Observatorio de la Economía Latinoamericana

 


Revista académica de economía
con el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas  ISSN 1696-8352

 

Economía de México

 

VÍNCULOS COMERCIALES TLCAN - ESTE ASIÁTICO

Alfredo Sánchez Ortiz (CV)
duananos@yahoo.com.mx

 

 

Resumen

El TLCAN significó para los países del Asia Pacífico aumento en la competencia con México por la atracción de la IED, lo que vino a cambiar los patrones comerciales y de IED en la región, dando lugar a desviación comercial, la que se tradujo en incremento en los flujos de comercio interregionales y a una marcada alineación comercial; los países del sudeste asiático a la Unión Europea (EU) y los del Noreste con Estados Unidos.

1. Introducción

Es un hecho que el establecimiento de la UE y el TLCAN plantearon desafíos serios para el desarrollo del Este Asiático. Después de la firma del TLCAN se observan cambios en la relación de EE.UU. con los países asiáticos concretamente en el comercio y en la IED, así como en la proliferación de Acuerdos de integración entre países del Asia Pacifico, e incluso en aspectos cualitativos como en el discurso de gobernantes y algunos sectores de la sociedad civil. Se puede decir que a partir del TLCAN se registra en la región del Este Asiático una franca integración comercial y económica.

 

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Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Sánchez Ortiz, A.: “Vínculos Comerciales TLCAN – Este Asiático" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 92, 2008. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/mx/2008/aso.htm


El TLCAN representa entre otras cosas un compromiso implícito con la integración económica regional. A pesar de su nombre, el Tratado Norteamericano de Libre Comercio no está abocado primordialmente a lograr un “libre comercio”, ya que para 1990 las barreras arancelarias y aun las no arancelarias que existían para el intercambio comercial entre EE.UU. y México ya eran bastante bajas. El TLCAN más bien se preocupa por brindar un marco para la inversión (Ortega Ortiz, 2000).

Al obtener un acceso preferencial a los mercados de EE.UU. y un “sello de aprobación” formal por medio del TLCAN, lo que México se propuso fue atraer flujos importantes de inversión extranjera , no sólo de EE.UU., sino también de Japón y de Europa. Por su parte, al obtener un acceso sin obstáculos al mercado laboral mexicano (de bajo costo, pero altamente capacitado) EE.UU. se propuso conseguir una plataforma de exportación para sus bienes manufacturados, mejorando así su competitividad en la economía global. Por estas razones, el TLCAN incluye secciones sumamente detalladas sobre inversión, competencia, telecomunicaciones y servicios financieros, y es en esencia un acuerdo intergubernamental. A diferencia de la Unión Europea, en la que se creó una estructura compleja para asegurar un gobierno con autoridad supranacional genuina, el TLCAN se apoya en negociaciones y consensos presupuestos entre gobiernos nacionales. Como se sabe, el TLCAN no entraña ninguna delegación de la soberanía política de sus miembros, como ocurre en el caso europeo. El resultado es una inconsistencia -sostienen algunos- entre el nivel relativamente “profundo” de la integración económica contemplado por el TLCAN y su nivel claramente “superficial” de integración política .

El vinculo comercial y de flujos de la IED del TLCAN en la región del Asia Pacifico no es un vinculo en el sentido de causalidad, puesto que en los asuntos internacionales existen gran cantidad de variables, que por lo mismo son imposibles de controlar en un modelo, pero si de establecer una relación de concomitancias, es decir de sucesos económicos que se corresponden en el tiempo como el TLCAN junto a muchos otros factores imponderables en los cambios mencionados.

¿Qué efectos ha tenido el TLCAN en los países del Este Asiático? Es difícil responder debido a la imposibilidad de estimar empíricamente los efectos de diferentes factores económicos como inversión, producción, tecnología, mercado, distribución, etc., en concomitancia con circunstancias políticas nacionales e internacionales, conjugadas con elementos socio-históricos. Todo flujo comercial refleja ajustes y desequilibrios simultáneos en los mercados. En este documento se proporciona una visión analítica sobre el grado de vinculación existente entre el TLCAN y los países del Este Asiático y sus efectos en dos rubros; flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) y en la integración regional en la región asiática. Este análisis emplea el método cronológico, tomando como referente el antes y el después del TLCAN. El periodo de estudio es básicamente de 1990 al 2000.

2. El Este Asiático

La región Asia Pacifico se ubica dentro de la Cuenca del Pacífico, la cual abarca tanto el continente Americano como el asiático. El Océano Pacifico separa estos dos continentes, y no es solo una separación geográfica, sino también cultural y política, como escribe Rivas Mira (Rivas y Rancel, 2004) la diversidad geográfica es comparable a la diversidad social, cultural y política.

