François Simiand (1873-1935)
Economista, historiador y sociólogo francés, es de los pocos economistas de su época que concibe su programa de investigación en el marco de una ciencia social unificada, negando a la Economía una existencia autónoma frente de las otras ciencias sociales.
La Economía es considerada por Simiand como una categoría de fenómeno social, igual a otras categorías y que debe ser estudiada en el mismo marco de análisis. Como historiador de la Economía, pertenece a la Escuela de Annales y aplica tempranamente métodos cuantitativos y fuentes estadísticas a la Historia. Es militante socialista de ideología social-reformista, interesándose por la evolución a largo plazo de los salarios, el dinero y los ciclos económicos.
Nacido el 18 de abril de 1873 en Gières, estudia en la Facultad de Derecho y en la Escuela Normal Superior de Paris. Es profesor de la Escuela de Artes y Oficios y encargado de la asignatura de Historia de las Doctrinas y de los Hechos Económicos en la Escuela Practica de Estudios Superiores. Desempeña también cargos administrativos y políticos: durante la primera guerra mundial trabaja en el Ministerio de Armamentos ( 1915-1917) y pasa después a ser Director de Trabajo, Legislación y Seguros Sociales de la Comisaría General de Estrasburgo ( 1919-1920 ). Perteneció a la Sociedad de Estadística Laboral de Paris, de la que fue Presidente, a la Comisión Francesa de Filosofía, a la Comisión Francesa de Historia Moderna y a la Comisión para la Publicación de los Documentos Económicos de la Revolución Francesa .
Obras
Francois Simiand, sociólogo inteligente, miembro del grupo liderado por Emile Durkheim y crítico agudo de la historiografía francesa de su época,17 ha concentrado sus esfuerzos de investigación en el área de estudios de lo que él mismo ha llamado la “sociología económica”. Así, más que intentar hacer historia económica propiamente dicha, Simiand pretende estudiar ciertos fenómenos económicos, tales como los movimientos del salario, los movimientos de precios o las fluctuaciones de la moneda, en un análisis que lo lleva hacia la consideración del comportamiento de estos movimientos en el pasado. Entonces, en un esfuerzo conscientemente declarado de aplicar en este terreno de las ciencias económico- sociales “los métodos que en las ciencias naturales han demostrado ya ser tan útiles”, Simiand pretende elaborar una “teoría experimental”, de por ejemplo, la evolución del salario en Francia en los siglos XVIII y XIX, teoría experimental que intenta superar a un tiempo a las teorías puramente abstractas y a las simples descripciones o recopilaciones empíricas sobre este problema.
Al buscar así, en el proceso de evolución de las series económicas del hecho investigado, la explicación real de las causalidades del mecanismo económico en cuestión, Simiand cree descubrir que las fluctuaciones registradas en el comportamiento de los salarios, a lo largo de los años, se deben al paralelo y muy similar movimiento fluctuante de los precios, el que a su vez debería explicarse, en la interpretación de este autor, por las variaciones de las medias monetarias, vinculadas directamente a las cantidades o stocks monetarios disponibles (donde entonces, hechos como por ejemplo el descubrimiento de las minas de California, resultan hechos decisivos, por la vía del encadenamiento arriba expuesto, en la explicación de las fluctuaciones del salario). Pero a su vez, y para completar el esquema manejado por Simiand, ese movimiento de las medias monetarias se originaría en los comportamientos específicos del homo economicus real, cuyas expectativas frente a las posibles representaciones monetarias de los bienes y servicios, serían a fin de cuentas, siempre según nuestro autor, un hecho de psicología social.18
Hablando entonces de su propia hipótesis como de una teoría de “monetarismo social”, apoyada en las fluctuaciones que provocan las expectativas del homo economicus, Simiand reconduce su análisis del salario y de los precios hacia el fenómeno de los comportamientos psicológicos colectivos, lo que en su opinión lo lleva de lleno al terreno de la sociología, aquí derivada en su vertiente de sociología económica.
Lo que sin embargo no impide en nuestra opinión, que las obras de Francois Simiand representen una verdadera contribución importante al campo de la historia económica francesa, especialmente al área de historia de los precios, de los salarios y de los beneficios, en la medida en que han planteado la necesidad e ilustrado la utilidad de la construcción de series económicas, como apoyos concretos e instrumentos analíticos pertinentes de la construcción de esa misma historiografía económica. Además, y trascendiendo en este sentido a los autores del siglo XIX, que habían solamente recopilado y construido sus clásicas historias de los precios (como en el caso de D’Avenel, Tooke, etcétera), Simiand intenta en cambio resituar estas series económicas dentro de una perspectiva de historia global, única que en su opinión les otorga su verdadero sentido. Beneficiándose también del uso y aplicación del método comparativo, tan extendido entre los miembros de ese núcleo durkheimiano al que él pertenece, e intentando siempre arribar a esquemas interpretativos de los procesos que analiza, nuestro autor se esfuerza igualmente, de manera permanente, por atenerse estrictamente a su novedoso método “teórico-experimental”.19 Con lo cual, y a partir de todos estos elementos presentes dentro de sus trabajos, Francois Simiand se convierte en una especie de precursor de la moderna historia económica cuantitativa francesa, que tanto habrá de desarrollarse más adelante.
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17 Cfr. por ejemplo su artículo “Méthode historique et sciences sociales” [Simiand, 1960], que a decir de los propios dirigentes de Annales, ha influido de modo importante en su proyecto crítico específico.
18 Resumimos aquí el argumento expuesto por el propio Simiand, en su “Avant-propos” de su obra Le Salaire, l’évolution sociale et la monnaie, t.I. [Ed. 1932] Para un buen resumen de los aportes de Simiand véase el texto de Georges Lefebvre [Ed. 1937]. Véase también el comentario de Marc Bloch a esta obra sobre el salario, en su artículo “Le salaire et les fluctuations économiques à longue période” [1983a: 890-914].
19 El propio Simiand marca, por lo demás, los puntos de encuentro y las diferencias entre su método de investigación, y los desarrollos y métodos de la historia económica (ver [Ed. 1932: 563-568). Sobre la visión de los Annales en torno a Simiand, véase, además del artículo citado de Marc Bloch, el artículo de Lucien Febvre [1962a].