Observatorio de la Economía Latinoamericana

 


Revista académica de economía
con el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas  ISSN 1696-8352

 

Economía de México

 

DESARROLLO REGIONAL Y CONCENTRACIÓN INDUSTRIAL:
IMPACTO EN EL EMPLEO (1994-2004)

 

Pérez S. Sandra Laura
claudiacp95@yahoo.com.mx
Palacio M. Víctor
palkacios@hotmail.com 

 

Introducción.

Este trabajo de investigación se ubica en los análisis de la industria manufacturera mexicana, que evalúan los beneficios y las consecuencias del proceso de apertura y liberalización de la economía en términos de mejora en la competitividad sectorial, la generación de empleo y una mayor vinculación entre actividades industriales.

El interés esencial de esta investigación se orienta al estudio de la concentración de la industria de Alimentos, Bebidas y Tabaco, así como el impacto que este proceso ha causado en el empleo, fue seleccionada porque se trata de una de las principales industrias de un total de nueve que conforman al sector manufacturero.

Algunos aspectos que justifican su estudio son: a) cuenta con establecimientos de todo tipo a lo largo y ancho del país, b) procesa materias primas e insumos que la vinculan con el sector agropecuario, c) existe un proceso de urbanización creciente que favorece un patrón de consumo más urbano lo cual representa una oportunidad de expansión para esta industria, d) ha sido capaz de atraer inversión extranjera directa (IED) en 1999 del orden del 12.21 por ciento del total de esta inversión, mientras que la Industria de Productos Metálicos, maquinaria y equipo se quedó con 59.38 por ciento. En 2006 los datos fueron de 7.97 y de 39.08 por ciento, respectivamente. (INEGI-BIE, 1994-2006). El período de 1994 a 2004 es relevante por la firma del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) y porque coincide con otra coyuntura marcada por la contracción debido al ciclo económico adverso que vivió la economía norteamericana entre 2000 y 2002.
 

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Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Pérez S. y Palacio M.: “Desarrollo regional y concentración industrial: impacto en el empleo (1994-2004)" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 117, 2009. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/mx/2009/pspm.htm


Materiales y Métodos.

La investigación se basa en los planteamientos teóricos relativos al nuevo enfoque de la localización sustentado en las externalidades dinámicas, tales señalamientos han tenido influencia de los desarrollos recientes en el campo del crecimiento económico, con Romer, (1986) y Lucas (1988), y por los cambios en la economía industrial, lo que ha permitido avanzar desde la búsqueda de patrones óptimos de localización hacia la búsqueda de explicaciones económicas que permitan comprender la concentración de las actividades económicas, generalmente en las ciudades. De ahí que en los trabajos actuales sobre desarrollo regional se combinan elementos de la teoría del crecimiento endógeno y las externalidades cuya importancia radica en su capacidad para generar, junto con las economías internas de escala, el cambio técnico endógeno (Muñiz, O.,1998: 163).

La regionalización se asocia con la clasificación ya que permite delimitar áreas o regiones, lo que conduce a clasificar información de acuerdo a su ubicación geográfica (Asuad, 2001:157). Los antecedentes acerca de los factores que determinan el desarrollo industrial de las regiones al interior de las economías nacionales, datan desde fines del siglo XIX, con Marshall (1890), cuyos planteamientos sobre la elección del lugar para una industria o un conjunto de éstas, señalaban la importancia de las características del territorio, es decir, de la situación geográfica, de la dotación de recursos naturales, incluso de los rasgos de su población, edad, nivel de calificación y experiencia laboral. No obstante, cuando no existen este tipo de ventajas, el patrón de localización industrial generalmente ha observado dos tendencias: una a la concentración de las empresas en unos cuantos lugares y la segunda, a la especialización de las regiones o ciudades en un número limitado de actividades productivas. (Esteban, et al 2001:164).

