Revista académica de economía con el Número
Internacional Normalizado de Publicaciones Seriadas ISSN 1696-8352.
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ESTUDIO DE LA GESTIÓN COMPETITIVA DE LAS PEQUEÑAS Y MEDIANAS EMPRESAS (PYMES) COMERCIALES. CASO ESMERALDAS, REPÚBLICA DEL ECUADOR
Manuel Ruvin Quiñonez Cabeza (CV)
ruvin1967@gmail.com
Universidad Técnica de Esmeraldas Luis Vargas Torres
RESUMEN
El presente trabajo analiza la gestión competitiva de las pequeñas y medianas empresas del comercio al por menor de la provincia de Esmeraldas, República del Ecuador. Se estudian las diferentes empresas relacionadas con actividades que tienen alta demanda en la población local. En este sentido, se ha desarrollado un estudio empírico a través de 344 encuestas y entrevistas personales realizadas a propietarios, administradores y trabajadores.
Finalmente, se comentan las revelaciones más destacadas de este trabajo empírico, resaltando que existen importantes barreras que limitan la competitividad de las empresas estudiadas.
PALABRAS CLAVES: competitividad, pequeñas y medianas empresas, comercio al por menor, PYMEs
ABSTRACT
This paper analyzes the competitive administration of the small and medium companies of the smallest trade in Esmeraldas, Republic of the Ecuador. The different companies related with activities are studied that have discharge it demands in the local population. With this objective, this empirical research is developed by means of 344 surveys and personal interviews carried out proprietors, administrators and workers.
Finally, the most outstanding revelations in this empiric work are commented and the barriers are explained that limit the competitiveness of the studied companies.
KEY WORDS: competitiveness, small and medium companies, smaller trade, SMEs
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Quiñonez Cabeza, M.: "Estudio de la gestión competitiva de las pequeñas y medianas empresas (PYMES) comerciales. Caso Esmeraldas, República del Ecuador", en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Número 175, 2012. en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/ec/2012/
En correspondencia con la bibliografía especializada la importancia de las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) no está asociada solamente a su potencial redistributivo y capacidad para generar empleo, sino también en su capacidad competitiva cuando es incorporada al proceso productivo en condiciones que favorecen el desarrollo integral de las localidades donde se desenvuelven.
Según las estadísticas consultadas, en las economías de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, 2010), las PYMEs y microempresas representan 95% de las compañías, 60-70% del empleo, 55% del Producto Interno Bruto (PIB), y generan la mayor parte de los nuevos trabajos. En los países en vías de desarrollo, más del 90% de las empresas fuera del sector agrícola son PYMEs y microempresas que generan una porción significativa del PIB.
Respecto a la América Latina, las PYMEs son en un 99% en México; así mismo, en Colombia, Perú, Uruguay, lo son, al menos más del 70% de las empresas. En Venezuela, según datos del Centro de Información y Documentación Empresarial sobre Ibero América, CIDEIBER (2008), casi el 66% del sector manufacturero fabril son pequeñas industrias.
En particular en la República del Ecuador las PYMEs representan el 95% de las unidades productivas, generan el 60% del empleo, participan del 50% de la producción, tienen un amplio potencial redistributivo, refieren capacidad de generación de empleo, amplia capacidad de adaptación, flexibilidad frente a los cambios y estructuras empresariales horizontales.
No obstante a estos beneficios predomina también una la limitada tecnología y maquinaria para la fabricación de productos, poca capacitación del personal, financiamiento, inadecuado equipamiento, limitada capacidad de exportación a causa del desconocimiento de procedimientos propios a las normativas de calidad exigidas en otros países, débil cadena logística con costos elevados, entre otros que restringen su competitividad.
El autor de este trabajo ante esta problemática, se propone como objetivo general: realizar un estudio de la gestión competitiva de las PYMEs comerciales de la provincia Esmeraldas, República del Ecuador
El concepto de competitividad es un concepto complejo, en el sentido de que contiene una fuerte carga de subjetividad y un carácter multidimensional. Del mismo modo, la competitividad puede ser analizada a un conjunto de organizaciones económicas, desde la dimensión de un país, una región, un sector económico, una empresa hasta un producto o servicio particular.
