"Contribuciones a la Economía" es una revista
académica con el
Número Internacional Normalizado
de Publicaciones Seriadas
ISSN 1696-8360
Roberto Vila De Prado (CV)
titov@cotas.com.bo
La teoría del desarrollo fue una contribución original y el principal aporte sudamericano al problema. En este marco, es de fundamental importancia la labor de Celso Furtado en la reorientación de la política económica desde un ángulo de lectura enfocado desde la perspectiva de los países dependientes.
Descriptores: Desarrollo Económico – paradigmas – políticas.
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Vila De Prado, R.: Celso Furtado (1920-2004) y los constructos de la teoría del Desarrollo Económico, en Contribuciones a la Economía, septiembre 2011, en http://www.eumed.net/ce/2011b/
Paradigmas y teorías
Hablando del método de la economía política, Furtado dice que – como las otras ciencias – la economía política se propone explicar fenómenos desconocidos a partir de los que ya son conocidos. Aquellos fenómenos que pueden ser expresados cuantitativamente son denominados “variables”.
Las relaciones entre las variables tienen como fundamento último datos empíricos observados mediante técnicas estadísticas. Ahora bien, no se trata sólo de describir los hechos y medir los flujos.
Una teoría económica es un cuerpo sistemático de enunciados acerca de los hechos económicos, que tiene por finalidad interpretarlos. Entre estos enunciados, se puede distinguir:
Por ejemplo, los supuestos de la General Theorysegún Keynes son los siguientes:
“Suponemos conocidos el grado de habilidad existente y la cantidad de mano de obra disponible, la cantidad y calidad del equipo disponible, el estado de la técnica, el grado de competencia, los gustos y hábitos de los consumidores, la desutilidad de las diferentes intensidades del trabajo y de las actividades de supervisión y organización, así como la estructura social que incluye las fuerzas que determinan la distribución de la renta nacional y que no están comprendidas en las variables que citamos más adelante” (Lekachman, 1972: 11).
La teoría económica recurre a simplificaciones, que suelen desorientar a los principiantes, para evitar descripciones muy detalladas que dificultan la interpretación de los procesos económicos. Los supuestos de la ciencia económica no son exhaustivos, por el contrario, ellos seleccionan unos pocos rasgos característicos de la realidad que pretenden describir.
Además, no hay un acuerdo general de los economistas acerca de la validez de las teorías económicas. Resumiendo, se puede decir que,
En cada teoría hay inserta una ideología, pero eso no significa que no pueda existir una ciencia económica. En cierto modo, la ciencia económica surgió para modificar, reforzar o corregir ciertas visiones que habían adquirido formas ideológicas:
En los ejemplos anteriores, se puede mencionar, a manera de ilustración y para poner de relieve la importancia de estos estudios, que
Sin embargo, Furtado nos advierte que, aún despojadas de su contenido ideológico, algunas teorías pueden resultar inadecuadas si se aplican a realidades cuya especificidad se les escapa.
Las industrializaciones tardías del Siglo XIX (Alemania, Rusia Zarista, Japón) se originaron para dar una respuesta a determinadas situaciones históricas. No es posible estudiar el desarrollo capitalista sobre la base de la lógica general del capitalismo. Es necesario tener en cuenta las condiciones específicas de cada región. Según Furtado, en todos esos casos, existió el control del Estado por la burguesía nacional, que no era simplemente una clase de comerciantes que hacían negocios, sino que ésta definía a la nación como un mercado para ella. Esto es lo esencial en los capitalismos tardíos. (Furtado, 1981: 105).
Cada país debe ser considerado un caso aparte. Esto no significa, como lo hacían las teorías del crecimiento económico, que es necesario considerar a las economías nacionales como sistemas cerrados pensando que “lo esencial del desarrollo económico […] es la difusión de técnicas y valores de las economías avanzadas” (Furtado, 1982: 15).
El capitalismo periférico
El desarrollo del capitalismo presenta todo un abanico de posibilidades, por lo mismo la concepción lineal casi unívoca del desarrollo poco aporta a la explicación.
En los países desarrollados, las innovaciones incrementaron la productividad del trabajo y la homogeneidad social. En los países de industrialización tardía no se generaron los mismos efectos homogenerizadores. Finalmente, en los países periféricos, el paso de la agricultura de subsistencia a la agricultura comercial (aprovechando las ventajas comparativas) crea un excedente que provoca una modernización de las formas de consumo en beneficio de una minoría.