Marshall fue el primero en analizar la problemática del desarrollo industrial en las regiones, a partir de la presencia de externalidades ligadas a los territorios, distinguió diversos factores que las generaban y que estimulan la aglomeración industrial, el primero se trata de flujos de ideas y conocimientos que se transmiten entre empresas que se hallan cercanas, esto da lugar a que las mejoras en una empresa aumenten la productividad de otras sin que exista una compensación económica, esto se conoce como derramas de conocimiento y derramas tecnológicas (knowledge spillovers; technological spillovers). El segundo factor, se refiere a la formación de mercados de trabajo especializados, que beneficia tanto a los empresarios como a los trabajadores al permitirles una mayor movilidad entre empresas. Las decisiones de localización generan una distribución espacial de las actividades económicas, que pueden estar concentradas en algunos puntos o dispersas por todo el territorio y pueden tener cierto grado de regularidad o ser totalmente aleatorias. (Corona, J. 2003:52).

La modificación en la distribución de las actividades productivas en los territorios nacionales ha sido uno de los efectos más citados en la literatura como resultado de la apertura y liberalización económica, esto ha significado una mayor relevancia del mercado externo no sólo para exportar sino para importar, de ahí que los distintos puntos de la cadena de suministro de las empresas han reflejado una tendencia a dejar su base nacional. Otro hecho es que las empresas dejan de ser competitivas en la ciudad donde se encuentran ubicadas y buscan otras concentraciones urbanas donde sea posible aprovechar en mejores condiciones las economías de escala y de aglomeración.

Las economías de escala, en general se refieren a la reducción del costo medio suponiendo que la cantidad de trabajo por unidad de producción es más pequeña cuantas mas unidades se produzcan (Krugman y Obstfeld, 2001:127). Mientras que las economías de aglomeración, se refieren al grado de concentración de la actividad económica en un determinado lugar, a nivel teórico estas economías pueden adoptar diferentes formas, una se refiere a las economías externas de localización y la otra se refiere a las economías de urbanización (Muñiz, O., 1998: 157). Cuando las ciudades rebasan un determinado tamaño óptimo, las empresas empiezan a sufrir obstáculos a sus estrategias para elevar la productividad y un mejor desempeño productivo (Corona J. 2003:49). Los datos para este primer acercamiento a la problemática relacionada con la distribución de las actividades productivas en el territorio nacional, su proceso inherente de concentración y su impacto en el empleo se tomaron de los Censos Económicos que publica el INEGI.

A nivel nacional la estructura de la industria manufacturera durante los años 1994 y 2004 registró una elevada concentración si se considera el Valor Agregado Censal Bruto (VACB), definido como el valor de la producción que se añade durante el proceso de trabajo, por la actividad creadora y de transformación del personal ocupado, el capital y la organización, ejercida sobre los materiales que se consumen en la realización de la actividad económica. El VACB resulta de restar a la producción bruta total el consumo intermedio; se le llama bruto porque no se le ha deducido el consumo de capital fijo o la depreciación (INEGI, Censos Económicos 2004, Glosario). En 1994, tres industrias concentraron el 73.7 por ciento del VACB: la industria (38) de Productos metálicos, maquinaria y equipo aportó un 25.35 por ciento; la industria (31) de Alimentos, Bebidas y Tabaco aportó 25.30 por ciento; y la industria (35) de Sustancias químicas, productos derivados del petróleo y del carbón, de hule y de plástico contribuyó con 23.05 por ciento. En 2004, los datos fueron de 34.8, 20.99 y 23.07 por ciento, respectivamente y aportaron 78.86 por ciento del VACB nacional (INEGI, Censos Económicos 1994 y 2004).

