Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Jorge Isauro Rionda Ramírez[1]
SUMARIO: La convergencia o divergencia existente en las regiones de México, son tema de especial interés al velo de la efectividad de los programas públicos en torno al combate de la pobreza y el mejoramiento de vida de las personas, así como el impacto social local y comunitario de las iniciativas federalistas y de descentralización. Este es el tema que trata el presente artículo donde se deja en claro la baja efectividad de los programas y el rezago no solo en desarrollo sino en las acciones públicas dirigidas al rubro de lo social.
ABSTRACT: The convergence or existing divergence in the regions of Mexico, is subject of special interest to the veil of the effectiveness of the programs public around the combat of the poverty and the improvement of life of the people, as well as the local and communitarian social impact of the federalist initiatives and decentralization. This it is the subject that treats article the present where it is left in clear the low effectiveness of the programs and I leave behind nonsingle developing but in the criminal actions directed to the heading of the social thing.
PALABRAS CLAVES: Desarrollo regional; Desequilibrios estructurales; Convergencia económica; Divergencia económica.
Rionda Ramírez, J.I.: "Desequilibrios estructurales y desarrollo regional en México" en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Número 63, julio 2006. en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/index.htmPara citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
INTRODUCCIÓN:
México es una nación cuyo actual esquema económico es quizá, sino el más, al
menos uno de los mas obediente a las consignas de organismos multilateraes
financieras y de desarrollo, como de su principal acreedor, los Estados Unidos
de América. Su desarrollo basado en la apertura económica y la cooperación internacional,
muestra un efecto controvertido a nivel de las regiones del país. Basta con revisar algunos indicadores sociales, especialmente aquellos que
sirven para medir la marginación y el grado de pobreza de la población, para
quedar en el convencimiento de que este esquema exogenista más aporta al
desarrollo de las divergencias y de las convergencias.
Se recrudecen las diferencias sociales y se contrasta el desarrollo regional de
México en zonas con abiertas ventajas ante la globalización, donde sus
oportunidades locales se anexan al esquema globalizador, como bien, quedan al
margen y en condena de sufrir mayor marginación y pobreza regiones cuyas
oportunidades locales no logran anexarse al esquema integrador de oportunidades
globalizadas, por lo que son regiones cuya divergencia con el desarrollo de
zonas como las del centro, centro occidente y norte del país cada vez es más
distante. El presente trabajo trata de resumir las investigaciones de algunos autores
cuyos hallazgos en la década pasada, aún son vigentes, como bien más profundos y
con singularidades novedosas que deben ser consideradas en el anhelo del
desarrollo regional convergente del país. TRATAMIENTO: D. Hiernaux indica la necesidad de replantear el sentido de la globalización
donde debe considerarse que ésta no debe ir de arriba hacia abajo, sino en
sentido contrario, de abajo hacia arriba. La globalización desde abajo implica
una territorialización del fenómeno de mundialización donde se aporte a la
globalidad la diversidad enriquecedora de lo local. La globalización desde
arriba implica la imposición etnocentrista de una consmovisión no sólo de tipo
occidental sino incluso relativo a las culturas noratlánticas, propiamente
anglosajonas. La supresión de las realidades locales y su rica diversidad por
una cultura universal y un único modo de vida que va del capitalismo central al
periférico. Atenta contra las identidades nacionales y trata a tabla raza a los
Hombres, siendo su realidad y vida diversa en cultura, sociedad y economía. La globalización desde abajo representa una nueva y novedosa visión de la
organización del territorio, no en atención de los intereses de globalización
desde el capitalismo central, sino admitiendo las potencialidades sociales,
económicas, ecológicas y culturales a un nivel local, donde su incrustación en
lo global no implica una supresión de sí misma, sino una contribución a una
globalidad no estandarizada, sino diversa. De este modo, la historia de los pueblos y su cultura se anexan a un desarrollo
mundializador (desde abajo), y no globalizador (desde arriba). Tema nodal y
crítico a la fecha en materia de las políticas de reestructuración
internacional, cooperación e integración donde pesa cada vez más las
contracorrientes a la globalización desde arriba, y se piensa cada día lo que
Joseph E. Stiglitz llama el malestar en la globalización. Una cita muy interesante del D. Hiernaux es la siguiente:
“El peso ideológico del neoliberalismo ha sido tan abrumador que ha restado capacidad a las sociedades para diseñar un futuro mejor bajo el planteamiento de un modelo social diferente, y por diferente queremos decir radicalmente distinto al actual”
