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[I]. Palentino de origen (4.V.1887), muy vinculado a Sevilla durante toda su vida. Hijo del abogado Manuel Carande Galán, natural de Carrión de los Condes (Palencia), y de la extremeña Ascensión Thobar Uribe. Llevó a cabo estudios de segunda enseñanza en Carrión de los Condes, Reinosa, Santander y París, en esta última ciudad con los marianistas. Superó el examen de grado de bachiller en el Instituto de Santander el 3.VII.1902 e hizo la carrera de Derecho en Madrid, entre los cursos 1903-1904 y 1907-1908. En el grado de Licenciado alcanzó Sobresaliente el 26.VI.1908. Doctor en Derecho por la Universidad Central con una tesis que tituló Notas para un estudio sobre el trabajo, defendida el 27.VI.1910, en la que obtuvo Sobresaliente y que publicaría más adelante (1916) bajo el título de Notas para un estudio de la naturaleza económica del trabajo. Amplió su formación en Múnich, Viena y Berlín, con Gustav Schmoller y Werner Sombart (1863-1941) [importantes para comprender la obra de Carande posterior a 1939 resultan los tres vols. de Sombart, Der moderne Kapitalismus. Historisch systematische Darstellung des Gesamten europäischen Wirtschaftslebens von seinen Anfängen bis zur Genewart, que se publicaron en Múnich y Leipzig en 1928], siendo tutelado desde España por Eduardo de Hinojosa, Antonio Flores de Lemus y Francisco Giner de los Ríos. Catedrático de Economía Política y Hacienda Pública de las Universidades de Murcia (nombrado el 28.XI.1916, tomó posesión el 15.XII.1916), donde fue Decano, y por permuta de Sevilla (3.X.1918), donde llegó a ser Rector durante la Dictablanda, cesando el 30.III.1931.
[II]. En 1920 se orientó en sus investigaciones hacia la Historia económica por iniciativa del propio Flores de Lemus. Se trasladó a ampliar estudios a la Universidad de Friburgo de Brisgovia, para recibir orientación y formación de Heinrich Finke, decantándose hacia el medievalismo para pasar -a partir de 1940- a dedicarse al siglo XVI. Hay que mirar con muchísima cautela algunas pocas (para bien de la ciencia, escasas) páginas que F. Tomás Valiente dedicó a Carande en una "Evocación" [AHDE, LVII (1987), pp. 1099-1103] luego republicada en sus Obras Completas, líneas que están llenas de errores geográficos y con fechas puestas fuera de lugar. Escribe Valiente: "Entre 1921 y 1923 volvió [Carande] a las aulas alemanas. Allí, especialmente en Friburgo, fue discípulo de Schmoller..., de Sombart, de Finke, y sobre todo de [Georg] von Below". Schmoller y Sombart fueron profesores en Berlín, no en Friburgo y al primero resulta difícil que lo tratara entre 1921 y 1923 en Friburgo, cuando había sido profesor en Halle, Estrasburgo y Berlín, donde se jubiló en 1913, falleciendo en 1917. Werner Sombart (1863-1941) era catedrático de Berlín desde 1917. No contento con eso F. Tomás Valiente precisa que Carande "en 1916 gana la cátedra de economía y Hacienda en Sevilla", cuando en realidad la que ganó por oposición en esa fecha fue la plaza de Murcia. No vamos a entrar en las patéticas reflexiones que hace Valiente sobre la historia de las instituciones económicas. Prosigamos con Carande, olvidándonos de Tomás. Nombrado Consejero permanente de Estado (23.IV.1931), estuvo a punto de acceder al cargo de Ministro de Comunicaciones, a propuesta de M. Azaña, en 1932, pero tuvo el obstáculo final del Partido Republicano Radical Socialista. Cesó como consejero de Estado el 10.XI.1932. Impartió durante la República (al menos desde 1933) la asignatura de Historia de la Economía hasta los comienzos de la Edad Moderna en la Facultad de Derecho de la Universidad de Madrid, en los denominados Cursos especiales de Estudios Económicos y Administrativos. A tales efectos fue nombrado por una O. de 7.XII.1933, a propuesta de dicha Facultad de Leyes elevada al Ministerio. Por una O. de 5.X.1935 se le concedió la excedencia voluntaria. De hecho la cátedra de Economía Política y Hacienda Pública de la Universidad de Sevilla se sacó a concurso de traslado, aunque una O. de 10.I.1936 declaró que la misma quedara desierta.
