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académica con el
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de Publicaciones Seriadas
ISSN 1696-8360
DESIGUALDAD Y POBREZA: DETERIORO DE LAS CONDICIONES DE VIDA EN ESPAÑA
José Francisco Bellod Redondo (CV)
bellodredondo@yahoo.com
Resumen: en este artículo analizamos el impacto de la crisis económica iniciada con la implosión de la “burbuja inmobiliaria” en 2007 sobre la calidad de vida en España. Concretamente nos interesa conocer la evolución del grado de desigualdad y pobreza, indicadores básicos para conocer el nivel de desarrollo de un país. Tanto el Índice de Gini como la ratio S80/S20 muestran una creciente desigualdad en los ingresos de los hogares. Actualmente hay en España 12.371.000 personas en situación de pobreza y riesgo de exclusión social, el 27% de la población. Entre la población más joven, la tasa de pobreza supera el 34%. Sólo 49 de cada 100 parados cobra algún tipo de prestación y hay 1.906.100 los hogares en los que todos sus miembros están en paro.
Abstract: in this paper we analyze the impact of the economic crisis that began with the collapse of the "housing bubble" in 2007 on the quality of life in Spain. Specifically we are interested in the evolution of the degree of inequality and poverty, basic indicators to understand the level of development of a country. Both the Gini index as the ratio S80/S20 show growing income inequality of households. Currently there are in Spain 12,371,000 people at risk of poverty and social exclusion, 27% of the population. Among the younger population, the poverty rate exceeds 34%. Only 49 of 100 unemployed any delivery charges and there are 1.9061 million households in which all members are unemployed.
Palabras Clave: pobreza, desigualdad, crisis financiera.
Clasificación JEL: I3.
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Bellod Redondo, J.: "Desigualdad y pobreza: deterioro de las condiciones de vida en España" ,en Contribuciones a la Economía, mayo 2013, en www.eumed.net/ce/2013/condiciones-vida-espana.html
La intensa y prolongada crisis económica iniciada en 2007 está teniendo un impacto muy negativo en las condiciones de vida de los ciudadanos de nuestro país. La caída continuada del PIB, el aumento del desempleo hasta límites intolerables, y la política de recortes sociales e incrementos tributarios implementados por los últimos dos gobiernos, ha hecho mella en el nivel y en la calidad de vida de los ciudadanos, tanto por la vía de reducir los ingresos salariales de las familias como por el endurecimiento en el acceso a servicios y prestaciones sociales ofrecidos por las distintas Administraciones Públicas. A ello hay que sumar el elevado endeudamiento de las familias, consecuencia de la burbuja inmobiliaria, que las sitúa en una posición de extrema vulnerabilidad frente a la crisis.
Este trabajo tiene por objeto ofrecer de modo muy resumido un panorama general de la evolución de la crisis recurriendo a diversos indicadores económicos y sociales oficiales.
En concreto, vamos a comprobar el impacto de la crisis en el nivel de renta de las familias, en el incremento de la desigualdad y en las condiciones materiales de vida .
La crisis actual se inicia en 2007 como consecuencia de la confluencia de dos fenómenos fatales. De una parte, el agotamiento del modelo de crecimiento basado en la especulación inmobiliaria que España experimentó en el periodo 1999 – 2007. La especulación trajo consigo un incremento desorbitado de los precios de la vivienda, lo cual obligó a los hogares a contratar hipotecas cada vez más elevadas. En consecuencia los “recibos” que mensualmente pagaban por sus hipotecas se fueron elevando hasta que los salarios fueron insuficientes para afrontarlos, la banca dejó de conceder créditos hipotecarios y el proceso especulativo se detuvo en seco: la actividad inmobiliaria comenzó a contraerse proyectando sobre el conjunto de la economía una imparable presión recesiva.
Al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, se había gestado una crisis gemela a la española, basada también en la especulación inmobiliaria, la desregulación financiera y el drástico “desarme tributario” patrocinados por el presidente George W. Bush. Dada la enorme dimensión de la economía estadounidense, y de las malas practicas de bancos y fondos de inversión , la implosión especulativa, conocida como “crisis de las hipotecas sub – prime”, impactó en los mercados financieros internacionales, provocando la parálisis del crédito a gran escala1 .