La mayoría de los países asiáticos han desarrollado diferentes culturas propias, cada uno de ellos posee tradiciones distintas no sólo respecto a los demás, sino dentro de sus propias provincias debido a que sus poblaciones son heterogéneas. Como se señala más adelante, el Pacifico asiático presenta una amplia gama de religiones y grupos étnicos lingüísticos de diverso origen que ha dificultado una identidad nacional sólida; la población de Asia Pacifico se compone de varias razas y prácticamente de todas las religiones existentes, desde sajones hasta pigmeos y desde cristianos hasta distintas sectas politeístas, pasando por budistas, hindúes, musulmanes y confucionistas, entre otros, o bien, ateos. Ante esta falta de homogeneidad el factor de identidad entre la población de los países de la región es el hecho de que pertenecen a ella y el elemento que ha permitido a estos países entre sí e iniciar una relación política más estrecha ha sido la vía comercial. Con el comercio también han intercambiado nuevas ideas y tecnologías, modelos culturales y hábitos sociales diversos que influyen en las sociedades que participan. Geográficamente Asia Pacífico se divide en dos áreas; el Noreste y el Sudeste

3.- Patrón de Comercio

De acuerdo con los datos de la grafica 1, la región Sureste se vio más afectada en la reducción de exportaciones que la región Noreste, que tiene los países más desarrollados y vinculados con los Estados Unidos, esto puede interpretarse como un desequilibrio de los flujos comerciales en el Sureste Asiático debido a la incorporación de México al Tratado de Libre Comercio de Estados Unidos con Canadá. En la región Noreste los países más desarrollados se desvincularon de los menos desarrollados; a diferencia del Sudeste que reforzó la relación entre los desarrollados y los menos desarrollados. El noreste en general mantuvo niveles altos de intercambio comercial con los Estados Unidos a pesar del TLCAN.

Como consecuencia de lo anterior el volumen del comercio intrasiático creció más rápido de lo que proporcionalmente había crecido en el comercio total de estos países. La región que resulta mayormente perjudicada es el sureste que tenía con un porcentaje de 15.7 en 1994, bajo al 6.3 en el 2005.

Resulta interesante observar que el comercio del Sudeste y del Noreste Asiático hacia los Países Asiáticos en Desarrollo (PAD) es el único que creció de 1990 al 2000, decreciendo en el periodo del 2000 al 2003 este decremento es mas marcado en el Noreste Asiático debido al incremento comercial de China con los Estados Unidos. De hecho en el año de instauración del TLCAN el 48.7% del total de exportaciones entre los PAD’S y Japón se dirigió a la misma región, además según el Informe Económico 2001 del FMI, en el comercio del 2000 un porcentaje mayor del total de las importaciones (52.6%) vino de la región. Aunque en el 2003 el flujo comercial decayó de manera ligera en el Sudeste y de forma drástica en el Noreste.

En cuanto a las importaciones; los países del Sudeste las redujeron más que los del Noreste, lo que indica dos cosas; menor dependencia con los países del TLCAN, y que la competencia comercial de México con respecto al mercado de Norteamérica es con los países del Sudeste asiático y no con los del Noreste (que es donde se ubica China).

De tal forma que la tasa de exportación mexicana para con los Estados Unidos y Canadá crecieron del 19% en 1994 al 65% en el 2003. En el proceso de creación de mercados y transferencia comercial, los Estados Unidos absorbieron la mayoría de los productos básicos incrementados, por ejemplo en 1998, Estados Unidos atrajo el 77.8% del mercado externo mexicano y el 80% del canadiense.

Según la OMC (Informe 2003) las cifras de intercambio comercial dentro del TLCAN fueron de 57,000 millones de dólares en exportaciones y 59,000 millones de dólares en importaciones en 1994 a 140,000 y 118,000 millones de dólares respectivamente en el año 2001, lo que indica que las exportaciones crecieron en más de un 114% mientras que las importaciones lo hicieron en un 110%. Con el TLCAN los Estados Unidos se convirtieron en el principal mercado de destino para las exportaciones de México con una participación que pasó de 83 % del total de exportaciones al mundo en 1993, a una participación de 89% en 2003. De la misma forma, Estados Unidos consolidó su posición de principal proveedor para México, sin embargo su participación con respecto a las importaciones desde el mundo ha disminuido en un 71% en 1993 a 64% en 2003 (Almanaque Mundial, 2004).

Como puede observarse en los gráficos 4 y 5, a partir del TLCAN México reduce considerablemente su comercio con el Este asiático, esta baja en la actividad comercial de México se explica por la pérdida de ventajas competitivas y falta de ventajas comparativas o bien por la absorción de los Estados Unidos.

