Observatorio de la Economía Latinoamericana

 


Revista académica de economía
con el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas  ISSN 1696-8352

 

Economía de México

 

EL COMPORTAMIENTO DEL SECTOR MANUFACTURERO MEXICANO

 

Ana Luisa González Arévalo (CV)
analuisa102002@yahoo.com.mx



 

Resumen.

En este trabajo se abordan la situación de la industria manufacturera mexicana que ha tenido como marco la aplicación del modelo neoliberal en la economía mexicana y por tanto ha determinado la conformación actual de este sector de la economía.

En la actualidad nos enfrentamos como país a un incremento del desempleo, es decir, la manufactura mexicana ha sido incapaz de frenar este fenómeno. Otro elemento que esta presente en la estructura de la mano de obra es la concentración geográfica de ésta en muy pocas regiones del país, además de un estancamiento en las remuneraciones medias de este sector y en cambio un aumento significativo de la productividad laboral.

Palabras claves: industria, mano de obra ocupada en la manufactura mexicana.


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Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

González Arévalo, A.L.: "El comportamiento del sector manufacturero mexicano" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 124, 2009. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/mx/2009/alga.htm


Resumen en ingles.

This work is about the situation of Mexican manufacturing industry which has had as its framework the application of the neoliberal model in the Mexican economy and therefore has determined the current makeup of this sector of the economy. Today we face as a country to an increase in unemployment. Mexican manufacturing has been unable to halt this phenomenon. Another element that is present in the structure of labour is the geographical concentration of it in very few regions in the country, in addition to a stagnation in this sector average earnings and a significant increase in labour productivity.

Keywords: industry, workforce occupied in Mexican manufacturing.

Introducción.

En este trabajo se abordan en la primera parte algunos rasgos de la situación de la economía mexicana y del sector manufacturero. En la segunda parte se plantean la estructura de la mano de obra ocupada en la manufactura de México.

Primera parte.

En este país los programas económicos realizados en las últimas décadas del siglo XX forman parte de la política económica del neoliberalismo dentro del marco de la globalización de la economía a nivel mundial. Esta fase del capitalismo presenta un ciclo de ascenso, decadencia y reproducción. La primera etapa de este modelo económico empezó en la década de 1980. La segunda se inicia a finales de los ochentas y se extiende en la primera mitad de los noventas. La tercera etapa comenzó en 1995 y se amplió hasta 2000. La cuarta pertenece de 2000 a 2009; es decir, corresponde al periodo actual.

México ha sido el país de los primeros regímenes neoliberales en América Latina, el cual se dispuso llevar a cabo los programas de “estabilización” y de ajuste estructural prescritos por el FMI y el Banco Mundial; “comenzaron a desmembrar los programas de bienestar social, a debilitar la legislación laboral, a dar los primeros pasos hacia el desmantelamiento del sector estatal y a permitir la compra en gran en gran escala de las empresas públicas por extranjeros [...] así como a dar prioridad al pago de la deuda externa a expensas del desarrollo social y económico de sus propios países“.

Estos gobiernos mexicanos neoliberales fracasaron en cuanto a generar un crecimiento dinámico y sostenido, con base en una distribución más equitativa de la riqueza y del ingreso. Estas administraciones, al acercarse a su conclusión, se enfrentaron a serias crisis económicas.

Las principales conclusiones de los trabajos teóricos (Valenzuela Feijóo, 1991 ; Sotelo Valencia, 1999) con relación al neoliberalismo son las siguientes:

a) El modelo neoliberal es fundamentalmente parasitario.

b) Presenta una grave tendencia al estancamiento inherente de las estructuras de la economía mexicana.

El fracaso se sostiene en función de indicadores como crecimiento, empleo, salarios, inflación y estabilidad de precios, relaciones con el sector externo y el denominado equilibrio macroeconómico durante el periodo 1983-1994.

El hecho de que el modelo neoliberal sobreviva obedece básicamente a los gastos improductivos que supone la realización del excedente (o la plusvalía); además, del impulso extraordinario a las exportaciones del país, que si bien han crecido de no han resuelto los problemas económicos estructurales del país.