Sin lugar a dudas la ideología neoliberal fundadas en la ética desarrollada por
Hayek, Rose y Milton Friedman (Guillén, 13 - 72) se erige como una ideología
suprema, dogma religiosa y sus controversias aparecen como secretos de fé,
incuestionable, su peso impone a toda cosmovisón una directriz en calidad de
verdad incuestionable y natural. La propuesta de Hiernaux radica principalmente en reconocer que las
alternativas reales no derivan de las cúpulas, ya sean de derecha o izquierda,
quienes finalmente quedan inscritan en la lógica de la reproducción del sistema,
como instancias de poder político y no como elementos decisivos e impulsores de
una alternativa global nacida desde lo local. Para ello las diversidades regionales son en sí propuestas de alternativas
múltiples que configuran precisamente un modelo global que se sustenta desde
abajo. El reconociendo de la diversidad no implica necesariamente reconocer las
desigualdades sino del reconocimiento de las distintas capacidades y
posibilidades que construir su propio esquema de desarrollo, en lo local, como
parte de una región y en sí la manera local de anexarse a un desarrollo
globalizador, desde abajo. Diversidad no es sinónimo de desigualdad, sostiene Hiernaux, y la búsqueda de
resolver las desigualdades no implica uniformizar las realidades. Un territorio
plural posibilita muchas alternativas para el desarrollo, mismo que es la base
del sustento de la auténtica democracia donde la organización del territorio es
la expresión de la vida política con base a los derechos civiles y las
realidades locales. La democracia por ello es el reconocimiento y legitimidad de
reconocer las expresiones particulares o de grupo de los ciudadanos. Se debe considerar que la globalización desde abajo no es más que la
planetización de las regiones, forma enriquecedora donde la diversidad es el
sustento de la riqueza y no la homogeneización de las regiones. El desarrollo regional por ello debe procurar las diversidades locales como
componentes alternativos y enriquecedores en la formulación y constitución del
desarrollo en lo local, regional como global. La democracia es la admisión de la diversidad, la búsqueda de la supresión de lo
regional y local por lo global es una propuesta antidemocrática, fascista,
empobrecedora e inviable ante la admisión de que se parte de realidades
sumamente diversas y culturas muy distintas. La homogenización de la
representación política de los pueblos va contra la identidad, la realidad y la
posibilidad de crecer como un proyecto que responda a las realidades de los
locales a razón de que los intereses globales tengan cabida, especialmente desde
las jerarquías locales. Los pueblos deben buscar desde su propia historia la reivindicación de su
sociedad y estilo de vida (economía), por ello, admitir la diversidad y aunarla
a un esquema mundialización necesariamente no se contradice la historia y es
viable ante la realidad local, mientras que contrario, la supresión de la
historia local a cambio de tender a una tendencia central y uniformizadota viene
entonces a condenarse desde su origen a ser un esquema no viable. Cita este autor que:
“Extrovertir las economías regionales, implica impulsar la obediencia de las sociedades locales a destinos manifiestos que sólo pueden ser determinados por estructuras corporativas supraterritoriales…”
El esquema neoliberal de crecimiento hacia fuera o exogenista anexa al
crecimiento global lo local a los intereses no sólo de las naciones
desarrolladas propias del capitalismo central, sino incluso de las
supraburguesías transnacionales. Adiciona al respecto:
“… antes de globalizar las economías, es decir antes de privilegiar las relaciones externas sobre las internas, es preciso construir o reconstruir las economías regionales que han sido sujeto de embates brutales de los sistemas corporativos…”
Este es el tema relevante ante la reestructuración posfordista puesto que el
fracaso inminente del actual esquema neoliberal de integración y extroversión
económica, se explica en gran parte por ignorar las realidades locales y
regionales, como tratar de imponer los intereses del capitalismo central en una
globalización que parte de arriba. El endogenismo económico precisamente
consiste en posibilitar la planetización como única vialidad como un proceso de
globalización desde abajo. La globalización desde abajo representa la articulación de las regiones con
mercados semiautónomos. Semi por que no se niega su articulación al exterior,
pero no por ello los mercados locales deben abandonar las necesidades locales,
capaces de vitalizarse por la existencia de su propia base social y
económica, así como a través de sus propios recursos. El endogenismo económico radica en la búsqueda de recobrar la autonomía local
como fundamento de la solidez del sistema global. Para ello las políticas a
seguir deben ser impulsados desde lo local para fortalecer lo global como un
esquema integrador y con capacidad de resolver las necesidades diversas que
precisamente se viven en lo local, y no tanto en respuesta a la solución de las
necesidades de un capitalismo central.
