Solicitar Actas - Organizar un Simposio Crear una revista Novedades - Suscribirse al Boletín de Novedades