Por tanto, las definiciones de competitividad incluyen tanto una acepción macroeconómica como una acepción microeconómica. Desde un punto de vista macroeconómico, y siguiendo la definición dada por The World Competitiveness Report (OCDE), 1997, pág. 18 es “el grado en el que una nación puede, bajo condiciones de mercado libres y equitativas, producir bienes y servicios que superan las pruebas de los mercados internacionales, manteniendo y aumentando, simultáneamente, los ingresos reales de sus habitantes a medio y largo plazo”.
Otras definiciones consultadas al respecto refieren:
.
Desde los 90 diversos autores (Esser, Hillebrand, Messner y Meyer-Stamer) desarrollaron el concepto de Competitividad Sistémica, en contraposición directa al elaborado por Michael Porter. Estos autores sostienen que la competitividad requiere incluir los niveles analíticos macro, micro, meso y meta que afectan a las empresas en el plano local, regional, nacional y supranacional. De acuerdo a estos autores la competitividad industrial no surge espontáneamente al modificarse el contexto macro ni se crea recurriendo exclusivamente al espíritu de empresa a nivel micro. La misma, refiere el producto de un patrón de interacción compleja y dinámica entre el estado, las empresas, las instituciones intermediarias y la capacidad organizativa de una sociedad.
A nivel mundial, en los últimos quince años, la competitividad ha estado relacionada con la rivalidad política, pues ha sido un tema de creciente interés. Entre 1963 y 1990 se tomaba como base el criterio para una mayor competitividad el expresado por la Council of Competitiveness de Estados Unidos, quien para definir y medir la competitividad, valoraba la capacidad exportadora de sus industrias, sin tomar en cuenta otros elementos. Considerando a Alburquerque (1997) en cita de Medina V., J. (1998) estos criterios son simplistas.
Otro factor de competitividad que se evalúa es la inversión que la industria haga en su presupuesto de Investigación y Desarrollo (I + D). Pero más recientemente, una evaluación europea hecha por el Instituto de Prospectiva Tecnológica tendiente a mejorar la concepción de calificación de los criterios para evaluar la competitividad, propone una redefinición según la cual un país y un territorio es competitivo (cualquiera que sea el grado de apertura a la economía global o el desarrollo de sus exportaciones), “si sus exportaciones tienen la capacidad suficiente para financiar las importaciones necesarias para asegurar su crecimiento económico y su nivel de vida, sin crear ningún tipo de desequilibrio o estrangulamiento”. (Coriat, 1997 en Medina V., J., 1998:25- 26).
Las nuevas dimensiones de ese replanteamiento aluden a salir del reduccionismo según el cual la competitividad se relaciona primordialmente con competencia por cuotas de mercado y se mide por la balanza de comercio exterior de un país. Convierte en factor decisivo el grado de libertad que tiene un país en dirigir sus negocios. Valora a la par de los clásicos factores asociados a los costos, factores no asociados al costo como la calidad, la innovación, las inversiones inmateriales, la eficiencia de las redes de cooperación, cadena logística, entre otros.
En el contexto empresarial por competitividad se entiende la capacidad diferenciada y distintiva de la empresa (o institución) en el mercado para suministrar eficientemente valor agregado a los clientes finales, satisfacer creciente e integralmente sus dinámicas demandas y contribuir al mejoramiento social, ambiental y de sus trabajadores.
En correspondencia al análisis realizado tomando como base la literatura especializada, se considera que la competitividad es un concepto relativo, muestra la posición comparativa de los sistemas (empresas, sectores, países) utilizando la misma medida de referencia. Además, es un concepto en desarrollo, no acabado y sujeto a muchas interpretaciones y formas de medición. Dependiendo de la dimensión a la que pertenezcan los sistemas organizativos, se utilizarán unos indicadores distintos para medirla.
Atendiendo a ello, se puede considerar la competitividad empresarial en un doble aspecto; como competitividad interna y como competitividad externa. La competitividad interna está referida a la competencia de la empresa consigo misma a partir de la comparación de su eficiencia en el tiempo y de la eficiencia de sus estructuras internas (productivas y de servicios.) Este tipo de análisis resulta esencial para encontrar reservas internas de eficiencia pero por lo general se le confiere menos importancia que al análisis competitivo externo, el cual expresa el concepto más debatido, divulgado y analizado universalmente.
