Revista: CE Contribuciones a la Economía
ISSN: 1696-8360


LA IRRUPCIÓN DEL PENSAMIENTO NEOCLÁSICO


Autores e infomación del artículo

Francisco Javier Peñailillo Cereceda

Instituto Profesional Providencia, Chile

Francisco.socioeconomia@gmail.com

RESUMEN
La Economía Neoclásica fue y sigue siendo - para un número importante de personas e instituciones - una disciplina que funciona independientemente del sujeto que la estudia. Al igual que la física y matemáticas, se asumía que al conocer la totalidad de los hechos podrían hacerse predecibles determinados fenómenos. La mano invisible representaría de algún modo, lo que hacen las leyes de la naturaleza con las ciencias exactas. Para fortuna nuestra y de nuestra disciplina, hoy en día estamos en condiciones de establecer que dicho sistema de pensamiento sólo constituye un programa de ideas abstractas, entre muchos otros. No obstante, es dicha corriente de pensamiento la que suscita la mayoría de publicaciones académicas e investigaciones científicas con las cuales se han formado un gran número de economistas occidentales. En este contexto, resulta imprescindible reflexionar en torno a las consecuencias y condiciones generadas a partir de la irrupción del pensamiento neoclásico, al interior de la disciplina económica.
PALABRAS CLAVE: Paradigma Neoclásico, Necesidades Humanas, Ilustración, Marxismo, Problema Económico.
ABSTRACT
Neoclassical economics was and still is - to a large number of people and institutions - a discipline that works independently of the studied subject. As physics and mathematics, it was assumed that knowing all the facts could be certain predictable phenomena. The invisible hand somehow represent, what do the laws of nature with the exact sciences. To our fortune and our discipline, today we are able to establish that system of thought is merely a program of abstract ideas, among many others. However, this current of thought which raises most academic journals and scientific research which have formed a large number of Western economists. In this context, it is essential to reflect on the consequences and generated from the emergence of neoclassical thought, within the economic discipline conditions.
KEYWORDS: Paradigm Neoclassical - Human Needs - illustration - Marxism - Economic Problem.
Classification - JEL: B12, B13, B14, B20, N01 1

1https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%B3digos_de_clasificaci%C3%B3n_JEL#P.09Sistemas_econ.C3.B3micos


Para citar este artículo puede uitlizar el siguiente formato:

Francisco Javier Peñailillo Cereceda (2015): “La irrupción del pensamiento neoclásico”, Revista Contribuciones a la Economía (octubre-diciembre 2015). En línea: http://eumed.net/ce/2015/1/pensamiento-neoclasico.html


1. LA ESCENA LATINOAMERICANA.

El mercado no es el mejor instrumento para distribuir los recursos equitativamente; asimismo, oferta y demanda no garantizan un acceso en igualdad de condiciones a los bienes y servicios que dispone la economía en un momento determinado. Términos y conceptos que fueron introducidos en la disciplina económica durante los siglos XVIII y XIX, se convirtieron en parte del sentido común y pocas personas habían reflexionado en torno al impacto que estas ideas podrían generar. Sin embargo, durante las últimas décadas muchos economistas han cuestionado duramente los fundamentos epistemológicos que dan origen a estos conceptos. Aportes valiosos desde la antropología social, la sociología y desde la propia economía (claro está, no tradicional) han puesto en primer plano dicho fenómeno.

Asumir que el mercado no es perfecto bajo determinadas condiciones, no ha sido tarea fácil. Por el contrario, diferentes instituciones han recomendado políticas que si bien, en términos estrictamente teóricos han resultado fascinantes, en su posterior aplicación han generado problemas relativamente predecibles.

