Revista académica de economía
con
el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas ISSN
1696-8352
Andrey Maldonado
Karpova
Universidad Católica de Santiago de
Guayaquil
amaldonado@ucsg.edu.ec
Índice
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Maldonado Karpova, A.: "La deuda que heredamos: ¿Es legítima?: Voz de los verdaderos acreedores en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Número 62, junio 2006. en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/index.htm
Introducción
El desarrollo económico social y político de los países, depende en gran medida del uso de los factores de producción: tierra, trabajo y capital; y de la organización, productividad y buen uso de cada uno de ellos. En este contexto, el capital debe ser entendido como un medio de producción, más no como el fin en sí mismo.
Toda oferta (producción) está vinculada a la idea de un posterior consumo. Esto quiere decir que se produce cuando se pretende consumir en el futuro (sea próximo o lejano). Un exceso de producción es lo que irreductiblemente se transformará en intercambio. De ahí el hecho de que uno intercambia sus excedentes por los excedentes de otro. Lo que se intercambia son los ahorros.
La producción es en consecuencia consumo futuro; pero puedo consumir mi producción o la producción de otro tal como expresado en el párrafo anterior. Para consumir la producción de otro debo intercambiar. Produzco para vender mi producción y comprar otra. Produzco, vendo, compro y consumo. Esta cadena se repite infinito número de veces en el mundo. Es en lo que se fundamenta la división social del trabajo y del conocimiento. Gracias a éstas, tenemos hoy en día las comodidades que fueran imposibles de pensar si es que tuviera que sembrar mis productos, fabricar mi coche, tejer mi ropa, etc. Es la tesis de J.B. Say “La oferta crea la demanda”[2].
Por otro lado, el aumento de la demanda produce un aumento en el consumo, i.e. mayor renta en el país provoca en las economías un aumento de la producción a través de lo que se conoce como efecto multiplicador [3]. Es la tesis de J.M. Keynes y otros economistas contra la teoría de Say: “la demanda crea la oferta” [4].
En los dos casos, indistintamente de quien tenga la razón (esto depende de las circunstancias económicas, expectativas de los agentes y contextos de los países), se presupone que hay un capital para producir y con el cual se va a realizar la transacción.
Pero: ¿se puede producir sin dinero?, de hecho que sí. Puede existir producción sin capital inicial, inversiones que solo requieren trabajo y materia prima, sin embargo son escasos los ejemplos y en la vida cotidiana lo que se impone es el uso del capital como factor insustituible en la producción.
La premisa fundamental sobre la cual se basa el crecimiento (no desarrollo) económico, es que con la deuda puedo producir riqueza (capacidad de ahorro). Mientras mayor sea mi capacidad de producir riqueza, mayor capacidad de endeudamiento tendré[5]. En este contexto no se condena la deuda. Es una herramienta para aumentar mi capacidad productiva y de consumo. Tal como el Estado emite dinero respaldado en un patrimonio, para aumentarlo en el futuro, la empresa o el Estado pueden acudir a préstamos (internos o externos) para desarrollar sus actividades productivas.
El capital (deuda) en sí no es un problema. Visto como una herramienta como lo es el cuchillo que puede ser utilizado para una cirugía y para un asesinato, el capital si es correctamente utilizado puede servir para sostener el desarrollo de los países. El endeudamiento, se convierte en una necesidad cuando se carece del capital y existe producción que desea ser consumida o consumo que incentive la producción, de tal suerte que se logra engrandecer los patrimonios. Se evita inflación y se crea fuentes de empleo. Equilibrio parcial de la economía.
El gobierno, a través del Presupuesto General del Estado (PGE), deberá saber como invertir lo recaudado al pueblo reconociendo las necesidades del mismo y en base a éstas, deberá endeudarse correctamente[6]. El buen uso del capital y de las deudas en general, es una herramienta que puede ser utilizada para el bien común.
El problema se suscita cuando no existe producción esperada y el crédito sirve simplemente para satisfacer un consumo. Adicionalmente se producen inconvenientes cuando el dinero es mal utilizado o cuando no se lo necesita pero se lo pide (o se lo dan) de igual manera.
Clasificamos[7] así la deuda mala como aquella deuda que no está respaldada en una producción coherente al dinero prestado, que no responde a reales necesidades productivas y que no aspira a aumentar el nivel de riqueza, ni siquiera alcanzar el suficiente como para pagar la deuda.
La deuda buena, por el contrario, es aquella que nos sirve para crecer económicamente, se respalda en una producción, venta, consumo y pagos futuros, engrandece el patrimonio (empresarial o de país), y sirve como apalancamiento en cuanto a las operaciones económicas.
Es indiscutible que a lo largo de la historia la deuda haya sido una necesidad. Todos los países han contraído deudas y obligaciones tanto internas como externas. Europa, por lo general, emitía documentos de deuda para comprara armamento para sus guerras, las guerras del viejo continente se financiaban en las distintas bolsas, principalmente la de Londres.
En América, las primeras deudas fueron las de la independencia. EE.UU. contrajo deuda interna en la bolsa de Nueva York y externa, en la de Inglaterra. Los documentos de deuda también fluctuaban a la alza o a la baja dependiendo de los resultados obtenidos. Así mismo, La Gran Colombia tuvo que recurrir a endeudamiento con Inglaterra. Fue la Gran deuda de la Independencia que se la terminó de pagara en la década de los 70, en el siglo XX.
Gran cantidad de armamento y materias primas que se compraron y se obtuvieron de estas deudas, fueron obsoletos, nunca se pudieron utilizar. Lo cual ciertamente demuestra el engaño por parte de los vendedores y oferentes, propiciadores principales de la deuda[8]. Ecuador, particularmente, quedó con el 21,5% de la deuda de la Gran Colombia[9], lo que para el momento representaba 6 veces las exportaciones totales del país y paralelamente lo correspondió el 11,8% del territorio más la mayor parte del personal militar.
Actualmente, la deuda externa que tiene el país, durante aproximadamente los últimos 10 años, ha absorbido entre el 35% y el 45% del (Presupuesto General del Estado) P.G.E.[10], lo que significa que los otros presupuestos, como los de salud, educación, desarrollo y en producción, se han visto disminuidos.
