"Contribuciones a la Economía" es una revista
académica con el
Número Internacional Normalizado
de Publicaciones Seriadas
ISSN 16968360
Isaac Leobardo Sánchez Juárez (*)
isaac@dns.colef.mx
Resumen
Es un hecho que la economía y la sociedad no son lo que eran antes, los ritmos y movimientos de nuestras vidas se han modificado a raíz de los cambios sufridos en los procesos de producción, distribución, intercambio y consumo. La ola de modificaciones que se ha presentado puede ser adjudicada al proceso de mundialización o globalización (según se interprete). No se puede permanecer escéptico al cambio y mucho menos quienes hacen política pública, son ellos quienes mayor atención deben prestar a la dirección y condiciones de estos frenéticos movimientos. En este documento se reflexiona de forma preliminar sobre el contexto actual, se discute el proceso de globalización y sus actores fundamentales, se señalan sus consecuencias en términos de asimetría y se indican propuestas para no considerar a la globalización como alternativa.
Palabras clave: globalización, mundialización, economía, sociedad, cambio, asimetrías y desarrollo.
Abstract
Is a fact that economy and the society are not is what they were before, the rhythms and movements of our lives have gotten modified, because of the changes suffered in the processes of production, distribution, interchange and consumption. The wave of modifications that has presented itself can be adjudicated to the process of mundialization or globalization (according to interpret it). It can not be remained skeptical to the change let alone those who they do public policy, they are that must render bigger attention to the address and conditions are of these frantic movements. In this document we reflect on preliminary form of the present-day context, the process of globalization and its fundamental actors, in this document we indicate its consequences in terms of asymmetry and we indicate proposals to not consider globalization as an alternative.
Key words: globalization, mundialization, economy, society, change, asymmetries and development.
JEL: Y20, Z13, F01.
Para citar este artículo puede utilizar el
siguiente formato:
Sánchez Juárez, I.L.:
"Algunas reflexiones en torno a la economía contemporánea" en Contribuciones a la Economía,
junio 2008 en
http://www.eumed.net/ce/2008b/
En este documento se presentan algunas reflexiones sobre los cambios que se han presentado en la actualidad y que han modificado la forma en la que se concibe el mundo desde lo social y lo económico. Como referencia ya obligada, se analiza el papel de la globalización, centrándose únicamente en sus aspectos económicos, dejando un tanto al margen las consecuencias culturales, políticas y otras. Se reflexiona brevemente sobre los impactos del incremento poblacional, que ha sido uno de los rasgos más sobresalientes de los últimos tres siglos; las mejoras en los sistemas de salud y en la alimentación de la humanidad han acarreado que la población mundial se incremente, dejando lejos la predicción Malthusiana que soslayaba el papel del avance técnico.
La tecnología y sus impactos es otro de los elementos en torno a los cuales giran estas reflexiones, la economía del conocimiento, la forma en la que se han modificado los patrones de producción y por tanto de consumo, son rasgos sobresalientes sobre los cuales es preciso reflexionar constantemente, en especial si se tiene el interés de establecer líneas de acción que permitan a los territorios escapar de situaciones de subdesarrollo o peor aún de trampas de pobreza. Encontrar alternativas dentro de la globalización es la nueva tarea de los gobiernos locales, se propone que dadas las asimetrías y desigualdades que presenta la nueva economía red, es necesario ser creativos y solidarios para generar alternativas consensuadas que sean viables y permitan generar estadios de desarrollo superiores. Se proponen tres principios que es preciso tomar en cuenta.
Como se espera quede claro a lo largo del texto, las reflexiones presentadas no nacen de forma espontánea, son el resultado de una lectura crítica de diferentes autores pertenecientes a disciplinas como la sociología y la economía, lo que sugiere dar mayor importancia a la socio-economía y la interdisciplinariedad. Las respuestas a los problemas de hoy no pueden encontrarse en una sola disciplina, es preciso tener un dominio aunque sea a nivel básico de los avances más recientes de las disciplinas contiguas sin por ello dejar de dominar una, recomendación realizada por Schumpeter en el segundo cuarto del siglo XX.