Los ideólogos neoliberales, así como las autoridades financieras y monetarias, afirman que el modelo neoliberal ha tenido un gran “éxito” al haber alcanzado logros macroeconómicos referentes al nivel de la producción real, el comportamiento positivo del empleo, la tendencia hacia el descenso del desempleo, el subempleo estructural, mejoría en salarios, la inflación moderada y las relaciones externas. Su característica es la de presentar mercados cambiarios estables, así un “equilibrio” de la balanza comercial y de pagos.

La corriente neoestructuralista considera que los resultados del patrón neoliberal se han traducido en un rotundo fracaso. Es importante aclarar que el capitalismo dependiente, en el cual se inserta México y los demás países de América Latina, tiene un crecimiento en función del endeudamiento externo, la ampliación de la monopolización, la especialización y el desarrollo de las exportaciones.

El patrón secundario-exportador ha configurado la modalidad específicamente neoliberal, en países como Chile, México, Venezuela, Perú, entre otros, cuya función ha sido la de des-estatizar, des-industrializar y privatizar como el objetivo central y principal de la economía de mercado.

Coincidiendo con la teoría neoestructuralista, creemos que existe una tendencia al estancamiento en el modelo neoliberal; es decir, una profundización estructural de los desequilibrios de la economía dependiente, la cual se desenvuelve en función de la concentración del ingreso, su estratificación y la del mercado mundial, reduciendo los mercados internos, en especial el de los consumidores pobres.

El patrón de acumulación del modelo neoliberal en esta fase del capitalismo dependiente mexicano, presenta como tendencia la especialización y la monopolización de las actividades productivas en función del mercado mundial. Este fenómeno se presenta a partir de que el estado instauró políticas económicas de apertura comercial, privatización de empresas del sector público y corrección de los desequilibrios de la balanza de pagos y del déficit financiero del gobierno.

No obstante, el premio Nóbel de economía 2001, Joseph Stiglitz considera necesario:

“reformar en profundidad” la globalización porque no ha supuesto ayuda para los países pobres, “sino heridas adicionales”. Afirma, “Hay que comprender por qué y cómo las reglas del juego, no son equitativas, son injustas porque han sido escritas por dictado de los intereses económicos y financieros de las multinacionales”. Subraya que “la ideología de mercado tiene un impacto humano terriblemente negativo” y que “los intereses de los países del norte continúan dictando las políticas comerciales mundiales“.

En efecto, la situación de la pobreza no se ha podido aliviar, encontramos todavía regiones muy pobres, “al analizar la pobreza al interior de las regiones en México, el Sureste del país (el Pacífico Sur, el Golfo y las regiones del Caribe) tiene niveles de vida sustancialmente más bajos que los del Norte, el Centro y ciudad de México”.

El modelo neoliberal ha sido incapaz de frenar la migración hacia Estados Unidos, efectivamente, según el Consejo Nacional de Población (Conapo) afirmó que en el 2007 habían emigrado al país del norte aproximadamente 387 mil personas en busca de un empleo mejor remunerado, cuyos ingresos son recibidos por el sector bajo y medio bajo; sin embargo, ante la actual recesión económica y a los controles migratorios ha disminuido un poco la migración hacia Estados Unidos, no obstante, “de acuerdo con estimaciones oficiales los residentes mexicanos en Estados Unidos fluctúan en torno de unos 12 millones de habitantes….Las remesas son la segunda fuente de ingresos de divisas, sólo detrás de la exportación de crudo.”

La situación de la economía mexicana, (Banco de México, 2007) durante 2007 la actividad económica en el país mostró una desaceleración que comprendió al producto y a los distintos renglones de la demanda agregada, pero principalmente, al de las exportaciones de bienes y servicios. Esto último en respuesta a una desaceleración de la demanda externa proveniente de Estados Unidos. Así, ese año el PIB registró un crecimiento de 3.3 por ciento, tasa inferior a la 4.8 por ciento observada en 2006. En 2007 el aumento del producto se derivó de incrementos en los tres sectores que lo integran, resultando más elevado en los servicios que en el agropecuario y el industrial. El avance de este último fue modesto, particularmente, en su componente de producción manufacturera. Ver cuadro 1.

