Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Juan Francisco González Bermúdez (CV)
fbermudez@tij.cetys.mx
CETYS Universidad
Resumen:
Los seres humanos todavía no hemos rebasado la fase del egoísmo y nos hemos alojado en las formas económicas y amorales más absurdas que tienen que ver con el neoliberalismo y la deshonestidad. Ambos aspectos han traído como consecuencia una doctrina basada en el consenso de Washington que ha cambiado el espacio mundial y el de Latinoamérica, trayendo consigo la venta de activos de lo pueblos que componen toda la región Latinoamericana.
Es importante destacar cuatro países representativos de dicho saqueo como son: México, Brasil, Argentina y Chile, cuyos bienes han pasado, como efecto de la modernidad y la globalización, a ser parte de las grandes empresas trasnacionales y cuya doctrina reza que el no hacerlo significa no pasar a la época de las grandes reformas y de los grandes cambios tecnológicos, cuando en realidad este despojo en contubernio con los gobiernos en turno, representa un incremento en la pobreza y marginación.
Hoy por hoy vivimos un neoliberalismo deshonesto que surgió de las bases del comportamiento populista que se dio en Latinoamérica, en donde las masas fueron convencidas de las bondades de un nuevo modelo gracias a su disciplina y fervor a los gobernantes que se trasformaron con la globalización y se pusieron la investidura del libre mercado; pero sin abandonar su patrón de comportamiento indecoroso.
Summary:
Humans have not yet passed the stage of selfishness and have stayed in the economic forms most absurd and amoral that have to do with neoliberalism and the dishonesty. Both aspects have resulted in a doctrine based on the Washington consensus that has changed the world space and Latin America, bringing the sale of assets of the peoples of the entire region.
Importantly, the four countries representing looting as: Mexico, Brazil, Argentina and Chile, whose assets have passed, the effect of modernity and globalization, to be part of large multinational corporations and whose doctrine says that not doing means not pass the time of the great reforms and major changes in technology, when in fact this plunder in collusion with governments in turn, an increase in poverty and marginalization.
Today we live in a dishonest neoliberalism emerged grassroots populist behavior that occurred in Latin America, where the masses were convinced of the benefits of a new model with its discipline and fervor to the rulers who were transformed by globalization and got the investiture of the free market, but without abandoning their unseemly behavior pattern.
La moral es un árbol de moras.
Gonzalo N. Santos.Para ver el artículo completo en formato pdf comprimido zip pulse aquí
González Bermúdez, J.: "El neoliberalismo y la historia del saqueo económico de América Latina: los casos de México, Brasil, Argentina y Chile", en Observatorio de la Economía Latinoamericana, º177, 2012. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/la/2013/neoliberalismo-historia-saqueo-economico-america-latina.html
El presente escrito lo hemos dividido en dos partes: la primera tiene que ver con los orígenes del neoliberalismo en el área de América Latina y la segunda con la venta de las empresas estatales de Argentina, Brasil, Chile y México. Hemos escogido a estas naciones por el nivel de desarrollo y por su importancia poblacional que rebasa el 50% del área Latinoamericana.
Así mismo, nos cuestionamos qué fue lo que sucedió después de la puesta en marcha del neoliberalismo que se aplicó en los años 80 en Latinoamérica y en cuyos primeros 20 años fueron determinantes para quedar atrapados en un modelo económico y en la globalización de los mercados, que ha traído como consecuencia, y bajo la lógica del capital, que el Estado abandone las funciones rectoras de la sociedad para dar paso a la desnacionalización de bienes.
Por lo anterior y como preámbulo, vamos a hacer un análisis del populismo que se combinó en el plano económico con el keynesianismo y dio como resultado un cierto avance social en el espacio de América Latina. Después, estudiaremos la venta de las principales empresas que el Estado había ido acumulando al paso del tiempo; dado que en ese momento existía una burguesía inmadura y con poca acumulación de capital, a la cual no se le permitía aproximarse a la escena política y mucho menos cuestionar su poder, mismo que en los últimos treinta años a aumentado con mucho acierto, ayudada del exterior y de las ideologías económicas dominantes, basadas en el libre mercado y el consenso de Washington.
Por ende, hipotéticamente pensamos que dicha acumulación de capital, al ir aumentando al paso del tiempo, facilitó el camino para que se cuestionara al Estado y su papel rector de la economía, para dar paso a un modelo neoliberal que hemos denominado deshonesto, ya que consintió en todo momento y con dadivas, a que los nuevos y viejos capitalistas se allegaran del poder económico y político hasta el momento, y que establecieran un modelo de crecimiento que ha estado causando problemas que ha impactado en la crisis de los créditos subprime y de la Unión Europea.
De ahí que es importante ver el nacimiento de este modelo que ha estado provocando serias manifestaciones en todo el orbe y en particular en América Latina, mismo que ha empobrecido a una masa mayor de sus habitantes, despojándoles de su capital social por engrandecer los niveles de acumulación y ganancia de unos cuantos.
El neoliberalismo ha traído la desnacionalización de las grandes empresas que el Estado y la sociedad en sí, habían acumulado a lo largo de muchos años y con pérdidas humanas. Si analizamos el comportamiento del capitalismo podemos determinar que en los años de posguerra se desarrolló bajo el esquema keynesiano. En donde la inversión y gasto público fueron aspectos centrales para la economía y su crecimiento. Su función era la de generar el pleno empleo.
Esta política fiscal y una burguesía naciente, terminó en que el Estado se apoderó de las grandes empresas y de la creación de industrias, las cuales la mano de la inversión privada no podía llegar. El Estado, de esta manera, se transformó en propietario y edificador de empresas. Tal fue el caso de Altos Hornos de México y toda la siderurgia, que requería de grandes inversiones de capital que los particulares no tenían y que el gobierno podía financiar.
El populismo, en aquel entonces, era la unión entre las clases sociales en contra de la vieja oligarquía terrateniente que no dejaba que la industrialización se llevara a cabo. Era una forma de apaciguar las masas para que el sistema capitalismo siguiera existiendo. Consistía en la mediatización de las conciencias a través del Estado y de sus gobernantes que subían al balcón a dar los grandes discursos como el caso de Juan Domingo Perón en Argentina, quien lo gobernó de 1946 a 1955, para volver a subir en 1973 y morir en 1974. Era un discurso que deseaba subirse al carro de la modernidad a través de la inserción a la economía mundial y al movimiento obrero internacional, pero respetando las bases de la propiedad privada y el nacionalismo.
“La más exacta definición sería la de un movimiento del pueblo (granjeros, obreros, autónomos y pequeños empresarios) que se oponen al gobierno y a las élites corporativas. Como expresión del pueblo (y no de las élites, sean éstas de derecha o de izquierda), el movimiento es socialmente conservador; que se preocupa por la preservación de los valores "tradicionales", la familia, la comunidad. El populismo es una filosofía política transversal que desafía las tradicionales dicotomías ideológicas entre burgués/obrero e izquierda/derecha... El capitalismo cosmopolita y las élites burocráticas son vistas como una amenaza para el "pueblo", es decir, como elementos alógenos que no comprenden sus verdaderas necesidades e intereses. El populismo es también un amplio movimiento que trasciende las divisiones de clase, raciales y geográficas. Está basado en el apoyo voluntario, las ideas políticas nacidas de la cultura autóctona y elementos de ideologías políticas más formales que entran en diálogo con el populismo sólo hasta el punto de que estas ideologías han calado profundamente en la cultura popular.” (Larry Gabone, 2005) 1
El peronismo es sinónimo de populismo y de lucha en contra del capital trasnacional. Es la batalla de Getulio Vargas en Brasil que duró de 1930 a 1945 y de 1951 a 1954 mismo que termina en el suicidio con toda una época; pero construye las bases para las siguientes generaciones. Es parecido al gobierno de Lázaro Cárdenas en México, en donde el mandatario establece los sindicatos, los crea y los regula. Mantiene al partido político (Partido Nacional Revolucionario) a raya y crea las estructuras para la industrialización del país. Siempre con la idea del proteccionismo interno y de la industrialización por sustitución de importaciones. Algunos autores establecen que era la lucha por el socialismo como es el caso de Adolfo Gilly, quienes hablan de la revolución interrumpida. En realidad, era la consolidación de la burguesía industrial y su poderío; sobre todo en el norte del país, y el establecimiento político del control de masas. Es así que el populismo se presenta con faceta de darle al pueblo lo que quiere, pero en realidad es una falsa idea del socialismo que tiene como meta la consolidación del estado capitalista.