En esencia, la competitividad es una capacidad, una habilidad de la empresa, implicada toda ella. Su manifestación se da en los mejores productos y servicios que irán a satisfacer a los clientes, por lo tanto, es una cualidad vital. Pero la competitividad implica competir con rivales y por consiguiente, implica mejora y superación continua frente a los rivales competitivos. La competitividad de las empresas postmodernas tiene un compromiso moral con la sociedad respecto a la sostenibilidad y sustentabilidad ecológica al no impulsar procesos productivos que se traduzcan en impactos negativos ambientales
En correspondencia con el análisis realizado, la competitividad conlleva a la interacción de los siguientes elementos:
1. Elementos de la gestión estratégica y la gestión operacional
2. Innovación
3. Desarrollo tecnológico
4. Mejoramiento de la productividad en todas las operaciones
5. Cultura organizacional
6. Dirección y desarrollo de su personal.
7. Cooperación
8. Desarrollo sostenible
De acuerdo con la revisión bibliográfica el autor de esta investigación percibe la presencia de siete dimensiones para el análisis de la competitividad. En la Tabla 1, se muestran dichas dimensiones y su significado.
Tabla 1. Dimensiones de la competitividad empresarial
No. |
DIMENSIÓN |
SIGNIFICADO |
1 |
Cliente |
Creciente satisfacción y calidad percibida de los clientes finales, creciente calidad percibida, orientación al encargo social |
2 |
Económica |
Márgenes de rentabilidad satisfactorios, productividad creciente, eficiencia energética y de otros recursos críticos, crecimiento sistemático |
3 |
Mercado |
Mantener o mejorar la participación en el mercado, acceso a nuevos mercados, reconocimiento en el mercado |
4 |
Medioambiental |
Mejorar el impacto sobre el medio, reducción del uso de energía y de recursos no renovables, reducción emisiones tóxicas, máximo reciclaje |
5 |
Social |
Incremento del empleo, satisfacción de los trabajadores, aumento del salario medio, integración con el entorno, responsabilidad social, aumento de aportes |
6 |
Financiera |
Mantener flujos de caja satisfactorios, inversiones recuperables |
7 |
Logística |
Satisfacción de todos los elementos de la cadena logística a partir de una gestión eficiente y de calidad total. |
Fuente: Elaboración propia
No obstante al análisis realizado, sea macro o microeconómico el enfoque que se quiera dar a la competitividad, lo cierto es que se está ante un concepto lo suficientemente amplio y complejo como para que no exista, todavía, una definición generalmente aceptada de competitividad. Tanto es así que Porter (1990) advierte sobre la amplia variedad de perspectivas existentes en torno a la competitividad, y Waheeduzzan y Ryans (1996) sostienen que la noción de competitividad está asociada a cuatro grandes bloques de pensamiento: una perspectiva de ventajas comparativas y/o de competitividad en precios; una perspectiva de estrategia y dirección; una perspectiva histórica y socio-cultural y un desarrollo de indicadores de competitividad nacional.
Un análisis contextual de la competitividad refiere que en América Latina, en las últimas décadas, los países andinos, es decir, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, y Venezuela, han crecido menos que los países desarrollados e incluso menos que otros países en desarrollo, perdiendo importancia relativa en la economía mundial.
Para una inserción exitosa y capacidad competitiva de las PYMEs se requiere que confluyan varios factores, entre los que se destacan:
Para la República del Ecuador en particular es trascendental considerar que la importancia de las PYMEs no reside únicamente en su potencial redistributivo y su capacidad para generar empleo, sino también en su capacidad competitiva cuando es incorporada al proceso productivo en condiciones adecuadas. El desarrollo de este sector de la economía en el país se ha caracterizado por una gran diversidad de iniciativas realizadas por una pluralidad de actores; sin embargo, en la medida que la microempresa se expande en importancia en la economía, también crece la demanda de servicios de apoyo a este sector por parte del estado y de instituciones públicas y privadas, cooperación internacional y asociaciones gremiales involucradas con el desarrollo del sector.
Según el Servicio de Rentas Internas, para el año 2010 en las 24 provincias del Ecuador existe un total de 56.291. EL 86% pertenece a pequeñas empresas y el 14% a medianas empresas; se ubican geográficamente de manera muy concentradas en las ciudades de mayor desarrollo; en Quito y Guayaquil, en las cuales se asientan el 59% de los establecimientos; en Esmeraldas, Azuay, El Oro y Manabí el 15%; y el 26% corresponde a las provincias restantes. De manera general más del 35,7% refieren PYMEs de comercio al por menor. De ahí, su importancia en la satisfacción de las necesidades sociales y necesidad de fortalecimiento competitivo.