Al año siguiente, en el año 2008 las condiciones económicas no cambiaron, efectivamente, según el Banco de México, el “resultado de un entorno internacional especialmente adverso, la actividad económica en México se fue debilitando a lo largo de 2008. Durante los primeros tres trimestres del año, la economía se fue desacelerando principalmente como respuesta al gradual deterioro de la demanda externa, lo cual incidió fundamentalmente en los niveles de actividad de los sectores productores de bienes comerciables internacionalmente”.

Este entorno internacional de México en el mercado mundial ha sido débil porque se ha tenido que enfrentar con China una potencia económica, esta nación ha jugado un papel muy importante en el comercio exterior mexicano al desplazar los artículos de exportación mexicanos hacia Estados Unidos. Esta potencia comercial tiene un gran dominio en el comercio mundial; México no tiene la capacidad para poder enfrentarla o por lo menos igualar los volúmenes de exportación de esta enorme nación, en este sentido, los industriales de Hong Kong aseguran que China tiene grandes ventajas sobre otros países, en especial por su mano de obra barata y lo bajo de sus precios de producción, lo que los hace más competitivos. Advierten que en territorio azteca los precios son más altos, además de que es difícil encontrar insumos, piezas y artículos primarios. En México sólo se ensambla afirma K.B. Chan, presidente de la Asociación de Industrias Electrónicas de Hong Kong y Roy Chung, miembro del Consejo de Desarrollo Comercial en el área de electrónicos, ellos explican que los bajos costos de producción son los factores más importantes del éxito de China para colocar sus mercancías en el mercado internacional. Desde su punto de vista, México tiene una gran ventaja: estar cerca del mercado más grande del mundo, Estados Unidos, pero eso no es todo para ser competitivos; de hecho, al gobierno mexicano le hace falta apoyar a los fabricantes.

Otro factor que está presente en la estructura de la fuerza de trabajo de la manufactura mexicana es el comercio exterior. En este sentido es importante mencionar el potencial comercial que tiene China, en efecto, para 2008, esta nación participó con un 8.8% en el total de las exportaciones mundiales, y ocupó el 2º lugar en el mundo; México solamente colaboró con el 1.8% y en este rubro nuestro país se encuentra en sitio número 16. También es necesario señalar la tasa de crecimiento en el comercio de mercancías donde el país asiático ha crecido a un ritmo de 24 % en promedio para el periodo 2000-2008, México lo hizo en un 7% y Estados Unidos 6%. Ver cuadros 2 y 3.

Un factor importante es el perfil comercial de México, donde encontramos que no se encuentra diversificado la trayectoria de las exportaciones mexicanas, en efecto, el 80% de las ventas al exterior se realizan a Estados Unidos lo cual resulta muy positivo para México, sin embargo, a diferencia de China que ha variado en gran proporción su comercio hacia otros destinos como la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, República de Corea. Ver cuadro 4. Este panorama influye en la conformación de la manufactura mexicana y de la fuerza de trabajo ocupada en este sector.

Otra variable significativa que es necesario mencionar es la siguiente: Estados Unidos de sus importaciones totales en el 2008, el 16.5% provienen de China y de México, con el cual tiene firmado el Tratado de Libre Comercio (TLC), solamente el 10.1%.