El populismo tiene mucho de fascismo ya que es copiado de Italia y Alemania. Son los discursos en el balcón que magnifican a la clase trabajadora y al bienestar de la nación. Es la lucha por el pobre; manteniendo márgenes pírricos de ganancia para los ricos que paulatinamente se abrían espacios. Hoy, tenemos que esa burguesía esta envalentonada y lucha por mayores espacios. De hecho, no quiere al Estado que le dio todas las facilidades para acrecentar su capital y ahora, bajo el manto neoliberal, cree que se ha alejado del Estado, sin embargo, es tan inmadura e incapaz que sigue sosteniéndose de él. Incluso, se ha apoderado del gobierno para obtener mayores beneficios del excedente económico: esa es la explicación neoliberal.
Hay que cambiar a una forma ordenada de hacer economía; ese es el lema de aquí en adelante, ya que el populismo fue dilapidador de los recursos económicos y sólo servía para mantener el desorden financiero. Ahora, se debe tener un gasto público conservador, vigilado por el Banco Central. Un banco que tenga que cuidar mucho las políticas económicas y sea independiente del poder. La idea central es que no se tiene que volver a esas políticas irresponsables de dilapidar el erario público, puesto que existe el peligro de caer en serios problemas macroeconómicos. Se debe disminuir el gasto social y apoyar el gasto productivo, de esta manera y en forma racional, se tiene un beneficio futuro. De ahí que se debe privilegiar el apoyo a los grandes capitales para crear riqueza que pueda ser distribuida en el largo plazo. Por ende, se busca la racionalidad individual del ahorro y la producción de riqueza como eje central.
Por ende, las políticas consideradas "irresponsables", "aventureras", "inflacionarias", que promueven concesiones sociales incompatibles con las leyes de hierro del ajuste fiscal tenían que desaparecer. Serían concesiones ficticias, que terminarían produciendo su contrario: la inflación corroería el poder adquisitivo de los salarios reajustados, el desequilibrio fiscal llevaría a las crisis financieras que frenarían el crecimiento económico, la elevación de impuestos y el aumento de los gastos estatales inhibiría la capacidad de inversión, etc. (Emir Sader, 2005)2
Y es que el populismo combinado con el keynesianismo o economía del Welfare State, era un estorbo para aquellos que disfrutaron de este modelo económico. No sólo se dio a los pobres para que solucionaran sus problemas inmediatos, sino que se otorgó a los ricos para apuntalar sus empresas. El populismo era de todos y para todos los que defendían al mercado interno en contra de los embates económicos del exterior. Eso ahora esta olvidado por las clases más poderosas que proclaman el neoliberalismo y acotan distancias con el modelo que les dio de comer y los hizo salir de las oscuras cavernas de la mediocridad.
En una reciente entrevista a Enrique Krause, el historiador establece, junto con el escritor Vargas Llosa, un decálogo del populismo y una critica a los nuevos populistas que gobiernan América Latina y España; como fue el caso de Rodríguez Zapatero. Para el historiador, el populista es un líder carismático que resuelve todos los problemas del pueblo. Es interprete de toda la verdad y es un ser que ilumina el camino del pueblo, el populismo fabrica la verdad y la libertad de expresión. En el plano económico, establece que el populista utiliza los fondos públicos no como gasto, sino como inversión y distribuye la riqueza de manera directa, incentivando el odio de las clases a través de la hostilización a los ricos, organiza a las masas a través de la plaza pública (O el balcón) y fustiga al enemigo externo, además de que cancela las organizaciones o instituciones de la democracia liberal. En suma, todo aquello que hable del pueblo, es un enemigo a vencer.
Enrique Krause debe agregar que ese populismo también facilitó la acumulación y engrandecimiento del capital. Tal es el caso de que las cámaras industriales y empresariales, mismas eran y son, hasta la fecha, controladas por el Estado y subsidiadas por éste. Así mismo, pasa por alto los grandes apoyos estatales al capital que hasta el momento se han dado y que han hecho crecer grandes fortunas. Tal es el caso del FOBAPROA, que no fue más que el subsidio de un pueblo a los bancos y a los ricos de México. Tal parece que lo que se debe analizar de la historia todos los lados y no sólo de aquello que convine a los intereses de unos cuantos.
La racionalidad del neoliberalismo es la de no dar el pescado, sino de aprender a pescar. En eso se puede resumir. Sin embargo, tampoco se aprende a pescar por parte de los grandes empresarios que siguen reclamando un populismo renovado. Pero que no huela a pueblo. Lo quieren sólo para ellos. Tal es el caso de la venta de empresas que vamos a analizar más adelante y que deviene en un saqueo brutal de la finanzas de una nación. De un subsidio enorme a la riqueza. El populismo neoliberal significa no cobrar impuestos a los ricos, tal es el caso de la venta de Banamex en México y de la evasión de impuestos por 30 mil millones de pesos.
El populismo neoliberal es la respuesta más encarnizada para obtener riquezas a costa del pueblo y dejar deudas enormes a toda una nación. Los pueblos deben entregar sus riquezas para que sean bien calificados por la comunidad internacional. Ahora, con la idea que el Estado es un mal administrador se despoja al pueblo de sus riquezas y se entrega a propios y extraños. El populismo defendía a la nación, mientras que el neoliberalismo es la defensa de la globalización económica. De los capitales foráneos: es el capitalismo salvaje en toda su expresión.
En realidad, el Estado paulatinamente se fue alejando, de una manera u otra, de las empresas propiedad de la nación entera. No supo administrarlas y las dejo morir. Los gobernantes fueron incapaces de hacer surgir a dichas empresas y en muchos casos las sanearon y las vendieron por debajo de su valor. En realidad, sólo querían vender los activos para obtener múltiples ganancias originadas por la deshonestidad y la amoralidad.
Gobernantes que al amparo de sus partidos políticos y con poder, convencieron a los políticos en turno de las bondades de un modelo dilapidador que tiene como fin la creación de riqueza para unos cuantos, y que al paso del tiempo se ha multiplicado, haciendo que la distribución de la riqueza sea más grande y que Latinoamérica sea la región más desigual del mundo.
¿Cómo pensaría Marx de todo esto? Para Marx en muchos casos le interesaba más el fin que los medios, de ahí que en el Discurso sobre el Libre Cambio del 9 de enero de 1948, consideraba que era mejor la libertad de comercio que el proteccionismo, pensando que ello nos arrojaría más pronto a los brazos del socialismo.
No lo dudamos, lo cierto es que no podemos dejar en el camino los cadáveres de los pobres por ese simple hecho. El advenimiento puede llegar, no por un aceleramiento del capitalismo, sino por el nivel de conciencia generado por las naciones. Por las formas sociales más justas y no por la llegada de un capitalismo más novedoso. Debe ser por una lucha continua a favor de los que menos tienen. No estamos a favor del populismo como alternativa, sino a favor de los mejores deseos de no seguir pagando una cuenta a los que más poseen. Ello daría un mundo con salud, educación y transformación económica.
Un factor importante en la aplicación del neoliberalismo es la venta de empresas de la nación a sectores trasnacionales. Los gobiernos en turno se alegran del nivel de inversión que tienen en sus países respectivos. Sin embargo, ello ha ido asociado con un saqueo descomunal de las riquezas naturales, económicas y sociales de las naciones. La privatización de las empresas es un camino elegido por organismos como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. La venta de empresas también es una recomendación a escala mundial de los monopolios de la energía y de las grandes comercializadoras o de las grandes multinacionales.