Cambios recientes en la economía y la sociedad
La sociedad que vivimos en estos primeros años del siglo XXI es radicalmente diferente a la existente en siglos anteriores, la evolución de la sociedad y de la economía es notable. El cambio más sobresaliente de todos es el incremento de la población que pasó de 791,000,000 millones de personas en 1750 a 6,614,660,486 el 28 de mayo del 2008 –de acuerdo con estimaciones del Buro de Censos de los Estados Unidos–, este crecimiento parece no tener límites, se espera que para el año 2028 seamos poco más de 9,000 millones de habitantes.
En el pasado, entre otras cosas, buena parte del mundo se mantenía sin explorar, las condiciones climáticas eran diametralmente opuestas, las distancias físicas entre los diferentes grupos sociales eran mayores, y la disponibilidad de recursos era superior, por ello la economía mundial encontró formas de expandirse a través de la explotación desmedida de estos recursos. Las consecuencias de nuestras acciones las vemos nítidamente en estos tiempos, el calentamiento global es el signo evidente de este uso desmedido de la técnica sobre la naturaleza, se ha roto el equilibrio que nos mantenía unidos al planeta.
En concreto, de acuerdo con Vilaseca y Torrent (2005:59-63) se han experimentado una serie de transformaciones en el desarrollo de las fuerzas productivas, en especial estos autores distinguen cuatro aplicaciones tecnológicas que han determinado diferentes fases del desarrollo capitalista.
La primera es la utilización de la fuerza mecánica aplicada a la producción –el maquinismo- con lo que se dio la Primera Revolución Industrial, aprovechando los recursos naturales como el carbón, el acero y la energía de vapor aunado al avance de los medios de transporte y comunicación como el ferrocarril y la navegación de vapor. La segunda aplicación es el descubrimiento de la electricidad y la capacidad para controlar su uso, lo que dio paso a una nueva revolución industrial, que permitió realizar nuevos procesos productivos y amplió notablemente la jornada laboral, la nueva forma de energía supuso también cambios a nivel doméstico a través del uso de electrodomésticos que eficientaban los procesos de alimentación familiar y con ello revolucionó la sociedad, las amas de casa podían, de esta forma, tener un mayor tiempo libre para dedicarlo a otras actividades, lo que incrementó la tasa de inserción femenina en el mercado laboral. La tercera aplicación es el descubrimiento del motor de combustión interna que permitió la construcción de automóviles y con ello abrió paso a la moderna economía del vehículo automotor, se modificó la estructura interna de los ferrocarriles, barcos y permitió cambios en la aviación y en los vuelos espaciales. Espacio y distancia son diferentes, en términos relativos el mundo se ha contraído. El carbón como recurso natural predominante cede ante el petróleo y con ello se da una nueva generación de industrias y productos entre los que destacan los plásticos. La cuarta aplicación son las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) que han modificado al igual que los desarrollos precedentes la forma en la que se vive en el mundo; de tal manera, tenemos que actualmente se realizan grandes operaciones financieras en cuestión de minutos; se pueden ejecutar operaciones quirúrgicas a distancia; es posible intercambiar información con casi cualquier persona en el planeta; las empresas pueden tener plantas en diferentes regiones del globo sin tener grandes pérdidas por la ausencia de cercanía geográfica, entre muchas cosas que ahora son bastante conocidas e incluso rutinarias.
Las cuatro aplicaciones tienen como denominador común el hecho de que han cambiado la forma en la que se realizan las actividades económicas, por estos cambios han aparecido nuevos oficios, desaparecido y vuelto obsoletos otros, se ha presentado una sustitución de habilidades técnicas, los cambios parecen ser en el sentido de tener un mayor conocimiento sobre la naturaleza, la sociedad y la vida humana.
La tecnología y sus cambios son hoy en día el principal rasgo característico de la economía, su base es la llamada digitalización. Las TIC están estableciendo la base material de un nuevo tipo de sociedad, algunos gustan llamarla la nueva sociedad red o la sociedad de la información.
