Observatorio de la Economía Latinoamericana

 


Revista académica de economía
con el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas  ISSN 1696-8352

 

Economía de México

 

La Banca en México

 Autor: Miguel E. Berumen Barbosa  (CV)

 Marzo de 2004.

 

Introducción.

 La problemática de la Banca en México, registra las siguientes vertientes que sin lugar a dudas influyen en la economía del país, de manera negativa, sin que se observe que llame la atención seriamente de nuestras autoridades, conforme a las exigencias reales, a fin de formular e implementar propuestas de acción con el propósito de detener el proceso de descapitalización, como podrían ser la formulación de iniciativas de ley para reformar y consolidar el marco jurídico para regular la banca, además de contemplar penalidades mayores para aquellas personas –llámense delincuentes de cuello blanco, que más bien serían del cuello sucio- que en la actualidad, fácilmente burlan las leyes.

 El proceso de vulnerabilidad de nuestra soberanía continúa acentuándose conforme pasa el tiempo y por desgracia, observándose la indolencia gubernamental, tal pareciera que los diferentes organismos institucionales pasan desapercibidos o únicamente se encuentran sintonizados en torno a los planes y programas previamente diseñados, sin reparar en ningún momento en el impacto que trae consigo la desnacionalización de la Banca, a la que al parecer se le considera como estructura ya establecida y por lo tanto, no es preocupación de nuestras instituciones para detenerse y analizar su situación.

 Las nuevas administraciones consideran que entran en funciones con una estructura dada, a la que no es posible controlar, modificar, reformar, de acuerdo a los intereses nacionales, o bien, dichas administraciones simplemente no desarrollan sus funciones de acuerdo a los intereses de la nación, por las razones que ustedes quieran, lo dejo abierto al criterio del lector.

 Durante el sexenio o administración del presidente José López Portillo, en 1982 la banca se nacionaliza, acción que desembocó en un conflicto con la clase empresarial  y a la postre, ya en la administración de Carlos Salinas de Gortari, se volvió a privatizar la banca.

 A la fecha, nos encontramos en una situación donde nuestra soberanía nacional o llámese seguridad nacional en una de sus vertientes, esta vulnerada, y no como consecuencia de las movilizaciones sociales u operatividad de grupos moderados y/o radicales de izquierda, sino por un proceso de composición estructural de nuestra economía, inserta dentro de un todo o universo, donde las personas que conforman las instancias políticas-administrativas, simplemente se han concretado a coadyuvar para que la economía mexicana se integre como un engrane más de la maquinaria globalizadora, sin reparar en las repercusiones negativas que ello conlleva al no considerar acciones, programas y planes antes de integrarse, es decir sin estar preparados.

  

La Privatización de la Banca.

 La privatización de los bancos, iniciada de 1991 a 1992[1],  es consecuencia, entre otros factores, de las necesidades que exigía la economía mexicana, es decir: a) un sistema financiero eficaz; b) así como del poder y la fuerza de la banca múltiple en México que se hacía sentir, misma que se establece en 1976, y que el Gobierno no podía cumplir con dichas funciones, lo que desembocó en un proceso de indemnización en excelentes condiciones, percibiendo los principales bancos fuertes montos: a Bancomer, se le dio 52,724.9 millones de pesos; a Banamex, 47,153.1 y a Serfín, 18,292.4, después o una vez pasada la nacionalización, en lugar de darles a cada uno 19,845.6; 20,301.3 y 7,089.6 millones de pesos, respectivamente[2], además de quedar exentos del pago de impuestos[3], errores que se han venido arrastrando en la política hacendaria y por desgracia no se observan pronunciamientos, propuestas, iniciativas de reforma por ningún lado, o cuando menos, no con la prontitud y como lo exige la realidad.

