"Contribuciones a la Economía" es una revista
académica con el
Número Internacional Normalizado
de Publicaciones Seriadas
ISSN 16968360
David Castells (*)
dcastells@economistes.com
dcastells@hotmail.com
RESUMEN: Qué es lo que entendemos por desarrollo? Es el desarrollo un concepto homogéneo? Deben seguir todos las sociedades el mismo patrón de desarrollo? Este artículo pretende desafiar el concepto tradicional del desarrollo y reforzar la idea de que el desarrollo de depende de las prioridades particulares de cada sociedad, sean materiales o no, donde la satisfacción de las Necesidades Básicas Humanas y la eliminación de la pobreza extrema es el punto fundamental de partida.
BRIEFING: What do we understand by development? Is development a homogeneous concept? Should all societies follow the same pattern of development? This article intends to challenge the traditional concept of development and strengthen the idea that development depends on the priorities of each society, being materialistic or not, where the satisfaction of Basic Human Necessities and the eradication of extreme poverty is the fundamental starting point.
PALABRAS CLAVE: Desarrollo, Necesidades Básicas Humanas, Crecimiento económico, Pobreza, Desigualdad.
Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
David Castells: "Otro concepto de desarrollo" en Contribuciones a la Economía, noviembre 2007 en http://www.eumed.net/ce/2007b/dc-0711.htm
Hoy en día defendemos el hecho de que cada persona, sin importar donde resida y sin discriminación alguna, ha de poder satisfacer unas necesidades básicas humanas (acceso a agua potable, alimentación, vivienda, educación y servicios de salud) pero aún no sabemos como conseguirlo para toda los hombres y mujeres del planeta. ¿Cómo ha de garantizar cada sociedad la satisfacción de dichas necesidades de cada uno de sus integrantes? Hablamos constantemente de industrialización, crecimiento y desarrollo. Pero ¿hay un mismo camino fijo a seguir que permita la satisfacción de las necesidades básicas humanas para toda la población mundial? ¿Tenemos claro y estamos de acuerdo en lo que realmente significa desarrollo? ¿Podemos juzgar el grado de desarrollo de cada sociedad usando las mismas herramientas de medida?
1. Desarrollo y prioridades
El modo en cada que sociedad logre satisfacer dichas necesidades no ha de ser el mismo para todas. El modo en que cada sociedad ha de garantizar la satisfacción de las necesidades básicas de sus integrantes ha de depender de si misma. No tiene sentido imponer a todas las sociedades un modo homogéneo para satisfacer las necesidades básicas de sus integrantes. Dicho modo ha venir de cada sociedad misma de una forma libre.
El modo en que una sociedad satisface sus necesidades básicas dependerá de diversos factores propios a la misma. Dependerá de aspectos religiosos, culturales, económicos, políticos y ambientales de dicha sociedad.
La satisfacción de las Necesidades Básicas Humanas es la base de un nivel de Calidad de Vida digna. A partir de ahí existen diversas concepciones de un mayor nivel de Calidad de Vida. El nivel de calidad de vida en las sociedades “modernas” (Europa y USA principalmente) esta basado en la acumulación de bienes materiales; más cosas tengo, mayor nivel de calidad de vida gozo. En otras sociedades el nivel de calidad de vida puede estar basado en otros determinantes; no necesariamente en la posesión de bienes materiales.
Paralelamente, cada sociedad tiene y ha de definir sus propios términos de desarrollo. Cada sociedad, dependiendo de los factores citados (religión, cultura, etc), tiene una escala de prioridades propia que puede diferir significativamente de la de otras sociedades. A partir de esa escala de prioridades el desarrollo, para una sociedad determinada, significará una cosa u otra.
2. Necesidades Básicas Humanas
Agua
El acceso a agua potable, por ejemplo, en una sociedad urbana, se satisface gracias a un sistema de acueductos. En una sociedad rural, aislada (en la sabana africana por ejemplo) dicho modo de satisfacer el acceso a agua potable no tiene sentido. El acceso a agua potable se da, o ha de darse, mediante otros modos, esencialmente garantizando la salud de fuentes naturales de agua potable como ríos y lagunas.
Ni el primero ni el segundo suponen un modo superior para garantizar la satisfacción básica humana de acceso a agua potable. La construcción de un acueducto que lleve agua potable a una sociedad rural aislada no tiene necesariamente porque mejorar el nivel de vida de esa sociedad (en sus propios términos) más que la garantía de un acceso a agua potable proveniente de fuentes naturales y tradicionales para esa sociedad. De hecho, muchos proyectos de desarrollo basados en la construcción de pozos de agua han demostrado ser perjudiciales para el tejido social de las comunidades donde se construyen.