Respecto al personal ocupado, la división 38 ha sido la más importante generadora de empleo ya que en 1994 aportó un 29.64 por ciento del total nacional; luego se encuentra la industria 31 con 21.7 por ciento; en tercer sitio la industria 32, Textiles, prendas de vestir e industria del cuero con 16.86 por ciento. En 2004, aumentó la contribución de la industria 38 con 32.9 por ciento, después la industria 31 registrando una aportación de 20.13 por ciento y la industria 32 aportó un 17.53 por ciento. Estas tres industrias representaron en 1994 el 68.20 por ciento del personal ocupado total promedio, en 2004 un 70.56 por ciento. Cabe señalar que se trata de dos industrias basadas en el uso intensivo de mano de obra y recursos naturales y solo una es intensiva en capital y tecnología.

La industria de Alimentos, Bebidas y Tabaco concentró en los mismos años, el VACB en cuatro industrias, (3130) la de bebidas, (3121) Elaboración de otros productos alimenticios para consumo humano, (3140) Industria del tabaco y (3115) Elaboración de productos de panadería, con una aportación en 1994 de 62.30 por ciento del valor agregado total, mientras que en 2004, la industria de las bebidas (3130) se mantiene el primer lugar, le sigue la 3112 Elaboración de productos lácteos, la rama 3115 y la 3121, estas industrias aportaron 62.59 por ciento del valor agregado.

En cuanto al personal ocupado, en 1994 las industrias 3130, 3115, 3116 Molienda de Nixtamal y fabricación de tortilla y 3113 Elaboración de conservas alimenticias, estas cuatro industrias contribuyeron con 60.80 por ciento mientras que en 2004, las industrias 3115, 3116, 3130 y 3112 aportaron en total 58.24 por ciento de la población ocupada nacional.

Metodología.

A partir del cálculo del cociente de localización para las nueve divisiones industriales de la industria manufacturera y para las entidades del país, se pretende conocer el cambio regional que se ha dado en la industria nacional y destacar la modificación en el patrón de especialización productiva, es decir, si el nivel de industrialización en el país sigue siendo predominantemente tradicional, basado en industrias intensivas en el uso de recursos naturales y mano de obra o si se ha reorientado hacia actividades con mayor valor agregado, lo cual reflejaría una polarización o un mayor grado de diversificación industrial.

El Cociente de localización, es una medida de la especialización relativa o interregional que indica la relación entre la participación del sector “i” en la región “j” y la participación del mismo sector en el total tomado como patrón de referencia y se utiliza, por tanto, como medida de la especialización relativa o interregional. Puede utilizarse como variable el producto interno bruto, el empleo o el valor agregado censal bruto; en este documento nos interesa el personal ocupado y esta es la variable utilizada en los cálculos.

Cociente de localización

Los valores o rango que puede adoptar este cociente se comportan de la siguiente forma:

Qij = 1 Cuando el tamaño relativo del sector i en la región j es idéntico al tamaño relativo del mismo sector en todo el país o en el patrón tomado como referencia. (No hay especialización en esta actividad).

Qij < 1 Cuando el tamaño relativo del sector i en la región j es menor al tamaño relativo del mismo sector en todo el país o en el patrón tomado como referencia. (Tampoco hay especialización en esta actividad).

Qij > 1 Cuando el tamaño relativo del sector i en la región j es mayor al tamaño relativo del mismo sector en todo el país o en el patrón tomado como referencia. En este caso se trata de una especialización regional en esta actividad.

La regionalización que se utiliza es la propuesta por Ruiz Durán (1999:19) que agrupa a las entidades federativas de la siguiente manera:

I) Región Frontera: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas.

II) Reconversión Industrial: Jalisco, Aguascalientes, Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí.

III) Distrito Federal y su entorno: Distrito Federal, Puebla, Morelos, estado de México, Tlaxcala, Hidalgo.

IV) Estados Petroleros: Veracruz, Tabasco, Campeche.

V) Estados del sur: Guerrero, Oaxaca, Chiapas.

VI) Estados Turísticos: Yucatán, Quintana Roo, Baja California Sur.

VII) Estados de materias primas: Sinaloa, Nayarit, Durango, Michoacán, Colima y Zacatecas.