Es que la convicción de que los modelos matemáticos podrían darnos a conocer la lógica del comportamiento humano y situarlo al nivel de las leyes de la naturaleza, provocó que el interés los economistas estuviera puesto en la construcción programas conceptuales abstractos más que en el realismo de los datos recolectados; la región latinoamericana ha experimentado particularmente aquello. A este respecto se pueden mencionar las políticas económicas empleadas por los dictadores de algunos países latinoamericanos en la segunda mitad del siglo pasado1 , así como también las políticas del FMI que han determinado particularmente las condiciones sobre las cuales los países en vías de desarrollo deben pagar su deuda externa o conseguir préstamos; los casos de Chile en la década de los 80´ y Argentina dos décadas después, ilustran dicha situación. Para la comprensión de aquello se pueden consultar las críticas del premio nobel Joseph E. Stiglitz2 , quién ha realizado valiosas observaciones acerca del funcionamiento de instituciones internacionales de crédito.  Bajo el eufemismo “países en vía de desarrollo” se denominó a aquellos países que de facto, no experimentaban desarrollo alguno. Es que para vista del resto del mundo, era necesario que Latinoamérica alcanzara determinado nivel de madurez industrial a través del consumo y con la ayuda de políticas macroeconómicas eficientes, sostenibles en el tiempo. Para el caso chileno, las consecuencias prácticas del programa neoliberal 3 adoptado a partir de la década de los 70´s, culminaron con la legitimización de un determinado modelo de desarrollo económico, el cual fue puesto en marcha bajo el alero de políticas públicas específicas. Castoriadis señala en su famosa obra: Reflexiones sobre el “Desarrollo” y la “Racionalidad” (1973), que cuando apenas entró en funcionamiento esta nueva ideología – a saber, neoliberalismo -, se vio altamente atacada por diversos lados. El sistemas social establecido comenzó a ser criticado no porque fuera incapaz de asegurar el crecimiento ni porque distribuyera de un modo desigual “los frutos del crecimiento” – críticas tradicionales de la izquierda – sino porque no se preocupaba más que del crecimiento y no realizaba más que el crecimiento, un crecimiento de tipo dado, con un contenido específico, que suponía unas determinadas consecuencias humanas y sociales (Castoriadis: 1973 p. 82). 

1.1 El Pasado; la justificación de la ortodoxa en el presente.

Este panorama sumado a las ideas económicas que le preceden, tienen un origen sociocultural específico. En el siglo XVIII la corriente intelectual denominada Ilustración, otorgó un privilegiado estatus a la razón considerándola parte de la naturaleza humana. Si se usaba de forma correcta, se podría alcanzar la anhelada felicidad humana ausente en el oscurantismo de la edad media; la razón consistía entonces, en la iluminación de los nuevos tiempos. La revolución francesa y los principios liberales que la sustentaron son manifestaciones de dicha corriente intelectual, la cual se plasmó rápidamente en las artes y las ciencias formando una cosmovisión utilitarista que posteriormente desencadenaría la revolución industrial y el auge del capitalismo. Lo que anteriormente se manifestaba como una expresión sociocultural circunscrita a un territorio y periodo determinado 4, fue trastocado como consecuencia de este pensamiento filosófico cuyas máximas - libertad, igualdad y fraternidad - lograron justificar la producción de un mayor número de productos para un mayor número de personas, las cuales adquirían desde ahora en adelante un producto totalmente ajeno a este. En el fondo, lo que se quería demostrar era que la satisfacción de un mayor número de necesidades incidiría positivamente en las personas y para ello, era necesario industrialmente un nivel de producción mayor a cualquier época precedente, originando de esta manera las nuevas economías a escala.  Las consecuencias de este fenómeno ya eran visibles a principios del siglo XX, en donde Horkheimer y Adorno plantean que la unidad cultural es el resultado del hecho de que la cultura marca hoy todo con un rasgo de semejanza. Cine, radio y revistas constituyen un mismo sistema: cada sector está armonizado entre sí mismo y todos entre ellos, las manifestaciones estéticas, incluso de las posiciones políticas opuestas, proclaman del mismo modo el elogio del ritmo de acero. (M, Horkheimer. T, Adorno. 1944. p.165)

A esto, se suma la presunción de que la creciente tecnificación de las ciencias permitiría al ser humano concretar la ambición baconiana de dominar la naturaleza. Lo que se mantiene como unidad entre positivistas, sociedad de consumo y neoliberales, es que todos ellos convierten la racionalidad técnica en una cuestión de racionalidad utilitarista. En este sentido, la promesa de la ilustración ha fallado por la sencilla razón de que no todos deseamos lo mismo y con esto, se rompe la siguiente tautología: mayor producción igual a mayor felicidad humana.

Ya en el siglo XIX, Marx esbozó los primeros intentos de objetivar la panorámica social posterior a la revolución industrial y al capitalismo,5 toda vez que estos sistemas condicionaron nuevas formas de estructuras sociales. Para él, lo que se denomina desarrollo histórico se basa, en síntesis, en el hecho de que la última forma de sociedad considera a las formas anteriores como etapas que conducen a su propio grado de desarrollo y, como la sociedad anterior es muy poco capaz, permite que el conocimiento de las condiciones en las cuales se desarrolló dicha sociedad resulte en una posterior crítica; pero esa misma crítica y cosmovisión de la sociedad predecesora es unilateral (Cf. Marx, 1859: p. 2).  Esto, aplicado a las condiciones sociales y culturales de hoy en día, nos previene contra cualquier tentativa de formarnos una visión unidimensional del pasado en favor de justificar los repertorios de acción del presente.