“La revalorización del mercado interno frente al
externo, es también una forma de revalorizar las culturas regionales, al
ofrecerles una base económica para su desempeño.”
(Hiernaux) Para ello define el autor entre paréntesis que …
una cultura sólo se
reconocerá como regional si tiene un fuerte arraigamiento en la sociedad local y
una valorización desde el exterior, es decir el reconocimiento de la diversidad
por parte de otras culturas regionales. Esta definición es vital para poder superar el problema semántico relativo al
término pues es común hablar de nación sin considerar que esta es efecto de una
identidad cultural que también puede ser un elemento para definir región. Dejando de lado el tema general de la globalización y el sentido que esta debe
tener para las naciones tanto desarrolladas como subdesarrolladas, es importante
hacer referencia a la situación real local, para el caso, el de México. Por ello
el trabajo que nos presenta José Aranda Sánchez revisa la efectividad de los
llamados programas estratégicos que de 1983 a 1988 se implementaron.
Lo interesante de su aportación al debate es que ahora como entonces, los
programas estratégicos adolecen de las mismas consideraciones hechas en su
trabajo por Aranda. Más que los objetivos, la realidad nacional exige programas
muy ambiciosos en materia de atención, seguridad, previsión y asistencia social.
Los esfuerzos resultan bastante modestos y no logran la efectividad exigida. El actual modelo de desarrollo aúna más elementos a los vividos en la década
antepasada. Las políticas de estabilización suplen a las de crecimiento y por
ende la inversión pública durante la administración foxista se redimensiona a
una expresión a un menor a la pasada. Si en los 80 Aranda explica la baja
efectividad de los programas por la baja en la inversión pública en gastos
sociales, ahora esto se recrudece. Asimismo, la desconcentración de la población de la zona metropolitana de la
ciudad de México no ha sido resuelta con la descentralización y el federalismo.
Aún que el ritmo de crecimiento de la gran ciudad ha disminuido, con todo, sigue
concentrando población y creciendo. El esquema de desarrollo exogenista o de apertura económica no es en sí
contraparte respecto a la inmigración que trae el área metropolitana de la
ciudad de México, de hecho más del 60% de la inversión extranjera directa
recibida en el país en la última década se aloja dentro del Distrito Federal,
que es una pequeña fracción de la zona metropolitana. La inversión pública
proporcional por habitante sigue siendo mayor para esta ciudad que para el resto
de la República y la cartera de inversión privada, es mucho más representativa
en la capital que en el resto del país. Las ciudades medias adquieren recientemente un protagonismo relevante en el
crecimiento urbano de México, en gran medida se explica por las reformas
constitucionales a los artículos 27 y 115 de la constitución política de los
Estados Unidos Mexicanos como corolario de esto. El nuevo rol otorgado al
municipio con más capacidad de recaudación y gestión administrativa, a la par de
la liberación de la población cautiva por la propiedad ejidal, es la principal
causa del crecimiento en las ciudades medias del país. Debe considerarse que las ciudades medias en su gran mayoría son a su vez
cabeceras municipales y estatales, así como puertos y ciudades frontera por lo
que en las razones del aumento de su población por causas sociales, estos
elementos son fundamentales para explicar crecimiento demográfico. José Aranda cita que el principal fundamento para afirmar que el éxito y las
consecuencias del país dependen fundamentalmente de la coyuntura económica, de
la política económica respecto a hacer frente a la crisis, cuyo referente
teórico subyace en el planteamiento estratégico del esquema económico
neoliberal, que actualmente se implementa en la nación. La primera relación importante a considerar es la relación centro periferia del
modelo de desarrollo actual, donde se admite la relación dialéctica entre el
capitalismo central y el capitalismo periférico, sin dejar de lado la matización
que implica admitir la coexistencia de dos realidades antagónicas entre el
capitalismo central posmodernista y el periférico posmodernista. No se vive
igual el desarrollo de la postmodernidad independiente y autónoma, como se vive
el subdesarrollo de la postmodernidad dependiente. El origen histórico del centralismo en México es en parte responsable de los
desequilibrios regionales, donde la descentralización (ir del centro ala
periferia), es la estrategia para abatir esto. En esta descentralización el
principal elemento en que se trabaja son las llamadas ciudades medias,
procurando que sean ahora las receptoras del crecimiento y el desarrollo y no
tanto las tradicionales zonas metropolitanas tales como la de la ciudad de
México. No obstante las iniciativas descentralizadoras en el país resultaron en algunos
fallos que a la fecha siguen presentes en explicar la ineficiencia de los
programas: Los objetivos de los programas son muy ambiciones en razón de que las
necesidades poblacionales se han recrudecido y los problemas son bastantes, se
quedan cortos en su capacidad de acción, más aún en la capacidad de resolver los
problemas atendidos. Persiste una gran debilidad en materia de descentralización al ser insuficientes
las medidas realizadas, puesto que la desconcentración de secretarías y
entidades del gobierno fuera de la ZMCM. Las estrategias de “redespliegue”, como las llama el autor, a las ciudades
medias no se respaladan en programas congruentes a nivel regional que la
procuren, especialmente cuando deben ser estrategias dadas en programas públicos
a largo plazo. Por otra parte es muy importante que los programas regionales tendientes a la
descentralización no dejen de considerar la interacción entre las regiones,
puesto que existieron al menos de principio áreas como la fracción occidental
del país, que no fueron contempladas.