Alimentación
El mismo análisis se puede aplicar a la alimentación. Cada sociedad está acostumbrada a unos alimentos determinados y a unas formas de prepararlos. Gracias al intercambio, las sociedades pueden probar alimentos de otras regiones y así enriquecer su dieta (lo cual han hecho desde hace milenios) pero siendo libres de producir sus propios alimentos y de prepararlos en la forma que más les guste o convenga. Los conceptos de soberanía y seguridad alimentaria cobran relevancia en este sentido; cada sociedad ha de poder garantizar alimento para su población aprovechando sus recursos naturales. Sin embargo la seguridad y soberanía alimentaria no ha de ser malinterpretada o llevada al extremo (como en el caso de la Política Agraria Común de la UE) impidiendo el libre comercio de alimentos provenientes de otras sociedades y garantizando la alimentación para una sociedad a costa de la destrucción de la producción de alimentos de otra sociedad (i.e.: seguridad alimentaria para Europa a costa de la destrucción de industrias agrícolas en el sur).
Educación
De igual forma, el acceso a educación no ha ser impuesto de una forma homogénea para todas las sociedades. Toda persona ha de saber leer y escribir, adquirir conocimientos matemáticos básicos y otros. Es decir, una educación primaria más o menos universal. Sin dicha educación cualquier individuo tendrá dificultades para integrarse completamente en la sociedad, cualquiera que sea. Su capacidad de comunicación y su capacidad productiva tendrán límites. Pero dicha educación ha de satisfacerse primero en la lengua de cada persona. Cada cual ha de poder aprender a leer y escribir su propia lengua antes que una impuesta. Paralelamente, cada persona ha de poder aprender los básicos de la historia y geografía de su propia sociedad, no una lejana. Ha de entender el sentido de su propia religión así como la de otros.
Tras la educación primaria cada persona ha de ser libre de elegir lo que quiere aprender y su modo de aprendizaje. La educación superior formal en occidente no tiene porque ser superior que modos alternativos de educación superior tradicionales a otras sociedades. El dominio de una profesión gracias a la experiencia de años de práctica puede ser igual de válido para una sociedad como un título universitario para otra. Es lo que llamaríamos educación en un sentido amplio: que no se limita únicamente a títulos del sistema formal. Por tanto, poder alcanzar mayores niveles educativos (en este sentido amplio) no ha de forzar a los integrantes de comunidades rurales a migrar a las ciudades.
Vivienda
Algo similar se puede decir de la vivienda. Cada vivienda ha de asegurar unos mínimos para sus residentes (cobijo del sol, la lluvia, el frío, etc). Sin embargo los materiales utilizados para viviendas en diferentes sociedades han de ser los mismos. Cada sociedad tiene su modo de provisión de cobijo (técnicas de construcción, materiales usados, diseños, etc). La satisfacción de la necesidad básica humana de acceso a vivienda digna reside en garantizar el acceso a dichos materiales, técnicas y diseños tradicionales a cada sociedad así como el espacio físico (la tierra) para construir dichas viviendas. Cada sociedad a de ser libre de incorporar cualquier avance que considere útil para garantizar de un modo cada vez mejor el acceso a vivienda digna para sus integrantes pero sin que se les sea impuesto.
Nuevamente, muchos proyectos de desarrollo consisten en la provisión de viviendas prefabricadas (con materiales industriales) para comunidades rurales para las cuales dicho estilo de vivienda es totalmente ajeno.
Desde luego en situaciones de pobreza extrema (cuando las personas carecen de vivienda) cualquier solución a la provisión de cobijo será una mejora en su nivel de calidad de vida. Pero más a medio plazo, el objetivo del Estado ha de ser el de fortalecer la capacidad de esas personas de proveerse de la vivienda adecuada a sus prioridades.
3. Otro concepto de desarrollo
Al margen de las necesidades básicas humanas mencionadas, la prioridad de necesidades en una sociedad, como hemos mencionado, puede diferir significativamente de la prioridad de otra sociedad. Mientras para muchas de las sociedades occidentales el crecimiento profesional es fundamental para las personas, por encima de su satisfacción espiritual, para otras sociedades no es así sino al contrario.