La economía durante el siglo XX y principios del siglo XXI, se caracteriza por la liberalización de las mercancías, la monetarización de la política económica, la mercantilización de los símbolos y las características fetiches atribuidas al trabajo. Este proceso tiene en un primer momento implícita relación con la escuela clásica; posteriormente, estrechos vínculos con la escuela neoclásica. A principios del siglo XX, Los pensadores neoclásicos experimentaron la necesidad de obligar a la gente a volcar su habilidad y su esfuerzo en el cumplimiento de tareas que otros le imponían y controlaban, para así dar prioridad por primera vez en la historia a “lo que se puede hacer” por encima de “lo que es necesario hacer” (Bauman: 2000 p.20). 

Esta escuela de pensamiento, considera que la estructura económica se caracteriza por la distinción entre capitalistas - quienes poseían capital y con ello la posesión de empresas privadas - y quienes trabajaban para aquellas empresas, los obreros, quienes formaban parte activa de las mercancías. Estos últimos producían colectivamente bienes y servicios que generaban beneficios gozados individualmente por los capitalistas. Se genera de este modo entonces, una tensión entre los intereses colectivos e individuales. Este fenómeno representa una de las diversas manifestaciones de las sociedades industriales, en donde cada individuo tiene una rol particular y forma parte a su vez, de una sociedad funcionalmente diferenciada la cual constituye y lo constituye recíprocamente. El propio Marx plantea que si no encontramos de forma encubierta en esta sociedad [...] las condiciones de producción materiales y las correspondientes relaciones de tráfico de una sociedad sin clases, todos los intentos de hacerla saltar en pedazos serían don quijoterías. (K, Marx: 1859 p.87). Es decir, los rasgos capitalistas que propiciaron la monetarización de la economía y en particular de las finanzas, están allí esperando a ser descubiertos y desenmascarados para poder abrir posibilidades a otras formas de sociedad, en donde trabajo y capital no necesariamente asuman la forma de mercancías.

Esta forma de pensar las relaciones sociales - sociedad libre en la cual los individuos producen - encuentra su origen en el siglo XVIII con la obra de Adam Smith. Desde aquella época, la economía se ha conformado como la disciplina que estudia la asignación de los medios escasos a objetivos múltiples o si se prefiere, como la ciencia que estudia el comportamiento humano como la relación entre unos fines dados y medios escasos que tienen usos alternativos6 . Según Godelier, «Cuando el tiempo y los medios para alcanzar los fines son limitados, y susceptibles de una aplicación alternativa, y los fines pueden diferenciarse en orden de importancia, entonces el comportamiento necesariamente asume la forma de elección» (1973, Pág. 14. Cursivas del original). Es decir, esta decisión - que sólo puede realizar el ser humano gracias a su naturaleza racional - entre medios escasos y necesidades ilimitadas, caracteriza la base epistemológica que ayuda a la construcción del programa teórico neoclásico; a esta línea argumentativa los economistas la han denominado “El Problema Económico”. 