En síntesis, con el TLCAN el patrón comercial de México destaca porque la concentración se ha expresado en escala regional debida a que el comercio mexicano se efectúa fundamentalmente con Estados Unidos. Las exportaciones a ese país representan el 88% del total. Con la apertura comercial en 1985 arrancó un proceso de mayor dependencia comercial con Estados Unidos acompañada de un desplazamiento de Europa, Asia y los países de Centroamérica y América del Sur como proveedores de mercancías.

Como puede observarse en el grafico 6, El Sudeste asiático tuvo déficit comercial con el Pacifico Occidental de 0.4 millones de dólares, con los Estados Unidos de -2.3 millones de dólares. El Noreste comercializo 2.2 millones de dólares con el Pacifico Occidental y 3.6 millones de dólares con los Estados Unidos, situaciones compensadas con un mayor intercambio intra regional, evidenciando que la interdependencia e integración comercial alcanzada es mayor a nivel subregional que regional. Así el Sureste incrementó su comercio con Japón de manera mucho mas significativa que el Noreste Asiático, porque así convenía a los intereses de Japón, país que aprovechó las ventajas en el intercambio comercial con la zona regional en vías de desarrollado.

En 1994, el 21.85 % del total de la importación japonesa provenía de los Países Asiáticos en Desarrollo (PAD’s). No obstante, solo el 12.35 % del total de las exportaciones de estos PAD’s fue destinado a Japón. Desde el punto de vista de Japón, el balance es al reverso; los PAD’s sumaron el 29.9 % del total de las importaciones de Japón monto que representaba al 31.4 % de sus exportaciones totales. El patrón japonés es más simétrico debido a que sus importaciones de los PAD’s representan la fracción mayor de sus importaciones globales, pero menor al excedente total de sus exportaciones. El mercado de Japón aparece como el más importante de la región para la mayoría de los países de Asia Pacífico, excepto para Hong Kong que mantiene relaciones especiales con los mercados de China y Corea.

Como podemos constatar, posterior a la vigencia del TLCAN la dirección del comercio del Asia Pacífico se trasformó: la región Noreste redujo su comercio con la UE, mientras el Sureste lo intensificó con la Unión Europea, pero al mismo tiempo decreció con los países occidentales (Canadá, Estados Unidos y México).

De tal forma que para el 2004 el comercio estadounidense con Asia experimentaba un cambio iniciado desde mediados de los noventas a consecuencia del TLCAN . Según el informe de la OMC, el comercio de mercancías y de servicios comerciales siguió creciendo en Asia a un ritmo más rápido que el comercio mundial. Las exportaciones de mercancías se incrementaron el 25%, hasta alcanzar un valor de 2.385 billones de dólares y las exportaciones de servicios comerciales el 21%, a 436,000 millones de dólares. En la región, el valor en dólares de las importaciones aumentó más que el de las exportaciones, tanto en el comercio de mercancías como de servicios (Informe 2005 del Comercio Mundial, OMC; 9)

De acuerdo con la información comercial, durante el periodo de análisis se aprecia un descenso de mercancías hacia los Estados Unidos de parte de casi todos los países asiáticos con excepción de China, que mas bien fortaleció su comercio con dicho país. En consecuencia se puede establecer que los principales mercados para el Sudeste asiático son: Japón, China y la UE; y para el Noreste asiático son: China, Japón y el propio Noreste asiático. Además, se debe señalar que en los años que se analizan ambas regiones pierden mercado y presencia; el Noreste en la UE y el Sureste en los Estados Unidos. Pareciera ser que se trata de un nuevo tipo de alineación estratégicamente diseñada para repartirse entre Estados Unidos y la Unión Europea el Este Asiático.

La grafica referente a la Balanza Comercial, refleja – y ratifica- que la región Noreste, a pesar del TLCAN se vio más favorecida en comparación con el Sureste, ratificando mayor desarrollo comercial en el Noreste Asiático.

4.- Inversión Extranjera Directa

En cuanto a la IED, por conducto del TLCAN Estados Unidos actualmente es el principal país inversionista en México; la región de América del Norte concentra cerca del 24% de toda la IED global. La IED captada por México pasó de un promedio de 3.6 billones de dólares anuales entre 1988-1993 a cerca de 12 billones entre 1994 y 2000. Y en una parte sustantiva esta captación de ahorro internacional viene de empresas de Estados Unidos. Para la segunda mitad de los 90’s, dos terceras partes de la IED captada por México provenía de sus socios comerciales (Pipitone, 2003; 287-310).

Desde las negociaciones del TLCAN Asia-Pacífico ha sido la región que concentro la mayor cantidad de las inversiones directas de Japón. La IED de Japón en el mundo luego de alcanzar 40,000 millones de dólares en 1990 declinó a 17,000 millones de dólares en 1992. Esta reducción de las inversiones se sintió en Estado Unidos y se colocó en Asia produciendo 22,000 millones de dólares de bienes (se importaron cerca de 21,000 millones de partes y componentes de origen japonés) (Ravenhill, 2001).