El desarrollo consiste precisamente en mejorar constantemente el nivel de vida de los integrantes de una sociedad de forma que estos puedan no solo satisfacer sus necesidades básicas sino aquellas necesidades que les son importantes según sus prioridades.
Pero tenemos la idea equivocada de que el desarrollo es un concepto lineal que prácticamente no permite alternativas. Consideramos una sociedad que no sigue los patrones de consumo de los países llamados desarrollados, simplemente, subdesarrollada y por tanto suponemos que ha de pasar por una serie de etapas, reformas, sacrificios, etc para alcanzar el desarrollo. Es una idea totalmente ligada al la industrialización y presente en casi todas las teorías tradicionales de desarrollo.
Pero el desarrollo es mucho más que la industrialización. Es más, en un concepto alternativo de desarrollo, éste y la industrialización no tienen porque estar relacionados del todo.
Según este concepto de desarrollo, una sociedad será desarrollada si es capaz de satisfacer las necesidades básicas humanas de su población y permite que cada individuo pueda alcanzar la satisfacción de sus necesidades personales según sus prioridades, sin que estas tengan porque ser materiales. Se trata de acercar la idea del desarrollo realmente al bienestar y felicidad de las personas. Hoy en día nuestra idea de desarrollo es tal que permite la ironía de que los individuos de las sociedades desarrolladas son los que menos índices de felicidad muestran mientras que los de muchas sociedades subdesarrolladas se encuentran entre los más felices del planeta, según lo muestran diversos estudios.
Amaryta Sen habla de “Development as freedom”, donde el nivel de desarrollo se mide en función de las libertades reales que la gente disfruta”. Libertades que incluyen no solo oportunidades económicas sino también políticas, sociales, culturales y de seguridad.[1]
En un concepto de desarrollo más integral entra no solo la satisfacción material de necesidades, también cobra gran importancia el valor que la sociedad la da a su riqueza inmaterial. La cultura, la capacidad de establecer y mantener relaciones sociales sólidas y la capacidad de conservar tradiciones forman parte de este desarrollo. De igual forma, la capacidad de la sociedad de elegir sus propias formas de establecer relaciones económicas, políticas y de gobernanza. Gobernanza, no gobierno, pues la forma en que en una sociedad ejerce el control sobre si misma no tiene porque ser a través de los sistemas de gobierno nacionales a los que estamos acostumbrados. De igual forma esa libertad para elegir no tiene porque significar la democracia predicada por Estados Unidos.
Muchas sociedades han prosperado con sistemas de gobernanza popular, sin un gobierno establecido, sin una democracia moderna. El desarrollo no tiene porque implicar la instauración de un gobierno con instituciones similares en todas las sociedades. Mucho menos la instauración de una democracia forzada y ajena, como en el caso de Irak, que ha traído el país al colapso.
En África, muchas comunidades rurales han visto como, “en pro del desarrollo” sus sistemas tradicionales de gobernanza se han visto arrasados por la instauración de instituciones, supuestamente democráticas, ajenas a las mismas comunidades, empobreciendo el poder de toma de decisión de estas y su saber hacer político.
La gobernanza popular no solo se ejerce mediante un voto (concepto simplificado que tenemos hoy de democracia). Implica mucho más que eso y puede existir sin que exista un sistema de voto. En muchas comunidades las decisiones las toman los más experimentados para hacerlo, consultando y evaluando las repercusiones para todos los integrantes de la comunidad, sin que estos necesariamente voten pero donde como colectivo tienen mayor capacidad de decisión que si lo hicieran. Y se toman buenas decisiones.
Por último, en este concepto de desarrollo alternativo, el desarrollo no lo es sino es sostenible; la conservación del medio ambiente es fundamental y además es parte inherente al desarrollo mismo. Un sociedad realmente desarrollada es aquella que entiende su entorno natural (como lo hacían las sociedades del pasado) y sabe aprovechar los recursos naturales a su alrededor de una forma sostenible y respetando el equilibrio de los ecosistemas. Normalmente el “desarrollo” tradicional mediante la industrialización implica totalmente lo contrario.
4. Implicaciones
En primer lugar tener una aproximación al desarrollo diferente, a partir del concepto alternativo descrito, implica revisar la forma en que medimos el desarrollo. Para medir este desarrollo necesitamos no solo medidas económicas que midan el desarrollo económico, necesitaos también medir el desarrollo social y cultural, el bienestar espiritual y satisfacción general de las personas así como la protección del medio ambiente. Es decir, comenzando por las medidas puramente económicas, y aunque a largo plazo el crecimiento económico sea la base del desarrollo económico, el crecimiento económico no es una medida ni de cerca exacta ni eficiente para el desarrollo de una sociedad.