No estamos frente a un aumento de la productividad del trabajo, sino ante un incremento de la productividad económica, por lo que puede decirse que hay modernización pero no desarrollo (Furtado, 1982: 15-16).
Como consecuencia de la crisis de 1929, el precio del café se redujo drásticamente y obligó al Brasil a reducir a la mitad sus importaciones. No pudiendo financiar con recursos externos las existencias de café excedentario, el gobierno se vio obligado a recurrir a recursos inflacionarios. Esto benefició a la industrialización debido a la defensa de la renta monetaria y a la elevación del precio de los productos importados.
Impulsado el proceso de industrialización, ya no se pudo volver atrás. Si bien la producción nacional era más cara que la importada, aumentó la productividad de la mano de obra, que hasta entonces estaba en gran parte excluida. Los frutos de este progreso se concentraron en determinados grupos y la acción sindical presionó para imponer nuevas formas de distribución del ingreso.
Los dirigentes del país no siempre fueron capaces de percibir su situación en el sistema, principalmente debido a la alienación: no advertían que la “buena doctrina” económica se basaba en premisas que no existían en una economía periférica. Por eso no surgió inmediatamente un pensamiento crítico que diera origen a una nueva teorización. Esto sólo se logra dos décadas después en la CEPAL bajo la dirección de Prebisch (Furtado, 1982: 19). Hasta entonces, la ciencia económica y la política económica estuvieron divorciadas (situación de no-bridge). Una vez más, el búho de Minerva emprendió el vuelo al anochecer.
Según Prebisch (1982: 73), las posiciones doctrinarias de la época se basaban en tres artículos de fe:
La división internacional del trabajo hizo posible la exportación de bienes primarios. De esta manera, algunos países alcanzaron importantes grados de prosperidad, aunque grandes masas humanas quedaron al margen de los beneficios generados por el desarrollo.
La acción estatal se tradujo en inversiones importantes en materia de infraestructura, pero el Estado no podía intervenir en el mercado.
El patrón oro era una herramienta eficaz para corregir desórdenes inflacionarios de origen interno, pero su funcionamiento hacía vulnerable la actividad económica interna. Esta vulnerabilidad es la que se intenta combatir con políticas no ortodoxas, que son causantes de la inflación (Prebisch, 1982: 73).
Los economistas de la CEPAL sostenían que no hay en la economía de mercado un principio regulador de la distribución del ingreso como lo habían supuesto los neoclásicos, quienes creían que la distribución del ingreso se efectuaba según la productividad marginal de los distintos “factores”.
La distribución es la resultante – en gran parte - del juego de las relaciones de poder. El aumento de la productividad es captado por los estratos superiores debido a la disparidad que existe entre el proceso de democratización y el proceso económico, y esto es la resultante de la insuficiente acumulación de capital (Prebisch, 1976: 57):
“En plena lógica, sólo se encuentran dos formas de corregir esta disparidad: transformar el proceso económico a favor del avance democrático, o sacrificar este último para mantener el proceso económico, asegurando el progresivo desenvolvimiento de la sociedad de consumo” (Prebisch, 1976: 57).
Pero esto resulta incompatible con la imitación del consumo de los países centrales. Si bien el mercado “no es el supremo regulador del desarrollo, cumple un papel insustituible tanto en lo económico como en lo político:
El desarrollo brasileño es un caso especial que tiene su propia lógica y que, por lo tanto, no puede ser explicado por la lógica general del sistema capitalista. La explicación ha de obtenerse recurriendo a la historia.
La división del país en regiones, por ejemplo, expresa la coexistencia de tiempos históricos diferentes. El atraso brasileño se encontraba más en la matriz social que en la economía. Primero se experimentó una modernización y luego se preparó la política económica para atender las exigencias de dicha modernización.
Furtado resume de esta manera sus categorías teóricas:
“¿Qué es el desarrollo? Es la elevación del nivel de vida de una población. Es la diversificación del consumo ¿Qué es la diversificación del consumo? Un aumento relativo de los bienes manufacturados, de los bienes durables” (Furtado, 1981: 101).
Para aumentar la oferta de bienes manufacturados, había dos opciones:
Pero, alrededor de 1950, Brasil se encontraba con su capacidad de importación estancada, por lo que el Estado debió intervenir para enfrentar la industrialización inevitable.
El estructuralismo
El estructuralismo latinoamericano, corriente que surge en la primera mitad de los años 60, tiene como objetivo principal tomar en cuenta los parámetros no-económicos en los modelos macroeconómicos.