La realidad económica y perspectiva futura en la que los ecuatorianos nos encontramos, es triste, sobretodo si el 80% de la economía es informal, la pobreza del Ecuador llega a índices del 41,7% y la indigencia a 7,6% [11] según datos formales del gobierno, siendo la realidad más cruda de lo que el gobierno pueda anunciar formalmente y que la pobreza supera al 50%[12], lo descrito, nos da sentido y oportunidad para replantear la participación ciudadana con respecto a temas de bien público como es el correcto uso del dinero del gobierno, y la asunción del gobierno de adquirir políticas más acordes con las necesidades de los ecuatorianos.
La nueva deuda que asume el Ecuador y Latinoamérica desde inicios de la década de los 70’ se convierte ahora en verdadero dolor de cabeza para los gobiernos de la región. Esto debido al excesivo endeudamiento en donde responsabilizamos directamente a los acreedores como a los deudores.
La deuda externa del Ecuador, que al finalizar el año 74 era de U.S. $380,4 millones, en apenas 5 años, se multiplicó ocho veces, y pasó a ser de U.S. $3.554 millones, lo que significó un incremento del 767% y al 2003 llegó a U.S. $11.484 millones. En Latinoamérica, el monto total de D.E. pública en 1970 fue de U.S. $229 millones, para 1990 ascendía a U.S. 12.220 millones y para el 2004 llegaba a U.S. $11’448.4 millones; es decir 50 veces más de la cifra inicial.
El origen la deuda adquirida en la década de los 70’, tanto para Ecuador como para Latinoamérica no es una casualidad. Lo que existió por la época fue una sobre emisión de dólares, que entre otras cosas llevó a terminar la paridad oro-dólar por Richard Nixon. Recordemos que después de la reunión de Bretton Woods, se resolvió que las reservas internacionales en los bancos centrales, dentro de la cuenta de la balanza de pagos, podría ser en: Derechos Especiales de Giros (DEGs), moneda propia del FMI; oro, dólares o alguna otra divisa. Sin embargo, en vista de que el oro mantenía una paridad fija con el oro, los países confiaron en esta paridad para mantener sus reservas. Luego, simplemente no hubo tanto oro en el mundo con respecto a los dólares que se habían emitido para respaldar la emisión (emisión inorgánica). El dólar pudo haber sufrido una gran devaluación que lo pudo habr conducido a una hiperinflación, tal como la de Alemania posterior a la Primera Guerra Mundial. Pero EE.UU: tuvo que respaldar ese dinero inmediatamente. Si la moneda Estadounidense sufría una gran devaluación, el mundo entero perdía sus reservas internacionales. Nadie hubiera aceptado el dólar y el mundo entero hubiera podido entrar en depresión económica. Enseguida se buscó el respaldo en la producción petrolera, por eso se los denominó “petrodólares”, lo que resultó de una política estadounidense de financiar sus desequilibrios y deuda interna exportando su moneda (inflacionaria) hacia el resto de los países. Entonces comenzó la llegada de los dólares a los países del “sur”. La sobre emisión inflacionaria, necesitaba ser respaldada por producción fresca, así que Latinoamérica resultó un mercado atractivo para ubicar los dólares sin respaldo real.
Así tenemos que en los bancos europeos, en donde residían los eurodólares existía exceso de liquidez. El banco mundial que hasta 1968 (veinte primeros años de existencia) no había financiado más que 10.7 mil millones de dólares en 708 proyectos, comenzó a incrementar sus créditos de forma exponencial; otorgó más de 13.4 mil millones de dólares en 760 proyectos desde 1968 hasta 1973, iniciándose también un reciclaje delos petrodólares de los bancos colocando sus créditos en los países del “sur”. Eric Toussaint nos manifiesta que “los banqueros del Norte se lanzaron a una política de préstamos cada vez más audaz principalmente en los países del tercer mundo. Los banqueros ofrecían créditos a tasas muy bajas (3%-8% hasta 1978) (Norel y Saint-Alary, 1980:40). Posteriormente se aceleran los créditos de exportación, lo que permite a un país del Sur obtener un crédito pero a condición de comprar en las industrias del país Norte que lo acuerda- La consecuencia de esto es que entre 1976 y 1980 el stock total de la deuda del Sur crece en un 20% por año (bournay, 1994:15)[13]
Paralelamente, el autor John Perkins, en su reciente libro “Confessions of an Economic Hitman”, nos da referencia de aquello, nos revela también en una entrevista con Amy Goodman que “trabajaba para la Compañía Charles T. Main de las afueras de Boston, pero que su real trabajo era convencer a los países del “sur” a aceptar préstamos de largo plazo, hacer que los bancos realicen los préstamos, para que el dinero llegue a las grandes corporaciones estadounidenses. El país era dejado con una deuda grande y yo iba a mi gente y le decía: Mira, tu sabes, nos deben dinero, no pueden pagar sus deudas. Dennos toda esa carne”[14]
Hay otras horrorosas confesiones en ese libro desde ser los autores del asesinato de Omar Torrijos en Panamá y de Jaime Hurtado en Ecuador, hasta las negociaciones que han tenido con algunos presidentes incluyendo a Saddam Hussein, Lucio Gutierrez y el recientemente elegido presidente en Bolivia Evo Morales.
Sin embargo, y muy aparte de la forma ilegítima de cómo se adquirió esta deuda, hay que tomar en cuenta para el análisis y en relación al pésimo manejo fiscal interno. Uno de los golpes contundentes que han tenido los países con respecto a la deuda es que se denomina “estatización de la deuda”, más conocida como “sucretización” en el Ecuador (lo cual fue muy común en la década de los ’80 en América Latina) , lo que significó para nuestro país, que el Estado ecuatoriano asuma la deuda privada en dólares mientras recibía los pagos de los acreedores en sucres devaluados. Este proceso terminó de darse en el año 1984 con un monto aproximado de 1.500 millones de dólares. Esta conversión significó un subsidio al sector privado, superior a 1.300.000 millones de sucres, esto es el 87% de la deuda total privada que, bajo este mecanismo, fue y sigue siendo asumida por todos los ecuatorianos[15], Representaba cerca del 20% de la deuda total del país.
No es necesario abundar y detallar que la “sucretización” favoreció a los poderes económicos del país que se beneficiaron de este subsidio pagado por todos los ecuatorianos. Bastará con decir que el 33% de la deuda total sucretizada estaba en manos de 40 empresas, mientras que el 67% era de 2.608 empresas.
Actualmente, La D.E. representa entre un 35% y un 47% del P.G.E[16], además hasta hace unos meses, representó el 70% del Presupuesto del FEIREP[17], que era un fondo obtenido básicamente del excedente de las ventas del petróleo con respecto a lo que se había presupuestado.