La industria manufacturera está conformada por nueve industrias: 31 Alimentos, Bebidas y Tabaco; 32 Textiles, prendas de vestir e industria del cuero; 33 Industrias de la madera y productos de madera. Incluye muebles; 34 Papel y productos de papel, imprentas y editoriales; 35 Sustancias químicas, productos derivados del petróleo y carbón; 36 Productos de minerales no metálicos, excepto derivados del petróleo y carbón; 37 Industrias Metálicas Básicas; 38 Productos Metálicos, maquinaria y equipo. Incluye instrumentos quirúrgicos y de precisión; 39 Otras Industrias Manufactureras.

Las diez ramas que conforman la industria 31 Alimentos, Bebidas y Tabaco son:

311 Industria Alimentaria

3111 Elaboración de Alimentos para animales

3112 Molienda de granos y semillas oleaginosas

3113 Elaboración de azúcar, chocolates, dulces y similares

3114 Conservación de frutas, verduras y guisos

3115 Elaboración de productos lácteos

3116 Matanza, empacado y procesamiento de carne de ganado y aves

3118 Elaboración de productos de panadería y tortillas

3119 Otras industrias alimentarias

312 Industria de las bebidas y del tabaco

3121 Industria de las bebidas

3122 Industria del tabaco (INEGI, 2004)

Resultados

Los resultados obtenidos a partir de calcular el Índice de localización aplicado a las siete regiones ya indicadas y para cada una de las nueve divisiones industriales son: en primer lugar, se registra una relativa mejoría en el nivel de especialización para las distintas entidades en los años 1994 y 2004, si bien es cierto siguen destacando aquellas entidades que desde 1980 han aportado más del 50 por ciento del PIB manufacturero nacional, tales como Distrito Federal, Jalisco, México, Nuevo León y Veracruz, las que además de presentar una especialización superior a la que registra el promedio nacional, también están más diversificadas que el resto (Cuadro 1 y Cuadro 2).

En segundo lugar, a nivel de las regiones, se asiste a un ascenso de entidades federativas que mejoran sustancialmente su nivel de especialización y algunas tienden además a diversificarse, destaca el caso de Guanajuato, Oaxaca y Yucatán.

La década de los noventa ha sido un período en el cual dieron resultado algunas de las reformas económicas implementadas durante la década anterior, de ahí que hubo un gran auge en el comercio externo en México, que favoreció el proceso de especialización y diversificación de la manufactura, entre otros factores relevantes; no obstante, dado que las características relativas a dotación de infraestructura, nivel de calificación de la mano de obra, nivel de inversión pública y privada, así como los flujos de inversión extranjera directa no son homogéneos para las distintas regiones del país, los resultados también han sido bastante dispares.

En la región (I) Frontera, destaca Nuevo León con seis industrias de nueve donde supera el promedio nacional en especialización, destaca también su grado de diversificación ya que mejora su nivel de especialización tanto en las industrias tradicionales como la 31 Alimentos, Bebidas y Tabaco y 34 Papel y productos de papel, imprentas y editoriales, como en aquellas industrias intensivas en tecnología y capital humano como son la 35 Sustancias químicas, productos derivados del petróleo y del carbón, de hule y de plástico, 36 Productos minerales no metálicos y 37 Industrias metálicas básicas. Enseguida se ubica Chihuahua con solo dos industrias en las que mejora su nivel de especialización: se trata de (33) Industrias de la madera y productos de madera, incluye muebles y la (38) Productos Metálicos, maquinaria y equipo. Una tradicional y otra intensiva en capital, asimismo Coahuila mejora su especialización sólo en dos industrias una tradicional 32 Textiles, prendas de vestir e industria del cuero, donde es considerable el incremento y la otra industria (37), intensiva en capital.