En las ideas de Furtado, especialmente en Teoría y política del desarrollo económico, el autor privilegia los fenómenos histórico-sociales para explicar el comportamiento de las variables económicas: tenencia de la tierra, formas de acumulación, comportamiento de los agentes empresariales y condición política de los actores sociales. Paralelamente, examina la tendencia al desequilibrio externo como consecuencia de las asimétricas elasticidades demanda-ingreso entre los países y el correlativo deterioro de los términos del intercambio.
Estas complejas relaciones son estudiadas recurriendo a una matriz estructural donde se relacionan y se determinan las variables endógenas y exógenas. De esta manera, se pone de relieve la importancia de las variables no-económicas (entre ellas los factores psicológicos y sociales) en el funcionamiento y la transformación de los sistemas económicos (Mallorquín, 1998).
Furtado parte de la definición que del término “estructura” formula François Perroux (1939): “proporciones y relaciones que caracterizan a un conjunto determinado en el tiempo y en el espacio” (Furtado, 1974:79). Pero esta categoría, al ser incorporada al estructuralismo de Furtado, es resignificada al introducir la historia y las especificidades de cada región.
Según Furtado, los modelos son constructos que podrían generalizarse fuera del ámbito en el que fueron concebidos, si parten de una realidad histórica. Esto requiere un doble enfoque: el estudio de los procesos históricos y la construcción de tipologías; y la comprensión del comportamiento de los agentes económicos. Sin el estudio de la estructura agraria, por ejemplo, no se podría comprender la rigidez de la oferta de alimentos, ni tampoco los efectos del dualismo estructural y la tendencia a la concentración del ingreso.
Por lo expuesto, el estructuralismo latinoamericano es distinto al de la escuela francesa y también se aparta del camino de Parsons, aunque Furtado reconoce que ambos tienen como antepasado al estructuralismo marxista, aproximándose más a los “tipos ideales” de Max Weber. Estamos frente a un estructuralismo que debe ser diferenciado del de Leontieff, por el cual las estructuras son las “cajas vacías” de la matriz insumo-producto (Mallorquín, 1998).
Los textos de Furtado fueron constantemente transformados, revisados y modificados por el autor. Un aspecto importante en la obra de Furtado son sus anticipaciones a la teoría de la dependencia, tal como aparecen en Uma economia dependente, donde reelabora conceptos utilizados en sus obras anteriores.
El dualismo estructural
M. Iconikoff (1973) ha construido un modelo en base a los estudios de Furtado (1972), con la ayuda del cual mostraremos un modelo de tipo gestalt que reduce las pautas de consumo de la población brasileña en dos patrones básicos.
El primero de los patrones que se denominará “A”, coincide con las pautas del 25% de la población que percibe los más altos niveles de ingreso. En este sector social encontramos un estilo de vida similar al de las clases medias y altas de los países centrales. Esto equivale a decir que adquieren bienes costosos y los renuevan a medida que aparecen nuevos modelos. A diferencia de lo que ocurría en la etapa preindustrial gran parte de estos bienes de producen en el país y lo mismo ocurre con los bienes intermedios y con parte de la maquinaria necesaria para su producción.
Frente a la constatación de este fenómeno, cabe preguntar: ¿Cómo un sistema que genera un ingreso medio equivalente a la cuarta parte del generado por el sistema estadounidense, puede satisfacer pautas de consumo semejantes? Es que el sistema se ha organizado de tal manera que va produciendo una concentración del ingreso y simultáneamente va concentrado el proceso de acumulación del capital en las industrias que satisfacen las demandas de ese segmento de la población (Iconikoff, 1973).
El segundo patrón, que se denominará “B”, es observado en el 75% restante de los habitantes y está compuesto fundamentalmente por alimentos y textiles.
De lo expuesto hasta aquí podría inferirse que si los sectores populares pasaran progresivamente del tipo de consumo B al tipo A, se generaría un desarrollo que beneficiaría al conjunto de la población. Sin embargo, este proceso está en contradicción con la lógica del sistema. La dinámica del sistema descansa no tanto en el acceso del consumidor a cierto tipo de bienes, sino en la posibilidad de renovación al ritmo que establecen los fabricantes, es decir que se induce al consumidor a la rápida reposición, sea por desgaste o por aparición de un nuevo modelo. En palabras de Furtado: “Como la demanda está siendo teleguiada desde afuera, esa nueva demanda exige recursos crecientes” (1981: 98).