La región de la frontera norte, ante el esquema de apertura económica debe considerarse como tema especial puesto que las economías locales presentan una sui géneris propia y distinta a la realidad que se vive en el resto de la República. Precisamente Tito Alegría indica en especial los rasgos característicos de la economía de frontera, donde la terciarización[2] que se vive a nivel nacional, la frontera norte expresa una alta relación con la industrialización basada en las maquiladoras. Puede decirse que mientras en el resto del país la terciarización es una realidad, en la frontera, a razón de ser la región segundo receptora de inversión extranjera, después de la ZMCM, hay una involución a la secundarización.
El fenómeno de la secundarización de las ciudades de la frontera norte no es un
fenómeno regresivo, sino involutivo, esto es, el propio desarrollo económico de
la región norte lleva como el resto del país una gran dinámica terciarizadora,
pero en el caso de la frontera norte el desarrollo industrial que causa la
localización de importantes factorías maquiladoras, es la razón de que la
industria crezca a mayor ritmo que los servicios. No hay un regreso a una fase
anterior del desarrollo, la secundarización propia de los años 40 a los 70. Sino
la evolución dinámica de la industria aún sobre el alto dinamismo del
crecimiento terciario de la economía. Sostiene Tito Alegría que la apertura económica que desde los años 80 vive el
país tiene efectos locales en la frontera norte del país de suma importancia,
donde la estructura urbana debe adaptarse, en contra posición a su tendencia
histórica a organizarse alrededor de un sector terciario, en atención a las
demandas del sector industrial, especialmente de la industria maquiladora.
El proceso descrito conlleva paradigmas distintos a los del resto del país y un
desarrollo urbano donde la interacción económica comercial fronteriza, rige la
lógica del mismo. Las administraciones públicas municipales han tenido que ser
aquellas que en desobediencia a las directrices del centro del país, emprenden
programas de trabajo propios en atención al desarrollo local y con poco nexo con
el esquema de desarrollo del resto del país.
La industrialización dinámica de la frontera norte del país responde a elementos
contradictorios que la explican respecto a las fuerzas de la industrialización y
las propias de la terciarización económica. Debe destacarse que el periodo de continuas crisis que vive el país de 1976 a
1994 es razón para que el sector terciario se desarrollo ante la crisis de las
actividades industriales de pequeñas y medianas empresas, que quebraron ante la
ruptura entre la caída de las ganancias y la absorción de los costos fijos en el
corto y mediano plazo. Lo que hizo que muchos trabajadores migraran al sector
terciario en calidad de subempleo o bien como autoempleo con actividades
económicas dentro del sector que no implicaran fuerte monto de inversión
inicial, así como costos fijos. Prospera el pequeño comercio así como el
ambulantaje. Dentro de este último y epecialmente para el caso de la frontera
norte la fayuca adquiere especial una relevante posición en las economías
locales. Otro aspecto importante a destacar es que las economías de la frontera norte
nunca contaron con un sector primario relevante, especialmente de producción
agrícola y pecuaria. Su economía es muy local y en mucho adyacente a las
economías de las ciudades norteamericanas vecinas a las ciudades frontera
mexicanas. Esta misma razón explica la desarticulación de origen de las
economías de la frontera respecto a las nacionales, y por lo mismo, con
características singulares que les distinguen de desarrollo del resto de las
regiones del país. Las diferencias salariales cada vez más acentuadas entre México y los Estados
Unidos de América, explican el incremento de la demanda local a razón de la
anexión de la demanda externa que causaba el consumo de extranjeros en mercados
de la frontera mexicana a precios diferenciales ventajosos. Las diferencias salariales pueden verse en las siguientes cuotas: En 1800, cita John Coatsworth, las diferencias en precios y cotizaciones entre
México y Estados Unidos de América eran realmente mínimas, el peso y el dólar
tenían una tasa de cambio 1 a 1 por lo que el este autor, entre otros
indicadores que da, considera a ambas economías en una similitud en cuando grado
de desarrollo económico. En 1964 la tasa salarial entre ambas naciones es de 1 contra 4. Esto es, un
norteamericano gana 4 veces más en la misma jornada laboral y en la misma
industria que un mexicano.