Haciendo un análisis comparativo de los flujos de IED en los países de Asia Pacífico, el Noreste Asiático es la subregión que más IED ha captado; en los 80’s fue de un total de 9.08 (todas las cifras en miles de millones de USD), y en 1995 de 42.60, lo que indica que los flujos de IED en este periodo crecieron en un 350%, el 2000 fue de un total de 86.40% que en comparación con 1995 muestra que se duplicó en tan solo cinco años. El Sudeste asiático atrajo en los mismos periodos 12.91 y 19.40, en el 2000 un total de 10.82, es decir que en cinco años los flujos de IED cayeron en casi un 50%. Estos resultados reflejan que la mayor cantidad de IED concentrada en el Noreste de Asia (además de la que proviene de la misma región) es de Estados Unidos que coincide con las observaciones hechas respecto al Impacto del TLCAN en el comercio.

En consecuencia –siguiendo el patrón comercial-, el impacto que el TLCAN ha tenido en los flujos de IED en Asia Pacífico ha sido de dos tipos; negativo para el sudeste asiático (que fue la subregión más reacia a aceptar el TLCAN y la participación de Estados Unidos en APEC) y el otro ha sido el de incrementar los flujos de IED interregionales. La región del Noreste asiático en general no ha resultado afectada en cuanto a los flujos de IED porque China ha sido el país asiático que más corriente de IED ha recibido. La fuerza de China, luego de su ingreso a la OMC, reside en el hecho de que su estructura de costos es incomparable con la de cualquier otro país industrializado del mundo.

China tiende a atraer la IED de tipo industrial en toda la escala de la producción donde exista una ventaja comparativa en la fuerza de trabajo abundante, barata y crecientemente educada. Desde el primer año del ingreso a la OMC, China atrajo más del doble de IED que el resto del Asia-Pacifico excepto Japón, lo que está ocurriendo es que la IED que se dirige a China no sólo proviene de Asia-Pacífico, sino de todas partes del mundo. Por ejemplo, un 20% aproximadamente de la maquila mexicana se ha dirigido a China. Esto se debe a que, luego del ingreso de México al TLCAN se ha producido un aumento significativo de los niveles salariales mexicanos, sobre todo en los Estados del Norte. Es el resultado directo de la mayor productividad que surge de su integración con Estados Unidos. Esta situación ha llevado a un aumento de los costos salariales, que en la actualidad no tienen posibilidades de competir con los de China (Yolanda Fernández, 2003).

En cuanto a la inversión interregional en Asia Pacífico, ésta ha representado un importante porcentaje (40%) de las entradas totales, tendencia que se ha mantenido gracias a la reorientación de las inversiones, la ampliación de las redes regionales de producción y los continuos esfuerzos de integración regional, entre otros factores.

El impacto que el TLCAN ha tenido en los flujos de IED para Asia Pacífico no ha sido benéfico en lo que se refiere a flujos provenientes de Estados Unidos, de acuerdo con Asian Development Outlook (2004; 218) el porcentaje mundial de IED a esta región ha disminuido en un 9% (hasta 1993 la IED a los países en desarrollo ubicados en Asia Pacífico representaba el 19.3% del total mundial, en el 2000 fue de 10.6%), la parte más afectada ha resultado el Sudeste Asiático.

CONCLUSIONES

Se constata que los vínculos comerciales de los países TLCAN en Asia Pacífico han tenido como consecuencia desviación en los flujos de comercio, generando a su vez, una serie de cambios en los patrones comerciales y de inversión en los países de Asia Pacífico, que a su vez fortalecieron el acercamiento interregional en términos políticos y económicos, dando lugar a un dinámico proceso de integración regional, que al parecer va en dirección al Regionalismo Estratégico.

Los intercambios comerciales de Asia Pacífico en su conjunto son cada vez más interregionales; la intensidad de comercio dentro de la región se incrementó marcadamente en el periodo de 1995 al 2001, cambiado sus patrones de comercio, cuyas exportaciones de bienes se dirigían en los 70’s y 80’s principalmente a los países desarrollados. Sin embargo con el inicio del TLCAN se dio un crecimiento espectacular del comercio interregional, conformándose un bloque regional cada vez más fuerte. De tal forma que desde la instauración del TLCAN el peso de Asia Pacífico como destino de sus propias exportaciones aumentó del 42% al 49%, en contraste disminuye con las proporciones destinadas a América del Norte (del 28% a 26%), y con la UE (del 19% al 16%).

Igualmente la IED a partir del TLCAN ha llegado a ser cada vez más regional, tanto en Asia como en Norteamérica. De tal forma que la IED de Japón al combinarse con la IED de Taiwán, Singapur y Corea del Sur, sostuvo el crecimiento de un gran número de redes de producción a través del Pacífico Asiático que igualmente ha servido para integrar a la región.

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