Ahora bien, la estructura de la mano de obra ocupada en el sector manufacturero mexicano se encuentra determinada por un proceso de desindustrialización y desestatización que enfrenta México, donde hay un aumento de los trabajadores desempleados y subempleados. Precisamente, el proceso de desindustrialización ha alimentado el desempleo y la marginación. El número de pobres se ha incrementado en términos absolutos, En otras palabras, el modelo neoliberal, con su apertura comercial como una opción decisiva, ha tenido como consecuencia un proceso de desindustrialización y un aumento, en términos absolutos, de personas que viven en la pobreza, ciertamente, Alicia Bárcena secretaria ejecutiva de la CEPAL, ”explicó que, para el caso de México, el número de pobres al final de 2008 se situó en 37 millones de personas, equivalentes a 34.8 por ciento de la población total”. En este mismo sentido, para 2009, “es México, en América Latina, donde más aumentó la pobreza y la desigualdad a partir de 2006, luego que a principios de la década mostró signos de recuperación en esos rubros. Hoy tiene la mitad de los nuevos pobres generados en el continente el año anterior. Son 41 millones. Con el agravante de que 15 millones son indigentes”.

La política económica del neoliberalismo, ha determinado la evolución del sector industrial y el manufacturero, en México. Este nuevo esquema neoliberal, como ya se mencionó, en el sector manufacturero se han incrementado sus niveles de exportación, dentro del marco del peso de una deuda externa que ha alcanzado cifras portentosas y un proceso de desindustrialización.

En efecto, con el neoliberalismo, se advierte una gran incapacidad para la reestructuración de las economías mexicana, persiste el endeudamiento externo y la transferencia de recursos hacia el exterior.

Ante este panorama, si bien hay un sector dinámico exportador de cierta importancia no se muestra una mejoría del bienestar de la población, ni una consolidación de la industria, en particular la manufacturera. Al contrario, ahora nos encaramos a una fase o ciclo de desindustrialización. México, presenta una ineptitud para una ordenada reestructuración.

Se creía que con la adaptación del modelo neoliberal, la industria manufacturera mexicana adquiriría una gran potencia, sin embargo, hemos visto que los resultados han sido lamentablemente desfavorables. A pesar de que la bondad del mercado, ha lanzado un positivo crecimiento de las exportaciones manufactureras mexicanas, no se ha transformado en una estructura industrial potente, vigorosa y productora de bienes de capital, ni ha podido dejar atrás la dependencia estructural a la que se encuentra supeditada, por el contrario afrontamos un proceso de desindustrialización que sigue avanzando o evolucionando; por otra parte las tasas de crecimiento de este sector, no han logrado ser las que se tenían en la década de los 80’s.

La deuda externa persiste, el desempleo se mantiene e incrementa, y el rompimiento de cadenas productivas así como el cierre de empresas, insiste en estar presente. El modelo neoliberal ha fallado para la división manufacturera mexicana, se ha equivocado la política económica aplicada, resulta urgente revisar la estrategia industrial que se debe seguir en México.

Una figura importante que está presente es del rezago de México en aspectos fundamentales para lograr un desarrollo económico sostenido, como es la educación y el nivel tecnológico, basta con solo ubicar a México en el The Networked Readiness Index 2008–2009 rankings donde ocupa el lugar 67 de un universo de 134 economías, arriba de nosotros se encuentra Chile ubicado en el lugar 39 o Brasil en el 59.

Otro figura importante a aludir es el comportamiento de la inversión extranjera directa, en efecto, desde 1999 no se ha logrado que se destine más del 66% de la inversión extranjera al sector manufacturero, ver cuadro 5. También es importante mencionar que el subsector más importante en la captación de este tipo de recursos externos es el de maquinaria y equipo, para el 2008 fue de 42.17%, ver cuadro 6.

La industria manufacturera ha venido decayendo su participación el PIB en el 2000 era de 19.7 y para el 2007 de 17.6. Ver cuadro 7.

El sector manufacturero mexicano ha venido presentando tasas de crecimiento variables, en 2006 fue del 4.7, sin embargo en el 2007 descendió de manera importante al crecer solamente 1%. La textil fue el subsector que presentó un crecimiento negativo importante en el 2007 del -4.5. Ver cuadro 8.