En 1994, cuando se inicia el TLCAN la tasa salarial ya es de 1 contra 8,
aproximadamente. En 2006 la misma es de 11 contra 1. Queda expuesto entonces que los precios y las cotizaciones entre ambas naciones
a su vez se van distanciando, fenómeno que en la frontera explica el por qué,
previamente al resto del país, la frontera observa una terciarización precoz. El
resto de la República inicia con un rezago de aproximadamente 20 años su
terciarización, comparativamente a las ciudades de la franja fronteriza. En 1965 con el celebración del Programa Binacional de la Industrial Maquiladora
de Exportación (PIME terminado en el 2001), la zona franca que representa la
franja fronteriza es receptora de inversión extranjera directa de origen
norteamericano (30 años antes de la celebración del TLCAN y al menos 15 años
previos a la reextructuración exogenista). A partir de dicho momento la
industrialización de la frontera norte es un hecho real y palpable, con un
dinamismo superior al nacional y al terciario de la propia región fronteriza. La dimensión de este proceso, tal como lo indica Tito Alegría, debe concebirse
en tres dimensiones:
En el resto del país, las llamadsa ciudades medias es otro tema que merece un
tratamiento especial. Sergio Manuel González evalúa el caso de una de ellas en
la década de los 80: Lagos de Moreno, Jalisco. Con base a esa revisión de caso
indica que la descentralización es muy cuestionable desde el punto de vista de
que la ZMCG siguió su normal ritmo de crecimiento, mismo que es respaldado por
los subsidios federales, mientras que las ciudades medias siguen careciendo de
infraestructura y empleo. En Lagos de Moreno, no obstante ser una localidad privilegiada por un
posicionamiento en favorable para los intercambios entre el centro del país y el
noreste de la República, y su alta articulación con el aparato productivo
agropecuario del Bajío guanajuatense, su desarrollo es modesto respecto a lo
deseado. Se pretendió hacer de Lagos de Moreno un centro subregional para prestación de
servicios, anhelo que se vio frustrado al no dotársele de infraestructura
suficiente. La pretensión de desconcentrar de población las grandes áreas metropolitanas se
inicia desde los años 70. El ascenso del desarrollo urbano e industrial de corte
fondista, implica un esquema de producción que se realiza de forma integral en
una sola localidad. Por ello, el esquema fondista se ampara bajo el
proteccionismo económico. La localización de los negocios se daba en respuesta a
la propia localización tanto de sus mercados de destino como de proveeduría.
Esto concentraba a su vez los mercados de trabajo lo que nutre necesariamente el
crecimiento de las ciudades. El efecto del fordismo en su máxima expresión es
que a inicio de la década de los 70 el todo el orbe abrupta y de súbito habían
surgido megametrópolis tales como la ciudad de México que hoy por hoy concentra
en su zona metropolitana aproximadamente 20 millones de personas. El nuevo esquema de producción flexible que se inicia en el pacífico oriental en
los años 60 y se mundializa a fines de lo 80, es la base de la necesidad de
relocalizar la industria en las regiones mundiales que aportes ventajas
competitivas a los procesos de producción ya sea de manera integral o parcial.
El desarrollo concentrador fordista, sumado al centralismo heredado desde la
colonia, en México, es causal en gran medida del fracaso en el desarrollo
regional, que es más álgido en la periferia del desarrollo capitalista. Los nexos entre las regiones a los mercados foráneos promueven intereses en
materia de la necesidad de desconcentrar el aparato industrial como la propia
infraestructura productiva, favoreciendo las ventajas competitivas que se puedan
aportar a los procesos de producción, y cuya localización industrial
necesariamente atiende a los nexos con los mercados foráneos.