El modelo del bienestar tenía como eje central al Estado interventor de la economía. El neoliberalismo tiene como base de sustentación el mercado. Por ello, el mercado es el que fija los precios y su libertad pretende establecer mejor calidad y un precio justo que no llegue a la inflación y al sometimiento de la pobreza. Por ende, el mercado es el justo social.
La crisis de los 80 trae como consecuencia la idea de un nuevo modelo en donde el Estado no debe estar presente. Bajo la consigna de que no es un buen administrador, se da a toda costa la venta de empresas a grandes consorcios extranjeros. La venta precipitó a los gobiernos de los países a vender bajo un nivel de deshonestidad nunca visto. Fueron puestos en venta las industrias y los sectores que se llamaron poco productivos. Esta idea favoreció a los consorcios a efecto de que se les vendieran más baratos que lo que realmente valían.
Otra idea medular era que en manos del sector privado estas empresas iban a generar empleos, se iba a aplicar tecnología de punta, iban a ser competitivos y se tenían que abandonar las formas monopólicas estatales. Se creó la consciencia de que lo privado era lo mejor en materia de organización y ventas, así como del beneficio social a través de la creación de empleos llamados productivos y altas remuneraciones. Se consideró que un país que no entra al proceso modernizador quedaría a la deriva y estaría en riesgo de quedar al margen de los cambios tecnológicos y del avance científico técnico.
Otro aspecto para la venta de empresas es la falta de infraestructura. Se deja de invertir a efecto de que sus activos causen problemas en la población o reflejen incapacidad productiva. Este es el caso de Petróleos Mexicanos (PEMEX), ya que sus instalaciones están tan deterioradas que ya no es posible vivir en los alrededores en donde existe tubería y equipo, puesto que constantemente se dan accidentes. Ello es exaltado por los gobernantes de forma tal que se hace urgente la privatización que venga a solucionar el problema.
Por último, se hace presión para hacer las reformas que requiere el país. Reformas de diferente orden que puede ser en el campo laboral, fiscal, financiero, político, etc. al no hacerlas, se va a dejar de crecer y por ende, la nación será más pobre. Esta idea estaba envuelta en el foxismo y en los futuros gobiernos de México, de forma tal que existe una presión muy fuerte sobre las cámaras a efecto de que hagan las reformas respectivas y pueda venderse el petróleo. Las reformas que requiere un país nunca se dicen en concreto en que consisten y sólo se plantean como algo general. Hasta el momento este concepto parece que no va a cambiar con el gobierno de Peña Nieto.
“Como ya se mencionó, la iniciativa privada y los organismos financieros internacionales presionaron fuertemente para instrumentar la privatización de las empresas, la cual se realizó en dos tramos: el primero –centrado en fusiones, quiebras y venta- se llevó a cabo durante el gobierno de Miguel de la Madrid, en el cual desaparecieron 743 entidades del sector público de las 1155 existentes en 1982, mientras que pocas fueron las privatizaciones durante este periodo presidencial. Durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari se desincorporaron 191 empresas entre las que se encontraban las más grandes y las más productivas. Sin embargo, ante la corrupción que privó en este proceso y tras sus efectos negativos, las políticas privatizadoras siguieron aplicándose en la administración de Ernesto Zedillo, pues en 1995 se inició el proceso para transferir empresas de los ramos energético, comunicaciones y transportes, servicios financieros y tecnología, entre las que se pueden contar 61 plantas petroquímicas, puertos marítimos, ferrocarriles, aerolíneas y aeropuertos.” (Isaac Enríquez, 2002)3
La privatización de activos en el país no se detiene. Un ejemplo es la industria ferrocarrilera creada en 1857 con la línea férrea que unía México y Veracruz, misma que fue expropiada por Lázaro Cárdenas en 1927. Ferrocarriles cuenta actualmente con vías que recorren el país en una distancia 26 000 kilómetros. En 1995, se presentó una iniciativa al congreso para modificar el artículo 28 para poder vender la empresa. Se dividió en tres secciones todo el conglomerado ferroviario y en junio de 1997, Kansas City, Southern Industries y Transportación Ferroviaria Mexicana se hicieron de la zona Noroeste a un precio de 1 000 millones de dólares. Después, la parte del pacifico norte la compró el Grupo México y la Union Pacific, en 400 millones de dólares. Por cierto, el Presidente en turno, Ernesto Zedillo, forma parte en la actualidad de la empresa como alto directivo y por último, la tercera parte se vendió a Tribasa por 290 millones de dólares, quien la vendió a FRISCO, filial del Grupo Carso.
Actualmente ferrocarriles esta a punto de venderse totalmente, sin embargo, lo mejor ya se vendió a grandes consorcios en un total de 2 300 millones de dólares. Dichas empresas prometieron invertir 4 mil 700 millones de pesos durante el sexenio. En el reporte de competitividad en 2002 se asigna que México tiene una calificación de 2.7 en donde la máxima es de 7 y se ubica en el puesto 49. Así mismo, las cuotas son 140 por ciento más caras que en Estados Unidos y mayores que Brasil. La carga es de un 10% del total que se desplaza a nivel nacional.
“México ocupa uno de los primerísimos lugares en la privatización de empresas sociales. México es el segundo privatizador de América Latina en la década de los noventa, cuando el gobierno transfirió a particulares activos por 31 mil 458 millones de dólares, que representan 20.4 por ciento de la venta total de empresas propiedad del Estado (EPEs) en Latinoamérica. Las privatizaciones alcanzaron un monto de tres mil 160 millones de dólares en 1990, para aumentar a 11 mil 289 millones en 1991 y sumar seis mil 924 millones de dólares en 1992. Para junio de 1992, el gobierno había privatizado 361 de alrededor de 1200 empresas propiedad del Estado. Las privatizaciones hechas en 1993 representaron dos mil 131 millones de dólares, en 1994 fueron de 766 millones y en 1995 sólo de 167 millones de dólares. En 1996 aumentó a mil 526 millones de dólares, en 1997 creció a cuatro mil 496 millones y en 1998 la venta fue por 999 millones de dólares. El informe del Banco Mundial señala que entre 1990 y 1998 las privatizaciones de empresas públicas alcanzaron un monto de 154 mil 225 millones de dólares, cantidad apenas inferior al saldo de la deuda externa total de México que fue de 159 mil 959 millones de dólares en 1998. El año que más ha captado es 1991 con un total de 11 mil 289 millones de dólares, mientras que en 1998, México captó 999 millones de dólares.” (José Vargas)4
Teléfonos de México fue fundado en 1947, cuando inversionistas la compraron a Ericsson de México, empresa Sueca que operaba en el País. Después, compraron la parte de la ITT y se convirtió en el único proveedor de telefonía. En 1972 se nacionaliza y la convierte en monopolio estatal. En 1990 Salinas de Gortari decide privatizarla. Carlos Slim es el comprador mayoritario conjuntamente con empresas pequeñas como France Telecom y SBC Communications. TELMEX, como todo mundo la conoce, tenía activos por valor de 3,900 millones de dólares y ganancias de 1,100 millones de dólares. Se vendió en la somera cantidad de 400 millones de dólares. Tan pronto se compró, el servicio no mejoró y se elevaron las tarifas. Hasta el momento las tarifas telefónicas son de las más caras del mundo.
Lo que deseamos dejar sentado es que toda la acumulación de capital social por designio es vendida a sectores privados de manera que llamaríamos indecente. No sabemos si la palabra es la correcta, pero pensamos que esto va más allá de lo económico y se aloja en el robo social. Ahora se habla del individualismo y la superación personal, lo que supuestamente da las pautas para lograr el bienestar. No lo dudamos, lo cierto es que esto no se puede traslapar de manera mecánica a la sociedad y pensar que sólo sociedades preocupadas por la persona y su formación triunfan. También tenemos que observar el saqueo social que ha sido parte de los dirigentes de los países de la región Latinoamericana.