1.2 La consolidación del pensamiento neoclásico.

Los padres fundadores de la escuela neoclásica, consideraron que la escasez constituye la condición social a partir de la cual se construye la realidad social. Aquello provocó que el programa neoclásico concluyera metodológicamente en una despreocupación por el realismo de los supuestos privilegiando las observaciones empíricas de los mismos y finalmente, los datos producidos eran manipulados instrumentalmente, originando criterios metodológicos empíricos e instrumentalistas. Se asumía que la escasez era un principio de la realidad y con ese argumento, el neoliberalismo se extendió universalmente como propuesta económica, política y cultural que penetró diversas economías, particularmente a las occidentales. Del mismo modo, el neoliberalismo en algunos episodios de su desarrollo histórico se ha construido sobre la base de la subordinación de zonas significativamente menos influyentes políticamente. Así también, el concepto de individuo - naturalizado en las sociedades occidentales - aporta en buena parte los fundamentos teóricos de dicha corriente de pensamiento. Para los neoclásicos las instituciones, las empresas y los bancos son reproducciones de los deseos y preferencias de los individuos. El mismo Lavoie plantea que los individuos, a pesar de ser diferentes debido a sus preferencias, son todos iguales en lo referente a su impacto en la economía [...] como las preferencias de los individuos son sagradas, tienen que tener un efecto sobre los precios, tal como sabemos que lo tienen según la teoría neoclásica (Op. cit p.41). Estas primeras esquematizaciones se consolidarían posteriormente con la filosofía del Círculo de Viena7 - que apuesta por una concepción más cientificista8 del mundo – y su pensamiento se desarrolló temporalmente con las obras de los marginalistas, quienes convirtieron el problema económico en una cuestión de matemática aplicada9 , sumando de esta forma un considerable grado de tecnicismo y formalidad a la disciplina económica. Bourdieu refiriéndose a los economistas que se han formado desde aquel entonces, plantea que “los economistas [...] separados de las realidades del mundo económico y social por su existencia y sobre todo por su formación intelectual, las más de las veces abstracta, libresca y teórica, están particularmente inclinados a confundir las cosas de la lógica con la lógica de las cosas. (Bourdieu: diciembre de 1998. “La esencia del Neoliberalismo” en Le Monde, p.2). Las consecuencias de esta lógica ayudaron a que el discurso neoliberal considerara que las manifestaciones culturales respondían realmente a lógicas económicas, las cuales fueron representadas por la idea de un hommo economicus. El mercado se presenta entonces, como resultado de un proyecto histórico que pretendía rediseñar la humanidad, culminando en el hombre económico que dio origen a la sociedad Industrial. Esta visión unidireccional, iba perdiendo adeptos a la vez que sumaban ideas las elaboraciones de nuevas formas para interpretar el hecho económico.  Precisamente, una de las varias críticas por parte de estas corrientes de pensamiento, fue que se pensara al consumo como la fuerza que ponía en funcionamiento la producción de bienes y servicios que nos llevarían a experimentar un mayor nivel de bienestar10 . El surgimiento de la economía capitalista y la introducción en ella del cálculo racional, constituyen los elementos sobre los cuales gravita la disciplina económica; racionalidad, utilidad, costes, escasez y necesidades ilimitadas, parecen ser ejes centrales en los análisis del campo económico. Según Baudrillard, ya es momento oportuno para separar a la economía de su acepción neoliberal: la de un proceso de satisfacción de las necesidades (Cf. Baudrillard, 1999: p.223). El sistema capitalista se sirve del consumo para extender sus estructuras condicionando particularmente el sistema cultural en el cual viven las personas. Es decir, dentro de las mismas redes culturales el consumo se presenta bajo la forma de valores de intercambio simbólicos. De este modo, la naturaleza interminable de este intercambio concluye en la sociedad de consumo 11.

Es menester, citar a Godelier refiriéndose a los economistas: “es que ninguno de ellos sigue las implicaciones de sus propias definiciones. Si todo comportamiento que implica asignación es económico, entonces la relación de la madre con su hijo es tan económica, o mejor dicho tiene tanto aspecto económico, como la relación de un patrono con su trabajador a sueldo (1973, Pág. 113). Esta distinción manifiesta el hecho de que la economía - particularmente la neoclásica - condensa bajo una misma lógica distintos tipos de relaciones complejas, y la mayoría de las veces irreductible a una expresión literal y/o algebraica. Así es como nacen las ideas en contra de los supuestos que propugnaba la escuela neoclásica, en particular “muchos intelectuales se oponían al crecimiento de bienes cuya necesidad debe elaborarse junto con el producto mismo” (Daly. 1989: p.40). De esta situación ya estaban conscientes muchos científicos sociales, entre ellos Karl Polanyi quien magistralmente funda los cimientos de la historia económica comparativa al plantear que el determinismo económico, distorsiona profundamente nuestra visión del ser humano y la sociedad, y que tales distorsiones se estaban mostrando como uno de los principales obstáculos para la solución de los problemas de nuestra civilización (Polanyi, 1944). Es más, la suposición de que existen leyes o hechos económicos universales independientes de las personas, constituye una presunción falsa y errada que en la mayoría de los casos se contradice con el conocimiento acumulado de sociedades diversas y antiguas, para las cuales la economía neoclásica no siempre encuentra lógica ni comprensión. De este modo, los análisis que requieren formas distintas a la neoclásica de interpretar los fenómenos económicos, han proliferado en la segunda mitad del siglo XX, así como también la acumulación de documentación crítica respecto a dicho paradigma. 

LIBROS CONSULTADOS.