Lo grave de la deuda, es que el pueblo termina pagando directamente de forma injusta las deudas que unos pocos intereses particulares adquieren, no se está hablando estrictamente de la sucretización, sino de los fines para los cuales la deuda es utilizada: Gasto Militar, Políticas de exoneración de impuestos a grupos favorecidos, entregas de subsidios a industrias escogidas, Crecimiento de las importaciones necesarias y suntuarias[18].
Es evidente que existe una corresponsabilidad de los deudores y acreedores. Los bancos internacionales concedían préstamos que eran avalados anualmente por el FMI y que decía de las "buenas condiciones" de sus miembros. Estos además contaron con el respaldo por los gobiernos de los países acreedores que brindaron apoyo político a la estrategia de crecimiento económico con financiamiento externo.
Mecanismos que influyeron en el crecimiento de la deuda externa.
1.- Elevación unilateral de las tasas de interés por los acreedores.- Ésta se inició en los años 70, consecuencia de la crisis del petróleo de 1973 donde las dictaduras militares negociaron la deuda a tasas de interés fluctuantes, que dejaba libertad a los acreedores de elevar libremente sus parámetros acordados. Al respecto, América Latina ha llegado a pagar tasas nominales de interés de hasta 18,9% y reales (descontando inflación) de hasta 8,7%. Según El autor Sebastián Edwards, las tasas pasaron entre 1970 y 1980 de un promedio de –3,4% a una tasa de +19,9% en 1981, +27,5% en 1982 y +17,45% en 1993[19].
2.- La contratación de deuda por gobiernos militares.- Consideradas "Deudas odiosas" porque se hicieron sin el consentimiento de los Senados o Parlamentos, ni de la ciudadanía con lo cual ni siquiera se sabe dónde se invirtió la deuda y que está sujeta a anulación.
3. - La Estatización de Deudas Privadas.- Es decir que los Estados asumieron las deudas de los grupos de poder que en su mayoría estuvieron vinculados con la Banca Privada y empresarios. Este tema ya lo tratamos anteriormente.
4.- El surgimiento de la Deuda Interna.- Aquí se toma relevancia la política de elevación de las tasas de interés, aliadas a errores en la conducción de la política monetaria.
5.- El Riesgo País. Pese haber cumplido religiosamente todos los compromisos con los acreedores la deuda externa no disminuye, al contrario cada vez se debe más, con lo cual queda desvirtuada la fórmula "riesgo país" que sirve de instrumento para el cobro usurero de las tasas de interés y más bien ha contribuido al crecimiento descontrolado de la deuda externa.
Crecimiento de la Deuda Externa
EL crecimiento de la D.E. en Ecuador y en Latinoamérica, se ha dado de forma casi exponencial. Por una parte, el sostenido aumento del capital prestado en los ’70, por otro lado, el excesivo aumento de la tasa de interés sobre el capital prestado alegando un “riesgo país” y los nuevos endeudamientos constantes que han tenido los países para poder equilibrar su presupuesto fiscal, son las causas principales que han provocado esta sustantiva elevación. Debemos recordar que el Fondo Monetario Internacional, a través de presiones políticas utilizando las Cartas de Intención, que en las décadas de los 80, 90 y en la actual, han jugado un rol importantísimo en los presupuestos de las naciones teniendo obligatoriamente que recurrir a nueva deuda para poder mantener el equilibrio fiscal. Esta forma de tratar la economía, arroja como resultado que los habitantes del país paguen la deuda directamente a través d impuestos e indirectamente al no recibir servicios básicos y de prioridad para los derechos humanos como lo son la salud y la educación.
Así mismo, la deuda como
porcentaje del PIB en Latinoamérica ha sido significativa. Podemos apreciar en
los siguiente gráficos lo antes expuesto.
Deuda en Latinoamérica como
porcentaje del PIB
En Ecuador, la deuda externa total significa en términos nominales, que cada ecuatoriano nace con una deuda de poco más de 1.160 dólares y cada latinoamericano con una deuda de poco más de 1.300 dólares. De la deuda externa pública total que tiene el Ecuador (11.352 millones[20]) el 57% representan los bonos globales (Banca e inversionistas privados), mientras que el 26% organismos internacionales. Adicionalmente, los montos por intereses pagados (tasas del 9% y 12% alegando de forma imperativa al “riesgo país”) mayor, 57%, también pertenecen a los bonos globales. ¿Es que habrá una forma de terminar con este círculo vicioso del endeudamiento?, ¿Es que podremos algún día sacarnos esta cruz que tanto peso nos hace?. ¿Es que es justo además pagar una deuda que fue impuesta, injustamente adquirida y renegociada a tasas de interés sobrevaloradas? ¿Será entonces también racional que destinemos nuestro presupuesto a pagar la deuda en vez de invertir el dinero de los ingresos del país en desarrollo sostenible y sustentable? Y por último, ¿es que estamos dispuestos a aceptar las condiciones de los organismos internacionales sin que escuchen nuestras propuestas?. Las respuestas a esas preguntas dependen de la sumatoria de las voluntades expresada en una propuesta común replanteando el origen de la deuda y las condiciones de pago.
Consecuencias de la Deuda.
La Deuda ha influenciado negativamente en el desarrollo de las naciones latinoamericanas, los usos que se les ha dado, distan mucho de los objetivos que como país nos podamos plantear. Enumeraremos ciertos aspectos importantes sobre la educación, pobreza y la salud, no sin antes, manifestar que en Ecuador, desde 1980 el % del presupuesto destinado a educación era del 30% y de salud, 10%, ahora, este porcentaje representan consecutivamente cerca del 8% y 5%, mientras el de la deuda ha aumentado del 15% al 47%[21].