La zona norte, el centro y centro occidente del país han logrado con relativo
éxito anexarse al desarrollo globalizador, mientras que el resto del país
muestra un abierto rezago, no solo en materia de desarrollo económico, sino en
materia de bienestar social, puesto que la marginación en los últimos 15 años no
solo no . /p>
La organización del territorio es un tema especial en esta materia. Transformar
el patrón de ocupación del territorio en la búsqueda de lograr la
desconcentración metropolitana y la descentralización económica, es una
prioridad para lograr con éxito la anexión de las regiones del país al
desarrollo globalizado. El sistema de ciudades actual parte de la supremacía
económica y primacía urbana de la ZMCM. Revertir la tendencia del esquema
endogenista solo puede tener cabida dentro de reformas institucionales acordes a
las directrices de la reestructuración económica postfordista. Para ello el
desarrollo de infraestructura urbana y de servicios en atención a las sociedades
receptoras es la manera en que la federación inicia la reversión del patrón de
ocupación del territorio. En Jalisco 4 municipios son considerados como principales centro urbanos después
de la ZMCG conformada por los municipios de Guadalajara, Zapopan, Tonalá y
Tlaquepaque. Estos municipios son Puerto Vallarta, Ciudad Guzmán, Ocotlán y
Lagos de Moreno. Municipios que crecen de manera constante e incluso han logrado
mayor ritmo de crecimiento que la propia ZMCG. La ZMCG sigue siendo favorecida por subsidios estatales lo que hace que
finalmente la ZMCG siga siendo un área de fuerte atracción poblacional en el
Occidente de México. Desde los 90 se observa que existe una cada vez más
significativa interacción entre el occidente de México respecto al noroeste del
país, especialmente entre los estados de Jalisco y Sinaloa. Puerto Vallarta es
un municipio donde se ha logrado la generación de infraestructura de servicios y
empleo como lo anhelado en los programas de descentralización y vitalización de
las ciudades medias. Los otros 3 municipios no lo han realizado de la misma
manera. En el caso de la ciudad de Lagos de Moreno la presencia de la empresa filial de
la transnacional de origen Suiza La Nestlé es causante de la industrialización
de la región en torno a los lácteos y sus derivados. La cuenca lechera de la
región se sostiene por la demanda local que esta industria mantiene derivada de
dicha transnacional. Existen otras industrias filiales transnacionales como son
Swrissmex, Danesa, Del Fuerte y otras. La industria manufacturera de Lagos de Moreno comparte el mismo dinamismo que el
observado en la industria de la producción de lácteos. Por lo que el crecimiento
y desarrollo económico del municipio se soporta básicamente en la convivencia de
ambas industrias. Lagos de Moreno es una ciudad ubicada dentro del corredor industrial del Bajío,
articula dos subsistemas de ciudades: el de la ZMCM con el de la ZMCG. Esta Por otra parte, Lagos de Moreno es un municipio con fuerte tradición migratoria
de trabajadores a la Unión Americana. Los montos de remesas familiares son fondo
para apoyar los créditos locales al pequeño comercio, como el bienestar
comunitario, especialmente de las localidades aledañas. La ciudad con todo crece
con tasas que gravitan entre el 4% y el 8% según periodos (en promedio 6%).
Crecimiento similar al de la ZMCG. La concentración del ingreso en Lagos de Moreno es alta, lo que explica que no
obstante su dinamismo económico, el nivel de vida en la ciudad sea menor al de
la ZMCG, incluso esta por debajo de la media estatal. Asimismo explica por qué
un municipio con dicho dinamismo sea expulsor de población. La migración
internacional en su gran mayoría va al Estado de California, y en materia de
migración nacional lo hacen a las ciudades de Guadalajara, León y México. Indicadores sociales a su vez cuestionan que el crecimiento de la ciudad se
ampare realmente en ser un fenómeno de desarrollo puesto que el rezago educativo
es significativo y la baja calidad de la vivienda e insuficiencia de los
servicios. Igual que para el caso de ciudades fronterizas, como lo es Tijuana, Lagos de
Moreno sufrió el abandono sustantivo de programas sociales e inversión pública
federal al contar con administraciones panistas, en su momento de oposición al
régimen político priísta. Las crisis económicas que desde 1976 sufre el país fortalecen la demanda de los
productos básicos, lo que explica que la prosperidad local de municipios como
Lagos de Moreno se vitalicen a expensas del incremento de la demanda nacional de
este tipo de productos. La política de descentralización sigue los mismo objetivos que los de hace 2
décadas:
Se puede considerar el caso de otras regiones del país como es la respectiva a
la del Estado de Morelos. La eficacia de los programas de descentralización y
combate a la pobreza y marginación es mínimo, principalmente por que las
demandas a atender son muchas y los recursos para ello escaso. Los objetivos
propuestos en programas sociales tales como PRONASOL son ambiciosos y las
acciones siempre modestas para resolverlas. Así lo indican A. M. Chávez y F.