En segundo lugar, esta aproximación al desarrollo implica diseñar e implementar políticas de desarrollo diferentes a las tradicionalmente implementadas.
· En primer lugar cualquier política de desarrollo ha de atacar primero el problema de la pobreza extrema. Todo gobierno, cuya población sufra de esta lacra, ha de realizar un diagnóstico que permita identificar se forma clara los factores que permiten esa pobreza extrema. Un diagnóstico que analice diferentes ámbitos claves como los determinantes geográficos y medioambientales del país y el nivel de infraestructuras, así como el acceso a recursos básicos (agua potable, alimento, servicios de salud, vivienda y educación). Sin olvidar un análisis de la evolución macroeconómica (inflación, desempleo, desigualdad. inversión y crecimiento) y de las estructuras internacionales (comercio con el exterior y movimientos de capitales).
· A partir de ahí, se han de elaborar unos Planes/Estrategias Nacionales para la erradicación de la Pobreza y para el Desarrollo. Planes o Estrategias integrales, eficaces y eficientes, donde lo primero que han de focalizar es garantizar el acceso a esos recursos básicos que suponen la satisfacción de las Necesidades Básicas de toda la población (agua potable, alimento, servicios de salud, vivienda y educación).
· Más haya de la erradicación de la pobreza, las políticas de desarrollo han de fortalecer las capacidades individuales de cada persona y las de cada comunidad para proveerse ellos mismos de los recursos básicos mencionados. Ha hacerlo siguiendo los mecanismos y modos propios de cada comunidad siguiendo sus características sociales, culturales, económicos, religiosas e incluso políticas y medioambientales.
· Según los resultados del diagnóstico, el gobierno ha de saber que programas concretos implementar para mejorar la productividad de cada individuo, comunidad y del país como un todo. Bien sea mediante programas de empleo o autoempleo, bien mediante programas de apoyo técnico para el desarrollo de iniciativas empresariales y de comercialización nacional e internacional de productos rentables. Todo sin olvidar que el fin último es mejorar la Calidad de Vida de los ciudadanos del país según la escala propia de prioridades de cada comunidad, satisfaciendo sus deseos no solo materiales sino sociales, culturales y espirituales.
5. El caso colombiano
En Colombia el crecimiento económico de los últimos 5 años (desde el final de la recesión de fin de siglo) ha sido notablemente alto (superior al 5% cada año). Sin embargo, como diversos estudios lo demuestran, la desigualdad ha aumentado así como lo ha hecho la pobreza[2]. Paralelamente los recursos naturales del país se han visto sobreexplotados y contaminados de forma preocupante. A su vez la democracia se ha visto debilitada (instituciones internacionales como Amnistía Internacional lo ponen en relieve). El actual presidente colombiano, excedido en sus facultades, consiguió alterar la Constitución colombiana para ser elegido una segunda vez y planea ahora poder estar en poder un tercer mandato para continuar distribuyendo los recursos del país según sus intereses, olvidándose de las necesidades de los más desfavorecidos.
En Colombia, como en muchos otros países (tanto ricos como pobres), el verdadero desarrollo no tendrá lugar si no se consigue primero satisfacer las Necesidades Básicas Humanas de la población, para lo cual se ha de eliminar la pobreza extrema.
Desde que unos pocos se beneficien del crecimiento económico a costa del empobrecimiento de otros (como ha sucedido en años recientes) en una sociedad dividida por clases socioeconómicas excluyentes no habrá un verdadero desarrollo. Tampoco lo habrá desde que sus ciudadanos se vean literalmente forzados a abandonar sus tierras para huir a la miseria de los suburbios urbanos. Mucho menos lo habrá si la riqueza de unos se hace a costa del deterioro drástico del medio ambiente de todos.
* David Castells es Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha estudiado también en la Universidad de Los Andes en Bogotá. Es Diplomado en Relaciones Internacionales y Master en Estudios para el Desarrollo. Durante los últimos años ha investigado sobre la persistencia de la pobreza en Colombia.
[1] Sen Amartya. Developement as Freedom. 2000.
[2] Datos de la Contraloría General de República de Colombia.