Así, en España, la crisis interna fruto de los desequilibrios que se habían venido acumulando desde 1999 se recrudeció por la crisis inducida por los mercados financieros internacionales. La consecuencia fue la desaceleración y caída del PIB a partir de 2007 y el consiguiente aumento del desempleo, cerrando 2012 con una tasa del 25%.
La consecuencia ha sido un empobrecimiento general de la sociedad española (véase Gráfico 3). La renta per cápita, en términos reales, alcanzó su máximo histórico en 2007, alcanzando los 21.823 euros por habitante y a consecuencia de la crisis ha ido disminuyendo hasta los 20.336 € per capita en 2012, lo que nos retrotrae, en términos reales, a la renta per cápita del año 2003. Esta caída acumulada del 6´8% en el periodo 2007 – 2012 no ha afectado por igual a todos los ciudadanos. Como veremos más adelante en las capas poblacionales de menores ingresos la caída ha sido aún mayor, mientras que los estratos más ricos han aumentado sus ingresos en términos reales.
Las previsiones para el futuro inmediato no son muy halagüeñas 2. Como se aprecia en el Gráfico 1, en el año 2011 parecía que la economía española se encaminaba hacia la recuperación. No ha sido así: tras la brutal recesión de 2009 (-3´7%) el PIB ha vuelto a caer en 2012 (-1´4%). Las políticas gubernamentales están retardando la recuperación, ya que reducen la confianza y deprimen la demanda agregada. El euro también está siendo un lastre importante ya que resta competitividad a las exportaciones españolas e impide una política monetaria autónoma expansiva acorde a nuestros intereses.
Tal y como indica el Cuadro 1 las previsiones para 2013 son una nueva caída del PIB (-1´5% / -1´4%) y un ridículo crecimiento para 2014 (0´5% / 0´8%), absolutamente insuficiente para reducir el desempleo3 . Ello implica que la tasa de paro aumentará situándose tanto en 2013 como en 2014 por encima del 26´5%, y muy probablemente no bajará del 20% hasta 2017.
Cuadro 1
España: Previsiones macroeconómicas |
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PIB |
2013 |
2014 |
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FMI |
-1.5% |
0.5% |
Comisión Europea |
-1.4% |
0.8% |
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Desempleo |
2013 |
2014 |
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FMI |
27.0% |
26.5% |
Comisión Europea |
26.9% |
26.6% |
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Fuente: organismos citados. |
Para entender la situación en que se encuentran los hogares españoles hemos de hacer una breve referencia a la “cosecha” obtenida del “boom inmobiliario”.
La fuente principal de ingresos de los hogares españoles son los salarios. Como se aprecia en el Gráfico 4, los salarios reales no se beneficiaron del prolongado periodo de bonanza económica: en todo el periodo 1999 – 2007 los salarios reales sólo crecieron un 1´7%. El leve repunte salarial de los años 2008 y 2009 comenzó a deshacerse con la crisis. Los salarios reales han caído los últimos tres años (véase Gráfico 5) y se prevé por la Comisión Europea nuevas caídas en 2013 (-0´3%) y 2014 (-0´9%) .
Si este incremento ya se nos antoja una magra cosecha para tan prolongado periodo de prosperidad, ha de tenerse en cuenta que la realidad es aún peor ya que a la par que se producía esta cuasi – congelación real de los salarios, cada vez había menos asalariados con empleo en cada familia debido al brutal repunte del desempleo. Como se aprecia en el Gráfico 6 si en 2007 sólo el 3´1% de las familias tenían a todos sus miembros en paro, actualmente esa cifra asciende al 14´2% (1.833.700 hogares) y con una clara tendencia creciente debido a la desaceleración del PIB que tendrá lugar en 2013 y 2014 como ya hemos comentado4 . En resumen: lo salarios reales no han crecido y cada vez hay menos salarios en cada hogar.
Otra fuente de ingresos muy relevante para la clase trabajadora son las pensiones.