 Por desgracia, tampoco la privatización no fue suficiente para contar con un sistema financiero eficaz, las exigencias de las economías, demandan mucho más, de ahí que se este dando el proceso de extranjerización, iniciado en la administración del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, como lo reconoce el ex presidente de la Asociación de Banqueros de México (ABM) y ex presidente del Banco del Atlántico, Carlos Abedrop Dávila, “La verdad es que después de poco más de 20 años (desde la nacionalización en 1982), tanto gobierno como particulares han manejado el sistema bancario de manera muy deficiente”.[4]

 La privatización de la Banca en México, formó parte de una estrategia, de un mecanismo tendiente a la integración de nuestra economía al proceso globalizador, para que respondiera a las transformaciones de intermediación bancaria  con el mundo, paulatinamente, los bancos ya no sólo reciben depósitos y prestan dinero, ahora se han convertido en emisores de valores, junto con empresas privadas y el propio gobierno. Pero a la vez, se pretende que los bancos sean universales en los mercados, a fin de que no existan trabas para las transacciones comerciales y financieras.

 Derivada de esta estrategia, ya en 1991, se contaba en México con oficinas de 64 bancos extranjeros[5]. Ello se da en un marco de reformas, donde el Gobierno del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, define dos medidas:

 ·         Potencializar la capitalización vía emisión de títulos de deuda a un plazo mínimo de 10 años y acceder de esta manera a la financiación exterior, y

 ·         Que sean los propios bancos los que asuman el riesgo de su crecimiento, orillándolos a adoptar principios contables internacionales

 Por su parte los bancos contemplaron una serie de acciones para lograr su recapitalización, entre ellas, la venta parcial o total de acciones, conversaciones con bancos extranjeros para lograr recursos frescos, mientras que para otros, el gobierno, a través de Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB), los trató de apuntalar.

 En 1994 emerge la crisis del sistema bancario mexicano, derivada cuando personas físicas y morales se vieron imposibilitadas de pagar sus deudas por la devaluación del Peso y el disparo de las tasas de interés, pero a ello se suman una serie de irregularidades en cuanto a la administración de los bancos, entre ellos: autopréstamos, prestamos cruzados, operaciones con empresas fantasmas y desviación de fondos, entre otras, merced a ello se implementa un proyecto estructurador en los bancos, apareciendo en la palestra el denominado Fondo Bancario Para Protección del Ahorro (FOBAPROA), para cubrir un monto de 552 mil millones de pesos, del que sólo era recuperable únicamente el 30 por ciento[6], observando el entonces titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que de los 18 bancos intervenidos, 13 se fueron a la quiebra total; mientras que para la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), de los 500 mil créditos que obran en poder de FOBAPROA, unos 400 pertenecen a grupos económicos y representan el 50 por ciento de los pasivos, cuyas deudas superan los 50 millones de pesos.

 Para fines de 1998, el monto total de los activos del FOBAPROA, asciende a 750 mil millones de pesos, que son carteras de créditos compradas por dicho fondo, improductivas y que han crecido por la capitalización de los intereses, sin embargo para los bancos, los bonos recibidos por los activos improductivos tendrán al paso del tiempo su valor, obteniendo con ello jugosas ganancias, por el simple hecho de haberlas comprado.

 Si bien es cierto que el rescate bancario por parte del gobierno, evito un colapso del sistema financiero y de la economía nacional, por otra parte en lo interno, emergió la impunidad de quienes hicieron posible la crisis, originando que la propuesta inicial del ejecutivo federal, de traspasar el monto del rescate bancario a deuda de los contribuyentes sin seleccionar carteras vencidas de “buena y mala calidad”, fuera rechazada y sometida a crítica severa por parte de la fracción legislativa del Partido de la Revolución Democrática (PRD), aduciendo que las irregularidades cometidas fueron fundamentalmente por parte de los banqueros, denominados como “delincuentes del cuello blanco”[7], cuyo monto en deuda pública pasó del 25.4 por ciento al 42.2 por ciento del PIB.