El caso de la banca en México es sorprendente. Hemos postergado los niveles de bienestar por la venta de bancos. El dinero que estaba en nuestras manos como sociedad se esfumó. Ahora se debe pagar parte del presupuesto para liquidar la deuda del Fondo Bancario de Protección al Ahorro) FOBAPROA que tocaremos más adelante. Siguiendo a Calderón Ortiz5, tenemos que tan sólo BANAMEX y BANCOMER, reunían el 75 % de los activos bancarios del país. Al frenar las tendencias monopólicas con la expropiación bancaria en 1982, el sentido del país empezó a tener un rumbo diferente.
El valor de la banca era de 1,200 millones de dólares y se pagaron por parte del gobierno con Bonos de Indemnización Bancaria, mismos que para 1984 ascendían a 1,453 millones de pesos y para el año de 1987 los intereses eran de un 167%. En 1989, se terminó de pagar la deuda. Y así, nos comenta Carlos Tello Macías, que a BANCOMER se le tenía que dar 19,845.6, de pesos y se le dio 52,724.9 millones de pesos. Al dueño de Banamex se le debían dar 20,301. 3 millones de pesos, se le dio 47,153.1. Al dueño de SERFIN se le tenía que dar 7, 089.6 y se le dio 18,292.4. Como se puede ver fue un gran negocio.
El total de los bancos fue de 49, mismos que después serian devueltos a manos privadas. En 1984, con Miguel de la Madrid, empieza el proceso de devolución de la banca con un 30%. Entre 1986 y 1990 los bancos tienen buenas ganancias que giran en un 16.4%. El primero de mayo se anuncia la privatización y no la concesión de los bancos como antes se tenía. Y empieza la puja por ellos. Se establecen medidas para la privatización en el sentido de no dejar en pocas manos la propiedad bancaria. El precio no es exacto, sin embargo, se habló que la iniciativa privada estaba dispuesta a pagar 15 billones de pesos. Otros, como el presidente de la Asociación Mexicana de Bancos, aseguraban que valían 18 billones de pesos.
Los bancos privatizados que no pagaron ningún impuesto últimamente fueron BANAMEX y BANCOMER cuando se vendieron a City Grup y Shanghái Bank respectivamente. Además, la banca en México pertenece casi toda a corporaciones extranjeras y en ningún país del mundo se da esta situación.
En la actualidad no se dan subsidios a sectores más desfavorecidos bajo la consigna de que el populismo abrace la postura política. Ahora, se debe el ganar el ingreso vía el esfuerzo. Esta cultura es buena si se generalizara a toda la población y no sólo algunos a las clases sociales más desposeídas. Es bueno enseñar a pescar y no dar el pescado. Sin embargo, hay gente que no puede tomar el pescado por sus condiciones de salud o formas especiales de vida; de ahí que la generación de oportunidades es importante para el logro del bienestar. Ahora, existe el populismo financiero que apoya los sectores más pudientes y le quita a los menos favorecidos. Es el traspaso de la riqueza social a los particulares: es el populismo monetarista. Es el populismo de los sueños de cualquier empresario que no sabe emprender: es el neoliberalismo populista.
Bajo el pretexto de apoyo al sector productivo se regala, como en anteriores ocasiones se hizo, sólo que en la actualidad la escala es enorme y el traspaso de recursos sociales está comprometiendo los niveles de pobreza y bienestar. Sin embargo, hay un aliciente que permite no enjuiciar a los ladrones de la sociedad. El falso individualismo de una doctrina que establece que no tener riqueza se debe a que no se ha luchado personalmente, cuando bien sabemos de las dadivas que han sido objeto muchos de los hoy presumen grandes fortunas. En realidad, lo que estamos viviendo es un darwinismo social en donde los más débiles se mueren, mientras que los más fuertes se sostienen atados al barco del Estado y de la sociedad en general que coopera para ello a través de sus impuestos.
Con este espíritu tenemos el FOBAPROA en donde el gobierno compró la cartera vencida a los bancos en 1994. Para Georgina Howardlo6 el rescate bancario fue de 72 mil millones de dólares. Esto ayudó a que no quebraran los bancos y todo el sistema financiero se colapsara. Ahora, en lugar de expropiarlos, dado que ya no era una concesión y se habían privatizado, el gobierno los rescató y pagó los créditos incobrables. Ernesto Zedillo con la ayuda de los diputados del Partido revolucionario Institucional (PRI) y Felipe Calderón del Partido Acción Nacional (PAN), hicieron el sueño realidad y pasaron la deuda a sus habitantes. Se generaron pagares a 10 años con una tasa de interés por arriba de los CETES a 28 días, más una prima. Hasta el primer trimestre de 2004 la deuda asciende al 11.1 por ciento del PIB, es decir hay que liquidar una deuda de 791 mil 820 millones de pesos que equivale a que cada mexicano pague 800 pesos. Lo más absurdo es que el total de bancos se vendió en 12 mil millones de dólares.
“Lo más grave es que el monto de esa deuda representa la mitad del Presupuesto de Egresos para este año y genera intereses en favor de los bancos y con cargo a los contribuyentes por 61 mil millones de pesos al año. Ello constituye el doble del gasto total del sector público a marzo de este año, que fue de casi 395 mil millones de pesos, unas siete veces la erogación programable para toda la administración pública, y 750 mil millones de pesos más de lo que el gobierno destinó para inversión física en el primer trimestre de este año. De acuerdo con el último informe de las finanzas públicas de la Secretaría de Hacienda, al 31 de marzo de este año la deuda total neta del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) registró un repunte de 0.1 por ciento nominal respecto al saldo observado en igual lapso de 2003. En ese periodo los programas de capitalización y compra de cartera sumaron 223 mil 25 millones de pesos, 1.2 por ciento más en términos nominales, además de que el propio instituto recibió mil 396 millones de la banca por cuotas al seguro de depósito. A ello se agrega que del costo financiero de la deuda pública, que fue de 48 mil 582 millones de pesos de enero a marzo de este año, correspondieron al IPAB más de 5 mil millones. Pero más allá de esta ensalada de cifras y de que la deuda neta total trimestral del IPAB representó 12.8 por ciento del PIB en 2000, 12.9 por ciento dos años después y ahora se ubica en 11.1 por ciento del PIB, la cantidad de dicho pasivo equivale a más de ocho veces lo que se gastó en educación, 755 mil millones más de lo que erogó el gobierno en salud y una cantidad similar para el rubro social. Eso sin tomar en cuenta que la deuda del IPAB, es casi el monto total del gasto programable que el gobierno destinó este año para desarrollo social. En pocas palabras, 775 mil millones de pesos más de lo autorizado este año para gastar en asistencia social, 717 mil millones del gasto programable para urbanización y vivienda, y 789 mil millones más de lo que se destinará a alcantarillado y agua potable este año” (Georgina Howard, 2004)7
Tenemos que se destina más al pago de la deuda bancaria que al gasto social. Lo que hace, como hemos dicho reiteradamente, que disminuyan los niveles de bienestar de los habitantes del país.
El rescate carretero es otro aspecto a considerar. El 27 de agosto de 1997 la Secretaría de Comunicaciones y Trasportes, publicó en el Diario Oficial de la Federación el rescate de las concesiones carreteras y se constituye el Fideicomiso de Apoyo para el Rescate de Autopistas Concesionadas (FARAC) para tal fin. La deuda neta es de 141 mil millones de pesos al cierre del primer semestre de 2004, representando el 13 por ciento de la deuda interna del país, que es de un billón 78 mil 896 millones de pesos. Se pretende pasar la deuda con tasas de interés flexible a fijo con certificados Bursátiles de Indemnización Carretera a 20 y 30 años.