En la región (II) Reconversión industrial, destacan Jalisco y Guanajuato, cuyo nivel de especialización supera el promedio nacional en ocho de nueve subsectores industriales. Jalisco mejoró su especialización en los subsectores 34 al 39, siendo los tres últimos los que mayor incremento registraron, se trata de industrias caracterizadas por su intensidad en el uso de tecnología y mano de obra calificada: (37), (38) y (39) Otras Industrias Manufactureras. En el caso de Guanajuato es relevante su mejoría en cuanto a la especialización y destaca más en sectores tradicionales como (31), (32) y (34), mientras que mejora la especialización sólo en dos industrias intensivas en tecnología y mano de obra calificada: (35) y (36).

La región (III) D.F. y su entorno, las entidades sobresalientes son México y el Distrito Federal con ocho de nueve industrias con elevados niveles de especialización respecto al promedio nacional, empero, mientras el estado de México eleva su nivel de especialización en seis industrias entre 1994 y 2004, el Distrito Federal, aunque mantiene un elevado nivel de especialización, disminuye en seis subsectores industriales, aumenta en una (35) y en otra (37) industria solo lo conserva. Es de señalar que el Distrito Federal sobresale en tres industrias intensivas en capital y una tradicional, se trata de las industrias 39, 34, 35 y 31 en ese orden de importancia. El estado de México, es de señalar la gran diversificación productiva que posee ya que de las ocho industrias que supera el promedio nacional en especialización, cuatro son intensivas en uso de recursos naturales (31, 32, 33 y 34) y cuatro son intensivas en capital (35, 36, 38 y 39), solo en la industria 32 disminuye y en la 36 conserva la especialización.

La región (IV) Estados Petroleros, destaca Veracruz con niveles de especialización muy superiores al promedio nacional en las nueve divisiones industriales, cabe señalar que también influye la región con la cual se mide el índice ya que Tabasco y Campeche no son relevantes en cuanto a aportación manufacturera. Veracruz destaca en cuatro industrias que son intensivas en el uso de recursos naturales y mano de obra 34, 33, 31 y 32, mientras que las intensivas en capital y que aumentan su especialización son la 35, 38, 36 y 39.

En la región (V) Estados del Sur, destaca Oaxaca con siete industrias, las cuales no solo superan el promedio nacional sino que todas aumentan su nivel de especialización entre 1994 y 2004. De estas industrias cuatro son tradicionales, en orden de importancia fueron la 33, 31, 32 y 34, las otras tres son intensivas en capital la 35, 36 y 38. Guerrero también sobresale en siete industrias, de las cuales es de señalar la especialización que registra en las divisiones 37 y 39, mientras que en las tradicionales destacan las industrias 33, 32 y 31. Las otras dos industrias apenas superan el promedio nacional. En el caso de Chiapas solo cinco industrias superan el nivel promedio de especialización nacional, el mejor desempeño lo registró en aquellas industrias intensivas en capital, aun cuando el nivel de especialización disminuyó entre 1994 y 2004, se trata de las industrias 38, 35 y 36. En cuanto a las industrias tradicionales destaca la 34 y 31.

La región (VI) Estados Turísticos, Yucatán es la entidad que destaca en las nueve divisiones industriales, una vez más como en el caso de la región III, influye que los otros dos estados con los cuales se elabora el índice no son importantes en cuanto al producto manufacturero. Destacan las industrias

intensivas en capital las 37, 39 y 35, en tanto que de las tradicionales sobresalen 32, 34 y 31. De las nueve industrias solo en una (33) disminuye la especialización y en otra (35) se conserva, todas las demás incrementan la especialización.

La región (VII) Estados de Materias Primas, es el estado de Michoacán el que mejor desempeño registra ya que en las nueve industrias supera el promedio nacional y destacan en orden de importancia aquellas industrias intensivas en capital, 37, 39, 35 , 36 y 38, mientras que de las industrias tradicionales las más importantes son 33, 34, 31 y 32. En cuatro industrias disminuye el nivel de especialización (32,53, 37 y 39) mientras que en el resto aumenta. Durango destaca solo en tres industrias 33, 32 y 38, las dos primeras son intensivas en uso de recursos naturales y mano de obra y la tercera es intensiva en capital. En el caso de Sinaloa solo dos industrias, la 34 y 31, superan el promedio de especialización nacional, y se trata de industrias tradicionales intensivas en uso de recursos naturales y mano de obra.