Rodríguez. Estos autores lo primero que identifican, cosa que prevalece en la
actualidad, la baja correspondencia entre la pobreza y marginación existente en
los municipios y entidades del país respecto a los saldos federales destinados a
cada entidad. No hay una sistematización del gasto asignado y se explica sobre
todo por aspecto favorables, que curiosamente, mientras la federación se
gobernaba bajo el priísmo, las entidades y municipios castigados eran los de la
oposición, mientras que cuando la federación a partir del 2000 se vuelve panista,
la ahora nueva oposición es la castigada. Esta misma situación, afirman los
autores, se repite para el caso de la entidad de Morelos pues, los montos
federales más altos asignados se destinan a las fracciones del territorio más
desarrolladas, mientras que por lo contrario, las partes menos desarrolladas
también son receptoras de menor subsidio federal. La población objetivo de los programas PRONASOL es aquella que percibe menos de
2 salarios mínimos, que en 1990 era el 46% de la población nacional, y en el
2006 asciende a casi dos terceras partes de la misma. Prueba misma que el
combate a la pobreza no ha dado los resultados esperados.
Ante la reestructuración económica y los procesos globalizadores en la economía
mexicana, conviene revisar de 1990 a la actualidad el impacto que esto tiene en
el bienestar de la población. Como lo demuestra Maldonado y Palma, para el caso
de cuatro municipios de Veracruz que observan conurbación: Alvarado, Boca del
Río, Medellín de Bravo y Veracruz (mapa), la marginación en la zona se ha
incrementado de 1990 a 2000. Con metodología distinta Ana María Chávez Galindo y Francisco Rodríguez
Hernández llegan a resultados similares. Lo interesante es que analizando la
manera en que se asignan los recursos del PRONASOL a las entidades de la
República, contrario a lo esperado los montos otorgados no atienden a las
entidades con mayor rezago en materia de bienestar social de manera igual que lo
hacen a con las más desarrolladas. Afirman que no hay un criterio sistematizado
para la asignación de los recursos de este programa a las entidades federativas,
más aún, a nivel municipal, se repite la misma situación, para ello presentan un
estudio relativo a la entidad de Morelos. La inversión realizada por el PRONASOL a las entidades como a los municipios
atiende a las áreas con menor densidad poblacional, lo que no es un criterio
válido para atender a la población más vulnerable y humilde. En Morelos la reducción de la pobreza es realmente mínima, lo que cuestiona la
efectividad del programa en el combate a la pobreza.
Destacable es que la participación organizada de la comunidad en los programas
sociales de la SEDESOL y del programa PRONASOL es base sustancial para
garantizar el éxito de las acciones emprendidas. Es por ello que la
participación activa de la comunidad es necesaria para garantizar la efectividad
de la inversión pública.
La desintegración social comunitaria en el país a efecto de la crisis y de la
agudización de la pobreza es un factor importante para comprender por qué las
acciones públicas se ven en grado esterilizadas, así como componentes de tipo
más funcional que estructural como lo es la presencia de sectas religiosas de
origen iconoclasta norteamericano que desintegran a las comunidades,
originalmente católicas, en secciones de población que no logran coordinación
alguna por sus diferentes iglesias y credos al que pertenecen y crean incomodo,
y en casos, enfrentamiento directo.