Las dos empresas que faltan por vender se han hecho múltiples variantes para ser vendidas de una manera subterránea. Si bien sólo falta que las cámaras lo aprueben, ya esta dando resultado la concesión de algunos aspectos que tiene que ver con la CFE. En el 2004 las empresas concesionadas para la proporción de energía eléctrica ganaron 40 mil millones de pesos y contratos para la venta del energético al momento de mayor consumo. Las trasnacionales que operan en México son: Enron, Unión FENOSA, EDF, Inteergen, Mitsubishi, Iberdrola, TRnsalta, GE-Bechtel y Abengoa, quienes han hecho contacto con cadenas de tiendas, cementeras, etc. Esta forma de penetración subterránea esta haciendo a un lado a la CFE y a Luz y Fuerza del Centro la desaparecieron, dejando sin empleo a 200 mil trabajadores. Todo esto es con el amparo del gobierno foxista y calderonista que ha dado toda clase de facilidades, y este último con una fuerza descomunal desapareció una empresa que bien pudo ser saneada.
Martín Esparza Flores líder del sindicato de Electricistas, estableció que ya se están dando algunos contratos en este sexenio en donde de 8 a 10 de la noche entran productores independientes con el 100 por ciento de su generación. Lo que daña las plantas de CFE y LFC.
En PEMEX la situación es muy similar. Según Sarahi Cornejo8 los tres últimos sexenios han sometido a un constante a una división de la empresa que le permita ser vendida. En realidad establecemos que son los últimos cinco sexenios, ya que desde Miguel de la Madrid, momento en que se impone el neoliberalismo, PEMEX empieza a ser dividido. Se comienza por un recorte presupuestal en inversión de un 50% entre los años de 1983 y 1988.
Se continúa con la importación de productos de petroquímica básica para las empresas que antes los compraban en PEMEX. Se reclasifican 36 productos de dicha petroquímica básica a petroquímica secundaria y se otorgan a empresas extranjeras. Se privatiza Hules de México; filial de PEMEX y CODESSA, y se cede la comercialización de productos de PEMEX.
Con Salinas se profundiza la situación y se impulsa su privatización. Se siguen haciendo cambios de petroquímica básica secundaria y se despiden 30 mil trabajadores eventuales. Se le disminuyen prerrogativas al sindicato con la complacencia de los líderes charros sometidos al gobierno y básicamente es dividido en:
PEMEX-Exploración y Producción. Exploración y explotación de petróleo, así como comercialización.
PEMEX –Refinación. Refinación, almacenamiento, transportación, distribución y comercialización de productos derivados.
PEMEX- Gas y Petroquímica Básica. Procesamiento de gas natural, líquidos de gas natural.
PEMEX- Petroquímica Procesos que no forman parte de petroquímica básica.
Con el gobierno de Zedillo las cosas fueron muy difíciles y casi se hipotecó al país por el préstamo obtenido de 19 mil millones de dólares de la reserva de los Estados Unidos. Todo el dinero de la venta de petróleo pasaba primero a la reserva para después ser cobrado por México. En la actualidad se tiene contemplado vender plataformas marítimas y dejar únicamente el petróleo en el subsuelo como riqueza de la nación. Por eso es que Fox dice que no se va a vender el petróleo y todos los gobernantes en turno.
Calderón ha estado otorgando concesiones y Peña Nieto sólo debe dar la puntilla legalizando lo vendido con la reforma energética que venga a dar estabilidad a las inversiones foráneas. Y nos preguntamos ¿para qué?
Enrique Galván en el diario La Jornada9 nos dice que: ¨Durante los seis años del calderonismo, el gobierno federal captó ingresos provenientes de la actividad petrolera por 5 billones 753 mil millones de pesos. Bien administrados hubieran lanzado a México a la posición de un país de clase media. Sin embargo, sólo dejaron 50 millones de pobres¨
Lógicamente hay un deseo por vender México y conformar PEMEX S.A. a toda costa con capital extranjero, cuando bien puede ser del país. En realidad esto no va ayudar para nada al desarrollo de las naciones, como no ha ayudado a 52 millones de pobres que hasta el momento se tienen por la venta de los activos, tanto del petróleo, como el de la extracción de oro y plata de compañías por foráneas. Como tampoco va a ayudar a ningún país de la región, ya que nadie, absolutamente nadie, ha mejorado en su situación económica después de haber cedido sus riquezas naturales.
Ahora bien, en todo esto hay una serie de contubernios y deshonestidades que tienen que ver con componendas entre gobernantes y compradores. Inmensas fortunas se amasan después de ceder las riquezas de los pueblos Latinoamericanos, tanto de los propietarios como de los funcionarios. Ambos se baten en un gran lodazal de dinero y politiquerías. Teléfonos de México (TELMEX), como ya lo mencionamos, tiene las tarifas más altas del mundo y es un monopolio que se enfrenta a empresas de Estados Unidos en el seno de la OMC para compartir los dividendos, así como con monopolios internos como televisa y TV Azteca. Las carreteras son por el estilo y se tiene que las cuotas son de las más caras del mundo. Un ejemplo es el tramo México- Toluca o el de Tijuana-Tecate.
En estos momentos se espera la privatización del Instituto Mexicano el Seguro Social, dado al abandono que ha tenido por los gobiernos PRIistas, de Vicente Fox y Felipe Calderón. El servicio es tan deprimente que la población da gritos para su privatización. De hecho, ya se privatizó el fondo de retiro para pensionados que recibía dicha institución y se crearon empresas que tienen que ver con las Afores y Siefores.
Por último, según el Banco Mundial, tenemos que la venta de empresas en México, entre 1990 y 1999, representó 31 mil 749 millones de dólares, la tercera cifra más alta después de Brasil y Argentina. Quienes obtuvieron por dicha venta 71 mil 129 millones de dólares y 44 mil 561 millones de dólares respectivamente. Para México la cantidad es menor que el pago de intereses en el mismo periodo que fue de 63 mil 928 millones de dólares. En el caso de América Latina, en el mismo periodo la venta de empresas fue de 177 mil 839 millones de dólares y el servicio de la deuda fue de 176 mil 900 millones de dólares.
Para Argentina la situación es muy similar a la de México. La privatización ha hecho estragos en la sociedad y a los niveles de pobreza. Argentina gozaba de tal nivel de vida que se pensaba que se encontraba en el continente equivocado. Las privatizaciones estaban basadas con mismos pretextos que en México, Brasil o Chile: la ineficiencia del Estado, la reducción del gasto público y por ende la reducción del déficit fiscal, así como la falta de modernización y la estabilidad en general, dado un nivel de gasto que provoca inflación.
Según Viviana Cifarelli,10 la privatización se llevó a cabo bajo la dirección del FMI, BID y Banco Mundial, así también y lógicamente bajo la dirección del Estado, en donde se modificó la constitución a efecto de dar el poder absoluto al ejecutivo. Con ello, podía decidir que empresas vender y el momento oportuno. Por otro lado, se dio la oportunidad de modificar las normas sobre la inversión, en el sentido de no diferenciar entre capital internacional y nacional. Es así que la privatización comenzó al ritmo del gobierno de Menem desde 1990.
La Empresa Nacional de Telecomunicaciones fue la primera en ser vendida a ENTel. El 60% se vendió, el 30% lo retuvo el Estado y el 10% se les dio a los trabajadores. Los pasivos de la empresa de 2000 mil millones de dólares se quedaron para el presupuesto público. Después siguió el sector eléctrico, mismo que se conformaba por cuatro empresas nacionales y dos binacionales, las nacionales constaban del 84% de los activos y el resto las binacionales. De la venta, el gobierno 1,294 millones de dólares, pero absorbió pasivos por valor de 1480 millones de dólares. Ni siquiera cubrió la deuda por la que estaba comprometiéndose.