El acceso de los sectores populares al patrón de consumo A supone la existencia de ciertas precondiciones:
Ante la inexistencia de estas condiciones, el crecimiento sigue basándose en la demanda de los sectores de altos ingresos; y los capitales son extraídos por las industrias dinámicas y ahuyentados de los sectores que producen bienes del tipo B.
En los países centrales, el desarrollo económico no borró las desigualdades sociales y siguen existiendo pautas de consumo diferenciadas; pero, sus mecanismos funcionan de manera tal que los sectores de bajos ingresos logran reproducir el estilo de vida de los sectores de altos ingresos. Si bien, cuando aquéllos alcanzan esa meta, éstos ya se han desplazado a un nivel de consumo superior.
En los países periféricos, el aparato productivo está orientado principalmente a la satisfacción de productos del tipo A; en tanto que una suma gastada por los ricos tiene un efecto multiplicador mayor que la misma suma gastada por los pobres. De manera que, mientras los sectores de altos ingresos reproducen las pautas vigentes en los países centrales, el consumo de los sectores populares se estanca o se modifica muy lentamente, cuando no se deteriora.
El factor externo, el que viene del exterior (inducido), no será jamás condición suficiente para el desarrollo. El estudio del desarrollo debería partir del horizonte de la comunidad en cuestión, teniendo en cuenta tanto el sistema interno de decisiones como los factores limitantes que escapan a dichas decisiones. La transformación del conjunto de estructuras de una sociedad dependerá de los objetivos que la misma pretenda alcanzar.
El proyecto nacional
En todos los casos de industrialización tardía (Alemania, Rusia, Japón) existió un proyecto nacional. En ellos, el Estado estaba controlado por un segmento de la sociedad denominando “burguesía nacional”. Esta fracción de clase es algo más que un conjunto de comerciantes en busca de ganancias, se trata de un sector que controla el Estado y formula una política que concibe a la nación como un mercado para sus bienes.
En muchos casos se crearon empresas estatales porque el sector privado no tenía la fortaleza suficiente para determinados emprendimientos. “Nadie creó Volta Redonda por gusto. Ningún grupo nacional o internacional se interesó en el proyecto. Y para Brasil, el problema era tener o no siderurgia” (Furtado: 1981; 117).
En el contexto de la globalización, la nueva ortodoxia económica ha desmantelado la idea de los sistemas nacionales, situándose en la óptica de los grandes circuitos monetarios y financieros. Sin embargo, las teorías anteriores tomaban siempre como referencia al sistema nacional desde la misma teoría de las ventajas comparativas de Ricardo.
Algunos como Samir Amin afirman que la burguesía nacional ya no existe y que, por lo tanto, no puede haber un capitalismo nacional sin burguesía nacional. Sin embargo, la afirmación de Amin es algo exagerada, como lo demuestra la existencia de conglomerados capitalistas cuyas grandes empresas ( si bien actúan a escala planetaria) tienen sus casas matrices en determinados países, se protegen con sus jueces y leyes, y con gobiernos que acuden a la defensa de sus intereses, tal el caso de EUA, Japón y Corea. Sin embargo, tanto en los países periféricos más desarrollados como en los de menor desarrollo no existe burguesía nacional (Zibechi, 2009). Por eso, en una de sus últimas ponencias, Furtado (1982) se pregunta si los países de la periferia van a tener influencia en la toma de decisiones acerca de la línea de evolución que adoptará el capitalismo en el futuro.
Bibliografía
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FERNÁNDEZ-POL. J. E. (1986) Economía para no economistas. Buenos Aires. Editorial Tesis.
FURTADO, C. (1982) “Transnacionalização e monetarismo. En Pensamiento Iberoamericano n° 1 (enero-junio). Madrid. AECI.
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LEKACHMAN, R. (1972) “Prólogo” en J. M. Keynes y otros. Crítica de la economía clásica. Barcelona. Ariel.
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Biografía de Celso Furtado
Celso Furtado es conocido en el mundo como uno de los principales economistas y pensadores sociales Latinoamericanos.
Nació en Paraíba en 1920, en el noreste del Brasil, se graduó en leyes en Río de Janeiro (1944) y recibió un Ph.D en economía por la Universidad de París (1948). De 1958 a 1959 fue director del Banco de Desarrollo Económico y Social Brasileño (BNDES), donde él concibió y creó la Superintendencia de Desarrollo del Noreste, SUDENE, una agencia estatal pionera para fomentar el desarrollo económico en el noreste del Brasil. Fue superintendente de esta agencia de 1959 a 1964. El trabajo desarrollado por Furtado en SUDENE fue objeto de un caso especial de estudio sobre Planeación Económica Creativa escrito por Albert Hirschmann (Viaje hacia el progreso).