Esto que muchas veces se toma como una consideración de tipo global tiene que ser matizada ya que buena parte de regiones en África, Asia y América Latina se encuentra muy lejos de lo que se denomina sociedad red; de hecho se puede considerar a las economías que no forman parte de la red como regiones marginadas, las cuales difícilmente podrán converger en el corto plazo a los niveles tecnológicos de aquellas que ya forman parte de la red de geometría variable.
El principal rasgo del siglo actual es la consolidación de las asimetrías en el acceso a factores tecnológicos y por tanto a satisfactores, una buena parte de la población mundial vive para trabajar mientras sólo una pequeña parte trabaja para vivir, es un hecho estilizado del desarrollo mundial que el nivel de bienestar subjetivo se ha ido reduciendo en los últimos cien años, a pesar del notable crecimiento del producto económico. Así como la población se ha incrementado desde 1750, las desigualdades también lo han hecho, vivimos en un mundo de crecimientos diferenciales y por tanto de etapas del desarrollo contrastantes.
Globalización o mundialización
La economía mundial sigue regida por la lógica de la maximización de beneficios, aun naciones como China (último gran recuerdo del experimento socialista) continúa trabajando bajo esta lógica, su interés es maximizar la tasa de crecimiento, de ahí que hoy en día el mercado mundial esté inundado de productos que tienen su origen en ese país ya sea de forma legal o ilegal. El desarrollo del sistema capitalista es el resultado de la maximización de beneficios bajo las leyes del mercado. La forma actual de este sistema es la economía del conocimiento, que como se señaló antes, no es un resultado general para todas las naciones, únicamente es el nuevo rostro del capitalismo, que por naturaleza resulta desigual, de otra forma perdería su esencia y terminaría desapareciendo.
El sistema capitalista ha tenido desde sus orígenes una dinámica expansiva lo que ha permitido que se rebasen las fronteras nacionales. Cuando las naciones como resultado de su notable crecimiento económico se vieron en la necesidad de aumentar mercados y expandirse a otras naciones generaron la consolidación de lo que ahora se denomina mundialización. Las TIC han favorecido este proceso de consolidación de un mercado mundial de bienes y servicios, la mundialización es el resultado del cambio en el sistema capitalista y la globalización se inscribe en el marco de la economía mundializada como un fenómeno relativamente nuevo en el que en tiempo real se realizan las actividades de producción, intercambio y consumo, aunado a una movilidad relativa de mercancías y de factores productivos; se dice relativa, ya que aunque en teoría existe en la economía global una libre movilidad de mercancías esto no sucede así en el universo de lo real, de no firmarse tratados comerciales el movimiento no puede efectuarse, aún con la firma de dichos tratados resulta que ciertas mercancías no pueden intercambiarse si antes no se cumple con ciertas restricciones que les son impuestas.
La libre movilidad de factores enfrenta también restricciones reales, en especial la mano de obra hacia países desarrollados, a quienes les resulta conveniente restringir los flujos de capital humano, ya que de esta forma los trabajadores que entran de forma ilegal pueden ser tolerados, en la medida que reciben salarios mucho menores a los que deben ser legalmente pagados.
La libre movilidad de fuerza de trabajo acarrearía, según la teoría neoclásica, una igualdad en los salarios entre las regiones y con ello se daría una convergencia en sus ingresos per cápita, en cierta forma, el tratar de mantener las diferencias es lo que se persigue a través de una política de restricción a la entrada legal de mano de obra, es una cuestión de estatus que se mantiene fuertemente arraigada en las sociedades, en la economía globalizada el desarrollo y el subdesarrollo son las dos caras de una misma moneda.
La nueva economía que basa su funcionamiento en la incorporación masiva del conocimiento a la actividad productiva y en las capacidades de trabajo en línea, presenta una intensa relación causa-efecto con la mundialización económica y con las tecnologías digitales (Vilaseca y Torrent, 2005:59). El capital más importante de estos nuevos tiempos, es el intelectual y por tanto se hace necesario acumularlo en grandes cantidades y calidades para poder disfrutar de los beneficios que otorga la nueva era de la economía mundial. El subdesarrollo se profundiza en la medida que se cuenta con un capital intelectual reducido y/o en declive. La suerte de los países pobres depende de sobremanera de la inversión que realicen en educación, capacitación e innovación.