En cuanto a la industria de Alimentos, Bebidas y Tabaco, entre 1994 y 2004 fueron 13 entidades federativas las que registraron un promedio de especialización superior al nacional, la excepción fueron Jalisco y Tabasco que disminuyeron su especialización respecto al promedio en 2004. Los mejores niveles de especialización correspondieron a Yucatán, Veracruz y Oaxaca. Otras dos entidades con buen nivel fueron el Distrito Federal y estado de México. Después le siguen en orden de importancia, Chiapas, Sinaloa, Michoacán, Nuevo León, Guanajuato y Guerrero (Cuadro 3).

Con el objetivo de aproximarnos a la diversificación en la industria de Alimentos, Bebidas y Tabaco se proporciona enseguida las participaciones mas importantes en cuanto a personal ocupado en las ramas que la constituyen y para las entidades federativas antes mencionadas

En las trece entidades se registra que las participaciones más importantes en cuanto a personal ocupado son las ramas 3118 y 3121, después le siguen otras ramas que son características de las regiones a las que pertenecen cada una de las entidades señaladas.

En la región Frontera, Nuevo León concentra en cuatro ramas el 70.78 por ciento de la población ocupada en 1994 y el 75.16 por ciento en 2004, las ramas son, en orden de importancia 3118, 3121, 3119 y 3116 siendo la ramas 3118 y 3121 las mas importantes generadoras de empleo en 1994 y 2004.

En la región Reconversión Industrial, Guanajuato concentra su población ocupada en cuatro ramas, 3118, 3114, 3121 y 3115 con 83 por ciento en 1994, mientras que en 2004 las ramas 3118, 3114, 3115 y 3116 aportaron el 87.30 por ciento de la población ocupada. En cuanto a Jalisco presenta mayor diversificación al registrar participaciones en población ocupada para cinco ramas, 3118, 3121, 3113 y 3115 tanto en 1994 como en 2004 con 74 y 80 por ciento del total respectivamente.

En la región Distrito Federal y su entorno, el Distrito Federal, concentra la población ocupada en cuatro ramas, 3118, 3121, 3119 y 3113 con 83 y 79 por ciento en 1994 y 2004 respectivamente, en este caso destaca notablemente el dato de población ocupada en la ramas 3118 y 3121. En el caso de México presenta una mayor diversificación al concentrar su población ocupada en cinco ramas, 3118, 3121, 3119, 3115 y 3116 con 79 y 83 por ciento del total en 1994 y 2004 respectivamente.

En la región estados petroleros, Veracruz concentra su población ocupada en solo tres ramas: 3118, 3113 y 3121 en este orden de importancia, con 74 y 72 por ciento de la población ocupada en 1994 y 2004 respectivamente.

En la región estados del sur, Oaxaca y Guerrero concentran su población ocupada en tres ramas las dos primeras 3118, 3121 y la tercera en Oaxaca fue la 3113 y en Guerrero la 3115. En 1994 Oaxaca concentró el 79 y 87 por ciento en 2004 del total ocupado. Mientras que Guerrero concentro el 88 y 93 por ciento respectivamente. El caso de Chiapas, son cuatro ramas las mas importantes en personal ocupado, tanto en 1994 como en 2004 fueron la 3118 y 3121, en 1994 ocuparon al 83 por ciento del total junto con la 3112 y 3113 y en 2004 ocuparon al 81 por ciento, junto con 3116 y 3113.

En la región estados turísticos, Yucatán concentra la población ocupada en cuatro ramas tanto en 1994 como en 2004, 3118, 3121, 3116 y 3119 con 82 y 85 por ciento del total de ocupados respectivamente.