Salud:
§ La desnutrición crónica afecta al 50% de niños a nivel nacional y 70% de niños de cantones de la sierra
§ La anemia afecta al 72% de los niños menores de 1 año y 40% de mujeres embarazadas
§ 70% de los ecuatorianos no tienen acceso a atención primaria de salud
Educación:
§ 1 de cada 3 escuelas públicas, es unidocente
§ 98% de escuelas públicas unidocentes no disponen de agua potable, alcantarillado, recursos didácticos
§ el 28% de niños pobres no tienen acceso a la pre-primaria
§ el 44% de jóvenes en edad de ciclo básico no accede a educación
§ El promedio de años de escolarización de la población es de 6,7%
Pobreza:
§ Migración interna y externa del 30 al 40% de la población
§ 45,2% de pobreza generalizada en el país
§ Desempleo del 10% (considerando que hay ecuatorianos fuera del país esta tasa debería ser mayor, casi 18%)
§ 69% de niños y niñas del país viven en condiciones de pobreza
Uno de los principales problemas de convivir con la pobreza es que nos acostumbramos tanto a ella que no la percibimos. Muhammad Yunus, Los pobres se han vuelto gente invisible, incluso en un país en donde constituyen la mayoría de la gente, no existen[22]
Metas de protección del gasto por sectores
Sector
Presupuesto 2003
%
PIB
Presupuesto 2004
%
PIB
Salud
373.26
1.38
387.4
1.3
Educación
781.59
2.88
886.43
2.98
Bienestar social
344.86
1.27
350.48
1.18
Total
1,499.71
5.53
1,624.31
5.46
PIB
27,092.00
29.07
Fuente: MFE
(millones de dólares)
No necesitamos ahondar más en cifras que a ratos pueden resultar hostigantes. Lo importante es poder plantear soluciones alternativas que nos puedan brindar una luz de cómo resolver este problema que agobia a la población ecuatoriana y latinoamericana.
Importante es destacar que desde hace algún tiempo se vienen trabajando algunas propuestas para frenar por un lado el abultado endeudamiento que tiene los países y a los cuales estamos acostumbrados y por otro lado, tratar de encontrar soluciones, sea para no pagar la deuda a través de condonaciones, o sea para encontrar un mecanismo técnico que facilite el pago de la deuda, pero con condiciones favorables par poder responder a las obligaciones internacionales.
Un tema que suena con énfasis dentro de las propuestas que se plantean, es la reducción significativa de la deuda. Al respecto, existe ciertos hechos históricos donde ha sucedido, lo que demuestran que se podría buscar una solución por ese camino.
En 1946 Estados Unidos e Inglaterra no cancelaron su deuda con Argentina que ascendía en $2.000 y $ 3.000 millones de dólares respectivamente.
Después de la Segunda Guerra Mundial, los acreedores aceptan que Alemania pague su deuda en base al 4,6% de sus exportaciones. Del mismo modo están Bélgica, Francia, Italia.
En 1987 Brasil suspendió el pago de la deuda externa gracias a un proceso de Auditoría que incluyo estudios e investigaciones desde los años 30 que determinó serias irregularidades en el proceso de endeudamiento.
En el caso específico de Alemania, el acuerdo de Londres, suscrito el 27 de febrero de 1953 se acordó:
§ Oficialmente obtuvo un descuento de su deuda anterior derivada directa o indirectamente de las dos guerras mundiales que este país desató en 1914 y 1939, de entre 50% hasta 75%
§ Drástica reducción de las tasas de interés, que fueron establecidas entre 0 y 5%
§ Amplio período de gracia para iniciar los pagos de intereses y capital de determinadas deudas
§ La ampliación de los plazos para los pagos previstos
§ La posibilidad de realizar pagos anticipado en función de su desenvolvimiento económico
§ La forma de calcular el servicio se estableció a partir de la capacidad de pago de la economía alemana, la cual se vinculó con el avance del proceso de reconstrucción del país; y
Las siguientes propuestas que se van a detallar a continuación, están publicadas en el libro: Auditoría Ciudadana de la Deuda Externa en Sudamérica. Es una experiencia que ha vivido Brasil en sus procesos de negociación y control de la Deuda Externa, que comparte en este caso, con Ecuador para poder realizar acciones específicas sobre la forma en cómo se adquiere deuda y
Propuesta de veedurías / auditorías por parte de la sociedad civil y de la red Jubileo 2000
Conceptualmente, la auditoría de la D.E. pública se entiende como la acción fiscalizadora dirigida a examinar y evaluar el proceso de contratación y renegociación del endeudamiento público, el destino de los recursos y su ejecución, con el fin de determinar su legitimidad, transparencia, calidad eficacia y eficiencia, considerando los enfoques legales, económicos, sociales, de género, regionales, ecológicos y de nacionalidades y pueblos.
El punto de partida para iniciar cualquier proceso de resolución definitiva de la deuda es la realización de una auditoría independiente. No todas las deudas merecen similar tratamiento. Consideramos que muchas deberían ser desechadas desde el inicio, sobretodo aquellas que caen en la categoría de deudas odiosas[23], además, existen otros créditos que podrían ser consideradas como usurarias[24] y corruptas, en las cuales habría que determinar quiénes son los responsables y si se debe pagar esta deuda.
La auditoria sobre determinado tramos de deuda es factible. Se requiere un esfuerzo sistemático para establecer aquellas deudas que deben ser sujetas a procesos judiciales de anulación, la auditoría permitirá identificar las deudas legítimas y las ilegítimas, establecer la corresponsabilidad de los acreedores en el proceso de endeudamiento, exigir la anulación de las deudas ilegítimas y/o negociar en mejores condiciones con los acreedores en el futuro y sentar precedentes para un manejo justo y responsable del nuevo endeudamiento.
La red Jubileo 2000 Guayaquil, está planteando la necesidad de impulsar un proyecto de ley para la creación de la comisión nacional de auditoría a la deuda externa. Esto es apenas un primer paso. Para esto, hubo una convocatoria nacional el día 10 de febrero de 2006 para posteriormente proceder a redactar la carta que se le envió al Presidente de la República concerniente al proceso de auditorías.
La auditoría además, es un derecho ciudadano, implica, en palabras de Alejandra Cantos, “la construcción de la democracia y otorga un rol primordial a la participación social”[25]; lo ideal sería que de la auditoría surjan procesos jurídicos que permitan resolver las disputas de las deudas, particularmente en el marco de un tribunal internacional. La auditoría también será una herramienta poderosa para impugnar determinadas deudas en el proceso de renegociación.
Esta aproximación reclama transparencia para superar las tradicionalmente secretas negociaciones de la deuda y una activa acción de vigilancia y control por parte de la sociedad civil a través de veedurías ciudadanas.