A partir de 1962 a 1963 fue Ministro de Planeación durante el gobierno de Joao Goulart. Después de la toma de posesión de los militares en 1964, Furtado fue privado de sus derechos políticos. Impartió cátedra en la Universidad de Yale y posteriormente en las Universidades de Cambridge y de París hasta 1985.
Con el reestablecimiento del Reglamento Civil en el Brasil, Furtado fue designado Embajador Brasileño en la Comunidad Económica Europea en Bruselas (1985-1986), y Ministro de Cultura del Brasil (1986-1990). Posteriormente, fue miembro de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo de la UNESCO.
Furtado aporto una original e importante contribución intelectual para comprender los determinantes del síndrome del subdesarrollo, acercándose a una perspectiva histórica y a los diferentes caminos seguidos por varios países para superar esta condición. Sus libros Formación Económica del Brasil (1959) y Desarrollo y subdesarrollo (1961 son considerados obras clásicas de la literatura en el tema, fueron traducidos a siete idiomas. Celso Furtado ha publicado más de 20 libros y una gran cantidad de artículos y de ensayos sobre economía política del desarrollo, de estructura del capitalismo mundial y de relaciones exteriores.
Obras de Celso Furtado
1. Libros
Contos da vida expedicionária – de Nápoles a Paris. Rio de Janeiro, Livraria Editora Zelio Valverde, 1946.
L'économie coloniale brésilienne. Paris. Tese de doutorado apresentada à Faculdade de Direito e Ciências Econômicas da Universidade de Paris. Paris, junho de 1948.
————. tradução brasileira: Economia colonial no Brasil nos séculos XVI e XVII. São Paulo, Hucitec/Abphe (Associação Brasileira de Pesquisadores em História Econômica), 2001.
A economia brasileira. Rio de Janeiro, A Noite, 1954.
Uma economia dependente. Ministério da Educação e Cultura (Serviço de Documentação), Rio de Janeiro, 1956.
Perspectivas da economia brasileira. Instituto Superior de Estudos Brasileiros. Rio de Janeiro, 1958.
Uma política de desenvolvimento econômico para o Nordeste. Rio de Janeiro, Imprensa Nacional, 1959.
Formação econômica do Brasil. Rio de Janeiro, Fundo de Cultura, 1959.
————.São Paulo, Companhia Editora Nacional, 1965. 242 p.
————.Brasília, Editora Universidade de Brasília, Coleção “Biblioteca Básica Brasileira”, 1963.
————. São Paulo, Publifolha/Folha de São Paulo, Coleção “Grandes nomes do pensamento brasileiro”, 2000.
A Operação Nordeste. Rio de Janeiro, Instituto Superior de Estudos Brasileiros, 1959.
Desenvolvimento e subdesenvolvimento. Rio de Janeiro, Fundo de Cultura, 1961.
Subdesenvolvimento e Estado democrático. Recife, Condepe, 1962.
A pré-revolução brasileira. Rio de Janeiro, Fundo de Cultura, 1962.
Dialética do desenvolvimento. Rio de Janeiro, Fundo de Cultura, 1964.
Subdesenvolvimento e estagnação na América Latina. Rio de Janeiro, Civilização Brasileira, 1966.
Teoria e política do desenvolvimento econômico. São Paulo, Companhia Editora Nacional, 1967.
————. Lisboa, Dom Quixote,1971.
————. São Paulo, Abril Cultural, coleção “Os Economistas”, 1983.
————. São Paulo, Paz e Terra (10a edição revista pelo autor), 2000.
Um projeto para o Brasil. Rio de Janeiro, Saga, 1968.
Formação econômica da América Latina. Rio de Janeiro, Lia Editora, 1969.
Análise do “modelo” brasileiro. Rio de Janeiro, Civilização Brasileira, 1972.
A hegemonia dos Estados Unidos e o subdesenvolvimento da América Latina. Rio de Janeiro, Civilização Brasileira, 1973.
O mito do desenvolvimento econômico. Rio de Janeiro, Paz e Terra, 1974.
————. São Paulo, Círculo do Livro, s.d.