Asimetrías de la globalización y desarrollo local
El mundo social de principios del siglo XXI es crecientemente un solo mundo, pero al mismo tiempo está fragmentado, vive en conflicto, es jerárquico y desigual (Martinelli, 2003:291). Vivimos en un sistema global y un mundo fragmentado en el que los territorios tienen que redefinir sus estrategias para salir adelante.
Tanto las fronteras nacionales como locales han sido debilitadas y redefinidas a través de un proceso de desterritorialización y reterritorialización, lo que ha provocado una erosión del viejo concepto de soberanía, los márgenes de acción se ven limitados por los dictados de actores que escapan a la esfera estrictamente nacional o local; pensar en crecimiento y desarrollo es posible si se consideran estas nuevas condiciones como las nuevas reglas del juego económico. De acuerdo con Veltz (1999:143) en el espacio globalizado, los territorios están explícitamente en competencia, las ciudades y las naciones luchan unos contra otros por la atracción de inversiones, por conseguir que importantes empresas se establezcan en sus espacios, para producir con ello fuentes de empleos e ingresos.
La deslocalización de la actividad productiva ha exacerbado la ya polarizada situación económica mundial; buena parte de los flujos económicos obedecen a la maximización de beneficios con lo que se buscan regiones de bajo costo o de elevada capacidad técnica, en ambos casos esto implica sacrificios para los actores locales que viven en un mundo marcado por la competencia. Para Veltz (1999) la clave para ser competitivos consiste en tener una productividad sistémica de las relaciones, a nivel de empresa, el compromiso subjetivo y la cooperación interpersonal ya no son solamente movilizados para subsanar los errores y las consecuencias de la organización formal, sino que cada vez más son el centro de la eficiencia normal de la producción.
Rasgo característico también es la crecientemente difícil distinción entre bienes y servicios, sector industrial y sector terciario. Constantemente se ve como la industria se terciariza y amplias porciones del terciario se industrializan, existe entre ambos una relación simbiótica. En opinión de Veltz (1999:173) «… el fenómeno central consiste en el desarrollo de lo que podríamos denominar un “modelo de servicio” en el funcionamiento de los mercados y en las relaciones entre los actores económicos…»
Las economías menos desarrolladas aun no han mejorado o creado un sector manufacturero, y por tanto están lejos de conocer el modelo de economía de servicios ya que no han conseguido industrializar procesos que son básicos, la terciarización amplía las asimetrías.
Es clara la asimetría cuando se observa que los procesos intensivos en tecnología se localizan en los países desarrollados, mientras los procesos intensivos en mano de obra se localizan en los menos desarrollados, siguiendo una lógica de minimización de costos. Dicha conducta puede observarse también a mayores niveles de desagregación espacial, tales como las ciudades o las áreas intra-país.
En el mundo globalizado aumentan las desigualdades y las irreversibilidades. Las barreras de acceso a la tecnología moderna se elevan, y las posibilidades de transferencia y de imitación, ligadas al comercio internacional, tienden a limitarse a las esferas que ya disponen de una infraestructura material e intelectual desarrollada, lo que incrementa las llamadas “trampas de pobreza”. La acumulación de desigualdades se convierte en uno de los mecanismos centrales de la economía. Aunado a esto, la existencia de “rendimientos crecientes” de la competencia técnica crea irreversibilidades (Veltz, 1999:187). Si las inversiones en producción e infraestructura se siguen concentrando bajo una configuración técnica determinada, se hace imposible volver atrás, lo que puede conducir a generar bloqueos
Por último es preciso tomar en cuenta que existen al menos tres macro actores que se han transformado y han transformado las relaciones mundiales: el primero de ellos son las grandes corporaciones transnacionales, multinacionales y las instituciones financieras internacionales; el segundo son los Estados, los organismos internacionales y los gobiernos supranacionales y el tercero son los movimientos globales de comunidades epistémicas, como las comunidades científicas que han jugado un rol destacable en el conocimiento, explicación y cambio del entorno social.