Según los documentos de Jubileo, la auditoría nos sirve para:
· Determinara la Legitimidad y conveniencia de la Deuda
· Verificar que los préstamos no generen daños ambientales
· Analizar si las condiciones que llevaron al préstamo violaron la ley, el bien público, fueron injustas o deshonestas
· Determinar la efectividad, eficacia, eficiencia y ética en el proceso de contratación y utilización de la deuda
· Establecer si el proceso de contratación cumplió con la normativa legal
· Verificar que los recursos sean destinados a proyectos de desarrollo
· Determinar cuánto se ha pagado por reestructuraciones y renegociaciones de la deuda e identificar a los tenedores de bonos
· Identificar si los recursos provienen de fuentes transparentes
· Determinar si la tasa de interés está dentro de los límites establecidos
· Evaluar el Sistema de Control Interno de la deuda pública
Deudas Ilegítimas.
Para poder determinar si las deudas son legítimas o ilegítimas, el profesor Joseph Hanlon propone cuatro categorías:
1. Préstamos inaceptables.- Son las deudas odiosas, los préstamos vinculados a la fuga de capitales y préstamos para proyectos técnicamente mal aconsejados o ambientalmente dañinos, préstamos de sucesión a los créditos originalmente inaceptables cuando una institución que sustituye ofrece un crédito nuevo para pagar una deuda ilegítima[26]. La doctrina de la deuda odiosa sostiene que a una población no se le obliga repagar deudas del Estado que no fueron solicitadas para satisfacer el interés público.
Para ejemplo, un botón Noruego: La flota Bananera Ecuatoriana (FBE) 4 barcos a Noruega en 1980 y contrajo una deuda de 52,5 millones de dólares, por una iniciativa del gobierno noruego por la campaña Exportaciones Navieras. La campaña buscaba ayudar a la industria naviera noruega a través de la colocación de barcos en países en vías de desarrollo otorgando facilidades para la compra con “préstamos de ayuda al desarrollo” con la autorización de préstamos de la Agencia Noruega de Garantías para la Exportación (GIEK). Los Barcos posteriormente a la liquidación de FBE, los compró Transnave y el Estado Ecuatoriano asumió la mayor parte de la deuda con el GIEK, por 26,2 millones de dólares (13,5 millones en el marco de las negociaciones del Club de París y 12,7 millones como préstamo bilateral) . Ecuador Canceló a Noruega los 12,7 millones, mientras la deuda con el club de París se incrementó a 50 millones debido a las condiciones financieras (habiendo pagado 14 millones por conceptos de intereses y capital). El problema de fondo es que nadie conoce del paradero de los 4 barcos ni de sus condiciones actuales[27].
2. Condiciones inaceptables.- La usura que es ilegal bajo las leyes vigentes de un estado deudor, y condiciones que violan el bien común, la condición de que un gobierno garantice o nacionalice un préstamo ilegítimo, también es inaceptable.
3. Préstamos inapropiados.- Préstamos de consumo hechos a países empobrecidos que no están en condiciones para pagarlos sin empobrecer a su pueblo. Prestar para consumir significa que, para sobrevivir hoy, hay que reducir el consumo futuro para reparar el préstamo. Los préstamos para compras de armas también están en esta categoría.
Préstamos que exigen el respaldar las políticas del país que presta, como los préstamos de Guerra Fría, para la lucha contra el terrorismo o el narcotráfico; préstamos a gobiernos elegidos popularmente que después se convirtieron en dictaduras; y préstamos que se emplean indirectamente para repagar préstamos inaceptables o inapropiados
4. Condiciones Inapropiadas.- Ciertas condiciones de ajuste estructural caben dentro de esta categoría. Si las instituciones internacionales financieras aplican políticas que resultan dañinas para la población de un país, la gente no debe tener que pagar los préstamos.
Existen principios generales del Derecho y Derecho Internacional que pueden sustentar la posición de no-pago de las deudas contraídas por las países en vías de desarrollo. Es importante entender las vías técnicas, prácticas y reales que se tiene para poder realizar presión sobre los acreedores.
§ Deuda Odiosa.- La doctrina de la deuda odiosa surgió en 1927, como una propuesta del ruso Alexander Sack, al observar que Estados Unidos rechazó la deuda cubana con España. Tal perdón se sustentó en el hecho de que esta última impulsó la deuda a su colonia[28]. La teoría es ejemplificar también con los casos de México en 1867, Cuba en 1898 , Prusia en 1919, Costa Rica en 1923 y en 1998, Ruanda, etc.
§ Caso Fortuito o Fuerza Mayor.- Dos circunstancias pueden legitimar que un país no pague su deuda. Uno de ellos es lo que se conoce como “fuerza mayor”. Es un principio del Derecho que respalda el no-pago en caso de que el deudor presente un motivo relevante. Entre los motivos relevantes está que el deudor se encuentre en una situación tal que le dificulte o imposibilite disponer de los recursos para el pago de la obligación, sino a costa de poner en riesgo los derechos fundamentales de sus ciudadanos –vida, salud, alimentación, seguridad, vivienda digna, trabajo y educación. El principio de “fuerza mayor” se aplica también a eventos de origen natural – catástrofes, terremotos, inundaciones y otros. El otro principio es el denominado “caso fortuito”. En este caso, acontecimientos de origen humano, como epidemias y guerras, son motivos que también respaldan el no-pago de deudas de un país.
§ Cláusula rebus sic stantibus intelligentur.- La teoría que el Derecho concordó en llamar rebus sic stantibus condiciona el pago de la deuda y el cumplimiento de las cláusulas contractuales al mantenimiento de las mismas condiciones económicas vigentes en la época en que el contrato fue firmado. Busca la protección de las partes contra hechos imprevistos, inclusive aquellos externos y que tengan influencia u ocasionen perjuicio injustificado al deudor, pero que están fuera del control por parte del país.
Es decir, en caso de que se produzca una alteración significativa en las condiciones del endeudameineto como la multiplicación de las tasas de interés por parte de los acreedores internacionales y la elevación del “riesgo país”, es permitido al deudor interrumpir el pago de la adeudada.
Necesario es entender, por último que la teoría financiero-económica nos manifiesta abiertamente que un mayor riesgo implica sin lugar a dudas una mayor rentabilidad. Es por eso que se califica con el riesgo país a los países que en teoría son riesgosos en cuanto a efectuar el pago de lo adeudado y a la rentabilidad de las inversiones que se hagan. Es un sin sentido económico pagar entonces constantemente al pie de la letra nuestras deudas, con tasas de interés que han llegado a estar cerca del 18% por un supuesto riesgo de no pago. El capital de la deuda ya ha sido cancelado, los intereses son los que se nos siguen manteniendo endeudados, y es una deuda de la que se pretende que los países del “sur” nunca salgan, puesto que nos vuelven cada vez más dependientes tanto comercialmente como políticamente con los países del norte.