Por primera vez desde que existen estadísticas homologables a nivel europeo, el importe medio percibido por un pensionista jubilado se ha reducido en términos nominales y reales. Ello es debido a varios factores: el recurso generalizado a prejubilaciones, los largos periodos de desempleo, el endurecimiento en el sistema de acceso a las pensiones introducido por las diversas reformas aprobadas desde los años 80, etc.
En el Gráfico 7 hemos representado la pensión media de jubilación mensual en euros. Aunque desde 2005 hasta 2011 la pensión media crece en términos nominales, el comportamiento real, esto es, descontada la inflación, es bien distinto: en 2012 disminuyó situándose al nivel de 2008. Actualmente la pensión media por jubilación asciende a 1.112 euros mensuales, cuyo poder adquisitivo es equivalente a la de una pensión media de 2008 (año base 2005). Es de esperar que esta tendencia a la reducción tanto nominal como real de las pensiones se acentúe por la confluencia de la prolongada crisis y la entrada en vigor de la última reforma del sistema de pensiones.
El diseño de las diversas prestaciones económicas ofrecidas por el Servicio Público Estatal de Empleo (SEPE, antiguo INEM), hace que el transcurso del tiempo juegue en contra de los trabajadores desempleados, especialmente cuando, como ahora, la crisis es muy prolongada en el tiempo, ya que tanto el derecho a percibir prestaciones como el importe de las mismas se reduce hasta agotarse.
Los desempleados permanecen cada vez más tiempo en esa situación porque las políticas recesivas están postergando la ansiada recuperación. En el Gráfico 8 hemos registrado la proporción de desempleados que llevan 2 años o más en situación de desempleo. Puede apreciarse como hasta 2007 esa variable fue descendiendo debido a la reducción del desempleo. Con la llegada de la crisis esa ratio empezó a repuntar y a finales de 2012 el 31% de los parados llevaba en esa situación más de 2 años (33´8% en el primer trimestre de 2013).
Las repercusiones son evidentes: como se aprecia en el Gráfico 9 si en 2007 el 77´5% de los parados percibía alguna modalidad de prestación, en 2012 tan sólo era el 51%. Además, la cuantía media percibida por los desempleados se ha ido reduciendo tanto en términos nominales como en términos reales.
Según nuestras estimaciones a partir de los datos de la EPA (primer trimestre de 2013), del Boletín de Estadísticas Laborales del ministerio de Trabajo y de los datos de ejecución presupuestaria, actualmente la tasa de cobertura se sitúa en el 49´2%, y la prestación media nominal ha descendido a 891 euros mensuales.
La crisis ha traído consigo una desigualdad creciente: mientras los trabajadores y la llamada “clase media” han visto disminuir significativamente sus ingresos, principalmente a causa del elevado desempleo y de la duración del mismo, las clases de renta alta ganan cada vez más.
Existen algunos indicadores oficiales disponibles que permiten hacernos una idea del incremento de la desigualdad. En el Gráfico 11 y en el Gráfico 12 ofrecemos dos de los más utilizados habitualmente: el Índice de Gini y la ratio S80/S 20.
El Índice de Gini, en tanto por ciento, toma un valor igual a 0 cuando la renta está distribuida de forma perfectamente igualitaria, y un valor 100 cuando la desigualdad es absoluta5 : ambos son valores extremos que no se dan en ninguna sociedad. Cuanto mayor es el valor del Índice de Gini, mayor es la desigualdad de los ingresos. Como se aprecia en el Gráfico 11 la desigualdad creció desde el año 2002 (IG = 31), acelerándose a partir de 2007 hasta llegar en 2011 a un valor IG=34. Actualmente en Europa sólo Bulgaria, Irlanda, Turquía o Portugal nos superan en desigualdad en el reparto de la renta 6.
Otra forma de apreciar el incremento en la desigualdad de la sociedad española es comparar los ingresos del 20% de la población de mayores ingresos, con los ingresos del 20% de la población con menores ingresos: esa brecha se denomina ratio S80/S20.