 En lo externo, merced al “paquete de rescate”, implementado por el gobierno de los Estados Unidos, consistente en: autorización de una línea de crédito desde la Reserva Federal, garantizada con ventas futuras de petróleo, sin el consentimiento del Congreso de ese país, así como la convocatoria que hiciera a las instituciones financieras internacionales a bancos privados extranjeros para coadyuvar al refinanciamiento y disposición de nuevos fondos; emergió con ellos una serie de condiciones a las políticas para enfrentar la crisis, el rescate de los bancos y de los deudores morosos.

 Tales condiciones se cristalizan en:

 ·         Garantizar los depósitos existentes. De ahí la presencia del FOBAPROA que posteriormente se convirtió en  el Instituto Nacional de Protección al Ahorro Bancario (IPAB).

·         No implementar un control parcial de cambios.

·         Intervención parcial de bancos, por lo que los más débiles fueron perjudicados.

·         Elevar las tasas de interés, presuntamente para garantizar la confianza de los inversionistas extranjeros.

·         No proceder a la congelación parcial de los mayores depósitos.

·         No buscar el rescate bancario a través de la nacionalización.

  

Otras utilidades de los bancos.

 Con base en lo anterior, se conforma el siguiente panorama:

 ·         Se elevan los pasivos bancarios.

·         Se capitalizan los intereses derivados de los créditos.

·         Se contraen los créditos a la industria, salvo aquella integrada por grupos corporativos tripe A.

·         Existe estancamiento de créditos comerciales y de vivienda. Mantienen su nivel de hace dos años.

·         Se incrementa la deuda pública interna y pagarés de FOBAPROA, convirtiéndose en la fuente principal de las utilidades bancarias.

  

La presencia de la extranjerización de la banca en América Latina.

 Trasciende que más del 90 por ciento de los activos bancarios, está en manos de instituciones extranjeras en México, aunque para algunos economistas, como Sergio Sarmiento “Esto, sin embargo, tiene poco sentido. A los mexicanos nos conviene una banca que funcione bien, pero las operación de estas instituciones no tiene nada que ver con el pasaporte de los accionistas”. Y justifica que “Si no se hubiera levantado la prohibición a la propiedad de los bancos por extranjeros, nuestro país se hubiera quedado sin banca o más bien tendríamos un mercado altamente monopolizado”[8]; no obstante, para otros la opinión difiere y se le otorga un peso fundamental, como lo es en el caso de Jesús Silva Herzog, ex Secretario de Hacienda y Crédito Público, al señalar en el Seminario: la Inversión Extranjera en el Sector Financiero Mexicano”, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, que “la extranjerización de los bancos es uno de los más graves errores históricos que hemos cometido en el país”.

 Mientras que para el también ex Secretario de Hacienda y Crédito Público, David Ibarra Muñoz, “el libertinaje financiero en el país, ha llevado a la banca a convertirse más en una rémora que en un apoyo al desarrollo nacional”, observó que “del proteccionismo financiero se pasó al libertinaje financiero y hoy en día la banca está convertida en una banca de segundo piso a la que le han quitado las alas para cumplir con su función de promover el desarrollo productivo del país”[9].

Por su parte el Senador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Demetrio Sodi, observa que “Efectivamente, la peor banca es la que no existe, pero la segunda peor banca es la no presta. No estoy de acuerdo en que la extranjerización haya sido un éxito, no lo ha sido en México ni en ningún otro país en vías de desarrollo. Sólo ha sido positiva para la capitalización y las ganancias de los accionistas''[10], enfatizando al respecto Silva Herzog señala, “que México es el único país de los 15 más importantes que ha permitido el control de los bancos en manos de extranjeros, situación que no ha sido permitida en países como Estados Unidos de Norteamérica, España, Suiza, Inglaterra, Japón y Brasil, entre otros.