CONCLUSIONES:
No se puede plantear una globalización desde arriba, puesto que esto viene en
contradicción ala historia de los pueblos, la única forma que puede darse la
mundialización es como un globalización desde abajo, no en respuesta a los
intereses de las cúspides sino de las realidades locales. Las regiones deben
configurar este nuevo orden mundial donde la diversidad regional y local
representa nuevas alternativas para una integración más pensada, desde abajo,
atendiendo las necesidades que cada localidad, región y nación representan. En México, los programas sociales de atención a los problemas de la población
son insuficientes y su eficacia es corta dado que el régimen de
redimensionamiento del Estado a una expresión menor, el consecionamiento de lo
público a lo privado, la cancelación de programas sociales o bien su
redimensionamiento a una expresión más modesta, las políticas de estabilización
que suplen a las de crecimiento y desarrollo, y sobre todo la caída de la
inversión pública, son causales fundamentales para explicar la ineficacia de los
programas sociales. Por otra parte, la herencia histórica del centralismo explica en gran manera las
desigualdades regionales existentes. No obstante, las políticas de
descentralización se han confundido con acciones de desconcentración del aparato
estatal y algunas industrias susceptibles de relocalización de la ZMCM a la
periferia. La parte fiscal de la descentralización y el llamado federalismo
fiscal pueden ser hoy por hoy, los principales avances de la descentralización,
no obstante aún insuficientes. La franja fronteriza de la República Mexicana es una zona que expresa una
singularidad distinta del resto del país, su desarrollo desarticulado del
aparato productivo nacional, es distinto en gran medida de lo que prevalece en
la nación, con un mayor nexo a las economías de las ciudades vecinas
norteamericanas, y con un fenómeno industrializador basado en las factorías
maquiladoras, aún más dinámico que la del sector terciario que es bastante
fuerte en la frontera. En caso de ciudades medias del interior de la República Mexicana se tiene que,
citando el caso de Lagos de Moreno, las políticas de desarrollo regional no han
logrado tener el efecto esperado y que los cambios de patrones en el crecimiento
demográfico como urbano se explican por eventos exógenos a las políticas de
descentralización y federalismo del país. La crisis del fordismo en México contribuye al desarrollo de la industria de
productos básicos, mientras que su efecto es negativo para el resto de la
economía. Municipios especializados en la producción de algún básico han
prosperado a expensas de la crisis. Por ello, mientras la nación se hundía en
severas crisis, algunos municipios como son los del Bajío mantuvieron un
crecimiento constante. La complementariedad de actividades económicas
alternativas a la crisis, como lo es la migración internacional y los fuertes
flujos de remesas familiares, explican por otra parte que tal tipo de municipios
mantengan su dinamismo económico. La convergencia o divergencia del desarrollo regional es un tema de especial
interés para tratarse por las acciones emprendidas a nivel central a favor de
combatir la pobreza y mejorar la calidad de vida de las personas. La revisión de
programas con fundamentos sociales en materia deja en claro que se esta muy
distante de tener programas realmente efectivos. Los casos visto de Morelos y
Veracruz son valiosos por que son generalizables para el resto de las entidades
que no se anexan al nuevo esquema de desarrollo exogenista. Con excepción de de
la franja fronteriza del norte del país, el centro y centro occidente, el resto
de
BIBLIOGRAFÍA:
ARANDA Sánchez, José (1995) “La política regional en México: los programas estratégicos 1983 - 1988” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 42 – 57.
ALEGRÍA, Tito (1995) “Reestructuración urbana en la frontera norte de México” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 58 – 77.
CALVA, José Luis (1995) Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas). Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Tomos I y II. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México.
CHÁVEZ Galindo A. M. y RODRÍGUEZ H. F. (1995) “Desarrollo regional en el estudio de Morelos: el impacto de programa de solidaridad” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 105 – 129.
COATSWORTH, John (1998) Los orígenes del atraso. 5ª. Reimpresión. Editorial Alianza. México.
GONZÁLEZ Rodríguez (1995) “Una evaluación de la política de desarrollo regional basado en la estrategia de ciudades medias en Jalisco, caso Lagos de Moreno (1976 – 1990)” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 78 - 104.
GUILLÉN Romo, Héctor (2000) La contrarrevolución neoliberal en México. Colección Problemas de México. Editorial ERA. México.
HIERNAUX, Daniel (1995) “Desequilibrios estructurales y desigualdades regionales” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. Pp. 25 – 41.
MALDONADO Cruz y
PALMA Sosa
(2006)
Correspondencia
entre el crecimiento económico y las condiciones de vida de la población
Edición electrónica. Texto completo en
www.eumed.net/libros/2006a/pmc/
STIGLITZ, Joseph E. (2004) El malestar en la globalización. Ed. Taurus. México.
[1] Profesor investigador de tiempo completo de la Universidad de Guanajuato. Profesor investigador de la Universidad De La Salle Bajío. Profesor de la Universidad del Valle de Atemajac (León, Guanajuato) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (nivel I) CONACyT.
[2] Es importante señalar que la hablar de terciarización se hace referencia a la evolución del sector terciario de la economía, integrado por los servicios a la producción, financieros y comerciales. Asimismo cuando se habla de secundarización se refiere a la evolución de la industria de la transformación de materias primas a bienes manufacturados y procesados para el consumo final o bien como bienes intermedios, insumos industriales.