Lo afirmamos con la trigésima tercera tesis de Eric Toussaint de su libro “La Bolsa o la Vida: las finanzas contra los pueblos”: “El tercer mundo ha pagado ampliamente la deuda contraída antes de la subida de los tipos de interés en los primeros años de la década de los ochenta, de la que no es en absoluto responsable. Entre 1980 y 2000, el tercer mundo (ex bloque de Este no incluido) ha devuelto 3’450.000 millones de dólares, es decir seis veces lo que debía en 1980. La suma devuelta equivale a 43 planes Marshall”[29]. Paralelamente, en el mismo período, la deuda pasó de 530 mil millones de dólares a 2.050 mil millones de dólares[30], es decir, mientras pagamos 6 veces la deuda, estamos 4 veces más endeudados.
Si hemos contraído una deuda (sea legítima o no), y ya hemos pagado en capitales (de forma casi cumplida) seis veces más de lo que adeudábamos, está claro que se ha pagado la deuda y de sobra. La tasa de interés (o la tasa de descuento), financieramente hablando, representa la suma de algunas variables, principalmente la inflación, el interés real y el riesgo. La tasa entonces sirve como un termómetro de que se pueda pagar o no el crédito realizado (una prima de riesgo). Como no se está 100% seguro de que se pueda recaudar el dinero prestado y se asume un riesgo, entonces se castiga el préstamo con la tasa. Esto en teoría financiera tiene sentido cuando se incurre en la incertidumbre, entonces me arriesgo bastante pero tengo una alta rentabilidad o me arriesgo poco y mi rentabilidad esperada es mucho menor. En este caso, se ha demostrado que no existe tal “riesgo”, se ha pagado de sobra y se sigue pagando la deuda. Es un negocio redondo para los acreedores de los papeles. Nos concierne entonces el derecho de alguna vez cobrar la “prima” de riesgo que nos imponen y no pagar la deuda. Ya está cobrada la prima de que no paguemos anticipadamente y debemos seguir pagando los préstamos más la prima de no pagar lo que estamos pagando. Absurdo financiero.
No se trata de decir no a la deuda porque se nos antoja. Se trata de reclamar nuestros derechos con justicia, apelando al tecnicismo legal y económico y por último al sentido común. No se puede tener un discurso de desarrollo y cooperación internacional por un lado y por otro lado, meter la mano en el bolsillo de los presupuestos generales de los estados con imposiciones hechas por el Fondo Monetario Internacional y otros organismos de funciones similares[31].
La deuda es una de las herramientas que tienen los países para conseguir capital fresco productivo. No se condena a la deuda en general, mas sí a la que fue adquirida de forma corrupta, ilegítima y para alimentar intereses personales y no comunitarios.
El proceso de endeudamiento de Ecuador y de América Latina es muy cuestionado. Esta deuda que poseen los países en vías de desarrollo, se lleva casi la mitad de los presupuestos nacionales de los países, lo cual disminuye considerablemente el gasto social, en salud, educación, empleo, etc. Los compromisos adquiridos con los organismos internacionales y con otros gobiernos, merman la capacidad productiva del país.
La posición de Ecuador y de América Latina debe ser fuertemente sostenida y las negociaciones deben ser en cuanto a los planteamientos de legitimidad de deuda y en caso de ser deuda legítima, condiciones honestas y transparentes de pago, no una negociación corriente en bolsa o comprar papeles con redescuento para seguir ampliando los plazos de pago.
Debemos ser concientes de que los reales actores están detrás de las cortinas, son los que negocian y “defienden” los intereses de nuestros países. No se puede concebir, por ejemplo que en el taller nacional de auditorías sobre la deuda realizado el 10 de febrero de 2006, el Ministro de Economía Borja, haya realizado una exposición brillante de la necesidad de las auditorías de la deuda y acto seguido, durante la misma exposición (y a pesar de haber anunciado de que la deuda con Noruega por ejemplo, representaba una burla al país), afirmado que tenemos que pagar la deuda. Para que el mensaje quede bien claro, repartió su exposición en un documento que se llama “auditoría de la Deuda Pública”[32] y lo explicó claramente en media hora, con 6 diapositivas en 14 contundentes (según él) argumentos. Si esta es la posición de negociación del Ecuador desde el principio, no sería nada raro que terminemos de pagar más de lo que debemos (como ya lo hemos hecho) a nuestros acreedores internacionales.
Inconcebible es también que en Brasil se hayan realizado las auditorías y posteriormente se haya pagado la deuda (toda) al FMI y que Argentina haya hecho lo propio. Claro que estos países manifiestan que así no se someterán a las políticas del FMI y por lo tanto son más soberanos, pero han reconocido lo que se creía ilegítimo.
Absurdo también es el hecho de que los países del sur tengan su dinero guardado en EE.UU. ganando intereses bajísimos, mientras pedimos dinero prestado a intereses muy altos (sobre las tasas internacionales). Ecuador por ejemplo, tiene en inversiones en USA 1.125 millones de dólares ganando una tasa del 2%-3%, más 90 millones en efectivo mientras estamos rogando que el BM o e FMI nos presten 500 millones a una tasa del 8%-9%. Es decir que nosotros depositamos nuestro dinero en un bolsillo externo y luego le solicitamos (con cartas de intención, ruegos, negociaciones, etc.) que nos presten del otro bolsillo menos dinero del que hemos dado y a una tasa mucho más alta. China, lo propio. Mientras su deuda es de 100.000 millones de dólares, tiene depositados en Estados Unidos 800.000 millones y el tercer mundo en general tiene más de 2 billones de dólares en reservas líquidas en EE.UU., mientras las deudas llegan a 1.6 billones de dólares[33].
Interesante es revisar también, desde el punto nuestro como acreedores reales de la deuda, el famoso discurso de el Cacique Gauicipuro Cautemoc realizado en Barcelona el 8 de febrero de 2002 abre los jefes de Estado de la Comunidad Europea. A continuación un breve resumen de su exposición:
“Aquí pues yo, Guaicaipuro
Cuatémoc, he venido a encontrar a los que celebran el encuentro. Yo,
descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a
encontrar a los que se encontraron hace quinientos años.