Estudios realizados respecto a la problemática que actualmente vive el Ecuador, específicamente en la provincia de Esmeraldas, evidencian de modo general para las PYMEs debilidades y amenazas tales como:
Del análisis realizado el autor destaca algunas ideas de reflexión personal:
En correspondencia con los objetivos de esta investigación el autor aplicó una encuesta para diagnosticar el estado de las PYMEs locales. Dicha encuesta estaba apoyada por entrevistas a administradores y propietarios.
La investigación tuvo en cuenta el total de PYMEs en la provincia de Esmeraldas hasta julio del año 2012, agrupadas según el tipo de actividad que ejecutan (INEC, 2012).
La aplicación del principio de Pareto reveló que el comercio al por menor agrupa la mayor parte de las PYMEs de la provincia.
Para este análisis se asume como tamaño de la población la cantidad de PYMEs relacionadas con el comercio al por menor en el año 2012.
N= 3242 < 100000, por lo tanto se emplea la siguiente relación para poblaciones finitas.
Donde:
n: tamaño muestral.
N: tamaño poblacional.
P/Q: probabilidades asociadas a las características. Como se desconoce la proporción de individuos que poseen la característica, se toma p = 50% y q = 50%.
Z: valor crítico asociado al nivel de confianza elegido (normalmente es 2) por trabajarse con Sigma igual a 2.
E: margen de error permitido.
Después de aplicar la fórmula:
n= 344 PYMEs
Para la composición de la muestra se aplicó un muestreo aleatorio estratificado. El criterio de estratificación fue el tipo de PYMEs de venta al por menor.
Se decidió en los marcos de esta investigación aplicar las encuestas al número de PYMEs que tienen hasta un 80% de participación en los ingresos totales generados hasta Julio del 2012.
Las encuestas fueron procesadas utilizando como apoyo el software SPSS. El análisis de fiabilidad arrojó el siguiente resultado:
R E L I A B I L I T Y A N A L Y S I S - S C A L E (A L P H A)
Reliability Coefficients
N of Cases = 344,0 N of Items = 62
Alpha = ,9781
Como se observa la confiabilidad de la escala es alta.
Principales resultados:
Para una mejor comprensión se empleó la escala de puntos que se presenta a continuación.
FRECUENCIA DE APLICACIÓN |
PUNTOS |
Siempre |
5 |
Frecuentemente |
4 |
Algunas veces |
3 |
Rara vez |
2 |
Nunca |
1 |
De modo general los resultados de la encuesta así como las entrevistas realizadas por el autor durante esta investigación han revelado que:
En la estructura organizativa de las PYMEs del sector de ventas al por menor está altamente difundida la función de supervisión directa: el 70% de los empresarios manifestó contar en su plantel con un administrador. Del mismo modo, la investigación reveló una relación positiva entre el tamaño de la empresa y la amplitud de su estructura organizacional. A medida que las PYMEs comerciales aumentan su tamaño la cantidad de áreas o gerencias con las que cuentan es mayor, mejorando el desempeño en cuanto a su administración interna y el modo de comercializar sus productos.
El desconocimiento y la falta de asesoría para la presentación de los proyectos de las PYMEs, la falta de confianza en los mecanismos crediticios heredados de prácticas poco profesionales provoca el escaso acceso a los bancos.
Con todo, la elevada dependencia del financiamiento con recursos propios plantea ciertos interrogantes sobre la fortaleza del proceso de crecimiento y su sustentabilidad en el mediano plazo.
Por un lado, es importante considerar que ciertos tipos de inversiones difícilmente puedan realizarse con recursos propios dado que comprometen una cantidad de fondos que no siempre están disponibles o suponen que el empresario asuma riesgos demasiado elevados.
Así, el autofinanciamiento puede llevar a que ciertas inversiones no se realicen o a que otras se posterguen más allá de lo aconsejable. Por otro lado, el financiamiento de la inversión a partir de la reinversión de utilidades, además de ser limitado, genera una mayor vulnerabilidad al ciclo económico debido a que cambios en cualquiera de los determinantes de las ganancias repercuten directamente sobre la capacidad de inversión de estas empresas. De esta forma, la situación expuesta podría conformar un marcado limitante al desarrollo futuro de las PYMEs, especialmente de aquellas pequeñas (entre 10 y 50 ocupados) que tienen un acceso al financiamiento bancario aún menor y tienden a realizar menos acuerdos con proveedores.