————. São Paulo, Paz e Terra (edição de bolso, abreviada),1996.
A economia latino-americana. São Paulo, Companhia Editora Nacional, 1976. (edição definitiva da obra Formação econômica da América Latina.)
Prefácio a nova economia política. Rio de Janeiro, Paz e Terra, 1976.
————. Lisboa, Dinalivro, s. d. Criatividade e dependência na civilização industrial. Rio de Janeiro, Paz e Terra, 1978.
————. São Paulo, Círculo do Livro, 1978.
Pequena introdução ao desenvolvimento – um enfoque interdisplinar. São Paulo, Companhia Editora Nacional, 1980.
————. São Paulo, Paz e Terra (3a ed. revista pelo autor), 2000.
O Brasil pós-“milagre”. Rio de Janeiro, Paz e Terra, 1981.
A nova dependência, dívida externa e monetarismo.Rio de Janeiro, Paz e Terra, 1982.
Não à recessão e ao desemprego. Rio de Janeiro, Paz e Terra, 1983.
Cultura e desenvolvimento em época de crise. Rio de Janeiro, Paz e Terra, 1984.
A fantasia organizada. Rio de Janeiro, Paz e Terra, 1985.
Transformação e crise na economia mundial. São Paulo, Paz e Terra, 1987.
A fantasia desfeita. São Paulo, Paz e Terra, 1989.
ABC da dívida externa. São Paulo, Paz e Terra,1989.
Os ares do mundo. São Paulo, Paz e Terra, 1991.
Brasil, a construção interrompida. São Paulo, Paz e Terra, 1992.
Obra autobiográfica de Celso Furtado. 3 vol. São Paulo, Paz e Terra, 1997.
O capitalismo global. São Paulo, Paz e Terra, 1998.
————. Lisboa, Gradiva, 1999
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O longo amanhecer – reflexões sobre a formação do Brasil. São Paulo, Paz e Terra, 1999.
Em busca de novo modelo – reflexões sobre a crise contemporânea. São Paulo, Paz e Terra, 2002.
2. Antologías
El subdesarollo latinoamericano, ensayos de Celso Furtado. México, Fondo de Cultura Económica1982.
Obras escogidas de Celso Furtado. Compilação de José Consuegra. Bogotá, Plaza & Janes, 1982.
3. Ensayos
3.1. En libros (selección)
“Capital formation and economic development”, em The economics of underdevelopment. A. N. Agarwala & S. P. Singh (org.), J. Viner, P. Baran, W. W. Rostow, C. Furtado. V. Rao, P. Rosenstein-Rodan, R. Nurkse et alii. Oxford University Press. Nova York, 1958.
“Förenta staterna och Latinamerikas framtid”, em Latinamerikaner om Latinamerika. P. Schori (org.), J. Bosch, C. Fuentes, C. Furtado, F. Julião, F. Castro, E. Che Guevara, J. de Castro, J. Figueres et alii. Prisma. Oskarshamm, 1968.
“Marx’s model in the analysis of the underdeveloped economic structures”, em Marx and contemporary scientific thought. R. Aron, M. Rodinson, C. Furtado, R. Garaudy, E. Hobsbawn, T. Adorno, A. Sauvy, A. Schaff, H. Marcuse, I. Sachs, J. Habermas et alii. Mouton. Paris/Haia, 1969.
“Probleme der Industrialisierung in Lateinamerika”, em Die Aktuelle Situation Lateinamerikas. Hanns-Albert Steger (org.), M. Berger, B. Kötting, C. Furtado, F. Fernandes, G. Freyre, F. H. Cardoso, C. Rama et alii. Athenäum. Frankfurt, 1971.
“Da República oligárquica ao Estado militar”, em Brasil: Tempos Modernos. C. Furtado (org.), H. Jaguaribe, F. Weffort, F. H. Cardoso, F. Fernandes, J. Leite Lopes, O. M. Carpeaux, J. C. Bernadet, A. Callado. Paz e Terra. Rio de Janeiro, s. d. (tradução em espanhol: Brasil hoy, Siglo XXI. México, 1968; em alemão: Brasilien Heute. Athenäum. Frankfurt, 1971.)
“Entraves ao desenvolvimento”, em O Brasil na encruzilhada. J. de Castro, M. Arraes, C. Furtado, F. Julião, M. Moreira Alves, D. Helder Câmara, S. Lafaurie et alii. Dom Quixote. Lisboa, s. d.