Oportunidades de desarrollo en un mundo globalizado
La clásica idea de que no hay alternativa a la globalización debe ser confrontada con otra interpretación de la globalización actual: esta no es una alternativa. Conceptuado así, la tarea de la teoría económica contemporánea es encontrar una alternativa, los países en desarrollo tienen el deber de inventar estrategias que respondan a sus condiciones particulares. Bajo este contexto, los países en desarrollo harían bien en seguir tres principios fundamentales bajo los cuales es posible formular políticas específicas para cada país con relación a distintos sectores.
El primero, es que debe darse mayor seguimiento al mercado interno que al externo por parte de los gobiernos nacionales, situación que es mucho más viable en países grandes que en pequeños, estos últimos deberían concentrarse en la construcción de bloques regionales para extender sus mercados internos.
Dar un mayor peso al mercado interno significa al menos dos cosas: 1) privilegiar el manejo de la demanda interna y otorgar un papel activo al Estado. El gobierno debe tener un inventario de proyectos de inversión en orden de prioridad, consensuado con los diferentes actores políticos y 2) un énfasis en la demanda interna con equidad implica un incremento en el papel del Estado sobre el bienestar. Esto difiere de la opinión generalizada de que los trastornos causados por una globalización inexorable deben moderarse a través de la creación de “redes de seguridad”. Los gobiernos no tienen porque restringir su balance público de manera dramática, deben invertir en salud, educación y combate a la pobreza,
El segundo principio consiste en considerar el aumento de la productividad no como una herramienta de competitividad internacional, sino como una fuente que genera dentro del país una mayor oferta de bienes y servicios. El crecimiento de la productividad y del empleo debe ser complementario y no antagónico.
El tercer principio se desprende de los anteriores. Los países en desarrollo deben concentrarse en los sectores en los que, por un lado, la producción sea más fácil de obtener de una manera autónoma y, por el otro, tengan un poderoso efecto multiplicador de la demanda sobre el resto de la economía. Evidentemente los países en desarrollo deben retomar el camino de la industrialización, marginándose de la actual división internacional del trabajo.
Existen falsas doctrinas que han guiado la política para el desarrollo, entre las que destacan la de la “ventaja comparativa” impuesta por la globalización y la doctrina monetarista de las “finanzas públicas sanas”. Romper con estas ideas es clave para tener éxito en un mundo irreversiblemente interconectado.
Referencias
Bhaduri, Amit. 2006. “Políticas de Desarrollo en un Mundo Globalizado: principios y políticas sectoriales”, en Nadal, Alejandro y Francisco Aguayo (ed.) Experiencias de Crisis y Estrategias de Desarrollo: autonomía económica y globalización, El Colegio de México, pp. 83-98.
Martinelli, Alberto. 2003. “Governments, Communities and Global Governance”, en International Sociology, pp. 291-323, vol. 18, número 2.
Veltz, Pierre. 1999. Mundialización, Ciudades y Territorios, editorial Ariel, España.
Vilaseca I Requena, Jordi y Torrent i Sellens, Joan. 2005. “Los Tres Pilares de la Nueva Economía: globalización, revolución digital y nueva demanda”, en Principios de Economía del Conocimiento. Hacia una Economía Global del Conocimiento, pp. 57-108, ediciones Pirámide, España.
* Sobre el autor:
Isaac Leobardo Sánchez Juárez, candidato a Doctor en Ciencias Sociales con Especialidad en Estudios Regionales de El Colegio de la Frontera Norte. isaac@colef.mx
• Licenciado en Economía por la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca
• Maestro en Economía Regional por la Universidad Autónoma de Coahuila
• Diplomado en Gestión del Desarrollo Local por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL)
• Secretario de actividades académicas del Colegio de Economistas de Oaxaca 2005-2007.
• Profesor de la Licenciatura en Economía de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca, Sistema de Universidad Abierta