LEMA: "Ya que tanto se arremete sin cesar contra las hipótesis, hora sería de intentar adentrarse en la Historia, prescindiendo de ellas".
FED. SCHLEGEL, Athen. I, 2.
Un estudio histórico científico puede arrancar de la población de un país y seguir las oscilaciones que determinan el aumento de ella y el crecimiento de las necesidades en punto a la organización económica. Pero como sea que las diversas economías particulares se articulan y conjugan entre sí por el tráfico y que la posición que en él adoptan, así como la que la economía de cada región sostiene con respecto al extranjero, son otros tantos factores decisivos para la propia estructuración del orden económico, resulta que puede partirse también de los hechos del intercambio universal y de su organización. Lógicamente, el primer método será más indicado para la historia primitiva de un pueblo, siéndolo el segundo para las épocas más modernas de él. La Economía alemana, independiente y orientadora en ciertos aspectos, no puede comprenderse, sin embargo, más que como una parte del desenvolvimiento europeo. Debido a haber perdido Alemania, en el siglo XVI, el lugar hegemónico que había mantenido hasta entonces en la vida del tráfico, la vemos renacer bajo múltiple dependencia de las potencias directrices de la economía del intercambio. Las posibilidades de la organización no fueron impuestas solamente desde el exterior, sino que también tuvieron origen extraño las orientaciones volitivas e ideológicas de los dirigentes modernos de la Economía. Por eso la Historia de la Economía moderna debe arrancar del desenvolvimiento de los pueblos bajo la égida del comercio.
1.1 La posición del mercantilismo en el proceso económico