El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir
a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda
contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme. El hermano leguleyo
europeo me explica que toda deuda se paga con intereses, aunque sea vendiendo
seres humanos y países enteros, sin pedirles consentimiento. Yo los voy
descubriendo. También yo puedo reclamar pagos, también puedo reclamar intereses.
Consta en el Archivo de Indias. Papel sobre papel, recibo sobre recibo, firma
sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a Sanlúcar de
Barrameda 185 mil Kg de oro y 16 millones Kg de plata provenientes de América.
¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos
faltaron al Séptimo Mandamiento. ¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme
que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre del hermano! ¿Genocidio?
¡Eso sería dar crédito a calumniadores como Bartolomé de las Casas, que
califican al encuentro de 'destrucción de las Indias', o a ultrosos como Arturo
Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual
civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos. ¡No! Esos
185 mil Kg de oro y 16 millones Kg de plata deben ser considerados como el
primero de muchos préstamos amigables de América destinados al desarrollo de
Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que
daría derecho no sólo a exigir su devolución inmediata, sino la indemnización
por daños y perjuicios. Yo, Guaicaipuro Cuatémoc, prefiero creer en la menos
ofensiva de las hipótesis.
Tan fabulosas exportaciones de capital no fueron más que el inicio de un plan Marshall-tezuma, para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización. Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o, por lo menos, productivo de los recursos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no.
En lo financiero, han sido
incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y
sus intereses cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias
primas y la energía barata que les exporta el Tercer Mundo. Este deplorable
cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman, conforme a la cual una
economía subsidiada jamás puede funcionar. Y nos obliga a reclamarles, por su
propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente, hemos
demorado todos estos siglos.
Al decir esto aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a los hermanos
europeos las viles y sanguinarias tasas flotantes de 20%, y hasta 30%, que los
hermanos europeos le cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a
exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés
fijo de 10% anual, acumulado sólo durante los últimos 300 años. Sobre esta base,
y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los
descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 180 mil
Kg de oro y 16 millones Kg de plata, ambas elevadas a la potencia de 300. Es
decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras,
y que supera ampliamente el peso total de la Tierra. ¡Muy pesadas son esas moles
de oro y plata! ¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?
Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.
Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos.
Pero sí exigimos en forma inmediata la firma de una 'carta de intención' que
discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente; y que los obligue a
cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de
Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda
histórica”
En este contexto, es importante desarrollar estrategias y políticas nacionales e internacionales para declarar la deuda ilegítima, establecer las normas que condicionen los montos y deudas verdaderas a pagar y por último definir facilidades y formas reales de pago que estén acorde con las constituciones de las repúblicas involucradas y que, además, no signifiquen un freno al desarrollo sustentable de las naciones. Adicionalmente, aplicar los conocimientos técnicos, científicos y teóricos suficientes que aporten por un lado a disminuir la deuda con los argumentos planteados y por otro lado, a fortalecer las políticas de participación colectiva y comunitaria para el desarrollo de los países.
Resulta evidente que la tarea es harto compleja, sin embargo mientras el tiempo pase y los ciudadanos sigamos impávidos frente a los acontecimientos que afectan directamente a nuestro crecimiento y nuestra visión como país, existirán otros que se beneficien de nuestra pasividad.
Sabemos que son los intereses económicos y geopolíticos los que predominan a la hora de las negociaciones. Se hace con las negociaciones de las deudas, con el futuro del mundo. Para concluir, tan solo un ejemplo de cómo se creó la República de Panamá.
Según versión de Ovidio Díaz Espino, la República de Panamá fue creada en la suite 1162 del Waldorf Astoria. en el año 1900, cuando un grupo de inversionistas guiados por William Nelson Cromwell, el fundador de la "prestigiosa" firma de abogados de Nueva York, Sullivan & Cromwell, y el banquero J.P.Morgan, crearon un sindicato secreto de hombres de negocios y políticos de Wall Street para comprar las acciones de la Compañía Francesa del Canal de Panamá, que estaba en bancarrota, de manos de miles de pequeños tenedores de estos valores esparcidos por toda Europa. Invirtieron cerca de $3.5 millones y obtuvieron el control de la compañía. Luego, estos sigilosos inversionistas se pasaron los siguientes tres años tratando de que el gobierno de los Estado Unidos comprara las acciones por $40 millones, pago que terminaría de regreso en sus manos. En 1902, el Congreso decidió que el Canal iba a pasar a través de Panamá Había sólo un problema -en ese momento, Panamá era una provincia de Colombia, y los EE.UU necesitaban la aprobación de Colombia para seguir adelante. Teddy Roosevelt envió a Cromwell, que iba a beneficiarse económicamente del trato, para negociar con Colombia. Colombia se opuso, demandó más dinero. Cromwell decidió evitar la negociación con Colombia y en cambio hacer que Panamá se independizara y creara su propio país- lo cual consiguió [34].
· Acosta, Alberto La deuda eterna. Libresa. Quito, 1994
· Banco Central del Ecuador, boletines estadísticos
· Banco Mundial, La voz de los pobres desde muchas tierras.Mundi-Prensa Libros, Madrird, 2002
· Blanchard, Olivier. Macroeconomía. Pearson Education, segunda edición, Madrid. 2000
· Chavez, Jack. Apología de la Estupidez. Abya-Yala Primera edición. Quito, 2000
· Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC)
· Jubileo 2000 red Guayaquil. Boletín informativo trimestral. Marzo de 2005
· Rouseu, J. Contrato Social . Editorial Vosgos, S.A. Barcelona, 1978
· Sloman, John Introducción a la MacroeconomíaTercera edición, Madrid, 1997
· Stiglitz, Joseph El malestar en la globalización. Taurus, 1ª edición. Buenos Aires, 2002
· Terán, Emilio María; Jijón, Flores Antonio; Alfaro, Eloy. La Deuda Externa del Ecuador. Corporación Editora Nacional, biblioteca básica del pensamiento ecuatoriano. 1981
· Toussaint, Eric. La Bolsa o la vida, las finanzas contra los pueblos. 2ª edición, Buenos Aires: Clacso, 2004
· Unafisco – Brasil, Los pasos de la auditoría ciudadana, una experiencia brasileña y la propuesta de Ecuador. Estrategia andina, centroamericana y amazónica de la deuda. Julio 20004
Documentos:
Ø Ministerio de Economía y Finanzas: Auditoiría de la Deuda Pública, febrero de 2006
Ø Grupo Nacional de Deuda: propuesta sobre la auditoría de la deuda pública ecuatoriana, febrero de 2006
Ø Documento de trabajo: Propuesta de la sociedad civil APRA la implementación de procesos de evaluación y auditoría de la deuda externa pública ecuatoriana, octubre de 2003
Ø Russell Mokhiber y Robert Weissman, Cómo wall street creó el canal de panamá
Ø Revista Rescate, de la Comisión de Control Cívico contra la Corrupción
· www.zmag.org
[1] Artículo elaborado a partir de la ponencia de: Maldonado, Andrey; Mantilla, Delfa. Una visión de la deuda externa del Ecuador y propuestas de participación ciudadana, realizada en la facultad de Economía de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil en julio de 2005.