  • Baudrillard, J (1969): “El Sistema de los Objetos”. Editorial Siglo XXI: Buenos Aires, 1999.
  • Baudrillard, J (1996): “El Crimen Perfecto”. Editorial Anagrama: Barcelona, 1996.
  • Bauman, Z. (2000): “Trabajo, consumismo y nuevos pobres”. Editorial Gedisa: Barcelona, 2000.
  • Bourdieu, P. (1998): “La esencia del Neoliberalismo” en “La nouvelle vulgate planétaire (Le Monde).  Paris, Diciembre de 1998.
  • Castoriadis, C. (1973): “Reflexiones sobre el Desarrollo y la Racionalidad”, en “El Mito del Desarrollo”. Varios Autores. Editorial Kairos: Barcelona, 1980.
  • Daly, H. (1989): “Economía, Ecología y Ética, hacia la Economía de un Estado Estacionario”. Editorial Fondo de Cultura Económica: México, 1989.
  • Godelier, M. (1973): “Antropología y Economía”. Editorial Anagrama: Barcelona, 1976.
  • Horkheimer, M. Adorno, T. (1944): “Dialéctica de la Ilustración: fragmentos filosóficos”. Editorial Trotta: Madrid, 2001.
  • Lavoie, M. (2004): “La Economía Postkeynesiana”. Editorial Icaria: Barcelona, 2005.
  • Marx, K. (1859): “Contribución a la Crítica de la Economía Política”. Editorial Siglo XXI: México, 2004.
  • Polanyi, K. (1944): “La Gran Transformación”. Editorial La Piqueta: Madrid, 1989.

1Chile (1973), Uruguay (1973) y Argentina (1976).

2 Globalization and Its Discontents. W.W. Norton & Company, (2002). Towards a New Paradigm in Monetary Economics, with Bruce Greenwald. Cambridge University Press, (2003).  Making Globalization Work. Penguin Books, (2006). Y finalmente The Three Trillion Dollar War; by Joseph Stiglitz and Linda Bilmes. W. W. Norton & Company, (2008). Sólo por nombrar los más destacados.

3El término Neoliberalismo, proviene de la abreviación neoclassical liberalism, y propugna políticas económicas que pongan énfasis en la tecnocracia a nivel macroeconómico. Se trata de un término más bien político o ideológico, frecuentemente usado por los medios de comunicación y algunos intelectuales.

4Las sociedades modernas se caracterizan por el declive de los oficios y el auge de tareas funcionalmente diferenciadas.

5 El capitalismo es un sistema económico – y que por lo tanto, interactúa con otros sistemas sociales - en el que las personas y las empresas llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios mediante transacciones realizadas en el mercado, y sólo en él se deben determinar los precios. Según K. Polanyi, lo que define a una economía capitalista es la inversión de la tierra, naturaleza, trabajo y seres humanos en mercancías, favoreciendo de este modo el capital (La gran transformación, 1944).

6 Lionel Charles Robbins, (1898 - 1984) fue un economista británico que propuso una de las primeras definiciones contemporáneas de economía.

7 Alrededor de 1920 en Viena, Austria.

8 Nótese la connotación ideológica del término.

9 Debido a la introducción del Cálculo Marginal realizada por L. Walras (1834 – 1910).

10 Véase la Introducción del libro: “Ser y Tener”, Eric Fromm (1967).

11Como consecuencia del capitalismo y de la mercadotecnia, los antropólogos acuñaron el término “Sociedad de Consumo” para referirse a las sociedades occidentales que experimentaron un aumento en el nivel de bienes y servicios adquiridos, como resultado de la revolución industrial. El ejemplo más ilustrativo es el norteamericano. 


Recibido: 17/11/2015 Aceptado: 10/12/2015 Publicado: Diciembre de 2015

Nota Importante a Leer:

Los comentarios al artículo son responsabilidad exclusiva del remitente.

Si necesita algún tipo de información referente al articulo póngase en contacto con el email suministrado por el autor del articulo al principio del mismo.

Un comentario no es mas que un simple medio para comunicar su opinion a futuros lectores.

El autor del articulo no esta obligado a responder o leer comentarios referentes al articulo.

Al escribir un comentario, debe tener en cuenta que recibirá notificaciones cada vez que alguien escriba un nuevo comentario en este articulo.

Eumed.net se reserva el derecho de eliminar aquellos comentarios que tengan lenguaje inadecuado o agresivo.

Si usted considera que algún comentario de esta página es inadecuado o agresivo, por favor,pulse aqui.