[III]. Carande es uno de los fundadores del AHDE, en el que colaboró en sus primeros tiempos. Sus primeras publicaciones de entidad fueron la traducción de Los principios filosóficos de la historia del derecho (1909) de Pierre de Tourtoulon (1867-1932) y de Los fundamentos teóricos del marxismo (1914) de Mikhail Ivanovitch de Tougan-Baranouskii. Su obra Carlos V y sus banqueros en tres volúmenes es ejemplar y cuenta con varias ediciones. Muy meritoria y aguda la necrológica que escribió en 1927 de G. von Below, como merecen ser destacadas sus semblanzas y recuerdos de Francisco Giner de los Ríos (1965 y 1977), Antonio Flores de Lemus (1976), Agustín Viñuales (1960) y Henri Lapeyre (1984). Otras publicaciones son The Bank of England cumple 252 años (1946), La hacienda real de Castilla (1949), Larguezas de las Cortes (1518-1555) (1947), El crédito de Castilla y el precio de la política imperial (1949) y Gobernantes y gobernados en la Hacienda de Castilla (1951). Autor también de La encrucijada mercantilista (1943), Sevilla, fortaleza y mercado (1927), El Obispo, el Concejo y los Regidores de Palencia (1932), La economía y la expansión de España bajo el Gobierno de los Reyes Católicos (1952) y La huella económica de las capitales hispano-musulmanas (1949). Doctor h. c. por las Universidades de Lille (1960), Colonia (1969), Complutense de Madrid (1977), Valladolid (1983) y Salamanca (1984). Académico de la Historia, en la que ingresó en 1949 con un discurso sobre El crédito en Castilla en el precio de la política imperial (1949) y Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales (1985).
[IV]. Es completamente desacertada la supuesta persecución política franquista de la que se le hace víctima (no entramos en la consideración de si fue o no, de lo que J. García Añoveros, denomina "víctima de la arbitrariedad político-administrativa"). En principio, fue separado del servicio universitario e inhabilitado el 24.IX.1937 por ausencia (se encontraba aislado en Madrid), a propuesta de la Comisión de Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estado, a pesar de considerársele "competente y buen profesor, pero tipo clásico de los ’intelectuales’. Mimado por las izquierdas y favorecido con altos cargos por la República. De buena posición económica y en el fondo conservador cien por cien". A la vez se le inhabilitó para ocupar cargos directivos y de confianza. En el Madrid republicano, Carande intentó pasar a la zona nacional, por medio de contactos en París y Haarlem. Hubo de refugiarse temporalmente en la Embajada de México. Sindicalistas de la CNT saquearon su domicilio, destruyendo la casi totalidad de sus materiales de investigación. Fue detenido en agosto de 1937 y poco después liberado, y en diciembre de 1938 la Caja General de Reparaciones procedió frontalmente contra él. Tras la "liberación" de la capital de España, el 15.V.1939 el Jefe del Servicio Nacional de Enseñanza Superior y Media solicitó la revisión de su expediente. Antonio de Santiago, Presidente de la Comisión Superior Dictaminadora de expedientes, a propuesta del civilista Ignacio de Casso Romero, que conocía bien a Carande por ser catedrático en Sevilla, elevó rapidísimamente al Ministro de Educación Nacional escrito de reposición y confirmación de Carande en su cargo con todos los pronunciamientos favorables, el 4.XI.1939, siendo aceptada por Ibáñez Martín tres días más tarde. Fueron sus valedores reconocidos franquistas como Javier Martínez de Bedoya para quien Carande fue la "vivísima repulsa de cuanto tuviese relación con la tónica demo-marxista", Pedro Gamero del Castillo y los historiadores Antonio Ballesteros Beretta (Carande, en la Embajada de México, se expresaba "en tonos exaltados y patrióticos y admirativos del Caudillo y de sus triunfos") y Melchor Fernández Almagro. Por otro lado, el 20.I.1939 el General Jefe de los Ejércitos del Sur declaró exento de responsabilidad a Carande y la Comisión provincial de Incautación de Bienes de Badajoz le reconoció la capacidad para "gestionar libre y directamente sus derechos y obligaciones". Repuesto en su condición de catedrático, no se reincorporó a la docencia hasta el curso 1944-1945. Mientras tanto, trabajó en la Sección de Hacienda del Instituto de Estudios Políticos y en la asesoría técnica del Banco Urquijo. Antes había trabajado como administrador de la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte y fue Consejero de la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos. Carande es el más significado de los historiadores de las instituciones económicas que ha habido en España en el siglo XX. Falleció en Capela el 1.IX.1986 (Manuel J. Peláez)
Este artículo forma parte del
Diccionario crítico de Juristas
españoles, portugueses y latinoamericanos
[de L. A. Séneca a 2005]
Editado por Manuel J. Peláez Albendea