El proceso consistió en atomizar la empresa. Algo parecido a PEMEX de México, en donde se dividió en: Generación, Trasporte y Distribución. De esta manera se vendieron las hidroeléctricas, las centrales térmicas, las líneas de alta tensión, las líneas de menor tensión. En suma la mayor parte quedó en manos de inversionistas internacionales.
“Así se vendieron las centrales térmicas, las hidroeléctricas, y las líneas de alta tensión se vendieron como unidades independientes; las líneas de menor tensión fueron agrupadas y vendidas en unidades regionales; y las dos empresas de distribución, pasaron, una a control provincial, y la otra (SEGBA- que abarcaba el área metropolitana de Buenos Aires), se dividió en tres unidades comerciales privadas (EDESUR, EDENOR y EDELAP).”11
El impacto de la privatización fue la reducción del personal y se les quitaron las viviendas a los trabajadores, como fue el caso de El Chocón. En otros se llegó al apagón para aceptar las altas tarifas. No se modernizó la empresa y hubo falta de inversión en seguridad.
De hecho, y en términos generales, el desempleo aumentó en la medida en que la IED se incrementaba. La venta de empresas provocó un desempleo que repercutió en los niveles de bienestar de la población.
Habría que considerar que el desempleo es como consecuencia de las formas en que se comporta el capital privado. En realidad, intenta como lógica del capitalismo y en todo caso, reducir los costos de producción y disminuir una nómina que fue inflada por un modelo paternalista y popular. Dicho modelo de acumulación de capital era de orden Keynesiano-fordista y establecía el pleno empleo como una forma de activar el aparato productivo; tal y como lo hemos dicho en la parte introductoria de este trabajo.
Como consecuencia del desempleo, la emigración de las familias o parte de ellas, aumenta considerablemente, originando problemas de desintegración o violencia de aquellos que no tienen recursos para poder vivir. El robo y los crímenes aumentan, los secuestros y asesinatos también. El desempleo origina muchos problemas que van más allá de la simple desocupación.
Si a esto aunamos que los precios de los productos que se ofrecen aumentan, entonces la situación se torna difícil. En Argentina el precio de los recursos básicos se incrementaron enormemente. Si estudiamos el comportamiento de los precios a partir del plan de convertibilidad en 1991, tenemos lo siguiente:
La falta de una visión de conjunto hizo que se desmoronara el país. Se vendió aquello que el Estado utilizaba para obtener sus recursos. Ahora, las empresas obtienen grandes beneficios que son fugados a los países que mejor expectativa ofrezcan, para después volver a saquear al país en turno. Argentina cayó en insolvencia de pagos por la irresponsabilidad de sus gobernantes corruptos y por los órganos financieros mundiales, como el FMI y el Banco Mundial.
Actualmente Argentina esta teniendo un ligero respiro. Pero no podemos decir que está todo completo. Hasta el gobierno de Néstor Kirchner y su esposa, las cosas no están del todo bien. Desde 1976 el golpe de Videla y después Viola en el poder, Argentina sufrió una derrota con las Malvinas y con gobiernos dictatoriales que dieron muerte a cientos de argentinos. Después con Alfonsín les llegó una democracia endeble que se coronó con Menem en 1989, hasta 1999, con la llegada de De la Rúa, que fue corrido. La entrada de Kitchner fue un suspiro y esperanza para Argentina que no se ha sacudido el neoliberalismo y que se prologan con Cristina Kitchner, misma que en últimas fechas esta siendo fuertemente criticada.
El hundimiento del general Belgrano trajo un presagio negativo que el argentino común se resiste con orgullo a decir que está acabado. En realidad no lo está y surgen movimientos sociales del fondo de la sociedad que intentan rescatar a un país. La recuperación de empresas en muchos casos esta dando resultado para los desempleados y pobres. Esperemos que se logre con Cristina Kitchner que recientemente nacionalizó parte de su gas.
En suma, podemos decir, como establece Manuel Holzapfel estudioso de la venta de empresas públicas del cono sur, que Argentina básicamente vendió todo en la época de Menem. Hasta 1999 fueron 23.849 millones de dólares los ingresos por concepto de la venta de empresas del país. Sólo mantenía en el año 2000 algunas propiedades de bancos a nivel provincial y nacional. Algunas refinerías, trasportadoras, distribuidoras eléctricas, de gas y yacimientos secundarios de hidrocarburos y las empresas nucleares de energía eléctrica. Se despidieron decenas de trabajadores y aumentó el costo de la vida y el país quedó en bancarrota.
Como podemos observar, el proceso de privatización esta afectando a las familias. Tal es el caso del aumento del gas residencial o el consumo de energía eléctrica residencial que se encuentra por arriba del consumo industrial. Así mismo, la telefónica básica sube de precio por arriba de los precios mayoritario en general. Lo que podemos deducir es que a partir de las privatizaciones el pueblo argentino ha tenido que pagar el saneamiento de las empresas y además los altos precios. Un desempleo enorme que impacta sobre otros aspectos. A diferencia de Chile y México, Argentina prácticamente vendió todo. En cambio, en México, sostiene CFE y PEMEX hasta el momento con algunas concesiones. Chile no ha vendido CODELCO, su base productora de cobre, que fue nacionalizada por Salvador Allende.
Precisamente para el caso de Chile la situación es muy similar a la de los países antes estudiados. Para ello tenemos dos autores que han analizado la venta de empresas en la región andina desde Pinochet: Belarmino Elgueta Becker y María Olivia Monkeberg, exdirigente del partido Socialista de Chile y periodista respectivamente, son dos autores que han realizado estudios sobre la privatización de las empresas chilenas.12
La privatización, después de la caída de Salvador Allende representa un hecho brutal para la economía del cono sur. Las dictaduras y la gran venta son el reflejo mismo de un torrente de ideas que iban a conformar el nuevo panorama chileno. La primera parte la tenemos entre 1973 y 1975, en donde se regresan las grandes corporaciones a las empresas privadas.
“En esta fase se restituyen 258 empresas antes de diciembre de 1973 y se privatizaron 350. En esta etapa se pagaron también cuantiosas indemnizaciones a los consorcios norteamericanos a los cuales se les había expropiado (Gran Minera del Cobre, ITT y otras). Las indemnizaciones alcanzaron a 1.315,2 millones de dólares (Moneda de 1988) desde 1974 a1988”13
La segunda etapa de 1975 a 1982 comprende la consolidación de la dictadura de Pinochet y la recesión económica. Bajo la conducción de Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), se encargó de la venta de empresas del Estado. Trasfirió 16 Bancos comerciales, 600 plantas agroindustriales, mineras, de bienes raíces y bienes inmuebles.
Para la tercera etapa de 1983 a 1985, cuando ocurre el derrumbe de los Chicago Boys y con el antecedente de la crisis de 1982, nos marca una nueva etapa en la venta de empresas y la conversión de deudas por activos nacionales. Aquí se ha dado en denominar las presas mayores, ya que el botín era muy grande. Recomendado por el FMI y el Banco Mundial, se llegó a las grandes empresas del Estado como Copec y sus filiales Informa, Indus, CTI, Compañía General de Electricidad Industrial, etc. Mismas que fueron a dar al Grupo Angelini y al grupo neozelandés Carter Holt Harvey (Copec) Otros grupos que también compraron fueron Hucke, mackay, Nestle, Victric Vidrios y Aluminios Lirquen.
Todas las compañías de seguros fueron compradas por empresas norteamericanas como Bankers Truts, Aetna y American Internacional Group. Instituciones de crédito como el Banco de Chile y el de Santiago se diseminaron.
Por otro lado, en 1985 tenemos que se privatiza la Sociedad Minera de Chile, la Industria Azucarera Nacional, la Empresa Nacional de Explosivos, Compañía de Aceros del Pacifico, Laboratorios Chile, Empresas Eléctricas Metropolitanas, Quinta región, Chilectra generación, de Melipilla y de Coquimbo, Empresa Nacional de Electricidad ( Endesa) , Compañía de Teléfonos de Chile, Telex de Chile, Empresa Nacional de Telecomunicaciones, Empresas Eléctricas de Tarapacá, Del Norte, de Aysén, de Magallanes, Hidroeléctricas de Pilmaiquén, Pullinque, Colbún – Machicura, Pehuenche, Línea Aérea Nacional (Lan de Chile) Instituto de Seguros del estado), Empresa nacional del Carbón, Carbonífera Schager, Chile Films y Sociedad Chilena del Libro.