Como indicábamos al comienzo, si bien la renta per cápita ha disminuido en términos reales en los últimos años, no todos los estratos de población lo han sufrido de la misma manera. Para comprobarlo hemos registrado los datos de distribución del ingreso por decilas en el Cuadro 2. Cada decila contiene al 10% de la población: la primera decila indica el ingreso medio de 10% de la población más pobre y vamos ascendiendo hasta la décima decila, que nos informa del ingreso medio del 10% de población más rica. En ese mismo cuadro se recoge el dato relativo a la evolución del IPC. En el periodo considerado la inflación acumulada fue del 12´1%. Puede comprobarse que la población contenida en las seis primeras decilas experimentó un crecimiento en sus ingresos inferiores a ese 12´1% y por tanto ha perdido poder adquisitivo: el 60% de la población española es hoy más pobre que en 2006.
Distribución del Ingreso por Decilas |
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Decila |
2006 |
2011 |
Variación |
Primera |
5,100 |
4,977 |
-2.4% |
Segunda |
6,895 |
7,174 |
4.0% |
Tercera |
8,400 |
8,984 |
7.0% |
Cuarta |
9,844 |
10,598 |
7.7% |
Quinta |
11,480 |
12,514 |
9.0% |
Sexta |
13,145 |
14,565 |
10.8% |
Séptima |
15,200 |
17,081 |
12.4% |
Octava |
17,686 |
20,276 |
14.6% |
Novena |
22,250 |
25,800 |
16.0% |
Décima |
: |
: |
|
|
|
|
|
IPC |
89.239 |
100 |
12.1% |
Fuente: Eurostat. |
Uno de los mayores lastres, si no el mayor, que el “aznarismo” legó a las familias españolas fue el elevado endeudamiento. De hecho ese fue el ingrediente secreto de aquellos años de bonanza: animar a las familias a endeudarse, incorporarse a la vorágine especulativa comprando viviendas con hipotecas cada vez más elevadas hasta que se llegó a un límite insostenible. El secreto consistía en que a la llegada de Aznar al poder (1996) el endeudamiento de las familias era de apenas el 50% del PIB. Con la política de su gobierno y con la impasibilidad del Sr. Zapatero, esa cifra se duplicó.
Ese ha sido un factor determinante en la actual situación: las familias están enormemente endeudadas y ello lastra el despegue del consumo. Las subidas de tipos de interés, la imposibilidad de refinanciar determinados créditos, y la pérdida de ingresos salariales ha hecho de la deuda una losa insostenible para los hogares (que en muchos casos están perdiendo sus viviendas y experimentando malnutrición), y para la economía española en su conjunto, cuyas empresas operan muy por debajo de su capacidad instalada al no encontrar demanda para sus productos 7.
En el Gráfico 13 se muestran dos indicadores del endeudamiento de las familias. Es la ratio “Endeudamiento de los hogares / renta disponible de los hogares” y “Endeudamiento de los hogares / PIB”.
Hasta 2007 el endeudamiento de las familias no paró de crecer en proporción al PIB (véase Gráfico 13, “Deuda / PIB”). A partir de ese momento se ralentiza el crédito y aumenta el desempleo: las familias dedican una porción creciente de sus ingresos a amortizar sus deudas y pagar los correspondientes intereses. Pero en los hogares entran cada vez menos ingresos, tanto por la pérdida de empleos como por la pérdida de poder adquisitivo de los salarios que antes hemos comentado. Por ello, a pesar del esfuerzo en pagar sus deudas, el peso del endeudamiento sobre el presupuesto de las familias no disminuye (véase Gráfico 13, “Deuda / Renta Familiar”), y no disminuyendo, es difícil que repunte el Consumo.
De hecho como se aprecia en el Gráfico 14, el gasto en vivienda resulta determinante en el nivel de vida de los hogares. En dicho gráfico hemos representado el porcentaje de la renta disponible del hogar que es absorbida por el gasto en vivienda. Hemos incluido tanto a los hogares en riesgo de pobreza y exclusión social como a los que superan ese nivel. La crisis ha impactado fatalmente en los hogares de menor renta, que si en 2004 dedicaban a financiar su vivienda el 21´6% de su renta disponible, en 2011 se había duplicado hasta el 40´8%.