La situación estructural de escasez de fuentes externas de financiamiento a las empresas se confirma a través de la identificación de la inexistencia de disponibilidad de fondos por parte de casi la tercera parte de las PYMEs encuestadas. Dicha restricción se encuentra en línea con el dato de que un tercio de dichos empresarios manifestaron tener en el 2012 algún proyecto de inversión frenado por falta de financiamiento bancario.
La diferenciación en el servicio no constituye una práctica común en el sector, el deficiente merchandising, la escasa fuerza de venta de los empleados unido a una baja preparación en técnicas de calidad del servicio y marketing conlleva al deterioro gradual de la pyme esmeraldeña que es desplazada por inversores extranjeros.
Para remediar esta situación será necesario:
La diversidad de fuentes de información de las PYMEs estudiadas también repercute en su nivel de competitividad. En términos generales, prácticamente la totalidad de los empresarios manifestó estar informado sobre la situación general de su sector de actividad mediante el diálogo con sus clientes y proveedores, mientras que otros tipos de fuentes de información están mucho menos difundidos. Son más propensas a participar tanto de ferias y exposiciones empresariales, como de conferencias y seminarios especiales. También muestran mayor acercamiento a las cámaras empresariales y a consultar fuentes estadísticas privadas.
Otro elemento de interés son las cámaras u otras asociaciones empresariales que ofrecen a los empresarios la posibilidad de debatir con sus pares cuestiones tales como la evolución del nivel de actividad de su sector de actividad, los principales problemas que enfrentan y sus potenciales soluciones, entre otras. Las mismas representan cada actividad ante otro tipo de instituciones - ya sean públicas o privadas - lo cual cobra especial importancia en el caso de las PYMEs que muchas veces encuentran dificultades en la comunicación formal de sus intereses. En el caso particular el comercio al por menor de Esmeraldas no refiere la existencia de cámara o asociación de comerciantes.
El grado de eficiencia de la gestión comercial empresaria también está relacionado con la capacidad de captar información estratégica sobre nuevos mercados y del sector de actividad en general. Aquellas PYMEs con acceso a flujos de información estratégica corren con ventaja relativa al momento del diseño de su política comercial y estrategias de competitividad.
Sin embargo, en general la falta de información estadística accesible y específica sobre la realidad empresarial de cada sector constituye un problema importante para la gestión empresarial. En este contexto, la principal fuente de información de las PYMEs estudiadas, según las entrevistas realizadas, es la conversación directa con sus clientes y proveedores con quienes mantienen contacto permanente. En segundo lugar, el 44% de los empresarios obtiene información a través de diarios y/o revistas especializadas también de fácil acceso. Una proporción casi idéntica participa de ferias y exposiciones en las cuales recibe información del sector. De todas formas, no todos los empresarios tienen la posibilidad de concurrir con frecuencia a este tipo de eventos que en muchas ocasiones implican elevados gastos de traslado.
Las interrelaciones entre empresarios del mismo sector de actividad amplían la posibilidad de captar información.
Los empresarios también manifestaron no participar habitualmente de conferencias y seminarios. La proporción que obtiene información sobre nuevos mercados y la situación general de su sector de actividad en estos ámbitos es del 9,5%.
Asimismo, el cumplimiento de los tiempos acordados con los clientes para las entregas de productos, y la disponibilidad de un sistema de monitoreo de satisfacción de cliente también son determinantes del nivel de desarrollo de la política comercial de las empresas.
En primer lugar, la probabilidad de generar un vínculo comercial duradero con los clientes se incrementa si los empresarios logran cumplir con los plazos de entregas pactados al momento de efectuarse el pedido. La proporción de PYMEs analizadas refiere realizar más del 90% de sus entregas en tiempo y forma. Esto se dio de manera más bien homogénea tanto para el segmento de las pequeñas como de las medianas empresas comerciales.
Por otro lado, la importancia de contar con un sistema de monitoreo de satisfacción de clientes radica en identificar correctamente los requerimientos de los mismos para responder adecuadamente con el producto, y prevenir eventuales problemas en el área comercial, mejorando así también la relación empresa-cliente.
En este sentido, todavía es baja la proporción de PYMEs comerciales que lleva este tipo de registros (32%). Es menor aún el porcentaje para las pequeñas industrias en relación a las medianas.