Como pude verse, según nos explica Elgueta, las privatizaciones se hacen en todos los polos. Tenemos desde grupos financieros de electricidad y aseguradoras, así como impresoras nacionales. Esto nos da una idea de la gran venta chilena que siguió su laberinto después de 1988 en donde se privatizo la compañía de Teléfonos de Chile. Se terminaron de privatizar algunas empresas que ya se venían vendiendo como Chile Films, Sociedad Chilena del Libro y Edelnor.
Para 1989, la dictadura herida de muerte todavía desmantela Ferrocarriles del Estado y es privatizada por partes, dejando con vida Codeloco y Banco del Estado.
Ya María Olivia Monckerberg, nos comenta que el tiro de gracia consistió en que el último gabinete de Pinochet, en donde Hernán Büchi era el jefe económico, vendió Empresa Nacional de Petróleo, Banco del Estado y TVN. Todo ello pasó a control de empresas favorecidas como Pampa Calichera, en Soquimich y las Chispitas 1 y 2 de Chilectra.
Elgueta nos comenta que: “La Cap fue fundada por Corfo en la década de los cuarenta. Aunque el proyecto tuvo una determinación decisiva tanto en la formulación del proyecto como en el financiamiento, se le concedió mayoría al sector privado (53% contar 47%). Pero en 1968 el estado paso a ser accionista mayoritario y en 1973, el 97.6% de su capital pertenecía a él, a través de Corfo. En el proceso de privatización se transfirió primero el 47% de la empresa al sector privado en 1986, por un valor de venta de 40 millones de dólares en circunstancias que su valor real era de no menos de 200 millones de dólares, subsidiando de esta manera a los compradores en 160 millones en dicha moneda, es decir se despojó de esa enorme proporción al Estado.”14
Y no sólo al Estado, en realidad a la nación y a millones de seres humanos que están en la pobreza. El mismo autor nos señala que estudios posteriores del Chase Manhattan Bank estimaron la pérdida entre 99 y 223 millones de dólares.
Sin embargo, la situación no para hasta aquí. La sociedad química de Chile, perteneciente a la industria del salitre, pasó a ser parte del yerno de Pinochet, ingeniero forestal que ya antes había sido nombrado por el dictador presidente de la empresa. Se publica un documento en que las acciones están a la baja de los precios estimados y así pasa a ser vendida en menos de su valor en libros.
Para la autora que hemos venido siguiendo, Maria Olivia Monckeberg, esto es un espectacular despojo. Se han apoderado de las reservas más grandes de nitrato, yodo y litio del país y del mundo.
Si explicamos otros casos como el de La Industria Azucarera Nacional tal vez podamos dejar más claro el robo a la nación. “En 1986 se vendieron acciones sin licitación publica, a un precio 21% inferior al de valor de la Bolsa. En 1988 se acordó vender dicho organismo el 90% de las acciones que poseía Corfo y después el saldo”15
Monckeberg establece que en informe de la contraloría General de la República se observan datos interesantes que mencionan que las pérdidas netas por la venta de esta empresa fueron de 47.628.514 dólares.
También la Empresa Nacional de Electricidad, fundada por Corfo, en un informe de 1991 se establece que esta empresa, la más importante del país, tuvo una perdida de mil millones de dólares.
Lógicamente los que más se beneficiaron de todas estas ventas fueron Pinochet sus ministros como: Jorge Cauas, Sergio de Castro, Pablo Barahiona, Hernan Buchi, Carlos Cáceres, Juan Antonio Guzmán, Jose Piñera, etc.
Otros autores como Marco Kremerman, consideran que ha habido un Chorreo (goteo) de las riquezas generadas en el País a los sectores más pobres. Esta tesis del chorreo ya antes autores clásicos la habían externado con respecto a América Latina. Kremerman considera que los principales beneficios del crecimiento han sido para las grandes empresas. 548 compañías para el año 2003 aumentaron sus ganancias, de las cuales la que más obtuvo utilidades fue Copec del grupo Angelini con 519 millones de dólares. Así mismo, el holding Quiñenco del grupo Luksic con 300 millones de dólares y la minera Escondida con 529 millones de dólares. Misma que obtuvo cuatro veces más ganancias que el año anterior de 2002. Tan sólo 27 empresas controlan el 50% del valor total de las exportaciones y de éstas, son 10 las que tienen el 35% del comercio mundial en Chile (Siete del sector Minero y diez del sector forestal). Y tan sólo 16 grandes grupos generan el 80 por ciento del producto global total.
Así mismo, nos menciona Kremerman, que cuatro bancos dominan el sector financiero, siete asociaciones de fondo de retiro manejan los 45.000 millones de dólares que capta el sistema privado de pensiones. D&S y Cencosud controlan el 54.3 % del mercado de los supermercados y la empresa Iansa controla el 78% del mercado de azúcar. Telefónica de Chile capta el 75% del mercado de telefonía fija, Endesa y Colbun tienen el control de casi el 70% del negocio de Energía eléctrica. Por su parte Lever domina el 75% del mercado de los detergentes y CCU el 89% de toda la cerveza chilena. Lan domina el 88.2% de tráfico aéreo de carga y el 70% de pasajeros. Chiletabacos domina el 98% del mercado de los cigarrillos.
Por otro lado, cuatro empresas chilenas se ubican entre las dos mil más grandes del mundo: Antarchile, del grupo Angelini; Banco de Chile, de una sola familia de apellido Luksik; CMPC, del grupo Matte y la cadena de tiendas Falabella.16 (Más adelante haremos un estudio sobre la forma en que se privatizaron estas empresas)
El mismo autor establece algunas preocupaciones en torno a la sociedad Chilena. Se preocupa porque el 31% de los chilenos se declaran no demócratas y por el alto índice de delincuencia. De cada tres personas, una ha sido victima de la delincuencia. Miguel Kast, por su parte, establece que la pobreza es un problema de ubicación geográfica, de falta de oportunidades laborales para los pobres, de la inflexibilidad laboral y a la falta de refocalización del gasto social a sectores con menos ingreso. Antes de aumentar el gasto social, se debe pensar en optimizar y mejorar su efectividad. Se debe alcanzar el tejido social a través de una red de protección social.
Esta es la entrega de las riquezas de los chilenos a los mismos chilenos o a grandes empresas trasnacionales. El anzuelo es la creación de empleo y de empleos con más salarios o bien de salud a bajo precio. Se ha privatizado casi todo en Chile, faltan algunas pocas empresas que privatizar. Sólo queda que los demás gobiernos de izquierda los privaticen. Piense que la izquierda ahora es moderna, adaptada a las nuevas necesidades, es una izquierda de mercado, ya que desde 1990 es la que gobierna. Actualmente Piñera es el presidente y uno de los hombres más ricos de Chile, con más dos mil millones de dólares. No esperamos mucho de este gobierno ya que Chile es uno de los 10 países con la peor distribución del ingreso en el mundo.
En suma y hasta la fecha, no se sabe bien a bien de cuánto es el saqueo de Chile. Algunos hablan de unos 6 mil millones de dólares a precios actuales de acuerdo a un informe de la Cámara de Diputados. Se presume que fueron 725 empresas privatizadas tan sólo en la dictadura militar de Pinochet y que, como hemos visto, las más escandalosas fueron la Compañía de Aceros del Pacifico, (CAP) vendida en 105.5 millones de dólares cuando su valor era de 811.5 millones de dólares. La Sociedad Química y Minera de Chile adquirida por el yerno de Pinochet que deja una pérdida al estado de aproximadamente 261.9 millones de dólares. La azucarera estatal en donde la pérdida es de 184 millones de dólares, Endesa con una pérdida de 895.6 millones de dólares, Chilgener con 171.1 millones de pérdidas. Chilectra con 96.4 millones de dólares y Banco de Chile con una pérdida de 66.9 millones de dólares.