Un rasgo también presente en la manufactura es la capacidad ociosa instalada, por ejemplo, la capacidad utilizada a nivel de planta para la manufactura mexicana, la cual resulta como una variable importante para comprender la profundidad de la crisis actual. La gráfica 1 refleja que en diciembre de 2008 se había llegado al nivel más bajo de la capacidad utilizada, del 77.1% y el peor desde que existen estadísticas, con excepción de 1995. Sin excepción, se trata de la mayor caída del coeficiente de noviembre a diciembre de 2008, del 4%.

El sector manufacturero como ya se había dicho anteriormente no ha tenido la capacidad de mitigar o paliar el fenómeno de la desocupación que está presente en México, justamente, la población ocupada alcanzó 95.00% de la PEA en el primer mes de 2009, con la siguiente distribución porcentual por sector de actividad: en los servicios se concentró 41.4% del total; en el comercio 20.2%; en la industria manufacturera 15.8%; en las actividades agropecuarias 12.8%; en la construcción 8.3%; en “otras actividades económicas” (que incluyen la minería, electricidad, agua y suministro de gas) 0.9%, y el 0.6% restante no especificó su actividad. Ver gráfica 2.

A nivel nacional, la tasa de desocupación (TD) fue en el año 2000 de 2.58 y para el tercer trimestre del año 2009 alcanza el 6.2 de la PEA porcentaje muy superior a los registrados en los años anteriores. Ver cuadro 9 y gráfica 3. Podemos decir que las políticas de empleo no han resultado y nos encontramos ahora frente a un incremento de los niveles de desocupación.

Según el INEGI la plantilla de personal ocupado en la industria manufacturera llegó a un recorte anual de 8.22 por ciento en diciembre de 2008, el despido de personal en este sector se dio en el marco de un desplome anual de 11.3 por ciento en el volumen de la producción manufacturera, la cual fue afectada por una contracción de 15.8 por ciento en la demanda interna de este tipo de productos, y una reducción de 16 por ciento en los niveles de exportación de los mismos, precisó el organismo.

Las conclusiones de los indicadores de opinión, que reconocen inmediatamente después de terminado el mes de referencia, las expectativas y la percepción de los directivos empresariales sobre el comportamiento del sector manufacturero en México, se afirma que los cinco componentes del llamado indicador de tendencia mostraron caídas importantes en diciembre pasado hasta ubicarse en los peores niveles que registra este seguimiento coyuntural.

En diciembre de 2008, la planta y equipo de las empresas manufactureras fue utilizado al 41.1 por ciento de su capacidad, tras una caída de 7.43 por ciento respecto de su uso en noviembre; la producción disminuyó 7.43 por ciento durante el último mes del año pasado; la demanda nacional de productos de las empresas de este sector se contrajo 9.02 por ciento; la exportación descendió 8.43 por ciento respecto del mes anterior y el personal ocupado se redujo 0.9 por ciento.

Con estos productos, obtenidos a partir de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial, el indicador de tendencia marcó en diciembre de 2008 una caída de 12.44 por ciento desde el nivel observado en el mismo mes de 2007, y una contracción de 6.52 por ciento comparado con el registro de noviembre anterior.

De las respuestas a esta encuesta mensual, destinada a directivos de 4 mil 436 empresas que representan 65 por ciento del personal ocupado y 86 por ciento de los ingresos del sector, el INEGI elabora también el Indicador de Confianza del Productor, el cual registró un desplome anual de 33.13 por ciento en diciembre, para colocarse en un nivel sin precedente.

Igual que el anterior, sus cinco componentes mostraron derrumbes de distinta magnitud. El que se elabora con base en la opinión sobre si considera adecuado el momento actual para invertir cerró 2008 con un hundimiento anual de 63.82 por ciento; el que inquiere sobre la situación económica presente del país cayó 43.63 por ciento; el componente que configura la expectativa sobre el futuro de la economía mexicana se deprimió 24.51 por ciento; mientras los que se refieren al presente y futuro de la empresa en la que se aplicó el cuestionario los derrumbes fueron de 31.54 y de 15.32 por ciento respectivamente.