En el Gráfico 15 mostramos la evolución reciente del porcentaje de población española en riesgo de pobreza y exclusión social. De acuerdo con la metodología de Eurostat, se considera que un hogar se encuentra en esa situación cuando sus ingresos son inferiores al 60% de la mediana de ingresos de los hogares del país. Puede apreciarse cómo el crecimiento asociado al boom fue reduciendo progresivamente ese valor. Pero a partir de 2008, iniciada ya la crisis, la pobreza se dispara y en 2011 (último dato disponible) nos situábamos ya en el 27% de la población.
En el Gráfico 16 podemos examinar cómo afecta el nivel de pobreza a los distintos estratos de población según su edad. Los datos se refieren a 2011. La tasa media de pobreza es del 27%, sien embargo hay cohortes en los que el nivel de pobreza supera significativamente ese nivel. Es el caso de la población en edad escolar, entre 6 y 24 años, con una tasa de pobreza superior al 30% y, muy especialmente los adolescentes, entre 12 y 17 años, con una tasa de pobreza del 34´4%. En el Gráfico 17 y en el Gráfico 18 ofrecemos los datos relativos al nivel de pobreza en función del sexo del ciudadano, en el que se aprecia la especial incidencia de la pobreza entre la población femenina.
La crisis económica iniciada tras la implosión de la “burbuja inmobiliaria” (1999 – 2007), ha provocado un aumento de la desigualdad y la pobreza en España.
Tanto el Índice de Gini como la ratio S80/S20 muestran una creciente desigualdad en los ingresos de los hogares. En cuanto a la pobreza, actualmente hay en España 12.371.000 personas en riesgo de pobreza y exclusión social, el 27% de la población. Entre la población más joven, la tasa de pobreza supera el 34%.
Las causas principales son la congelación de los salarios reales, el aumento de la tasa de paro hasta el 26%, el aumento hasta 1.906.100 los hogares en los que todos sus miembros están en situación de desempleo, la reducción de la tasa de cobertura de los desempleados a mínimos históricos (sólo 49 de cada 100 parados cobra alguna prestación), y el elevado endeudamiento de los hogares heredado del “boom inmobiliario” (125´4% de la renta familiar disponible) que obliga a destinar una parte creciente de la renta de los hogares a financiar su vivienda (40´8% de la renta disponible).
Los datos con los que han sido elaborados los gráficos y tablas anteriores proceden de las fuentes siguientes, todas ellas accesibles gratuitamente vía Internet.
Ameco Database (Comisión Europea): Cuadro 1, Cuadro 2, Gráfico 1, Gráfico 2, Gráfico 3, Gráfico 4 y Gráfico 5.
Eurostat: Gráfico 11, Gráfico 12, Gráfico 13, Gráfico 14, Gráfico 15, Gráfico 16, Gráfico 17, Gráfico 18.
FMI: Cuadro 1.
INE: Gráfico 6, Gráfico 7, Gráfico 8, Gráfico 9, Gráfico 10.
Boletín de Estadísticas Laborales: Gráfico 10.
Bellod Redondo, J F (2007), “Crecimiento y Especulación Inmobiliaria en la Economía Española”, Principios – Estudios de Economía Política, nº 8, pp 59 – 84.
Bellod Redondo, J F (2010), “La Crisis Imposible: Tragedia en Tres Actos”, Contribuciones a la Economía, Eumed [http://ideas.repec.org/a/erv/contri/y2010i2010-032.html].
1 Ya antes de 2007 existían evidencias de los desequilibrios que iba acumulando la economía española. Sobre esto puede consultarse Bellod Redondo (2007, 2010).
2 Acaba de publicarse la EPA del primer trimestre de 2013. La tasa de paro alcanza ya el 27´16% de la población activa.
3 Según la denominada “Ley de Okun” es necesario que el PIB crezca por encima del 2% - 2´5% para reducir la tasa de paro.
4 Según la EPA, en el primer trimestre de 2013 son ya 1.906.100 los hogares en los que todos sus miembros están en paro. Es el 14´8% del total de hogares.
5 Un solo agente dispone de toda la renta y todos los demás no tienen ingreso alguno.
6 Los últimos datos disponibles son de 2011.
7 Actualmente la industria española funciona al 68´7% de su capacidad (Banco de España).