[2] Sloman, John Introducción a la Macroeconomía. pp. 147 Tercera edición, Madrid, 1997
[3] Blanchard, Olivier. Macroeconomía pp. 49. Pearson Education, segunda edición, Madrid. 2000. et. al.
[4] Sloman, John Introducción a la Macroeconomía. pp. 147 Tercera edición, Madrid, 1997.
[5] El 23 de septiembre de 1998 el presidente el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, convocó de urgencia a varios banqueros internacionales a fin de ponerlos de acuerdo para aplicad un plan de salvación del fondo de cobertura Long Term Capital Managment (LTCM), ellos tenían un capital propio de 4,8 millones de dólares, con una cartera de 200 mil millones de dólares y apalancaban operaciones de hasta 1.250 millardos de dólares. Éste contaba con el consejo de Mirón Scholes y Robert Merton (premios Nobel de economía).
[6] Quizás lo ideal, se lo podría encontrar en lo que J.J. Rousseau definió “...la voluntad general es la única que puede dirigir las fuerzas del Estado según el fin de su institución, que es el bien común” en su obra Contrato Social .Libro segundo, capítulo primero. pp.65 Editorial Vosgos, S.A. Barcelona, 1978. Sabemos que en la práctica se da muy poco, y que es la voluntad y los intereses de los que nos gobiernan los que priman.
[7] Calsificación realizada por Carlos León, Investigador del Centro de Consultoría de Comercio y Finanzas. Universidad Católica de Santiago de Guayaquil.
[8] Al respecto de las adquisiciones inservibles y de las deudas absurdas y de la historia de esta deuda, ver: Terán, Emilio María; Jijón, Flores Antonio; Alfaro, Eloy. La Deuda Externa del Ecuador. Corporación Editora Nacional, biblioteca básica del pensamiento ecuatoriano. 1981
[9] Ecuador no tuvo representante dentro de la división del territorio y de la Deuda de la Independencia. No lo envió.
[10] Para más datos estadísticos: www.bce.fin.ec
[11] Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC): www.inec.gov.ec/master.pdf; Encuesta nacional de Ingresos y Egresos de Hogares Urbanos. 2004
[12] Chavez, Jack. Apología de la Estupidez. Abya-Yala Primera edición. Quito, 2000
[13] Toussaint, Eric. La Bolsa o la vida, las finanzas contra los pueblos. 2ª edición, Buenos Aires: Clacso, 2004. pp. 199
[14] www.democracynow.org Entrevista a John Perkins hecha por Amy Goodman.
[15] Acosta, Alberto La deuda eterna. Libresa. pp. 245. Quito, 1994
[16] ILDIS, et. al.
[17] Fondo de Estabilización, Inversión Social y Productiva y Recompra de la Deuda Pública. Este porcentaje fue recientemente modificado en junio de 2005 por el Congreso Nacional del Ecuador.
[18] www.utal.org/deuda
[19] Nota de Eric Toussaint, del libro de Edwards, Sebastián. Crisis y Reformas en América Latina. Buenos Aires, Emecé, 1995
[20] Boletín informativo trimestral. Jubileo 2000 red Guayaquil. pp. 3. Marzo de 2005
[21] Documento de Política Fiscal: La reforma del Feirep, jubileo 2000, 2004
[22] Muhammad Yunus, Fundadnor y consejero Delegado del Grameen Bank. La voz de los pobres desde muchas tierras. Banco Mundial, Mundi-Prensa Libros, Madrird, 2002
[23] Las deudas que fueron contraídas por gobiernos dictatoriales o corruptos. Centro de Derechos Económicos y Sociales (CDES).
[24] Tasas de interés por sobre los precios normales de mercado
[25] Vigilancia Social y democratización de la sociedad. Revista Rescate, de la Comisión de Control Cívico contra la Corrupción, septiembre de 2002
[26] Hanlon, Joseph, Illegitimate Debt
[27] Extracto del Artículo: La Deuda Con Noruega ¿Hasta cuando honrar compromisos “vergonzosos” que lesionan al país?, por Susana Chu. Revista Rescate, de la Comisión de Control Cívico contra la Corrupción, septiembre de 2002
[28] La comisión de EE.UU. la calificó de “peso impuesto al pueblo cubano sin su acuerdo... la deuda fue creada por el gobierno español en su propio interés y por sus propios agentes. Cuba no ha tenido voz en ese terreno”. Toussaint, Eric. La Bolsa o la vida, las finanzas contra los pueblos. 2ª edición, Buenos Aires: Clacso, 2004
[29] Toussaint, Eric. La Bolsa o la vida, las finanzas contra los pueblos. 2ª edición, Buenos Aires: Clacso, 2004, pp. 51
[30] Ibidem, pp. 177
[31] Al respecto se puede profundizar en las perversas recomendaciones y presiones que realiza el FMI y el BM hacia los países del Sur. Para mayor información detallada ver: Stiglitz, Joseph El malestar en la globalización. Taurus, 1ª edición. Buenos Aires, 2002
[32] Documento repartido por el Ministerio de Economía el día del taller a todos los participantes, se puede encontrar copias tanto en el Ministerio de Economía, como en las oficinas de Jubileo 200, red Guayaquil
[33] Conferencia sobre la deuda: Eric Toussaint en el marco del VI Foro Social Mundial y IV de América Latina, Caracas, del 24 al 29 de enero de 2006
[34]
revisar: Díaz Espino, Ovidio, Cómo Wall Street creó una Nación J.P.Morgan,
Teddy Roosevelt y el Canal de Panamá (Four Walls Eight Windows), 2001;
también se puede revisar el artículo Cómo Wall Street creó una Nación
en www.zmag.org/sustainers/content/2001-11