La inflación consiste en el crecimiento generalizado y continuo de los precios de los bienes, servicios y factores productivos de un país. La inflación implica por tanto la reducción de la capacidad adquisitiva del dinero.
Para ofrecer una medida de la inflación se pueden utilizar dos formas, las tasas de crecimiento de los precios (porcentaje en que han variado en un período de tiempo determinado) o los números índice (—porcentaje que representan los precios actuales con respecto a los vigentes en una fecha base). Así podemos afirmar, por ejemplo, que en el año 1990 los precios crecieron en España a una tasa del 6,5% o que alcanzaron el índice 168,6 en comparación con 1983. La estimación de esas medidas suele hacerse mediante el Índice de Precios al Consumo (IPC).
El IPC lo calcula en España el Instituto Nacional de Estadística (INE). El proceso para su estimación es el siguiente. C ada cierto número de años se realiza un meticuloso estudio de los hábitos de consumo de los españoles mediante una Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF). Ese tipo de estudios tiene un coste muy elevado por lo que se realiza con muy poca frecuencia: los últimos han sido en 1983, 1992 y 2001.
Con los datos obtenidos mediante la EPF, el INE selecciona una lista de productos representativos de cada uno de los grupos; es la llamada "cesta de la compra". Se considera que un producto seleccionado es "representativo" de su grupo si su precio varía en la misma proporción que lo haga la media de todos los de su grupo. Los precios de los productos de la cesta son controlados mensualmente.
Para cada uno de los grupos se elabora un número índice tomando como base el año en que se realizó la EPF. Para ello se calcula la cantidad del producto representativo que podría ser comprada en el año base con cien pesetas; el índice correspondiente de cada mes es la cantidad de dinero necesaria para comprar esa cantidad. El IPC es la media de los índices todos los grupos, ponderados según los resultados de la EPF.
Los datos del IPC se publican mensualmente, con un par de semanas de retraso sobre el último mes que haya entrado en el cálculo. Todos los medios informativos se hacen eco inmediatamente de su publicación pero la forma de expresar los resultados puede inducir a confusión e incluso puede parecer contradictoria de un periódico a otro. "En el pasado mes de junio los precios subieron un 0,3%"; "En lo que va de año los precios han subido un 2,5%"; "La tasa anual de inflación ascendió en junio al 6,5%"; todas las frases anteriores se refieren al crecimiento del IPC en la misma fecha y país, junio de 1990 en España, pero la primera muestra sólo el dato del último mes, la segunda muestra la suma de los seis últimos meses, de enero a junio, y la tercera muestra la suma de los doce últimos meses. Incluso cuando se ofrece el resultado del IPC para un año natural completo puede darse la subida de precios producida entre el 1 de enero y el 31 de diciembre o bien la media de las tasas anuales estimadas en cada uno de los doce meses.
Como en la cesta están incluidos productos importados, el IPC refleja variaciones en precios debidas a factores externos y que por tanto no deberían ser consideradas inflación. Otras causas de variaciones en los precios no inflacionistas son las originadas en los productos agrícolas por razones estacionales o fluctuaciones climáticas. Es por ambas razones que se suele utilizar el concepto de inflación subyacente que es la medida por el IPC descartando las materias primas energéticas importadas, gas y petróleo, y los productos alimenticios no elaborados.
Textos básicos sobre
LA INFLACIÓN
· Naturaleza y medida
· Las consecuencias
· Las causas
· Teoría estructuralista de la inflación
· La hiperinflación
· Políticas antiinflacionistas
· Las expectativas adaptables y racionales
Multimedia
· Banco Central Europeo: La estabilidad de precios: ¿por qué es importante para ti?
· Las expectativas adaptables
· Las expectativas racionales