En la región estados de materias primas, Sinaloa en 1994 concentra su población ocupada en cuatro ramas 3114, 3118, 3121 y 3113 con el 77 por ciento del total y en 2004 las ramas fueron 3121, 3118, 3114, y 3113, con el 78 por ciento de la población ocupada total. En Michoacán las dos ramas mas importantes en cuanto a personal ocupado fueron la 3118 y 3114 en los dos años, en 1994 concentro 78 por ciento junto con las ramas 3121 y 3115 mientras que en 2004, concentró el 83 por ciento del total ocupado junto con 3115 y 3121.

Conclusiones

De lo expuesto se concluye que entre 1994 y 2004 sí ha habido una mejoría en cuanto a las entidades federativas que participan en la producción industrial y sobre todo que han elevado su nivel de especialización y diversificación, destacan las entidades ya conocidas tales como Distrito Federal, Nuevo León, México, Jalisco y Veracruz, sin embargo, es notable el ascenso de Guanajuato,

Michoacán, Yucatán, Oaxaca, Guerrero y Chiapas, entidades que destacan tanto en términos de especialización como en diversificación, ya que no solo producen en aquellas industrias tradicionales que generalmente se orientan al mercado interno, sino que también avanzaron en su nivel de especialización en las industrias intensivas en capital.

En cuanto a la industria de Alimentos, Bebidas y Tabaco destaca que solo trece entidades federativas hayan conservado su nivel de especialización superior al promedio nacional en los años de estudio, también sobresale la existencia de una elevada concentración de población ocupada en solo dos ramas la de bebidas (3121) y la de panadería y tortillas (3118), y finalmente cabe señalar que sólo en dos entidades federativas es posible identificar una mayor diversificación Jalisco y México.

Cabe señalar que el índice de localización es una medida de la especialización relativa o interregional, por tanto refleja en qué proporción se han modificado las actividades productivas en la localidad o región, respecto a un patrón de referencia, en este caso el promedio nacional. Por tanto, se trata de una medida que debe ser complementada con otros indicadores para comprender por qué se ha dado esta especialización, estando entre los factores más señalados por la literatura: la inversión pública y privada, los flujos de inversión extranjera directa, la dotación de infraestructura e incluso el nivel promedio de calificación de la mano de obra.

Literatura citada

Assuad, Normand (2001), Economía regional y Urbana: Introducción alas Teorías y Metodologías básicas, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Corona Jiménez, M.A. (2003): “Efectos de la globalización en la Distribución Espacial de las Actividades Económicas” Comercio Exterior, Vol. 53- 1, México, enero de 2003, pp.48-56.

Esteban, L., Hernández, J., Lanasapa, L. (2001): “Patrones de localización de la producción y efectividad de la Política industrial” en Economía Industrial No. 342, 2001, Zaragoza, España, pp.163-174.

INEGI, Censos Económicos, 1994 y 2004.

INEGI-BIE: Sector Manufacturero 1994-2006

Krugman, P.R.; Obstfeld M. (2001): Economía Internacional. Teoría y Política. Pearson Educación, S.A. Madrid.

Lucas, R.E. Jr. (1988): “On the mechanics of economic development”, Journal of Monetary Economics, Num. 22, pp.3-42.

Muñiz, O. (1998): “Externalidades, localización y crecimiento: una revisión bibliográfica” en Estudios Regionales Num.52, Universidad de Barcelona, España, pp. 155-175.

Romer, P.M., (1986) : “Increasing returns and long-run growth”, Journal of Political Economy, Num.94, pp.1002-1037.

Ruiz Durán, C.,(1999): “Territorialidad, industrialización y competitividad local en el mundo global” en Dussel P. , Ruiz Duran C.,(1999)(Coord): Dinámica regional y competitividad industrial UNAM/Fundación Friedrich Ebert/Editorial JUS, México, pp.13-56


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