La Encuesta Mensual de Opinión Empresarial permite la elaboración de un tercer indicador para evaluar con prontitud la situación del sector empresarial. Le llaman Indicador de Pedidos Manufactureros, el cual corroboró el aumento en el número de despidos de las plantas fabriles al registrar en diciembre de 2008 un contracción anual de 11.9 por ciento en los “niveles esperados de personal ocupado”. En consecuencia, el volumen esperado de la producción tuvo una caída anual de 15.9 y una mensual de 9.9 por ciento.

La situación de la economía mexicana para este año 2009, según los pronósticos, de según el informe de proyecciones económicas del banco español BBVA, -7.2 por ciento. Por otra parte, la recesión de la economía de México podría ser similar a la “crisis del tequila” de 1995, aseguró Moody´s Economic.com.

“Sin embargo, existe incluso la posibilidad de que la recesión pudiera generar una contracción de 6%, equiparable a la producida por la crisis del peso en 1995”, expresó el analista. Esta situación obedece al desplome de la actividad económica a principios del 2009 por los efectos devastadores de la recesión estadounidense

Dos décadas después de abrir su economía, México tiende a convertir su industria en “cuasimaquiladora” debido a la desarticulación que prevalece entre los sectores que producen para el mercado interno y aquellos enfocados a la exportación, advirtió Miguel Manzur, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).

En dicho periodo, subrayó, se han perdido eslabones completos de las cadenas productivas debido al aumento de las importaciones de insumos, además se ha profundizado la brecha tecnológica y de productividad entre las diversas ramas industriales y se registran tasas a la baja del producto interno bruto manufacturero y la productividad laboral, así como un deterioro en los salarios industriales.

El dirigente empresarial explicó que la desvinculación entre la industria que produce para el mercado interno y la exportadora, multiplica sus efectos sobre la producción, la inversión y el empleo pero fuera del país, en lugar de ejercer un efecto de arrastre sobre la industria nacional.

Por lo anterior, exigió que el gobierno federal aplique de inmediato el Programa Nacional de Infraestructura (PNI), con el propósito de rencauzar la industria manufacturera hacia un nuevo ciclo de largo desarrollo sostenido.

El líder empresarial Manssur, afirma que frente al panorama que presenta el mundo global en materia económica y financiera requerimos que el país entero aproveche la oportunidad de articular todas sus acciones para detonar mecanismos de beneficio general, siempre poniendo énfasis en el desenvolvimiento de la empresa mexicana, destacó.

A las grandes empresas, dijo, se les debe exigir que apoyen a las de menor tamaño con procesos de subcontratación, y así reactivar el mercado interno y la generación de empleos.

También reiteró que se requiere de financiamiento accesible para micro, pequeña y mediana empresa, a costo competitivo de nivel internacional, contar con una banca de desarrollo fuerte y mejorar las condiciones laborales y derechos de los trabajadores.

Miguel Manzur recomendó que se impulse una política de desarrollo regional para lograr mayor cohesión nacional y mayor equidad pues consideró que así se detonará una nueva dinámica empresarial.

Fidel López García, director general del Instituto para la Protección Privada de la Propiedad Intelectual y el Comercio Ilegal, señaló lo anterior y destacó que ante la imposibilidad de la economía mexicana de generar los empleos necesarios, la economía informal se convierte en una válvula de escape.

Explicó que ante la difícil situación del país, al cierre de 2008 se calculaba que entre 13 y 14 millones de mexicanos ya se desempeñan diariamente en actividades ilegales, principalmente en la factura, comercialización y distribución de mercancía pirata” .

Ante la crisis “nuestros países han actuado rápido, sin embargo, los efectos de la turbulencia, sólo en el primer bimestre del año, han provocado en México, por ejemplo, la pérdida de unos 600,000 empleos, dijo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ,

La tasa de desempleo de 5.3% que se registró en febrero no se había presentado en los últimos ocho años, lo que refleja que México atraviesa por uno de los momentos más difíciles de la crisis económica, manifestó el director general del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Eduardo Sojo. El funcionario estimó que esa tasa de desocupación representa unos dos millones de personas.