“A global view of the development process”, em Different theories and practices of development. I. Alechina, C. Furtado, J. Galtung, et alii. UNESCO. Paris, 1982.
“A política econômica de François Mitterrand”, em O novo socialismo francês e a América Latina. F. H. Cardoso & H. Trindade (org.), C. Furtado, G. Lavau, A. Rouquié, A. Touraine. Paz e Terra. Rio de Janeiro, 1982.
“Transnacionalización y monetarismo” e “Dependencia en un mundo unificado”, em La crisis internacional y la America Latina. Sofia Méndez (org.), R. Prebisch, Ruy M. Marini, C. Furtado, A. Pinto, O. Ianni, M. Löwy, F. Fajnzylber, D. Caputo et alii. Fondo de Cultura Económica. México, 1984.
“Crisis y transformación de la economía mundial: desafíos y opciones”, em La crisis de la deuda externa en la America Latina. Miguel S. Wionczek (org.), V. Urquidi, C. Furtado, D. Avramovic, F. Stewart et alii. Fondo de Cultura Económica. México, 1987.
“Desarrollo y subdesarrollo” (cap. IV de Desarrollo y subdesarrollo, EUDEBA, Buenos Aires, 1971), em Cincuenta años de pensamiento en la CEPAL: textos seleccionados. Fondo de Cultura Económica/ CEPAL. Santiago, 1998.
“Quando o futuro chegar”, em Brasil, um século de transformações. Ignacy Sachs, Jorge Wilheim & Paulo Sérgio Pinheiro (org.). A. Garcia, C. Buarque, L.C. Bresser-Pereira, P. Singer et alii. Companhia das Letras, São Paulo, 2001.
“Reflexões sobre a crise brasileira”, em Razões e ficções do desenvolvimento. Glauco Arbix, Mauro Zilbovicius & Ricardo Abramovay (org.), F. de Oliveira, R. Ricupero, J. Marcovitch, P. Streeten, S. Amin, A. Bagnasco et alii. Ed. Unesp/Edusp, São Paulo, 2001.
3.2. En publicaciones (selección)
“Trajetória da democracia na América”. Revista do Instituto Brasil-Estados Unidos. Rio de Janeiro, 1946. (Prêmio Franklin D. Roosevelt, outorgado pelo IBEU.)
“Teoria da estrutura em organização”. Revista do Serviço Público, Rio de Janeiro, fevereiro de 1946.
“Características gerais da economia brasileira”. Revista brasileira de economia, Rio de Janeiro, março de 1950. (Primeiro ensaio do autor sobre análise econômica.)
“Formação de capital e desenvolvimento econômico”. Revista brasileira de economia, Rio de Janeiro, setembro de 1952. (Ensaio crítico às conferências do economista sueco Ragnar Nurkse no Rio de Janeiro. Primeiro artigo traduzido, cf. “Capital formation and economic development”, International economic papers, no 4, Londres, 1954.)
“O desenvolvimento econômico – ensaio de interpretação histórico-analítica”. Econômica brasileira, vol. 1, no 1, Rio de Janeiro, janeiro-março de 1955.
“El análisis marginal y la teoría del subdesarrollo”. El Trimestre económico, vol.XXIII, México, 1956.
“Reunión de economistas de Oriente y Occidente”. El Trimestre económico, vol. XXV, México, 1958.
“Ideas en torno a la creación de una Escuela Latinoamericana de Economia”. Economia, no 72-73, Santiago, 1961.
“Brazil: what kind of Revolution?”. Foreign Affairs, Washington, abril de 1963.
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“L’hégémonie des Etats-Unis et l’Amérique Latine”. Le Monde, Paris, janeiro de 1966.
“Au Brésil: économie, politique et société”. Revue des Annales, Paris, julho/agosto de 1966.
“De l'oligarchie à l'Etat militaire”. Les Temps modernes, 23o ano, no 257, Paris, outubro de 1967.
“Intra-country discontinuities: towards a theory of spatial structures”. Social science information, dezembro de 1967.
“Un modèle simulé de développement et de stagnation” (em colaboração com A. Maneschi). Economie et société, Paris, março de 1969.
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“Aventures d’un économiste brésilien”. Revue Internationale de Sciences Sociales, vol. XXV, no 1-2, Unesco, Paris, 1973. Publicado em versão inglesa em A biographical dictionary of Dissenting Economists, Philip Arestis & Malcolm Sawyer (org.), Cheltenham, UK/Northampton, MA, USA, Edward Elgar, 2000 (2a edição).