De acuerdo al cuadro anexo donde se integran 7 países de América Latina, se aprecia que en cuanto al porcentaje del sistema de pagos, México ocupa el primer lugar con el 90 por ciento, siguiéndole Chile y Perú con 65 por ciento, y así sucesivamente hasta llegar con Colombia con el 40 por ciento.

 

Porcentaje del sistema de pagos en manos del capital extranjero.

 

 

País

Porcentaje de extranjerización de la Banca

México

90

Chile

65

Perú

65

Argentina

61

Venezuela

60

Brasil

50

Colombia

40

 

Fuente: Fernández-Vega, Carlos. MEXICO,S.A., en el periódico La Jornada del 12 de febrero de 2004.

 Al analizar el porcentaje de participación del Capital Extranjero en la Banca, en el lapso de 1990-2003, una vez se hace patente el alto grado de penetración de éste en México, al ocupar el primer lugar, siguiéndole Venezuela, Perú, Brasil, Argentina, Colombia y Chile en último lugar, como se puede apreciar el cuadro anexo.

 Porcentaje de Participación del Capital Extranjero en la Banca en el Lapso de 1990-2003

 

 

 

País

Porcentaje de Participación del Capital Extranjero en la Banca en el lapso de 1990-2003

Argentina

500

Brasil

730

Chile

240

Colombia

400

Perú

1,525

Venezuela

5,900

México

8,900

 

Fuente: Fernández-Vega, Carlos. Op cit. Con base en información estadística del Fondo Monetario Internacional (FMI).

 Lo anterior, es el reflejo del poder y la fuerza que ejerce el capital financiero en nuestros días, encierra repatriación de utilidades, que se ven acentuadas, para el caso de México, por la inyección de recursos por parte del estado a través del FOBRAPOA, lo que nos remite a un proceso de descapitalización. Si nos detuviéramos un poco y pensáramos, el efecto que trae consigo este hecho, es una alta vulnerabilidad de la soberanía y desarrollo nacional, que se ha permitido sin pugnar por velar, por los intereses de la nación, de parte de los organismos correspondientes.

  

Sugerencia o Propuestas:

 ·         Reconocer que la banca es un sector estratégico para la economía, de vital importancia para esta.

 ·         Reconocer que en México, la banca no compite, sino que se está en proceso de venta. Tal pareciera que forma parte del engranaje de la maquinaria globalizadora, al margen de los intereses nacionales.

 ·         Fijar obligaciones y objetivos mínimos que deberá de cumplir la banca en México, sin afectar la situación económica de la sociedad, sino más bien, tendiente a fortalecer la estructura económica del país, fundamentalmente productivos, de donde se desprenderá su función comercial. La función de la banca en México no puede estar por ningún motivo al margen de los intereses y necesidades nacionales.

 ·         Urge redefinir el marco jurídico regulatorio del sector bancario. No es posible continuar creando lagunas de excepción de impuestos en la compra venta de los bancos, mientras el país requiere de recursos. Asimismo, definir su permanencia en el país, para evitar fuga de capitales o un colapso financiero a la nación.

 ·         Ponderar la irregularidades fraudulentas cometidas, así como prever otras que pudieran presentarse, y proceder de manera radical en contra los delincuentes llamados de “cuello blanco”.

 ·         Exigir a los bancos extranjeros que den a conocer información básica, como lo son los estados financieros, e integrar a consejeros mexicanos dentro de los consejos de administración.

 


 

Fuentes Bibliográficas.

·         Semblanza Histórica de México (1821-1999). Internet: http://www.campus-oei.org/cultura/mexico/c1_todo.htm

·         Tello, Carlos. La Nacionalización de la Banca. Ed. Siglo XXI , México, 1984.