Estos datos de Manuel Holzapfel es el reflejo de un gran robo a una población que bien podría ser alimentada y con ello dejar la pobreza. Chile, hoy por hoy, ha vendido hasta el agua que se toma. Siete bancos concentran el 74.17% del capital y tienen un 86.17 por ciento de rentabilidad. Tres cadenas farmacéuticas controlan el 96 por ciento de los medicamentos. Por ello es que la concentración de la riqueza es enorme en este lejano país del continente. Así como Carlos Slim en México, en Chile, es Andrónico Luksic, ya fallecido, uno de los cuatro hombres más ricos de América Latina, junto con Piñera.
En el Brasil el problema de la privatización es similar a los países en estudio. A partir del gobierno de Collor de Melo, la privatización tiene un aspecto medular en la economía de Brasil. Continúa con el mandato de Fernando Enrique Cardozo en donde se vendieron empresas Mineras, siderurgias, telecomunicaciones, bancos, puertos, aeropuertos, telecomunicaciones, etc.
Anteriormente se habían dado ideas en torno a la privatización de las empresas. Entre 1946 y 1947 durante el gobierno de Eurico Gaspar Dutra hubo un primer intento de rompimiento de ese estado benefactor. El segundo se da en 1964 y 1966, en donde se privatiza la fábrica Nacional de Motores a la empresa Alfa Romeo y la Codigua. Sin embargo, no fue hasta 1980 que se dan pasos más certeros para la privatización de las empresas públicas.
Fueron privatizadas 20 empresas. Durante el gobierno de Figueiredo y Sarney se vendieron Riocell Celulose y Fiacao Tecelagem Lutfala. Con Sarney fueron 18 de las cuales las que resaltan son: Aracruz Celulosa, Cariabas Metais, Usibra, Siderurgia Cinetal y Sibra.17
Al venderse las empresas estatales como consecuencia de una política de saneamiento el desempleo aumenta enormemente. De hecho, el proceder del Estado Keynesiano era el de la creación de empleos. La lectura latinoamericana y mundial fue la creación de empleos ineficientes que tornaba la carga del Estado más grande, pero que solucionaba un problema social. La venta requería forzosamente dicho saneamiento y por ende, el desempleo abierto tendió a aumentar.
La retórica neoliberal establece que al venderse una empresa estatal la productividad aumenta y como consecuencia los empleos se van a recuperar. Lo cierto es que esto no está en los hechos y la economía de América Latina sufre desempleo y una crisis estructural permanente.
Al amparo de la presidencia de Cardoso entre 1991 y 1996, se privatizaron cincuenta empresas de las cuales resaltan la Usinas Siderurgias de Minas Gerais (Usiminas), la compañía Siderurgia Nacional (CSN), Copesul y LIGHT, de donde el Estado recibió 11 mil millones de dólares.
Cabe decir que al parejo de la venta de empresas la deuda crece en este periodo de 123 mil millones de dólares a 175 mil millones de dólares. Entre 1997 y el año 2002, las empresas privatizadas fueron de 133. De las 133 empresas, 78 son no financieras y 55 son financieras.
Hemos de decir que para el 2001 y 2002, tan sólo se vendieron 5 del total, de las no financieras fueron 2 y financieras fueron 3.
En suma, La venta de empresas del Estado, que en última instancia son de la sociedad en su conjunto, tuvieron la misa estructura de venta que todos los países que hemos estudiado. Las empresas primero son saneadas y después vendidas muy por debajo de su valor en activos. Asimismo, se ha prácticamente regalada la riqueza de la nación a unos cuantos. Ello está provocando una gran desigualdad social. En su conjunto, la riqueza de la sociedad ha subsidiado a los grupos monopólicos del extranjero y nacionales.
Haber dado este paso de la venta de activos sociales es un acto sin retorno, ya que muchas empresas pasaron a manos del Estado en condiciones muy malas para ser saneadas y después vendidas. Otras, se obtuvieron gracias a luchas sociales y contra bloqueos internacionales como el caso de PEMEX. La recuperación será muy difícil ya que a escala mundial habrá una fuerte persecución financiera y protestas de los sectores financieros internacionales, que acabaran por aumentar el riesgo país de aquellos que osen nacionalizar sus empresas y con ello precipitar sus economías, como es el caso de Argentina con Cristina Kirchner, quien recientemente se atrevió a nacionalizar el 51% la industria del gas y tuvo protestas hasta de países como México, quien se vio perjudicado por tener acciones de la empresa española Repsol, misma que había adquirido en 1998 a la empresa estatal Argentina y en donde el mismo Néstor Kirchner forzó a Repsol para que la familia Eskenazi del grupo Peterson entrara al negocio del gas con un 25% en acciones, sin dinero alguno y que lo fueran pagando al paso del tiempo con las mismas ganancias que se fueran generando al paso del tiempo. Excelente negocio.
La globalización para América Latina no significa entrar como participante de la economía mundial. Nos hemos introducido de forma pasiva y como consumidores de los grandes monopolios mundiales que manejan las finanzas y la economía. El resultado para la región Latinoamericana ha sido la pobreza y la mala distribución de la riqueza y un creencia vehemente que el mercado es el mejor asignador de los recursos, cuando en realidad está escondido un proceso deshonesto en la venta de los activos sociales que hubieran servido para sacar adelante a la región y que ahora la cubrimos de pobreza y miseria, gracias que a las grandes empresas no se les cobra impuestos, mientras que a los pobres, con bajos salarios, lo tienen que hacer con reformas fiscales que sólo hacen más complejo el despojo de su ingreso para beneficio de unos cuantos.
1 Larry Gabone 2005
2 http://alainet.org/active/9745&lang=es
3 Consulte a Globalización y Desnacionalización: Dos Caminos rumbo a la Desnacionalización Integral. De Isaac Enríquez Pérez. www.eumed.net › Observatorio de la Economía Latinoamericana.
4 La transición económica y política del Estado mexicano en el umbral del siglo XXI: del Estado empresario al Estado de empresarios. José G. Vargas-Hernández. Revista Mad. No.4. Mayo 2001. Departamento de Antropología. Universidad de Chile.
5 www.azc.uam.mx/publicaciones/gestion/num1/doc3.html.
6 Consulte el ensayo de Georgina Howard sobre el FOBAPROA: Historia sin fin. La Jornada. 31 de mayo de 2004.
7 Op. Cit. Anterior.
8 Revista Latinoamericana de Economía Vol. 26, No. 102, pp, 223-254.
9 Diario la Jornada, 22 de noviembre de 2012. Columna Dinero.
10 Consulte las Privatizaciones en Argentina de Viviana Cifarelli en www. Geocities.com
11 Op. cit. Viviana Cifarelli.
12 Al respecto consulte el texto de Monkebert, Maria Olivia, “El saqueo de los grupos económicos del Estado Chileno” ediciones B., 2001 y el ensayo de Belarmino Elgueta Becker, sobre “El gran Robo de la Herencia nacional” en www.puntofinal.cl.
13 Op. cit. anterior Belarmino Elgueta. Pag. 2.
14 Loc. cit. Belarmino Elgueta. P.6.
15 loc cit. p. 8.
16 Al respecto consulte la Revista de Análisis de Políticas Públicas. Serie APP número 29, Agosto, 2004. el artículo de Distribución del ingreso en Chile: una bomba de tiempo. De Marco Kremerman.
17 consulte para mayor información: La década de los mitos. El nuevo modelo económico y la crisis del trabajo en Brasil. Edit. Contexto. Brasil. 2001. Marcio Pochman.