Entrevistado en la Cámara de Diputados, añadió que en enero la tasa de desempleo se elevó y los asegurados y exportaciones bajaron, mientras que la producción industrial y manufacturera cayó 11.1 y 14.9%, respectivamente.

Sin embargo, el problema del desempleo en México se prolongará hasta mediados de 2010, con una tasa mayor a 6.0 por ciento, lo que es un lastre para la reactivación del consumo privado y la demanda interna, advirtió el economista de Estudios Económicos de México de la OCDE, Cyrille Schwellnus.

En efecto, el personal ocupado en la industria manufacturera de transformación disminuyó en enero 6.6 por ciento respecto al nivel del mismo mes de 2008, con lo que acumuló 17 meses consecutivos con caídas a tasa anual. Justamente en el 3º trimestre de 2009 en comparación con el mismo periodo de 2008 hubo un descenso en la ocupación en la manufactura de 359,717 personas.

Conforme a la información proporcionada por INEGI el sector manufacturero que comprende a 5 ramas de 1994 a 2008 ha tenido una disminución de 155 760 empleos. Ver cuadro 10.

Arnulfo Gómez, investigador de la Universidad Anáhuac detalló que en 15 años, México acumuló un déficit laboral de 7.52 millones de personas, pese a sus tratados de libre comercio, los cuales en teoría deberían elevar las oportunidades de empleo en el país. "Los objetivos establecidos en la negociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte, y de los otros TLC's incluían el incremento de la competitividad en la producción de bienes y servicios en el mercado regional y en el internacional, para generar mayor valor agregado en el área y crear mayor número de empleos, ¿dónde quedaron éstos?", cuestionó Gómez.

El deterioro de la industria de la transformación y de la maquiladora, que habían sido los principales generadores de empleos, detalló, han contribuido a que el número de personas que buscan un empleo vaya en aumento en los últimos años.

Un aspecto a considerar es el de la absorción de la fuerza de trabajo en las diferentes ramas que conforman al sector manufacturero, se puede advertir que casi no hay cambios sustanciales entre el año de 1994 y 2008. Las ramas que mayor incorporación de mano de obra presentan son la de alimentos y maquinaria y equipo. Ver cuadro 11

Ahora bien con respecto a la concentración geográfica de la fuerza de trabajo ocupada en el sector manufacturero mexicano encontramos lo siguiente: la región del Valle de México concentra al 22.9% de la mano de obra, en cambio la peninsular solamente aglutina al 3.6%, ver cuadro 12. Ver Mapa 1.

Los salarios de la industria manufacturera han tenido el siguiente comportamiento: en el año de 1995 presentan una caída importante, sin embargo, después se presenta una recuperación y han un pequeño ascenso, ver cuadro 13, sin embargo, no fue posible obtener los datos para 2009 donde el peso mexicano ha presentado una devaluación importante. Tampoco hay que dejar de lado el valor del peso frente al dólar en 1994 y en el periodo actual.

Especificando un poco más la relación entre las remuneraciones medias reales de la manufactura y la productividad media encontramos una brecha, puesto que “las remuneraciones reales no han crecido en forma significativa para la manufactura, más allá de oscilaciones cíclicas en diciembre de cada año. Es decir, las remuneraciones medias manufactureras son las mismas después de 15 años. Por el contrario, la productividad media laboral por persona fue hasta febrero de 2008 un 71% superior a la de 1993, lo cual refleja una brecha muy sustantiva entre el aumento de las remuneraciones y el aumento de la productividad laboral. Ver cuadro 14.

Conclusiones.

La industria manufacturera mexicana se encuentra en una profunda crisis y la fuerza de trabajo empleada por este sector no se ha incrementado por el contrario ha descendido de manera importante, es necesario tomar las medidas necesarias para fortalecer a la industria de nuestro país o de lo contrario va a desaparecer.


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