·         Calderón Ortiz, Gilberto. Privatización de la Banca en México. Internet: http://www.azc.uam.mx/publicaciones/gestion/num1/doc3.html

·         García Ávila, Sergio. “Origen, Crisis y Rescate Bancario en México; una retrospectiva al Michoacán del México Porfirista”. Internet: http://fevaq.economia.umich.mx/Publicaciones/EconYSoc/ES11_08.pdf

·         FOBAPROA III. Crónica del debate parlamentario. Internet : http://www.cddhcu.gob.mx/cronica57/contenido/cont2/fobapro3.htm

·         Carrasquilla, Alberto. Banco Interamericano de Desarrollo. “Causas y efectos de las crisis bancarias en América Latina”. Internet: http://www.geocities.com/WallStreet/Floor/9680/bcb2.htm

·         Correa Eugenia. “Crisis y Rescate Bancario en México”. Internet: http://www.redcelsofurtado.edu.mx/archivos%20PDF/correa5.pdf

·         Periódico La Jornada del 7 de febrero de 1991; 12, 14 de febrero, 4 de marzo de 2004.

·         Periódico Noticias de Oaxaca, del 18 de febrero de 2004.

 



NOTAS

[1] González Amador, Roberto. “Inevitable, la extranjerización de la banca, afirma Carlos Abedrop”. En el periódico La Jornada del 14 de febrero de 2004.

[2] Tello, Carlos. La Nacionalización de la Banca. Ed. Siglo XXI, México, 1984, pp. 166.

[3]  Sergio Sarmiento, observa que, “La venta de Bancomer por los accionistas mexicanos que le quedan no generará impuestos sobre la renta debido a que la transacción se llevará a través de la bolsa y las ganancias de bolsa no están gravadas en nuestro país…esta es una disposición que no se puede cambiar para un caso en particular, porque ello sería anticonstitucional. Sin embargo, esta operación, como la anterior venta de Banamex a Citibank, debería obligar a replantearnos la exención abierta que tenemos a las ganancias en bolsa”. Periódico Noticias de Oaxaca del 18 de febrero de 2004.

[4] González Amador, Roberto. Op cit.

[5] Zúñiga J. Antonio. “Operan Ya…”. Periódico La Jornada del 7 de febrero de 1991.

[6] FOBAPROA. Crónica del Debate Parlamentario. Internet: http://www.cddhcu.gob.mx/cronica57/contenido/cont2/fobapro3.htm

[7] Como ejemplo está el caso del banquero, Carlos Cabal Peniche, detenido en Melboure, Australia, y posteriormente extraditado a México, cuyo caso es muestra patente de impunidad. Dicho personaje fue acusado de haber robado 700 millones de dólares de dos bancos durante la administración del presidente Carlos Salinas de Gortari. En ese sentido podríamos agregar a los casos de Ángel Rodríguez “El Divino” y Jorge Lankenau.

[8] Sarmiento, Sergio. Columna Jaque Mate. “Venta de Bancomer”. En el periódico de circulación estatal de Oaxaca “Noticias”, del 18 de febrero de 2004.

[9] Aviléz, Karina. “Califica Silva Herzog las conmociones del sistema bancario de novela de terror”, en el periódico La Jornada del 4 de Marzo de 2004.

[10] Román, José Antonio y Garduño, Roberto. “Pagará Impuestos la Venta de Bancomer si fue preconcertada”. En el periódico La Jornada del 4 de marzo del 2004.


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Economistas Diccionarios Presentaciones multimedia y vídeos Manual Economía
Biblioteca Virtual
Libros Gratis Tesis Doctorales Textos de autores clásicos y grandes economistas
Revistas
Contribuciones a la Economía, Revista Académica Virtual
Contribuciones a las Ciencias Sociales
Observatorio de la Economía Latinoamericana
Revista Caribeña de las Ciencias Sociales
Revista Atlante. Cuadernos de Educación
Otras revistas

Servicios
Publicar sus textos Tienda virtual del grupo Eumednet Congresos Académicos - Inscripción - Solicitar Actas - Organizar un Simposio Crear una revista Novedades - Suscribirse al Boletín de Novedades