“Le modèle brésilien”. Revue Tiers-Monde, Paris, julho/setembro de 1973.
“Underdevelopment and dependence: the fundamental connection”. Working papers, Center for Latin American studies, University of Cambridge, no 17, 1973.
“Le nouvel ordre économique mondial: un point de vue du Tiers-Monde”. Revue Tiers-Monde, Paris, julho/setembro de 1976.
“Development”. International social sciences journal, vol. XXIX, no 4, Paris, 1977.
“Acumulación y creatividad”. Revista de la CEPAL, Santiago, 2o semestre de 1978.
“El desarrollo desde el punto de vista interdisciplinario”. El trimestre económico, no 181, México, janeiro-março de 1979.
“L'ordre économique internationale: les nouvelles sources de pouvoir”. Revue Tiers-Monde, Paris, janeiro/março de 1980.
“La dette extérieure brésilienne”. Problèmes d'Amérique Latine, La Documentation française, Paris, novembro de 1982.
“Las relaciones comerciales entre la Europa Ocidental y la America Latina”. El Trimestre económico, vol. L (3), no 199, México, 1983.
“Rescuing Brazil, reversing recession”. Third World Quarterly, Londres, julho de 1984.
“Que somos? Sete teses sobre a cultura brasileira”. Revista do Brasil, ano 1, no 2, Rio de Janeiro, 1984.
“A crise econômica contemporânea” (discurso de recepção do título de doutor Honoris Causa da Universidade Técnica de Lisboa, 1987). Estudos de Economia, vol. VII, no 4, Lisboa, julho-setembro de 1987.
“La restructuration de l'économie internationale”. Développement et civilisation, Paris, março de 1989.
“International economic security: a global view”. Razvoj/Development International, vol. IV, no 2. Zagreb, julho-dezembro de 1989.
“O subdesenvolvimento revisitado”. Economia e sociedade, no 1, Campinas, agosto de 1992. (Aula magna proferida por ocasião da recepção do título de doutor Honoris Causa da Universidade de Campinas, em 21 de agosto de 1990.)
“Retour à la vision globale de Perroux et Prebisch”. Economie appliquée, tomo XLVII, no 3, Paris, 1994. (Texto da “Sixième Conférence François Perroux”, proferida a 15 de junho de 1994 no Collège de France, Paris.)
“A superação do subdesenvolvimento”. Economia e sociedade, no 3, Campinas, dezembro de 1994.
“A invenção do subdesenvolvimento”. Revista de economia política, vol. 15, no 2, São Paulo, abril-junho de 1995.
“El nuevo capitalismo”. Revista de la CEPAL, no extraordinário “CEPAL cincuenta años”, Santiago de Chile, outubro de 1998.
“Brasil: opções futuras”. Revista de economia contemporânea, vol. 3, no 2, Rio de Janeiro, julho-dezembro de 1999.
“La búsqueda de un nuevo horizonte utópico”. Ciudadanos – Revista de crítica política y propuesta, ano 2, no 2. Buenos Aires, verão de 2001.
4. Entrevistas en libros
BENJAMIN, César & ELIAS, Luiz Antônio (org.). Brasil: crise e destino – entrevistas com pensadores contemporâneos. Rio de Janeiro, Expressão Popular, 2000.
BIDERMAN, Ciro, COZAC, L. Felipe & REGO, José Marcio. Conversas com economistas brasileiros. São Paulo, Editora 34, 1997.
COSTA COUTO, Ronaldo. Memória viva do regime militar – Brasil: 1964-1985.
Rio de Janeiro, Record, 1999.
SANTOS MINEIRO, Adhemar, ELIAS, Luiz Antônio & BENJAMIN, César (org.). Visões da crise. Rio de Janeiro, Contraponto, 1998.
TAVARES, Maria da Conceição, CORREIA DE ANDRADE, Manuel & RODRIGUES PEREIRA, Raymundo. Seca e poder – entrevista com Celso Furtado. São Paulo, Editora Fundação Perseu Abramo, 1998.
MATARAZZO SUPLICY, Eduardo. Renda de cidadania: a saída é pela porta. São Paulo, Editora Fundação Perseu Abramo/Cortez Editora, 2002.
Roberto Vila De Prado (argentino) Politólogo (Univ. Del Salvador). Dr © en Ciencias Sociales y Filosofía sobre América Latina (UAGRM) Profesor Emérito UAGRM. Master en la sociedad de la información y el conocimiento (UAC)